Tod@s tenemos una energía femenina y masculina dentro, tod@s tenemos un deseo interno de paz y reconciliación que nos lleva a buscar y buscar para vivir mejor sanando aquello que nos limita, sin embargo, casi a tod@s se nos olvida una y otra vez que el único lugar donde hay que retornar es al centro, al útero o al hara, a las entrañas que habitan en lo mas profundo de nuestro ser donde reside toda sabiduría ancestral, tanto propia como de todo nuestro linaje.
El femenino y el masculino entendido en la occidentalidad dual son dos fuerzas que caminan por separado como una cuerda con dos extremos donde cada una tira hacia un polo hasta que a veces, se rompe dejando pedazos a su paso. En estos momentos donde el resurgir de un masculino sano ruge a gritos y la necesidad de una mujer reconciliada consigo misma está por todas partes, la dualidad está comenzando a ser unidad y equilibrio. Los pedazos rotos se van recomponiendo en compromiso y responsabilidad tanto para un@ mism@ como para la vida que lleva.
Hubo un tiempo alejado del actual donde se nos hizo creer que nuestra vida estaba en manos de las circunstancias, sin embargo ahora, cada día vamos tomando mayor consciencia de que somos los co-creadores de nuestra existencia y que nuestro poder personal, mental y emocional tiene una capacidad incomparable. La cuerda se va transformando en un elástico que permite la flexibilidad y el fluir de la vida, un femenino sano que camina con un masculino sagrado. Ahí comenzamos a recordar que el femenino y el masculino han nacido para encontrarse, que las guerras que nos hicieron protagonizar pueden acabar honrando tanto a nuestr@s iguales como a las personas del sexo opuesto. Si honramos a otra mujer, estamos honrando nuestro lado femenino (seas hombre o mujer y más allá de tu orientación sexual). Si honramos a otro hombre, estamos honrando nuestro lado masculino (seas hombre o mujer y más allá de tu orientación sexual). Esta elasticidad y plasticidad se refleja en una salud vigorosa y libre, unos chakras vibrantes que irradian gozo y plenitud con una materialización de abundancia y confianza. En determinadas culturas, lo femenino es el fluir, el agua, lo que recibe, la creatividad y lo masculino es el fuego, la direccionalidad, la presencia, la materialización. Ambas energías están dentro de ti, seas hombre o mujer y más allá de cualquier preferencia sexual, en este sentido estamos hablando de energías. Cuando aprendas a materializar su danza, su acto de amor, su común-unión dentro de ti, te será fácil encontrarte viviendo en la plenitud y alianza de la pareja sagrada.
La práctica del Amor hacia un@ mism@ en lo cotidiano es una de las medicinas más necesarias en nuestros tiempos. Te invito a que justo ahora te vayas a un espejo y te mires, te observes y te sientas. Ama cada célula de tu cuerpo, acepta cada parte de ti, reconoce todas tus partes y ámalas con el corazón abierto. Olvídate de toda exigencia, carencia o expectativa. Abre tu corazón y enamórate de ti. Obsérvate con mirada de Amor, deseo y pasión. Siéntete plen@ y vibrante. Conéctate con esta sensación e irrádiala allá por donde vayas. El Universo se mueve por vibración, no hace falta ni siquiera que hables, tu vibración emanará tu frecuencia tan necesaria a todo tu alrededor. Esto será un verdadero Acto de Amor.
Se nos educó en el mirar hacia «fuera» y la intención es volver hacia «dentro». Desde que somos niños se nos invita a gustar y agradar, es el momento de gustar-nos y agradar-nos. Muchas de las relaciones donde la energía femenina y masculina se vivían como dos energías separadas, necesitaban de la otra para existir. Muy alejada de esta concepción podemos visionar ambas energías dentro de cada ser, apostar por ese acto de amor a nivel interno y profundo para desde ahí, compartir tu energía con la persona que sientas y del modo que elijas desde una opción personal basada en tu libertad en lugar de en una necesidad donde solo se atraerá dependencia y con el tiempo, una cierta dificultad para amar desde la plenitud. Si tienes la valentía de explorar tus ambas energías para que finalmente sean una sola, no necesitarás a nadie porque ya te tendrás a ti, todos los días del año, todas las horas y por supuesto que te gustará amar y ser amad@ pero desde la abundancia, plenitud, sosiego, energía alta y sacralidad. Desde ese lugar vibracional te será fácil encontrar a tu igual.
Las relaciones basadas en personas conscientes consigo mismas, funcionan. Las relaciones basadas en autoengaños, dependencias o necesidades, afortunadamente se rompen.
El Amor es direccionado en un camino común, no desde la exigencia pero si desde la libre elección, es dulce, es sano. Cualquier acto de sacrificio, aunque esté socialmente acreditado no es sano. Nadie ha dicho que crecer sea siempre fácil pues a veces hemos de enfrentarnos a actos que estamos evitando, aunque recuerda tras ese acto de valentía siempre hay una gran recompensa.
El amor hace reír, el desamor hace sufrir. Si escuchas canciones, podrás observar la invitación continua a un amor que permite el sufrimiento, si hablas en cualquier conversación podrás intuir esta aceptación social pero todo esto, puede cambiar, basta que confíes en esa parte de ti que cree y siente que un Amor sano existe y que lo vayas gestando dentro de ti. Incluso si tienes pareja, siempre hay aspectos que transformar en más Amor aún.
Con este artículo deseo que te lances a darte el mundo que sientas aunando tu parte creativa para darte el gozo en cada aspecto de tu vida (energía femenina) junto con la dirección concreta de en qué aspecto deseas hacer la transformación y la materialización (energía masculina) de ese acto de amor (fusión de ambas energías) para que gracias a tu felicidad impregnes a todo tu entorno con esa vibración, repartiendo esta medicina cotidiana por donde quiera que vayas para que así inyectemos dosis de Amor en cada Corazón y Corazón a Corazón, transformemos el mundo en Unicidad, Equilibrio y Paz.
Isabella Magdala
Creadora del Método Los Misterios de lo Femenino para Hombres y Mujeres. Psicóloga acompañando a personas desde hace más de una década a través de sus formas y su sexualidad
www.isabellamagdala.com