Autocuración Sahaya

    1834

    Toda enfermedad, sea psíquica o
    física, comienza por un desequilibrio a nivel energético sutil. Posteriormente,
    si este desequilibrio se mantiene, se expresará también en otros niveles

    La
    Organización Mundial de la Salud define la salud como un estado de bienestar
    físico, psíquico y social. Cuando este bienestar se menoscaba, en alguno de
    estos aspectos, se habla de enfermedad pero ¿cómo aparece la enfermedad? En la
    actualidad, la medicina conoce la causa de unas pocas enfermedades pero ignora
    la de la mayoría de ellas. Algunas, como la hemofilia, tienen una causa
    genética. En otras, se ha podido identificar un agente causal. Es el caso del tabaco
    y el cáncer de pulmón o el del consumo de alcohol y la cirrosis hepática. Dentro
    de estos agentes causales, cada vez se va dando más importancia a factores
    psíquicos o emocionales como responsables de ciertas enfermedades. Así, por
    ejemplo, se reconoce que cuando una persona se encuentra deprimida también se
    deprime su sistema inmunitario, volviéndose mucho más susceptible a padecer
    infecciones. Igualmente, el estrés o la ansiedad crónica están en el origen de
    muchas afecciones. Sin embargo, se desconoce la causa de la mayoría de las
    enfermedades, algunas de ellas tan frecuentes como el asma o la hipertensión
    arterial.

    Desde el punto de vista de Sahaja Yoga,
    toda enfermedad, sea psíquica o física, comienza por un desequilibrio a nivel
    energético sutil. Posteriormente, si este desequilibrio se mantiene, se
    expresará también en otros niveles. Para entender estos conceptos es necesario
    conocer, aunque sólo sea esquemáticamente, la estructura de este cuerpo
    energético al que nos referimos.

    El cuerpo energético

    Está compuesto de una energía, denominada
    Kundalini, que se encuentra en estado latente en el hueso sacro: tres canales
    situados a lo largo de la columna vertebral y siete centros energéticos llamados
    también chakras.

    Los dos canales laterales se corresponden
    con el sistema nervioso simpático y son dos cadenas continuas que se cruzan a
    nivel de la frente formando dos globos de energía que ocupan los hemisferios
    cerebrales. El canal izquierdo nos proporciona la energía que nutre nuestro
    deseo y está relacionado con las emociones y con el pasado. Su energía es la que
    sustenta nuestro subconsciente.

    El canal derecho es el que nos proporciona
    energía para la acción, esto es, para llevar a cabo aquello que deseamos movidos
    por la energía del canal izquierdo. Está relacionado con la razón y la lógica.
    Su energía es la que alimenta nuestro ego y es la parte de nuestra psique con la
    cual nos identificamos.

    El canal central se corresponde con el
    sistema parasimpático y, a diferencia de los canales laterales, presenta una
    discontinuidad a nivel del abdomen. Esta brecha es la causa de que Kundalini no
    pueda ascender por sí misma hasta nuestro cerebro. Con el método de Sahaja Yoga
    se cierra esta desconexión, haciendo posible el ascenso de la energía por el
    canal central, conectándonos con el presente, el aquí y el ahora y, en
    definitiva, con el plano de lo real.

    Los chakras se corresponden a nivel físico
    con los plexos del sistema nervioso autónomo y regulan, tanto los órganos
    físicos como las funciones o cualidades de nuestro psiquismo. Iremos viéndolos
    uno por uno:

    El
    Mooladhara
    se corresponde con el plexo pélvico. A nivel físico regula el recto, vejiga,
    próstata, parte del útero y órganos genitales. En el plano psíquico genera
    cualidades como la inocencia, pureza, sabiduría, sentido común y espontaneidad.
    Es un chakra muy importante, ya que es el soporte donde se apoya la energía
    Kundalini para su ascenso por el canal central. Se bloquea por una sexualidad
    inadecuada, pudiendo originar enfermedades de la próstata, cáncer del cuello del
    útero, Sida o esclerosis múltiple. Su obstrucción se percibe por una sensación
    de pinchazo en la zona media del talón de la palma de la mano.

    El
    Swadhistan
    se corresponde con el plexo aórtico e inerva el útero, ovarios, riñones,
    glándulas suprarrenales, páncreas, bazo, parte del intestino grueso y parte del
    hígado. A nivel psíquico es responsable del conocimiento puro, de la percepción
    intelectual, la imaginación, del sentido de la estética y de la creatividad en
    los diferentes aspectos de nuestra vida. Puede afectarse por el consumo de
    alcohol, drogas o por actitudes como el mal humor, la rabia o el exceso de
    actividad mental, produciendo entonces enfermedades hepáticas, intestinales o
    diabetes. Su obstrucción se percibe como pinchazos, hormigueo o presión en las
    yemas de los pulgares.

    El
    Nabhi
    se localiza en el plexo solar y se encarga de la inervación del estómago,
    intestino delgado y parte del grueso, parte del hígado y sistema linfático.
    Genera en nosotros el sentimiento de satisfacción y bienestar. Puede obstruirse
    por una alimentación inadecuada, ansiedad, problemas relacionados con la vida
    familiar o apego al dinero, originando enfermedades digestivas, renales o
    alergias. Si está bloqueado se percibirán las sensaciones descritas
    anteriormente, pero localizadas en la yema del tercer dedo.

    El
    Vacío
    no es un chakra sino el área que se corresponde con la brecha o desconexión
    existente en el canal central, situado a nivel del abdomen. Tiene relación con
    el Principio del Maestro, es decir con la capacidad de discernir lo que es
    positivo para nuestra evolución de aquello que no lo es. Su obstrucción se
    percibe en la periferia de las palmas de las manos.

    El
    Anahata
    tiene su expresión física en el plexo cardíaco. Regula el corazón y los
    pulmones, así como el sistema inmunitario. Cuando este chakra está abierto
    produce un sólido sentimiento de seguridad, amor hacia los demás y un adecuado
    sentido de responsabilidad. Puede obstruirse por una relación inadecuada entre
    padres e hijos (bien por sobreprotección o por abandono) o por una mala relación
    de pareja, originando asma, arritmias, anorexia nerviosa o una inmunidad
    debilitada. Su obstrucción se percibe en las yemas de los dedos meñiques.

    El
    Vishuddhi,
    situado en el plexo cervical, se encarga de la comunicación y regula las
    glándulas tiroides y paratiroides, el cuello, oído, nariz, faringe, laringe,
    boca, dientes, lengua, los sentidos del gusto y del olfato, la parte anterior de
    los ojos y la expresión facial. Genera un sentimiento de colectividad y también
    de desapego del resultado de nuestras acciones. Puede bloquearse por el
    sentimiento de culpa, arrogancia, ironía, sarcasmo o una relación inadecuada
    entre hombres y mujeres, causando faringitis o laringitis crónicas, problemas de
    audición o enfermedades del tiroides. Su obstrucción se siente en los dedos
    índices.

    El
    Agnya
    se localiza a nivel del quiasma óptico, formado por el cruce de los nervios
    ópticos en la base del cráneo. Regula la visión, así como las glándulas
    hipófisis y pineal. Sus cualidades son el perdón y la compasión. Cuando la
    Kundalini lo atraviesa, relaja nuestra mente y produce una disminución de los
    pensamientos, pudiendo llegar a alcanzarse un estado especial de conciencia al
    que denominamos «Conciencia sin pensamientos», en el cual uno percibe su
    verdadero Ser. Se bloquea por un exceso de ego, sentimientos de odio, rencor o
    por una baja autoestima, pudiendo originar problemas de sueño o disfunciones de
    la hipófisis. Su obstrucción se siente en la yema del cuarto dedo.

    El
    Sahasrara está situado en el área límbica del
    cerebro y en él están representados los otros seis chakras, integrando todas sus
    cualidades. Regula diversas funciones relacionadas con la conducta y las
    emociones. Se bloquea por actitudes materialistas, percibiéndose la obstrucción
    en forma de pinchazos, hormigueo o presión en el centro de las palmas de las
    manos.

    Ejercicio de la realización

    Para poder aplicar los métodos de
    auto-curación Sahaja es preciso que previamente se haya despertado la propia
    energía Kundalini, lo cual se puede hacer a través del siguiente ejercicio:

    Sentado sobre una silla, frente a una
    fotografía de Shri Mataji, deja la mano izquierda reposando sobre la pierna,
    con la palma mirando hacia arriba, todo el tiempo que dure este ejercicio.

    Coloca tu mano derecha sobre el corazón
    y, de una forma relajada, pregunta tres veces interiormente a tu energía
    Kundalini: «Madre, ¿soy yo el espíritu?».

    A continuación, coloca la mano derecha a
    la altura del estómago y pregunta tres veces: «Madre, ¿soy yo mi propio
    maestro?».

    Con la mano derecha en la parte inferior
    del abdomen, presionando un poco sobre la ingle izquierda, repite seis veces:
    «Madre, por favor, dame el conocimiento de la verdad».

    Coloca de nuevo la mano a la altura del
    estómago y haz la siguiente afirmación diez veces: «Madre, yo soy mi propio
    maestro».

    Sube la mano derecha al corazón y, con
    confianza, afirma unas doce veces: «Madre, yo soy el espíritu».

    Con la mano en la parte izquierda del
    cuello, gira la cabeza hacia la derecha y afirma unas dieciséis veces: «Madre,
    yo no soy culpable de nada».

    Ahora, coloca la mano sobre la frente y,
    presionando ligeramente las sienes, repite varias veces: «Madre, yo perdono a
    todo el mundo y me perdono a mí mismo».

    A continuación, coloca tu mano en la
    nuca y repite varias veces: «Madre, si he cometido algún error en contra de mi
    espíritu, por favor perdóname».

    Manteniendo los ojos cerrados,
    presionamos con la palma en el centro de la cabeza y damos un masaje, girando
    en el sentido de las agujas del reloj, pidiendo con humildad: «Madre, por
    favor, dame la conexión con el divino».

    Ahora, permanece unos minutos en
    meditación. Cuando termines, levanta tu mano derecha unos 10 cm. por encima de
    tu cabeza y observa qué sientes. Compruébalo también con la otra mano.

    El fluir de la energía lo sentiremos como
    una suave brisa fresca saliendo de las palmas de las manos y de lo alto de la
    cabeza. Si existen obstrucciones en alguno de los chakras, lo percibiremos como
    una sensación de pinchazos, hormigueo o presión en la yema del dedo relacionado
    con el chakra que se encuentre bloqueado, ya que existe una correspondencia
    entre los dedos y algunos puntos de las manos con los diferentes chakras.
    Igualmente, si tenemos bloqueos en los chakras la percepción no será de brisa
    fresca, sino de calor, ya que en su ascenso, Kundalini comenzará a limpiar los
    centros obstruidos, desprendiéndose calor en este proceso.

    Métodos terapeúticos Sahaja

    En Sahaja Yoga disponemos de métodos muy
    sencillos y eficaces para desbloquear los chakras y permitir así que Kundalini
    pueda fluir más fácilmente por el canal central:

    – Introducir en el organismo
    (particularmente en las partes afectadas) energías positivas procedentes del
    exterior. Todos los objetos, personas, lugares, etc. emiten alguna clase de
    energía. Shri Mataji es una persona iluminada y encarna o -podríamos decir- que
    canaliza una energía muy pura. Es una fuente de energía positiva y su fotografía
    también lo es. Por esto, la mayor parte de los trabajos de Sahaja Yoga, y en
    particular los que tienen que ver con la meditación, se realizan frente a una
    fotografía de Shri Mataji.

    La posición es sentada, con las manos
    extendidas sobre las rodillas y las palmas hacia arriba. Cuando un chakra está
    obstruido en su parte izquierda, -esto lo sabremos porque sentiremos pinchazos,
    hormigueo o presión en la yema del dedo de la mano izquierda que se corresponde
    con dicho chakra-, extenderemos la mano izquierda hacia la fotografía de Shri
    Mataji para recibir su energía y pondremos la mano derecha sobre la parte
    izquierda del chakra, que es la que está obstruida. Esto es lo que denominamos
    «dar vibraciones a un chakra». Otra opción es, sin variar la posición de la mano
    izquierda, hacer con la mano derecha un movimiento circular en el sentido de las
    agujas del reloj a nivel de la parte izquierda del chakra bloqueado. A esta
    técnica la llamamos «dar un bandhan al chakra». Si la obstrucción está en la
    parte derecha se hace al contrario. Si percibiéramos pinchazos en las yemas del
    mismo dedo de ambas manos, esto nos indicaría que el bloqueo afecta al chakra en
    su totalidad. Para su limpieza procederíamos igual que si se tratase de una
    obstrucción en la parte izquierda, pero colocando la mano derecha en la parte
    central del chakra o dando un bandhan a este nivel.

    Siempre que iniciemos un trabajo de este
    tipo (meditación o terapia) es necesario empezar y terminar poniendo sobre
    nosotros una protección de nuestra energía sutil. Es lo que en Sahaja Yoga
    llamamos un bandhan, que consiste en hacer siete veces un arco con la mano
    derecha de un lado a otro del cuerpo pasando por encima de la cabeza. Además,
    ayuda a la protección subir la energía Kundalini mediante un gesto que se hace
    con las manos.

    Quitar energías negativas

    – Expulsar energías negativas que se han
    asentado en el cuerpo sutil y son causa de bloqueos y disfunciones.

    Para ello, equilibrar la energía del canal
    izquierdo cuando hay síntomas que indican obstrucciones en él (calor, pesadez o
    muchos pinchazos en la mano izquierda), colocando esa mano hacia la fotografía
    para recibir energía positiva y la mano derecha hacia la tierra, por donde se
    descarga la energía negativa.

    Equilibrar la energía del lado derecho,
    dirigiendo la mano derecha hacia la fotografía y la mano izquierda hacia arriba,
    con la palma hacia atrás, de forma que la energía negativa salga hacia el
    elemento éter.

    Otras opciones son la limpieza a través
    del elemento agua (se introducen los pies en un barreño con agua al que se ha
    añadido un puñado de sal) o mediante el elemento fuego (se utiliza la llama de
    una vela para limpiar el canal izquierdo o la parte izquierda de los chakras).

    – Mover la energía de lugar para favorecer
    el equilibrio o ayudar a su movimiento natural para desbloquear zonas o chakras
    afectados, realizando determinados movimientos con las manos.

    – Despertar las energías sutiles
    constructivas que ya están en nuestro organismo y que la enfermedad ha
    «adormecido». Esto se hace utilizando determinadas afirmaciones que hacen
    referencia a las cualidades de los diferentes chakras.

    El objetivo de todas estas técnicas es
    conseguir limpiar nuestro cuerpo sutil para que una mayor cantidad de energía
    Kundalini pueda fluir por el canal central, nutriendo los diferentes chakras.
    Como consecuencia, los órganos y músculos que dependen de ellos se irán
    relajando y curando en caso de que estuvieran enfermos. La agitación mental y el
    continuo fluir de pensamientos se irá calmando, experimentando entonces un
    estado de gran bienestar y paz interior.