El sida, ¿una antigua enfermedad humana?

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Los expertos suelen pensar que el sida pasó de los primates a los humanos entre los años 1884 y 1924. Sin embargo, un reciente estudio del genoma de los Biaka, una población aislada de África Occidental, ha revelado una relación entre genes resistentes al VIH y la selección genética.

Este hallazgo sugiere que nuestra especie habría estado en contacto con el virus del sida desde mucho tiempo antes de lo que se creía. El descubrimiento podría además ayudar a luchar contra los retrovirus.

El Virus de Inmunodeficiencia Humana o VIH podría haber afectado a los seres humanos desde hace mucho más tiempo de lo que hasta ahora se pensaba. Esto es lo que afirma Alfred Roca, profesor de la Facultad de Agricultura, Consumo y Ciencias Ambientales de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, quien además cree que el genoma de una población humana aislada de África Occidental podría proporcionar importantes claves sobre cómo ha evolucionado esta enfermedad a lo largo de la historia.

En general, se piensa que el virus del sida procede de primates africanos que fueron infectados por un retrovirus conocido como virus de inmunodeficiencia simia o SIV. El SIV fue descubierto en 1985 en macacos Rhesus cautivos que sufrían de SAIDS, y en esa época fue relacionado con el origen primate del VIH humano. Estudios posteriores mostraron que el VIH-1 (el predominante en nuestra especie) deriva de las cepas de SIV que infectan a chimpancés.

En lo que respecta a nuestra especie, hasta ahora se ha creído que la variante VIH-1 Tipo M, que ocasiona el 90% de las infecciones humanas por sida, cruzó la barrera de las especies hacia poblaciones humanas por vez primera entre los años 1884 y 1924. Pero Roca aventura que esto podría haber sucedido mucho antes y muchas veces, en poblaciones rurales aisladas, sin que haya llegado a detectarse.

Roca y sus colaboradores han buscado evidencias de esta selección en los genomas de los Biaka, un pueblo pigmeo de cazadores-recolectores que habita desde tiempos inmemoriales bosques en los que también viven subespecies de chimpancés consideradas fuente de la pandemia actual de virus del sida.

Se compararon los genomas de cinco poblaciones humanas analizadas, para buscar en ellos señales de selección genética contra el VIH. Lo que se descubrió fue que en ocho de las comparaciones existía una imbricación entre los genes resistentes al SIDA y la selección genética. Siete de estas comparaciones estaban relacionadas además con los Biaka.

Fuente: Tendencias21.