El ser humano necesita respirar pero la respiración no sólo nos proporciona el seguir viviendo, sino que si se sabe usar alivia el estrés, nos ayuda a enfrentarnos a los problemas, calma los nervios, etc.
El Ser Humano fue dotado de un fuerte y muy poderoso poder, el cual al no conocerlo, no es posible apreciarlo en toda su magnitud y amplia dimensión.
Este poder, que en inglés se denomina «Power Breathe», actualmente en todo el mundo ya se encuentra muy reconocido, tanto por la Ciencia Médica, como también una importante e interesante práctica en todas las disciplinas del ejercicio físico.
La respiración es una base imprescindible para poder vivir, ese oxígeno que ingerimos, bien por la nariz o por la boca, llega a los pulmones y se distribuye por todo nuestro cuerpo físico, oxigenando nuestra sangre, vísceras, cerebro, etc.
Respirar es muy sencillo por medio del conducto que sea, pero esto simplemente nos sirve para continuar viviendo. Entonces debemos acudir y valorar su técnica y sentir sus múltiples resultados.
Su técnica, tomando la base del conocimiento, el cual desde hace muchos siglos la disciplina del yoga nos enseñó, así como también en la actualidad, debemos respirar en todo instante. En yoga, lo primordial que se enseña es a practicar la forma de respirar, para ello existen tres modalidades.
Modalidades a la hora de respirar según el yoga
- Clavicular: es la respiración corta que apenas oxigena la parte superior de los pulmones, de esta manera únicamente llenamos un 10% de la capacidad pulmonar, por tanto, solamente nos vale para poder continuar hablando o seguir realizando un trabajo, siendo su interés respiratorio muy bajo.
- Intercostal: de este modo se trata de que la respiración sea más profunda y efectiva, es decir, al inspirar se llenan completamente los pulmones de oxígeno, se retiene unos segundos, después se espira despacio por la nariz, volviéndolo a hacer varias veces de igual forma. (aquí rellenamos la capacidad pulmonar un 100%). Esto nos sirve para acompasar o relajar nuestra respiración, sintiéndonos más tranquilos y sosegados. Aquí podemos introducir una técnica muy saludable: los Kriyas (vocablo Sánscrito) que significa respiración profunda, llenando bien los pulmones, no retener el oxigeno y espirar fuerte por la boca, haciendo al mismo tiempo un ejercicio físico.
- Abdominal: en esta modalidad debemos comenzar la respiración aún más profunda, inspirando y llenando primero el vientre de oxígeno. Se pueden poner las palmas de las manos sobre él, notando como suben en la inspiración y bajan en la espiración. Se continúa una vez iniciada la inspiración en el abdomen, se sigue inspirando para llenar bien los pulmones, se retiene unos segundos y se espira muy lentamente por la nariz. Haciéndolo así como se expresó, aparte de oxigenar bastante nuestro cuerpo, se alcanza un valor considerable en la respiración. Debemos utilizar este método si tenemos que hablar en público, dar una conferencia, para una entrevista de trabajo, etc, entonces, se notará una gran seguridad en sí mismo, para enfrentarse a cualquier problema que sobrevenga. También cotidianamente se utiliza para eliminar el stress acumulado, la fatiga de un ejercicio fuerte, disminuir una insuficiencia respiratoria, llegar a relajarse y dormir sosegadamente. Por supuesto es fundamental para hacer relajación y meditación en Yoga.
Como ampliación de esta técnica, se puede superar su valoración, una vez realizados los primeros pasos. Cuando se encuentran los pulmones suficientemente llenos de oxígeno, si es posible soportarlo, se sigue inspirando sin expulsarlo, sintiendo como va subiendo por la garganta; se continúa inspirando llegando al cerebro, es fácil percibir que el oxígeno se encuentra dentro de ese plano físico porque se sienten unos leves golpecitos en el interior cerebral, ésta es la fase más importante de la respiración, debido a que estamos en este momento oxigenando todo el cerebro y sus neuronas, parte muy importante del mismo, al estarse regenerando las mismas, pues como es sabido, se van cancelando bien por la edad o por falta de ejercicio mental. Esta respiración activa la memoria y la movilidad, sintiéndonos mucho más vitales.
Lógicamente no es para realizarlo sólo en un día y dejarlo olvidado, es necesario crearse una obligación y practicarlo asiduamente, así se pueden sentir sus beneficios en una corto espacio de tiempo, siempre gracias a la constancia ejercida.
Cuando ya han sido practicadas con frecuencia estas técnicas, podemos acudir a otras posibilidades sobre la respiración. Por ejemplo, limpiar nuestro cuerpo energético. Se emplea el modo de respiración abdominal, explicado anteriormente, al mismo tiempo que se inspira, se van subiendo los brazos con las palmas de las manos hacia abajo, depositándolas sobre la cabeza, sin pegarlas a ella; se espira muy lentamente por la nariz, al mismo tiempo se van bajando las manos despacio, acariciando el Aura, desde la cabeza hacia abajo, rozando el cuerpo sin pegarlas al mismo. Se debe repetir dos o tres veces, de este modo hemos limpiado nuestro cuerpo energético y el Aura se podrá ver más clara y brillante.
Otra alta valoración de la respiración, se puede practicar la denominada «imposición de manos», conocida en Europa desde el siglo XVIII y también aplicada en Yoga desde sus comienzos.
Se comienza poniéndonos de pie, con los brazos extendidos al frente y las palmas de las manos hacia arriba, se practica la respiración profunda llenando los pulmones, se retiene unos segundos y se espira lentamente por la nariz. Se repite unas cuantas veces, hasta que se va notando en nuestras manos un calor y un peso al estar acumulándose la energía en ellas. Éste es el momento de aplicar nuestras manos sobre una persona, quien padezca una dolencia física, nuestras manos se sitúan sobre la piel del paciente sin tocarle, se posan aproximadamente a un centímetro de su piel en la parte que tiene un problema. Se inspira profundamente, se retiene unos instantes y se espira muy despacio. Se tiene que sentir cómo la energía va discurriendo por los brazos y sale por las palmas de las manos para introducirse en el cuerpo del paciente, quien lo recibe y quien notará un calor confortable por medio del cual se sentirá más mejorado de su dolencia. No se debe aplicar más de diez minutos por sesión, se descansa o mejor se hace al día siguiente.
Como puede apreciarse, el poder de la respiración es muy amplio e importante, si es ejecutado con regularidad se apreciará su beneficio en nuestro propio cuerpo físico, como también en otra persona a quien hemos ayudado con esta ancestral y efectiva práctica.
Alberto Gil Sanz
Profesor de Yoga y escritor