Analizarán las consecuencias del cambio climático en lugares semiáridos

1515

Científicos de la Universidad de Arizona (UA) analizarán durante los próximos 10 años las consecuencias del cambio climático en lugares semiáridos como Arizona a través de la información que obtengan del experimento más grande en el mundo en su clase.

El experimento pretende determinar el impacto que tiene la disminución de la cantidad de agua que cae en las capas del suelo, y las consecuencias que tiene en la vegetación.

“Algo que hace diferente a este experimento de otros similares es su magnitud. Su tamaño nos permite tener un mejor entendimiento de lo que pasa”, según a explicado a Efe Joaquín Ruiz, director del Departamento de Ciencias de la UA, durante la inauguración del proyecto.

El estudio se lleva a cabo dentro de unas instalaciones a las afueras de la ciudad de Tucson (Arizona) que llevan por nombre Observatorio de Cambios de Terrenos (LEO, por su sigla en inglés) y que están compuestas por tres grandes invernaderos acristalados cada uno de ellos con 600 libras (272 kilogramos) de roca volcánica.

Cada estructura, de 100 pies (30 metros) de largo por 40 pies (12 metros) de ancho, está ligeramente inclinada para similar la posición de la lluvia cuando cae desde una montaña cuesta abajo y cuenta con 1.800 sensores que analizan la cantidad de agua que cae.

Cada uno de estos sensores tomara también medidas del movimiento del agua, la energía, los nutrientes y el carbono a través de la complejidad de paisajes naturales.

Peter Troch, uno de los científicos a cargo del experimento, explicó a Efe que uno de los propósitos fundamentales es entender cómo el suelo, plantas y el agua se relacionan entre sí para mantener la vida en el planeta.

“Queremos saber lo que pasa en la superficie, y los minerales que van al subsuelo que permiten a la próxima generación de plantas crecer”, dijo Troch.

Indicó que, a pesar de que el concepto es simple, este proceso todavía no es entendido en su totalidad, debido a que generalmente se estudia de forma separada por los científicos.

“En LEO se trabaja en conjunto todas las diferentes ramas para poder obtener un mejor resultado”, aseguró el científico.

Ubicado dentro de las instalaciones de efecto invernadero de Biosfera 2, LEO tuvo un coste aproximado de siete millones de dólares.

Al permitir a los científicos ejecutar diferentes escenarios climáticos, LEO hace posible entender cómo el agua se mueve a través del suelo y como las plantas responden a estos cambios y los cambios que producen a la atmósfera.

El experimento pretende mejorar los modelos informáticos que se utilizan para predecir cómo se comportan los sistemas terrestres de debido al cambio climático.

Troch indicó que próximamente comenzarán a agregar plantas al experimento, comenzando primero con diferentes tipos de pasto que son nativos de esta área.

Por su parte, el director del Departamento de Ciencias de la UA indicó que es de suma importancia vigilar las consecuencias de los cambios climáticos, ya que, aseguró, éstos están afectando seriamente la composición química de los océanos, la disponibilidad del agua, las plantas y servirá para saber cómo éstas son afectadas por las plagas.

“En todo el este de EE.UU hemos tenido un alto número de árboles muriendo por plaga, y esto se debe a que éstos están tan débiles por la falta de agua que no pueden combatir a los insectos”, dijo él.

Agregó que otro ejemplo son los árboles de nuez que crecen en Arizona, los cuales requieren cierto número de noches “frías” para poder florecer y si esto no ocurre la producción disminuye.

Fuente: Efe.