La finalidad del yoga de los sueños es alcanzar la liberación

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    Tenzin Wangyal Rimpoché, lama de la tradición Bön del Tíbet,
    vendrá a España (Málaga) por vez primera invitado por la Asociación Bön Garuda
    España en el puente de Mayo de 2008 para enseñar «El Yoga de los Sueños» y dar
    una conferencia gratuita. Una oportunidad única para conocer de cerca sus
    enseñanzas.

    El Yoga de los Sueños es una práctica
    centenaria tibetana consistente en varias actividades preparatorias que se
    realizan antes de ir a dormir para conseguir lucidez durante el sueño. Con
    motivo de la visita de Tenzin Wangyal Rimpoché, Vicente Simón, Catedrático de
    Psicobiología de la Universidad de Valencia (España) entrevistó al lama durante
    un Seminario celebrado en Amsterdam el pasado año.

    Pregunta: ¿Cuál es, desde el punto de vista de las enseñanzas
    Budistas Bön del Tíbet, la finalidad del Yoga de los Sueños? Supongo que no se
    limita a tener sueños lúcidos o interpretar el contenido de los sueños.

    Respuesta: La finalidad a largo plazo es, por supuesto,
    alcanzar la liberación. A medio plazo, el propósito sería eliminar las
    condiciones y las semillas kármicas y facilitar la vida cotidiana en la vigilia.

    Imagínate por ejemplo una mujer que tenga miedo de la gente
    de manera habitual. Esa mujer tiene un sueño. En el sueño, ella se encuentra en
    un restaurante donde hay unos individuos que empiezan a perseguirla. Ella se
    mete en el coche y se va, pero esos sujetos se montan en otro coche y la siguen
    por la autopista. En un momento determinado se da cuenta de que se trata de un
    sueño, es decir, que tiene un sueño lúcido. Entonces, puede cambiar el contenido
    del sueño y soñar que puede volar y que logra huir sana y salva, dejando atrás a
    sus perseguidores, que se han quedado atascados en el tráfico denso de la
    autopista. Entonces se siente aliviada.

    Cuando un sueño se hace lúcido, todo cambia. En el ejemplo de
    la mujer que puede volar y huir este acto de volar permite que se reprograme la
    experiencia. Y esta reprogramación afecta a la vida real. A partir de entonces
    esa mujer tendrá menos miedo de experiencias similares. Los sueños lúcidos son
    capaces de liberar las huellas kármicas. Es como pasar de la oscuridad a la luz.
    Lo que puede cambiarse en un sueño lúcido trae consigo un cambio positivo. Las
    huellas kármicas se borran o se recalifican y así empiezan a perder la
    influencia negativa que ejercen.

    P: En su libro «El Yoga de los Sueños» usted hace referencia
    al proceso de formación de los sueños en términos de la mente y el prana.
    ¿Podría reseñarnos brevemente esta explicación de los sueños?

    R: Todos los sueños son un producto del prana, la energía
    vital. Pero el prana afecta también a la mente. La mente es impulsada por
    energía, por prana. Y los sueños se originan por el prana de la mente. Al final
    del día se produce una acumulación de fuerzas, de los restos de las impresiones
    y experiencias que se han tenido durante todo el día. La energía de estos restos
    es la fuente de donde emanan los sueños. Por ejemplo, si has estado triste por
    la mañana y después desapareció esa tristeza aún queda algo de la energía de la
    tristeza que puede transformarse en un sueño a la noche siguiente. Algunas veces
    antes de irte a dormir puedes hacerla desaparecer o darle otro nombre o
    borrarla, como hemos dicho antes, y entonces no podrá originar un sueño. Si
    puedes realmente borrarla del todo no tendrás ningún sueño.

    P: Los sueños cargados de emociones negativas pueden a veces
    influir decisivamente sobre la manera de sentirnos al despertar. ¿Hay algo que
    podamos hacer para evitar que estos malos sueños nos afecten tanto? ¿Cómo
    deberíamos manejar estas situaciones?

    R: Una de las formas más eficaces de librarnos de la
    influencia de un mal sueño es hacer los ejercicios de Tsa-Lung (prácticas
    yóguicas que utilizan los canales (tsa) y las energías vitales (lung),
    manteniendo simultáneamente la atención en el contenido del sueño. Despiértate,
    presta atención a tu respiración y haz los movimientos. Hay una gran diferencia
    entre moverse y no moverse. Al moverse estamos movilizando y descargando la
    energía.

    Por otra parte, es importante comprender el significado del
    sueño. Si comprendes el sueño es posible borrarlo y evitar que se mantenga como
    una huella kármica.

    P: A un principiante en la práctica del Yoga de los Sueños,
    ¿qué ejercicio le recomendaría para empezar?

    R: Le recomendaría ante todo desprenderse de las
    experiencias del día y de las emociones y pensamientos negativos. Y entonces
    ocupar la mente con pensamientos positivos. Es bueno contemplar algo bello, como
    la foto de alguien amado o la de un paisaje placentero y apacible.

    P: Rimpoché, en el último retiro sobre Yoga de los Sueños
    celebrado en Alemania, nos decía que la vida de la vigilia es tan irreal como un
    sueño y además, que ambas comparten la misma falta de consistencia. ¿Cómo
    podemos entender esta afirmación?

    R: Los sueños son el resultado de nuestras emociones y
    pensamientos en respuesta a la actividad que desarrollamos durante la vigilia
    del día anterior o de los días previos. Un sueño es esencialmente una creación
    de nuestra mente que usa el material en bruto de nuestra experiencia vivida,
    pero que no lo deja en su forma original sino que lo transforma. Es como volver
    a editar las experiencias pero esta vez bajo la influencia de nuestros afectos,
    de nuestras preferencias y repugnancias y de nuestras necesidades más profundas.
    Ahí es donde puede verse la enorme importancia que tienen nuestros impulsos en
    la creación del sueño.

    Un sueño puede expresar nuestro temor, nuestro deseo, nuestra
    tristeza o nuestro gozo. Si tratas de entender uno de tus sueños descubrirás que
    tus necesidades profundas (que a lo mejor desconocías) han desempeñado un papel
    importante en su creación. De alguna manera el sueño expone y revela algunos de
    tus deseos y afanes más escondidos. Por eso, los sueños son de gran ayuda en el
    proceso de conocerse y descubrirse a uno mismo.

    De forma parecida, en la vida diurna normal, el sentido de lo
    que es real viene también condicionado por nuestras necesidades mentales. Lo que
    uno percibe y concibe como real, aquello a lo que se llama «realidad» es el
    producto final de un proceso parecido de reedición y de creación. El mundo que
    nuestra mente construye se encuentra determinado, en gran medida, por el estado
    emocional que prevalece en nosotros en un momento dado. Por ejemplo, una misma
    realidad puede aparecernos bajo apariencias distintas dependiendo de si estamos
    tristes o contentos, ya que la mente construye mundos diferentes en ambas
    circunstancias.

    Tanto en la vigilia como en los sueños la mente es el gran
    diseñador, el gran productor. Y por eso, ambos productos, el sueño y la
    realidad, comparten las mismas características y la misma falta de consistencia,
    o de «realidad» si se prefiere llamarlo así.

    P: ¿Cómo describiría usted la relación del ego con la vigilia
    y cómo se relaciona el ego con los sueños?

    R: El sentido del yo, del ego, también es una proyección
    de nuestras necesidades. Necesito ser «tu marido», necesito ser «el presidente»,
    etc. Uno se identifica con un determinado papel en función de sus necesidades. Y
    por otra parte, las necesidades provienen del miedo, de la falta de
    autoconocimiento y de autorrealización.

    Cuando hay una experiencia profunda de meditación no hay
    sensación alguna de carencia y el ego desaparece, se disuelve. Entonces no hay
    yo. No hay necesidades. En el caso del ego la diferencia entre vigilia y sueño
    es debida a un soporte diferente en ambos casos. En la vigilia el ego tiene una
    base mucho más sólida que durante el sueño. Esta base incluye todas las señales
    entrantes de los órganos de los sentidos, comos son las percepciones
    relacionadas con la casa, el trabajo, la familia, los amigos? Todas estas
    percepciones funcionan como un soporte físico para la construcción del ego. En
    cambio, en el sueño faltan estas dimensiones físicas y la mente tiene que
    recurrir a los recuerdos, que son mucho más sutiles y constituyen un material
    menos sólido que las percepciones del mundo físico.

    P: En una de sus charlas usted estableció un paralelismo
    entre imágenes mentales en la vigilia e imágenes similares generadas durante la
    práctica del Retiro en la Oscuridad. ¿Podría explicar qué es el Retiro en la
    Oscuridad y cómo se relaciona con el Yoga de los Sueños?

    R: En el Retiro en la Oscuridad uno se encierra en una
    habitación a oscuras durante 49 días. Durante ese tiempo no hay prácticamente
    contacto con el mundo exterior salvo la recepción de alimentos y de
    instrucciones del Maestro. En esta situación de privación sensorial, en ausencia
    de estímulos externos, se producen diferentes tipos de visiones como arco-iris,
    flashes, esferas de color (tiglés), etc.

    Las visiones que aparecen durante el Retiro en la Oscuridad
    son similares a las visiones de los sueños. En ambos casos representan una
    proyección de nuestros deseos, de los contenidos profundos de la mente. Toda la
    existencia se crea con este material de los deseos que se manifiesta en ambos
    casos, tanto en el Retiro en la Oscuridad como en los sueños. Solo que en el
    caso del retiro uno está despierto y en el caso del sueño, está durmiendo. En
    cierta manera, no sólo los sueños y el Retiro en la Oscuridad tienen elementos
    en común. También las experiencias que tenemos despiertos representan una
    manifestación de nuestros deseos y de nuestros egos.

    De modo que podríamos clasificarlos como tres tipos de
    experiencias kármicas: el sueño kármico, las visiones kármicas del Retiro en la
    Oscuridad y las experiencias kármicas del estado de vigilia normal. En los tres
    casos lo realmente importante es la manera en la que cada uno se relaciona con
    estas experiencias. Podríamos compararlo con el acto de abrir un fichero en el
    ordenador. Abrir el fichero sería como tener una de esas tres clases de
    experiencias o visiones que acabo de mencionar. Lo interesante es que una vez se
    ha abierto el fichero uno puede hacer cosas diferentes. Puedes dejarlo tal como
    estaba y volverlo a guardar exactamente igual. En este caso, queda en la memoria
    como un trazo kármico. Pero también puedes disolver la experiencia en luz,
    transformarla en espacio luminoso y entonces será borrada, por así decirlo, del
    disco duro. No permanecerá en la memoria como una huella kármica.

    Otra posibilidad, si por ejemplo se está practicando Tsa-Lung,
    es llevar esa experiencia a la conciencia. Podríamos llamarlo «seleccionar» en
    la jerga del ordenador. Entonces manteniéndolo en nuestra conciencia se expulsa
    el aire y en ese momento uno se siente mejor. Esta espiración es como borrar la
    experiencia o como darle un nombre distinto. La experiencia pierde la carga
    afectiva negativa que tenía y se experimenta una mejoría.

    P: Si alguien persevera en la práctica con auténtica
    dedicación, ¿qué expectativas puede esperar alcanzar en un plazo de tiempo
    razonable?

    R: El éxito puede ser rápido pero depende del nivel de
    aprovechamiento de cada uno. Por ejemplo, los sueños lúcidos pueden alcanzarse
    en tres o cuatro años. Para llegar a los sueños de claridad (en los que el
    durmiente ha desarrollado la capacidad de permanecer en presencia no personal)
    fácilmente pueden ser necesarios alrededor de nueve años.