Protege tu sistema inmunológico

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El sistema inmunitario o inmunológico es una red compleja de células, tejidos y órganos, cuyo trabajo es proteger nuestro organismo de los gérmenes. Es un trabajo grupal y coordinado como un equipo de defensa.

La disfunción de este sistema, provoca serios trastornos, que pueden convertirse en enfermedades muy graves.

El Sistema Inmunológico tiene dos funciones principales: reconocer los antígenos –sustancias que desencadenan la formación de anticuerpos– y una vez reconocidos, reaccionar en contra de ellos. Los antígenos pueden ser microorganismos que causan enfermedades infecciosas, tejidos u órganos transplantados a nuestro cuerpo y también los tumores. En todos los casos el sistema se encarga de reconocer los atacantes y proteger nuestro organismo de los «invasores».

Los antígenos pueden ser clasificados según su origen.

  1. Exógenos:  provienen del exterior, mediante la ingesta, inhalación, etc.
  2. Endógenos: generados a la célula por una infección viral o como resultado del propio y normal metabolismo celular.
  3. Autoantígenos, proteína o complejo de proteínas, que el sistema inmunitario reconoce (enfermedaddes autoinmunes).
  4. Tumorales, que se encuentran en la superficie de células tumorales o en la superficie de un tumor.

La enfermedad no ocurre porque sí y el sistema inmunológico no deja de funcionar sin más. Por lo general, antes de que el sistema falle y nos encontremos frente a la enfermedad, tiene que haber acontecido una serie de actuaciones que ha llevado a la merma de las defensas del organismo. Habitualmente ante una caída de las defensas encontramos que nuestro organismo nos ha avisado, previamente, con desequilibrios del sistema nervioso (corto plazo de respuesta) y seguidamente del endocrino (medio plazo de respuesta). Si no se tratan a tiempo estos dos sistemas, su desequilibrio deriva en el del sistema inmunitario

Para proteger nuestro sistema inmunológico y mantenerlo fuerte sólo tenemos que cuidarnos un poco.

  • La higiene es primordial para evitar la transmisión de gérmenes.
  • Evitar los lugares mal ventilados y en lo posible humos y polución.
  • Evitar los cambios bruscos de temperatura porque obligan a nuestros sistemas fisiológicos a realizar adaptaciones radicales y muy rápidas para estabilizarse y provocan una descompensación de los sistemas nervioso, endocrino y circulatorio que afectarán de manera severa al inmunológico.
  • Vigilar la alimentación, tomar alimentos frescos y en buenas condiciones. Evitar aquellos que nos sienten mal, nos cueste digerir o puedan dañarnos de algún modo. También hay que tener cuidado con la ingesta de agua, emplear filtros.
  • Hacer ejercicio periódicamente, pero un ejercicio que esté a nuestro alcance, sin realizar esfuerzos grandes que nos produzcan un exceso de fatiga.
  • Tranquilidad, evitar las situaciones estresantes y si no se puede, responder a ellas con calma y serenidad.
  • Mantener el control emocional para evitar la sobrecarga de los sistemas nervioso y endocrino.

Pero, si de verdad se quiere tener un sistema inmunológico, potente y eficaz lo mejor es recibir Shiatsu periódicamente. Una vez a la semana, cada quince días o una vez al mes, según el caso.

El Shiatsu aplicado con regularidad, restaura el equilibrio entre el cuerpo y la mente y proporciona bienestar al individuo.

Uno de los mejores argumentos, para invitar a probar el tratamiento de Shiatsu, es su gran eficacia a la hora de reactivar la capacidad innata de autocuración del organismo y que encontramos en su definición oficial dada por el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social de Japón: Shiatsu, su significado literal es «presión con los dedos».

protege-tu-sistema-inmunologico-1«Tratamiento que, mediante la aplicación de unas presiones con los dedos pulgares y las palmas de las manos sobre determinados puntos del cuerpo, mantiene y mejora la salud, corrige irregularidades, contribuye a aliviar diversas enfermedades (molestias, dolores, estrés, trastornos nerviosos, etc.) y activa la capacidad natural de autocuración del cuerpo humano». 

En nuestra escuela formamos a nuestros alumnos de modo que adquieran la destreza necesaria para aplicar Shiatsu de acuerdo con la definición oficial del sistema sanitario de Japón.

La reactivación de la capacidad natural de autocuración se produce, gracias a los efectos beneficiosos que el tratamiento de Shiatsu produce en los diversos sistemas fisiológicos, entre ellos nervioso y endocrino.

Sistema nervioso, el equilibrio

El tratamiento de Shiatsu previene la acumulación de fatiga y mantiene los nervios alerta, facilita la transmisión de información al cerebro y el envío de órdenes hacia los órganos, glándulas, etc. Aplicado sobre la espalda, regula y equilibra el sistema nervioso autónomo, consiguiendo que las funciones que el ser humano no controla voluntariamente como la digestión, etc., se armonicen y funcionen más eficazmente.

Sistema Endocrino, preservación del equilibrio químico del organismo

La aplicación regular de Shiatsu, mantiene el equilibrio hormonal del cuerpo. Controla el metabolismo, regula el aparato reproductor y mejora las funciones sexuales, estimula la secreción de insulina y mantiene el equilibrio entre los componentes de la sangre. regula y armoniza la secreción hormonal.

Para contribuir a reforzar el sistema inmunológico a quienes acuden a nuestros centros, aplicamos la secuencia completa de Shiatsu Yasuragi. Esta secuencia está basada en la Secuencia Oficial de Japón, ha sido desarrollada por nuestra escuela para adaptarla a todo tipo de constituciones anatómicas y aumentar así el campo de aplicación del Shiatsu. Según el ministerio de Salud de Japón, el tratamiento de Shiatsu aplicado a todo el cuerpo, garantiza un refuerzo efectivo de los sistemas fisiológicos. Ahora bien, en estos casos, para equilibrar los sistemas nervioso y endocrino y reforzar el inmunológico, realizaremos la secuencia básica, pero incidiremos sobretodo en las siguientes zonas y puntos.

Muy especialmente estas regiones: interescapular, toracolumbar, abdominal, cervical, occipital y bulbo raquídeo. Puntos Sanri del brazo y de la pierna.

Decúbito supino

  • Haciendo pinza con nuestra mano, presionamos la región supraescapular, ambos lados a la vez, para eliminar la tensión, mejorar la circulación de la zona y preparar el cuello para la presión de Shiatsu.
  • Región cervical posterior, alivio de la tensión, equilibrio del sistema nervioso y mejora del riego al cerebro.
  • Bulbo raquídeo, para influir sobre la hipófisis, glándula endocrina que segrega hormonas encargadas de regular la homeostasis y las hormonas trópicas que regulan la función de otras glándulas del sistema endocrino.
  • Región cervical lateral, eliminación de la tensión, alivio del estrés, mejora del riego al cerebro.
  • Región cervical anterior, contribuye a la mejora de las funciones de los órganos a través del nervio neumogástrico, ayuda a equilibrar el sistema nervioso autónomo y mejora la circulación.
  • Región abdominal, equilibrio de los órganos abdominales, mejora de la circulación, contribuye a equilibrar el sistema nervioso.
  • Resto de la secuencia en supino.

Decúbito prono

  • Regiones interescapular y toracolumbar, alivio de la tensión, eliminación de contracturas –que dificultan la circulación y crean presión sobre algunos nervios entorpeciendo la comunicación entre órganos y cerebro. La presión de Shiatsu sobre los puntos básicos de Shiatsu, en esta zona contribuye al equilibrio del sistema nervioso.
  • Resto de la secuencia en prono.
  • De nuevo en decúbito supino. Puntos Sanri del brazo y de la pierna, en todos los tratados de Shiatsu y acupuntura, estos puntos aparecen como indicados para la mejora de la vitalidad y refuerzo del sistema inmunológico.
  • Y por último de nuevo trabajaríamos en la región cervical: posterior, lateral y anterior.

Arturo Valenzuela Serrano
Director de Shiatsu Yasuragi
www.Shiatsuescuela.es