Se trata del Reglamento 1924/2006/EC sobre productos de medicina natural que declaran tener propiedades saludables.
Este nuevo reglamento exige a los vendedores de estos productos obtener una autorización especial de Bruselas para poder informarle a usted, verbalmente o por escrito, de las propiedades beneficiosas de los productos naturales.
Esta autorización la concede un organismo, la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria).
El problema es que tarda de tres a cinco años en tomar sus decisiones. Pero lo más grave es que de las 44.000 solicitudes de autorización para poder declarar propiedades “saludables” registradas desde 2008, la EFSA ha autorizado hasta ahora… ¡sólo 222!
Se trata de una ofensiva sin precedentes contra nuestro derecho a curarnos de forma alternativa a la medicina convencional occidental.
Y el objetivo de este bloqueo es muy claro: garantizar beneficios de miles de millones de euros en los próximos años a la industria farmacéutica, obligando a los pacientes a usar sus medicamentos, a falta de alternativas.
En el siguiente enlace se muestra un vídeo y una petición de firmas para evitar el avance de la prohibición de la venta de remedios naturales. Petición.