Masaje Real Maya

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Masaje Real Maya – Mi encuentro con la cultura del masaje es el resultado de las circunstancias que la vida me ha presentado.

De diversas formas se hacía presente la inquietud de buscar caminos alternativos ante el desgaste de las estructuras sociales, económicas y educativas.
En la historia de la humanidad se han presentado diversos puntos críticos en la recta del tiempo y, para no profundizar en este contexto cronológico, sólo retomaré la referencia de los últimos quinientos años.

En este tiempo la humanidad ha transitado por la visión dogmática fundamentada en la fe y las tradiciones, y la visión científica, sustentada por la ciencia y el materialismo.
Visiones humanas que han generado enormes contribuciones al desarrollo de humanidad, sólo que parte del costo ha sido el desastre ecológico, la deshumanización y una enorme pérdida del sentido de la vida.

Afortunadamente, en los últimos años la humanidad ha retomado sus esencias, porque si bien es cierto que el hombre se ha ido transformando, la esencia no se pierde, se mantiene, a pesar de las circunstancias, por más graves que éstas sean.
Y es en ese punto donde surge la visión holística, como una alternativa sustentable que sólo asume la esencia de la humanidad desde un punto de vista universal y natural.
El masaje desde la antigüedad ha sido un medio para tratar dolencias corporales y restaurar el vigor en la salud de las personas. Hoy en día es utilizado como parte del tratamiento integral de lesiones físicas y tiene gran importancia en la rehabilitación de la capacidad funcional de trabajo de las personas.

Podemos definir el masaje como las manipulaciones técnicas y sistemáticas, basadas en conceptos científicos, que buscan estimular el tejido blando de los órganos especialmente, mediante la aplicación de estiramientos y compresiones rítmicas de forma relajante y terapéutica.

El masaje muestra con gran claridad la unidad psicosomática del hombre. Cuando, como consecuencia de una fricción o una manipulación, el dolor físico desaparece, también el espíritu recupera la serenidad. Por otra parte, si una persona vive serenamente, en acuerdo profundo con las leyes de la naturaleza, su cuerpo tiende a un mayor equilibrio y enferma con mayor dificultad.

El masaje incide de manera simultánea sobre todos los aspectos de la persona: físico, emocional, psicológico y espiritual. Es cuanto debieron observar los antiguos que desarrollaron el arte del masaje.

Al concluir una sesión de masaje todos los componentes de una persona tienden al equilibrio: el cuerpo se siente revigorizado y tonificado, la mente está en paz, la persona se encuentra más en contacto con sus propias emociones. Cuando el cuerpo está en orden, también la psique y viceversa.

Se recomienda al terapeuta practicar algún tipo de meditación, hacer ejercicio, llevar una vida saludable con alimentación balanceada. Además, el lugar de trabajo debe ser una habitación limpia, tranquila y austera. Es posible dar masaje casi en cualquier ambiente pero los resultados mejorarán si nos tomamos un poco de tiempo para acondicionar nuestra área de trabajo de manera tal que facilite la relajación, considerando lo que el usuario va a ver, escuchar, sentir y oler.

Aspectos básicos del masaje tradicional popular

El masaje corresponde a una parte de un complejo sistema de la medicina maya tradicional que utiliza hierbas, dietas y ejercicios, para tratar enfermedades y padecimientos mediante diagnósticos en los que se utilizan barridas, esferas de cuarzo, huevo, alumbre, velas, etc., como el inicio de tratamientos del orden físico, y que de manera paralela son preparativos para tratamientos de orden emocional y espiritual.

El masaje maya tradicional ha sido estudiado y sistematizado con cuidado aunque su práctica es de extendido uso popular. En los pueblos y comunidades mayas de Yucatán se practican diversos tipos de masaje que se distinguen por las técnicas y el enfoque específico para el tratamiento de diversos males. Pueden diferenciarse de manera elemental dos tipos de prácticas de masaje usados para padecimientos específicos como para tratamientos más generales:
Los talladores o sobadores trabajan a nivel tendinomuscular, practicando una forma de masaje que se conoce de manera genérica como Jet y cuya práctica puede incluir el uso de ungüentos, linimentos, alcoholes, bálsamos, etc., que se preparan con hierbas específicas para tratar problemas de calor o frío.
Los hueseros, que acomodan huesos, atienden luxaciones y fracturas. También trabajan con ungüentos, linimentos y bálsamos para reforzar el efecto terapéutico.

En el masaje maya tradicional de casi toda la región yucateca se piensa que el movimiento en el sentido de las manecillas del reloj sirve para «apretar» la energía o los músculos, para fortalecer «los nervios» y para tratar problemas de tipo frío, pues es generalizada la idea de que los problemas como el reumatismo pueden ser producidos por humedad o enfriamiento.

El tallado o tronada de «angina», que por lo regular es un masaje fuerte siguiendo la línea del canal de viento en el brazo, que se localiza en la parte externa del antebrazo y corre desde el codo hasta el dedo pulgar. Se realiza con la falange del dedo índice. Es una forma de tallar dolorosa pero cuya efectividad está comprobada en problemas de la garganta, inflamación de ganglios y tensión nerviosa.

Acomodo del niño. Es un masaje aplicado a las mujeres embarazadas en el vientre, con el fin de acomodar al nonato para facilitar el parto, y se realiza a partir del sexto mes de embarazo.

Algunas variantes del Jet involucran el tallado sobre puntos específicos localizados en las extremidades, la cabeza y el tronco del cuerpo para tratar problemas muy concretos de salud. En la medicina tradicional maya estos puntos son usados en la acupuntura maya tradicional, conocida como Tok, método poco difundido pero con técnicas específicas en las que se utilizan diversos objetos punzocortantes como espinas de maguey, puntas de mantarraya, colmillos de víbora de cascabel, abrojos o espinas de limón, entre otros, para hacer sangrías o punzar durante el tratamiento de enfermedades. Bajo el principio general de este método se incluye también el uso de ventosas, herbolaria y dietas, donde el hombre sabio, H?men, sugiere el o los tratamientos a seguir. De esta terapéutica se conocen aproximadamente 60 puntos que coinciden, incluso, con puntos de la medicina tradicional china y cuyos usos son muy similares.

El Masaje Maya Real® es una secuencia perfectamente definida de movimientos que tiene como objetivo armonizar los planos físico, mental y espiritual del usuario mediante el uso de diversas técnicas de mano libre, con instrumentales tradicionales (plumas, resonadores, piedras pulidas), así como de canalización de energía para armonizar la circulación electromagnética, sanguínea y linfática, y provocar un relajamiento muscular que permita también ajustar los diversos ritmos de vibración interna que busca su equilibrio a través de tratamientos energéticos más sutiles basados en una doctrina y enseñanza. Permite un trabajo sutil y elevado no sólo terapéutico sino equilibrador energético, como hemos indicado antes.

Por las características del masaje, el aspecto terapéutico es poderoso en el tratamiento de problemas de carácter crónico pues su aplicación en el campo de la energía sutil y el cuerpo físico tiene una obligada resonancia a nivel celular.

La diferencia básica entre este masaje y las diversas técnicas populares radica, en primer lugar, en la intención del practicante; en este masaje la voluntad está enfocada a conectar los tres planos de la existencia del usuario y no a curar de manera específica algún padecimiento, como es el caso del Jet o tallada, de extendido uso popular.

Cuando se trabaja con el Masaje Maya Real®, se pule una gema cuya forma no se inventa, está en la piedra, sólo se ayuda a que se manifieste lo mejor de ella, se contribuye con humildad a transformar en luz la opacidad; no se da luz, surge de la gema; por obra de nuestro cincel refracta la luz solar, cósmica, divina.