Una investigación realizada por científicos de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona (UB) confirma que la ingesta regular de cacao natural “puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, ya que es uno de los alimentos más ricos en antioxidantes.
Los conclusiones de este estudio, presentadas hoy en el Colegio de Médicos de Valencia por Rosa María Lamuela, coordinadora del grupo de Antoxidantes Naturales del citado departamento, están respaldadas por diferentes estudios realizados en los últimos años en torno a los componentes y beneficios para la salud del cacao.
Según Lamuela, se ha demostrado que una dieta rica en antioxidantes puede ayudar a prevenir las enfermedades cardiovasculares, el envejecimiento celular y la aparición de enfermedades como el cáncer.
Indicó que investigaciones llevadas a cabo por la Universidad de Melbourne (Australia) y la de California-Davis (EEUU) señalan que los antioxidantes del cacao ayudan a prevenir la formación de coágulos en las arterias, reduciendo así el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular.
A esto se añade un estudio de la Universidad de Conrell (Nueva York), que recomienda la ingesta de cacao en polvo o soluble, que solo contiene 0,3 gramos de grasas saturadas, frente a los 8 gramos de una tableta de chocolate de 40 gramos, y señal que tomar el cacao caliente potencia su poder antioxidante.
Lamela añadió que al ser un alimento de origen vegetal, el cacao ayuda a contrarrestar el colesterol LDL o “malo”, y también, gracias a su elevado contenido en antioxidantes, ayuda a combatir los radicales libres, unos elementos que provocan la oxidación y el deterioro de nuestros tejidos celulares.
También afirmó que aunque las frutas y verduras son alimentos que no pueden faltar, el tazón de cacao en el desayuno o en la merienda “ayuda a aumentar o complementar la ingesta de antioxidantes.
Un hogar valenciano toma al año una media de 3,6 kilogramos de cacao en polvo y los principales consumidores de este producto son los niños entre 6 y 12 años, especialmente añadido a la leche.