Salud ciudadana – Medicina Natural

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La Medicina Natural es un conjunto de sistemas de salud, de prácticas y de productos que se han venido utilizando desde tiempos inmemoriales y tradicionalmente en la MTC, el ayurveda o la medicina unani árabe.

La medicina natural, complementaria y alternativa, conocida como CAM por sus siglas en inglés. El 38% de adultos utiliza tales prácticas médicas. ¿Pero se tiene claro el concepto, qué significa y abarca la CAM?.

Están incluidos la fitoterapia (utilización de plantas con finalidad terapéutica), incluso la homeopatía, los suplementos probióticos y dietéticos, meditación, acupuntura, manipulación focalizada en el cuerpo (masajes, quiropráctica), terapias de movimiento, etc.

Los límites de separación entre ambos conceptos a menudo están mezclados y, a veces, con el paso del tiempo, algunas prácticas complementarias y alternativas pasan a ser aceptadas como terapias convencionales.

El uso de CAM por países occidentales no contaba con el beneplácito de una Medicina llamémosle convencional, tradicional o que se basa en la evidencia científica. Hacen pocos años es cuando se han empezado a enseñar estas terapias en las facultades de medicina.

Engloba CAM diversos y variados tratamientos que, antes de iniciarse en ellos, hay que pensárselo muy bien. Puede suceder que suprimir, de forma brusca un tratamiento convencional, acarrea problemas más serios a corto y largo plazo. El iniciarse en estas terapias complementarias y alternativas es una decisión importante, que hay que sopesar.

Siempre hay que ponerse en manos de especialistas curtidos por la experiencia y avalados por el éxito en otros pacientes. Esa nómina no es larga, convive con oportunistas que sólo pretenden vaciar el bolsillo de desencantados, desesperados y arrivistas que son parte en esta clase de ëclientesí.

Al igual que en la medicina convencional, la evidencia científica sobre medicina complementaria debería incluir resultados de investigación de laboratorio y de los correspondientes estudios clínicos. Se han de poner los resultados beneficiosos y adversos en las publicaciones científicas para que los logros de los estudios sean conocidos y evaluados por organizaciones y comités adecuados.

Es cierto que existen áreas que requieren ser investigadas. Pero cada día hay más evidencia científica en este tipo de terapias. Los organismos oficiales se están preocupando de darles este carácter «científico» puesto que esta tendencia va en aumento.

Así, por ejemplo, en EEUU existe una entidad federal que se dedica a controlar y publicar las investigaciones científicas sobre la medicina natural, complementaria y alternativa. Se llama National Center for Complementary and Alternative Medicine (NCCAM). También dicho organismo regula su uso.

Tal institución considera que las técnicas de CAM podrían agruparse en cuatro áreas:

  • Las prácticas que tienen una base biológica para complementar la dieta (plantas medicinales, suplementos alimenticios y nutricionales).
  • Las terapias de manipulación basadas en el cuerpo (quiropráctica, acupuntura, etc.).
  • Las intervenciones para mente y cuerpo utilizando las conexiones que existen entre ambos (yoga, meditación, biofeedback, etc.).
  • Por último, las terapias energéticas que restauran los desequilibrios energéticos producidos en el cuerpo de forma natural (reiki, terapia magnética, qi gong, etc).

En la actualidad debido al incremento de accidentes laborales traumáticos, a la preocupación sobre los efectos adversos de los medicamentos, el mayor acceso del público a la información sanitaria y los cambios en los valores hacen que la medicina complementaria y alternativa estén en auge.

Un buen ejemplo de este tipo de medicina complementaria y alternativa es el caso de la fisioterapia. Ya está englobada dentro de los estudios de Medicina y es carrera universitaria de grado donde, además, es difícil conseguir plaza entre alumnado y docencia.

Es conocido que en los países orientales se enseñaban estas medicinas alternativas desde hace muchos años, como así lo demuestran los escritos históricos. Así se sabe de la existencia de escritos de Grecia y Roma donde se hacen referencias a los efectos beneficiosos del sol y del agua, y que el ejercicio de los masajes fueron utilizados por los antiguos chinos, persas, egipcios y griegos.

Pero es a finales del siglo XIX, en Inglaterra, cuando la fisioterapia surge como método para cuidar a pacientes con trastornos ortopédicos, neurológicos, vasculares y respiratorios. Los médicos americanos empezaron a utilizar estas técnicas al padecer una grave epidemia de poliomielitis que azotó Nueva York y Nueva Inglaterra. Y fue después de la II Guerra Mundial cuando empezaron a verse resultados al tratar a los heridos en esta guerra con estos métodos.

Las técnicas de fisioterapia se aplican sobre todo a patologías relacionadas con la musculatura, el esqueleto o de tipo traumatolópgico, como pueden ser las lumbalgias, contracturas musculares, esguinces, epicondilitis, fracturas, escoliosis, contusiones, bursiti, etc., y un sin fin de estas patologías. Pero también ayudan a patologías neurológicas (parálisis cerebral, parkinson, alzheimer, accidentes cerebrovasculares, etc.), reumatológicas (artroisis, osteoporosis, espondilitis anquilosante, fibromialgia, etc.) o vasculares (edemas posoperatorios, por mastectomía, del embarazo, piernas cansadas, retención de líquidos, etc).

La fisioterapia utiliza muchas técnicas como:

  • Cinesiterapia, que usa el movimiento del cuerpo
  • Termoterapia, utiliza el calor
  • Crioterapia, que se vale del frío
  • Electroterapia, usando las diferentes corrientes eléctricas
  • Fototerapia, mediante radiaciones ultravioleta e infrarrojos
  • Helioterapia, se basa en las radiaciones solares
  • Hidrocinesiterapia, que usa la combinación del movimiento y del agua
  • Hidroterapia, con el uso del agua aplicada externamente
  • Talasoterapia, se basa en las propiedades del agua marina
  • Masoterapia, que es la aplicación de masajes en cualquiera de sus variaciones.

Magdalena Sofía Villalón
andaluciaviva@activanet.es