1. ¿QUÉ ES EL CANNABIS?
El cannabis (Cannabis sativa índica) es una planta herbácea anual de la familia del cáñamo (cannabis sativa) de cuyas inflorecencias femeninas se obtienen la marihuana y el hashish. La marihuana (hierba) se compone de hojas y de flores secas. El hasish (chocolate, costo) es obtenido de la resina de la planta y su aspecto es el de una pasta más o menos dura cuyo color varía del marrón claro al negro. Estas sustancias contienen cantidades variables de THC (la sustancia activa del cannabis). Fumando o ingiriendo son las formas habituales de consumir cannabis. Diferentes tipos de cannabis producen sus propios efectos, desde sedativos a estimulantes.
2. ¿QUIÉN CONSUME CANNABIS?
El cannabis es utilizado desde hace miles de años, por razones medicinales, sociológicas, religiosas y por sus propiedades psicotrópicas. Numerosas personalidades y ciertos personajes políticos han reconocido haber fumado cannabis. Por lo tanto no existe un perfil tipo del usuario del cannabis. Se estima que en Europa consume cannabis un mínimo de 20 millones de personas.
3. ¿DESDE CUÁNDO SE UTILIZA EL CANNABIS?
El cáñamo es utilizado desde tiempos bíblicos. En Europa su uso era ampliamente aceptado hasta los años 30. En aquella época surgieron grandes campañas de desinformación que generaron las primeras leyes prohibicionistas.
4. ¿EL CANNABIS CREA DEPENDENCIA?
La respuesta es NO. La mayoría de los usuarios consume cannabis de forma social y moderada. Las personas no están más predispuestas psicológicamente a abusar y depender del cannabis que de cualquier otra sustancia.
5. ¿ALGUIEN HA MUERTO A CONSECUENCIA DEL CANNABIS?
NO, ni uno solo. Se estima que habría que consumir más de 1,5 Kg. de resina de hasish para tener una sobredosis.
6. ¿EL CANNABIS LLEVA A LAS DROGAS DURAS?
Oimos decir que un gran porcentaje de toxicómanos empiezan por el cannabis, también podríamos decir que una gran mayoría de los toxicómanos empezó fumando tabaco y bebiendo alcohol, sin embargo nadie se atrevería a decir que el tabaco y el alcohol llevan a la heroína. Además del hecho de su ilegalidad hace que los consumidores deban adquirir el cannabis en lugares donde se ofrecen otras drogas.
7. ¿EL CANNABIS GENERA VIOLENCIA?
¡Todo lo contrario! El único “crimen” cometido por la mayoría de los consumidores es el de fumar cannabis. Un informe americano sobre “delincuencia y uso de drogas” concluye: “hay relativamente menos delitos por consumidores de cannabis que por el resto de la población”. Este dato toma toda su importancia al conocer sobradamente los estragos que comete el alcohol, siendo una droga legal.
8. ¿QUÉ EFECTOS TIENE EL CANNABIS SOBRE LA SALUD?
Un equipo médico de la Universidad de Harvard (USA) declaraba en 1987 que “los efectos nefastos del cannabis sobre la salud no han sido todavía identificados, toda inhalación de humo es perjudicial para la salud, el cannabis (únicamente en lo que concierne a la marihuana) es menos nocivo que el tabaco y los usuarios tienden a fumar menos”. El cannabis está reconocido como una planta medicinal utilizada para tratar numerosas enfermedades como el estrés, la artrosis, el
glaucoma, el asma, la epilepsia, la anorexia, etc… Igualmente sirve para devolverle el apetito a los afectados de cáncer y SIDA. En tratamiento de quimioterapia y de AZT alivia los efectos secundarios.
9. ¿QUÉ PODEMOS DECIR A PROPÓSITO DE LOS RUMORES DIFUNDIDOS
ACERCA DEL CANNABIS?
La mayoría de las declaraciones alarmistas exponiendo los graves peligros para la salud no se apoyan en ningún estudio científico. Los experimentos se realizan generalmente sobre los animales y se les inyecta cantidades astronómicas de THC puro. Los métodos y las dosis utilizadas no son en ningún caso aplicados a los seres humanos.
10. ¿QUÉ DEBERÍAMOS HACER?
Pocos gobiernos intentan encontar una alternativa a la criminalización del cannabis. El más célebre en Europa es sin duda Holanda, este país aplica la “prohibición” de una manera más sensata. El cannabis no está legalizado, su uso, producción y venta está solamente tolerado. En los demás países los gobiernos tendrán que pensar algún día en un cambio de legislación. LA PROHIBICIÓN no impide el consumo del cannabis pero deteriora su calidad aumentando los riesgos sanitarios y expone a los usuarios a ambientes delictivos donde todas las drogas se codean.