Terapias Termales
Las algas, el barro o las aguas termales no son los únicos elementos que contribuyen a mejorar nuestra salud y belleza, ya que las últimas tendencias de la balneoterapia incorporan productos cuyos efectos sólo conocíamos por su ingesta, como el chocolate y el vino. Si comer chocolate incrementa los niveles de endorfinas y serotonina, lo que se traduce en una sensación de felicidad y relajación, envolver el cuerpo con una capa de cacao y sus derivados tiene efectos antioxidantes, elimina la fatiga, eleva el ánimo y genera bienestar. Probados están también los efectos beneficiosos del vino tomado con moderación, pero las cantidades no importan si es la piel la que absorbe sus polifenoles mediante envolturas corporales y baños, que estimulan la producción de colágeno y ralentizan el envejecimiento cutáneo.
Mayas o romanos comprobaron los efectos de estos tratamientos, que la empresa castellonense Hidrobox ha incorporado en su balneario urbano de Valencia -el primero de Europa con estas terapias- y que también ofrecerá en el que inaugurará en junio en Granada, el único de Andalucía, informó a Efe la compañía, creada en 1994.
El proyecto de expansión de estas instalaciones, bajo la franquicia “Balnearia”, incluye también Madrid, Barcelona y Zaragoza, que contarán con centros antes de este verano.
Las terapias con el chocolate, conocido como “alimento de los dioses”, consisten en baños, envolturas, masaje con aceites de cacao y mascarillas, que aportan a la piel hidratos de carbono, proteínas, potasio, fósforo, magnesio vitamina B1 y ácido fólico.
Todos estos elementos, según Hidrobox, previenen la oxidación, contribuyen a la protección contra enfermedades cardiovasculares, activan el flujo sanguíneo y evitan el envejecimiento prematuro de la piel. Los tratamientos con vino consisten en envolturas corporales con fangos, hojas de vid roja y extracto de uva, baños de vino mezclados con aceites esenciales a una temperatura de 37 grados centígrados, inhalaciones, masajes con aceites de pepita de uva y mascarillas faciales.
Todo ello se incorpora al nuevo concepto de balneario urbano, ubicado en las zonas céntricas de cada ciudad porque van dirigidos principalmente a turistas y trabajadores que buscan librarse de las molestias que generan las malas posturas frente a los ordenadores y el estrés.
El balneario de Granada ha supuesto una inversión aproximada de 600.000 euros, según la empresa, y además de estos originales tratamientos ofrecerá, entre otros servicios, el llamado “circuito bienestar”, un recorrido de hora y media por piscina, cortina fría con cantos rodados, baño de vapor termal, ducha escocesa, fuente de hielo y masaje facial.
La creciente preocupación por la salud y la belleza en la sociedad española ha hecho que en los últimos tres años este tipo de turismo especializado tenga un crecimiento anual medio del 17 %, según los últimos datos hechos públicos por empresa Análisis Sectorial y Estratégico.
Este sector fue uno de los que registró mayor crecimiento en 2002, año en el que generó un negocio de 606 millones de euros, lo que está propiciando, junto a la apertura de instalaciones, la recuperación de balnearios tradicionales.
En España hay 230 municipios con aguas termales y minerales, que se unen a los nuevos centros de talasoterapia, con tratamientos de agua marina, y hoteles con servicio SPA, de relajación e hidromasaje.