La Ley de la Atracción

    1262

    Los últimos avances científicos
    de la física cuántica demuestran que nuestros pensamientos y emociones son en
    realidad ondas energéticas; vibraciones. Cada una de estas ondas vibra en una
    frecuencia concreta y atrae otras frecuencias similares.

     

    Podemos imaginarnos como una radio que
    uno mismo utiliza para emitir y sintonizar con la frecuencia que desea escuchar.
    Somos emisores de frecuencias. Atraemos hacia nuestras vidas, situaciones
    creadas por nuestras propias emociones, por nuestros comportamientos, nuestras
    creencias profundas… con frecuencias vibratorias semejantes a las que
    emitimos. Ilustremos esto con un ejemplo: un director de empresa piensa:
    «Estamos en plena crisis inmobiliaria. Habrá que ajustarse el cinturón».

    Esta persona ya está aceptando la escasez. Su motor aquí ya
    es el miedo (emoción no muy eficiente para la venta). Este mismo hombre o esta
    mujer, está aumentando la crisis que ya existe sin su ayuda, en lugar de
    enfocarse en la confianza en sí mismo que necesita ahora más que nunca, en su
    propia capacidad de eficiencia. Está emitiendo una onda de una frecuencia
    vibracional baja profesionalmente, además de muy desagradable personalmente.

    Tal comportamiento sólo puede atraer más situaciones que le
    asusten un poco más cada día. Resultado: no venderá ningún inmueble, de modo que
    se sentirá realmente mal, prisionero de su propio estancamiento porque no se da
    cuenta de lo que él mismo está atrayendo.

    De este modo, si te enfocas en lo que te hace sentir bien
    (alegre, relajado, entusiasmado, etc.) te llegarán más situaciones cosas y
    personas que te harán sentir del mismo modo. Si, por el contrario, te enfocas en
    lo que te hacen sentir mal (triste, ansioso, rabioso), atraerás hacia tu vida
    situaciones que concuerdan con ese sentir.

    Ten en cuenta que para la Ley de la Atracción no hay bien ni
    mal. El Universo sólo refleja tu estado de ánimo y manifiesta tus deseos.
    Ilustremos ésto con un ejemplo: dos personas se encuentran en un atasco
    provocado por un accidente y llevan media hora esperando que la carretera se
    despeje. El primero está malhumorado, se queja del gobierno, de cómo va el país,
    de lo mal que conduce la gente, de lo dura e injusta que es la vida por permitir
    que haya accidentes? Está emitiendo una señal de malestar al Universo. Y eso
    será precisamente lo que le devolverá. El segundo decide descansar un poco, se
    pone una preciosa música relajante y decide aprovechar esos momentos de pausa
    que el Universo le procura. La señal que emite es de bienestar, de confianza en
    la vida y en sus procesos y eso es lo que el universo le devolverá.

    Nuestra fuerza y nuestro
    poder son infinitos

    La ley de la Atracción ha sido siempre conocida a través de
    los tiempos. Sin embargo, fue guardada celosamente por grupos de personas que
    pretendían usarla para su propio beneficio. Tenían la falsa creencia de que no
    había suficiente riqueza y abundancia para todos y lo querían solo para ellos.
    Al ocultar esta poderosa fuente de poder conseguían tener súbditos sumisos.

    No importa si eres rico o pobre, alto o bajo, sano o enfermo,
    hombre o mujer… La ley de la atracción como espejo creador siempre funciona. Y
    te puedes preguntar ¿Y cómo puede ser que para la gente que se comporta mal, que
    roba, que son egoístas también funcione? La ley de la atracción es una Ley
    Universal. Al igual que la Ley de la gravedad, si saltas hacia arriba volverás a
    llegar al suelo, no importa si eres bondadoso, generoso… caerás igual que si
    hubieses sido de otro modo.

    Cómo saber si estoy utilizando la ley de la atracción a mi
    favor:

    Ocurra lo que ocurra en tu vida, si tú eliges enfocarte en
    los pensamientos más positivos que te puedan ayudar, entonces, te darás cuenta
    de que atraes lo mejor para ti. No hablamos de que nunca nos sintamos tristes,
    solos, nerviosos, perdidos? de lo que se trata es de salir de ese estado y no
    permanecer en él.

    Fíjate en la reacción de dos personas distintas ante las
    mismas dificultades. Nunca es la misma. Una utiliza la dificultad para crecer al
    enfrentarla y superarla; la otra la aprovecha para caer en la trampa del
    victimismo. Cuando te estés sintiendo mal: triste, ansioso, enfadado, celoso,
    envidioso, desanimado… encuentra un modo de cambiar esta vibración, elije
    otros pensamientos que te permitan sentir bien: alegre, feliz, relajado… De
    este modo acelerarás el proceso de atraer a tu vida todo tipo de bien. (Sobre la
    ley de la atracción puedes encontrar más información en
    www.atreveteaserfeliz.com y www.laleydelaatraccion.org).

    Ejemplos de cosas que podemos hacer para subir nuestra
    vibración: leer un libro sobre la ley de la atracción (siempre inspira y
    tranquiliza), hacer alguna afirmación, llamar a algún amigo, mirar imágenes del
    viaje que quieres hacer, o de la casa que deseas comprar o del coche… escucha
    una música que te inspire… haz aquello que te ayuda a salir de ahí, y a
    reencontrar tu felicidad.

    Cuando caemos y nos sentimos mal, es importante no quedarnos
    mucho tiempo en este sentimiento vibracional bajo. Actúa, haz algo, lo que sea
    que a ti te inspire. Ya sabes, el Universo es un reflejo creador y refleja
    exactamente aquello en lo que más te enfocas.

    ¿Verdad que si hubieses sabido esto antes te hubieses ocupado
    rápidamente de encontrar formas de no quedarte en lo que te hace sentir mal?

    Busca tu propia manera y … ¡Adelante!

    ¡Atrévete a Ser Feliz!

    Anne Astilleros

    www.anneastilleros.com