Nuestro cerebro en estado consciente despierto produce unas ondas denominadas «Beta» cuando empezamos a entrar en el sueño justo antes así como en estados de meditación y cuando «soñamos» despiertos producimos ondas «Alfa» para una vez dormidos alternar la producción de ondas «Theta» y «Delta». Por ese mismo orden esas ondas tienen una frecuencia que va descendiendo de unos 30 cps (ciclos por segundo) en las Beta a unos 05 cps en las Delta.
En Hipnosis Trabajamos con el estado «Alfa» que es cuando el consciente empieza a eliminar las barreras por empezar a quedarse «quieto» y sin embargo el subconsciente sigue activo.
Es en esa parte de nuestra mente el llamado subconsciente donde se guardan todos los recursos, conocimientos y habilidades que tenemos y también ahí donde se graban nuestros desengaños, fracasos, frustraciones, miedos, tabúes, complejos, criterios, valores y es también ahí donde están grabados nuestros patrones de conducta y los pilares y esquemas fundamentales que rigen nuestra vida. Por eso es ahí donde tenemos que entrar para trabajar aquello que nos esté causando un daño o desequilibrio entrar buscarlo y repararlo.
Ocurre que muchas de las cosas grabadas en ese subconsciente no son conocidas por la parte consciente y por ello «conscientemente» no sabemos que están ahí y no nos damos cuenta del daño que están produciendo.
Esto último es válido no solo para aquello que nos perjudica en nuestra existencia sino también para todo lo que nos podría beneficiar incluyendo habilidades y potencialidades que poseemos y tampoco sacamos a relucir entre otras cosas porque desconocemos «conscientemente» que las tengamos o porque hay otras cosas grabadas en nuestro subconsciente que son opuestas y nos impiden ponerlas en marcha.
El subconsciente no entiende de realidades él solo acepta algo y lo da por válido empezando a generar una respuesta fisiológica en nuestro organismo en función de lo que ha asumido.
Podemos comprobar en la vida diaria como nuestro cuerpo produce respuestas físicas ante un pensamiento una información recibida o una sugestión tanto exterior o interior a nosotros mismos incluso aunque no sea real (sugestión pensando en un limón en la boca o el tipo de desodorante que tenemos que usar para tener éxito con el sexo opuesto). Hay multitud de ejemplos a diario de cómo se utiliza esta sugestionabilidad por parte de las marcas comerciales, de partidos políticos o corrientes religiosas incluso nuestro círculo mas cercano familia, pareja, amigos, con o sin intención, también nos están sugestionando conforme a sus patrones de vida y a lo que, a la vez, ellos tienen grabado en su subconsciente. Si lo reflejáramos con un análisis informático podríamos decir que la información que recibimos de fuera es como el correo electrónico; si nos llega un mail de alguna empresa o persona que tenía un virus en su ordenador a lo mejor sin saberlo y ese virus se ha pegado en ese correo nuestro ordenador se verá contagiado de ese virus. La hipnosis hace de antivirus aunque no lo detecta en el momento porque para eso tendríamos que llevar un hipnólogo bajo el brazo; pero si tú has programado anteriormente unos «escudos de protección» adecuados la incidencia de ese virus en tu disco será bastante mas pequeña o incluso inexistente.
Y la cuestión es que cuando un pensamiento o idea se interioriza nuestro cerebro pone en funcionamiento un montón de respuestas fisiológicas, hormonales, metabólicas y cada parte de nuestro cuerpo empieza a trabajar en función a ese pensamiento o idea asumido.
Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el 90% de las enfermedades más comunes tienen un origen psicosomático. Eso indica que somos nosotros mismos los que con nuestra mente, sentimientos y/o pensamientos las originamos o incrementamos.
Y aunque la enfermedad no tenga un origen psicosomático si es cierto que en todas ellas hay un componente asociado de pensamiento un componente asociado que influye decisivamente en el desarrollo y conclusión de la enfermedad. Si tu pensamiento es negativo y derrotista la enfermedad se agravará o se hará más duradera y si es positivo y optimista la reducirá y ayudará al organismo a que sane más rápidamente.
Y de la misma forma que ocurre con las enfermedades ocurre con todos los demás aspectos de nuestra vida. Todo lo que nosotros nos grabamos con nuestros pensamientos o actitudes o se nos graba por la sociedad o circunstancias que vivimos influye en gran medida en nuestro día a día (una dolencia presentarte a una oposición, competir en alguna prueba deportiva, conseguir el éxito en un proyecto, empresa o trabajo, mantener unas relaciones afectivas dichosas… incluso ser feliz).
La suerte es que de la misma forma nosotros podemos grabar cosas en ese disco duro y «reprogramarlo» a nuestro favor desde nuestro subconsciente bien por nosotros mismos o con la ayuda de un profesional.
La hipnosis es una herramienta perfecta y sencilla porque nos la podemos «autoaplicar» y
no solo con nuestros pensamientos sino con nuestras palabras, gestos actitudes y comportamientos con los cuales ya estamos programando nuestra mente.
El profesional que utiliza la herramienta de la hipnosis para ayudar a combatir desequilibrios físicos o emocionales en la persona lo que hace es ponerle delante de la solución que está en su interior para que él de el último paso hacia un estado mas pleno y dichoso. Porque necesitamos que interiorice ese paso ya que si él no lo interioriza y lo graba en su subconsciente no se programará en su subconsciente y no tendrá el efecto deseado. La Hipnosis requiere que la persona quiera, por un lado entrar en hipnosis, y por otro lado cambiar realmente algo de la realidad grabada en su disco.
Todo absolutamente todo lo puedes programar en tu mente (tanto bueno como malo) y no solo tu organismo empezará a trabajar para ponerte en esa situación (aunque esto daría para otro artículo).
Porque sabemos que somos mucho mas que un cuerpo físico y material y tienes una «energía» que también vas a poder poner en funcionamiento para conseguir lo que precises si programas adecuadamente tu subconsciente.
Si te pidiera en este momento que te señalaras con la mano o con los dedos a ti a tu ser, a tu persona ¿Dónde pondrías la mano? ¡Hazlo! ¡Señálate!…
Supongo que has señalado a la altura de tu pecho.
Lo que conocemos por «Yo», nuestro «Ser», nuestra «Persona», nuestra «Conciencia» está mas arriba ¿no te parece?… o que crees que tienes bajo tu «cabellera»?
Por ello te invito a que utilices el potencial de tu mente a tu favor por ti mismo o con la ayuda de la hipnosis la herramienta perfecta.
Siri Gurudev
Naturópata psicofísico e Hipnólogo. Centro Sevillabienestar
www.sevillabienestar.com