El PSOE asegura que tienen un papel complementario y que “no se puede exigir el mismo nivel de evidencia científica a terapias que en su mayor parte son inocuas”
Ningún grupo parlamentario ha apoyado la proposición no de ley de Ciudadanos contra de las Terapias Naturales.
La mayoría del Congreso de los Diputados, en su comisión de Sanidad y Servicio Sociales, ha rechazado la proposición no de ley del grupo parlamentario de Ciudadanos que pretendía obligar a los médicos a denunciar los tratamientos naturales.
Jesús María Fernández, portavoz del PSOE, reprochó a Ciudadanos que confundiera los fraudes, las malas prácticas y las “pseudoterapias” con la Medicina Natural y las Terapias Naturales, que no deben ser perseguidas sino integradas en el sistema sanitario.
El PSOE defiende las Terapias Naturales
El objetivo de la proposición no de ley de Ciudadanos, defendida por el diputado y médico Francisco Igea, era introducir un protocolo para que los médicos denunciaran a los practicantes de “pseudoterapias”, que identificó, sin hacer mayores distinciones, con las terapias naturales, que, según él, “carecen de respaldo científico” y que “ponen en peligro la salud de los pacientes”. Para ello propuso que se creara un protocolo similar al que existe para denunciar los malos tratos.
Jesús María Fernández, en representación del PSOE le respondió, que no solo rechazó la propuesta, sino que defendió el papel de las Terapias Naturales en el cuidado de la salud y el bienestar de los pacientes y acusó a Ciudadanos de confundir las pseudoterapias y los fraudes con la medicina natural y las terapias complementarias, tradicionales o naturales.
Las Terapias Naturales ayudan en la calidad de vida y en la mejora de la salud
Fernández le leyó a Francisco Igea de Ciudadanos, que describe las medicinas tradicionales y naturales “como un conjunto de técnicas y conocimientos milenarios que ayudan en los tratamientos y en el cuidado de la salud”. Así mismo Fernández no dudó en explicar a su colega que la medicina es una práctica compleja en que no se puede exigir el mismo nivel de evidencia científica a un medicamento potencialmente dañino que a una terapia natural prácticamente inocua.
Y aprovechó para recordarle que las malas prácticas también se dan dentro de la medicina “científica o alopática” cuando se administra un medicamento de manera innecesaria o cuando no se realiza el tratamiento adecuado en el momento oportuno.
Y puso algunos ejemplos de prácticas “denunciables”. “¿A quién vamos a denunciar? ¿Al médico que frente a un insomnio prescribe un ansiolítico o al terapeuta que le da unas hierbas medicinales al paciente? ¿Denunciamos al médico que ante unos mocos receta antibióticos o al que recomienda leche con jalea y observación? ¿Al que realiza tres escáneres en un año por un dolor de espalda o al que recomienda al paciente que pruebe con quiropraxia o fisioterapia?”.
Hay que regular y estudiar las terapias alternativas
El representante del PSOE propuso que, de acuerdo con las recomendaciones de las OMS, se continuara “estudiando y regulando las terapias naturales”, una iniciativa contraria a la absurda propuesta de Ciudadanos.
La representante del PP, Carmen Hernández, tampoco se sumó a la iniciativa de Ciudadanos al argumentar que ya existen cauces legales para denunciar las malas prácticas o las estafas.
Marta Sibina, representante de Podemos, no acudió a la sesión y ninguno de los presentes del grupo participó en el debate.
Finalmente la propuesta de Ciudadanos fue rechazada por todos los partidos presentes, salvo por el grupo mixto, con 5 votos a favor y 30 en contra (PSOE, PP y Podemos).
Pese a rechazar la proposición de Ciudadanos, el PP presentó una alternativa, una condena genérica de las “pseudoterapias”, que reclama iniciativas para mejorar la información a los ciudadanos sobre los riesgos que implican e insta a las autonomías a vigilar los centros en que los llamados “curanderos” realizan sus prácticas.
También destacar que el área de I+D de Podemos impulsó un documento, ratificado por el partido hace unos días, en el que se denunciaban las pseudoterapias porque “se aprovechan del sufrimiento de los enfermos y cuidadores”, indicaban que “corresponde a las autoridades atajar su difusión.”