Matanza en un poblado yanomami en el Amazonas
La matanza de 80 yanomamis de un poblado en la selva amazónica de Venezuela en agosto y los cientos de asesinatos que están ocurriendo contra líderes indígenas y campesinos que defienden la tierra para un uso racional, demuestran que nada ha cambiado y que el poder de las armas y los políticos ciegos siguen en el feudalismo, sin tener respeto a la vida, al pueblo y a la propia Tierra que es usada bajo sus intereses partidistas y de negocio.
Lo que ha pasado con los Yanomamis está ocurriendo en muchos lugares del planeta donde aún persisten los escasos bosques primarios y donde sin escrúpulos, están arrasando los bosques, destruyendo y contaminando los ríos. Es un uso irracional por parte de empresas, tras una corrupción generalizada de los propios gobiernos que permiten estas masacres.
Los pueblos indígenas y las poblaciones nativas que están asentadas en los bosques primarios, pulmones de la Tierra, son los guardianes permanentes de la biodiversidad del planeta, incluyendo no sólo a los humanos, sino a todos los seres vivos que han compartido y convivido durante miles de años su evolución.
La conservación de los bosques primarios son una pieza fundamental para salvaguardar el clima mundial. Su destrucción y el asesinato de los guardianes de este tesoro pone en peligro la inestabilidad del planeta. Su alteración produce inestabilidad, creando cambios de clima adversos, aumento de terremotos, tifones, calentamiento del mar y variación de sus corrientes entre otros procesos climáticos graves.
Por todo ello, Proyecto Gran Simio se une a las Asociaciones Indígenas solicitando el cese inmediato de estas violaciones y asesinatos y que la Comunidad Internacional intervenga ante la agresión de multinacionales contra los campesinos, pueblos indígenas, la selva y la vida en general.