Especial: Cosmética Natural – Aceite de argán

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    Utilizado desde siglos por los
    bereberes de l´Atlas, tanto por sus propiedades culinarias como terapéuticas y
    cosméticas, el aceite de argán se extrae del árbol del mismo nombre (Argania
    spinosa), que crece esencialmente en las zonas áridas del suroeste marroquí en
    una superficie de más de 800.000 hectáreas.

    Este árbol, que
    puede vivir entre 150 y 200 años, es muy apreciado por los bereberes del sur,
    que utilizan su madera, sus hojas, sus frutos y sus almendras. También es
    conocido como árbol de hierro u olivo marroquí y juega un papel primordial
    dentro del contexto socio-económico de la región, limitando el éxodo rural.

    Además contribuye a la ecología del
    territorio, manteniendo la fertilidad del suelo gracias a su poderoso sistema de
    raíces (cinco veces la parte aérea) que conservan la tasa de humedad y lo
    protegen de la erosión hídrica y eólica que amenaza la desertificación de una
    buena parte de Marruecos. Puede perder espontáneamente sus hojas para limitar la
    evaporación cuando una sequía prolongada pueda poner su vida en peligro.

    Sus frutos (similares a los dátiles) que
    maduran en dos años, contienen en el interior de una cáscara muy dura de una a
    tres almendras de donde se extrae un aceite milagroso, también llamado el oro
    líquido de Marruecos: el aceite de argán.

    Este aceite es preparado desde siglos por
    las mujeres bereberes. Es un trabajo muy difícil que demanda mucho tiempo y
    grandes esfuerzos. Este método de extracción tradicional consiste en romper el
    fruto del argán una vez maduro para separar la pulpa de las nueces. La cáscara
    se utilizará para alimentar el fuego, como combustible. Las almendras sin piel
    son a continuación molidas con un poco de agua en un tipo de molino manual. La
    pasta obtenida es amasada, después prensada manualmente para obtener el aceite.
    El residuo servirá para alimentar al ganado. Con este método ancestral, hacen
    falta más de diez horas de trabajo para obtener un litro de aceite y son
    necesarios unos 50 kilos de frutos maduros.

    Con la creación de cooperativas de mujeres
    se mejoran las condiciones de trabajo en la extracción de este aceite mediante
    el uso de prensas y maquinaria para decantar y filtrar.Al mismo tiempo que se
    ayuda a estas mujeres rurales en dificultades y se colabora en su formación y
    alfabetización.

    Composición y Propiedades

    El aceite de argán se ha utilizado desde
    hace siglos por las mujeres del sur de Marruecos para sus cuidados corporales y
    capilares. Es el más rico y preciado aceite para un cuidado intenso y sus
    beneficios sobre la piel han sido confirmados científicamente. Por su alto
    contenido en ácidos grasos insaturados, el aceite de argán presenta propiedades
    regeneradoras, nutritivas, suavizantes y protectoras. Devuelve a la piel su
    brillo y suavidad naturales y favorece su elasticidad evitando la aparición de
    arrugas. Incluye igualmente un alto contenido en tocoferoles (vitamina E
    natural), lo que le aporta propiedades antioxidantes y neutraliza los radicales
    libres, previniendo el envejecimiento prematuro. En su composición también
    incluye un esterol (schottenol) que le confiere a este aceite su acción
    reparadora y regeneradora en caso de quemaduras.

    Composición:

    ? Ácido linoleico 34%

    ? Ácido Oleico 47,5%

    ? Ácido palmítico 12,9%

    ? Ácido esteárico 5,6%

    ?Otros constituyentes activos: Esterol (schottenol).
    Vitamina E natural (a-tocopherol, y-tocopherol y o-tocophero

    El aceite de argán tiene una magnífica
    acción sobre pieles secas, arrugadas, desvitalizadas, deshidratadas y previene
    el envejecimiento prematuro, aportando elasticidad y flexibilidad. Puede
    utilizarse cada mañana sobre la piel del rostro y del cuerpo (idealmente después
    de la ducha diaria para una hidratación más completa, ya que así retendrá la
    humedad) y para una protección frente a las agresiones externas.


    En unción sobre cabellos secos y apagados,
    los fortalece y revitaliza aportándoles brillo y suavidad. Puede aplicarse
    también antes del lavado sobre el cabello húmedo, masajeando desde el cuero
    cabelludo hasta las puntas, y a continuación lavar con un champú suave para un
    tratamiento más intenso.

    Aporta igualmente fuerza a las uñas
    frágiles y quebradizas y es muy eficaz para quemaduras, cicatrices de acné y
    varicela.

    También podemos utilizarlo para masajes o
    añadir algunas gotas a nuestro baño. Puro, mezclado con aceites esenciales o con
    otros aceites vegetales, el aceite de argán tiene múltiples usos y beneficios
    para nuestra piel y cabello y es un excelente cuidado anti-edad.

    Criterios de calidad

    Utiliza aceite de argán de 1ª presión en
    frío (<30°), no extraído por disolventes sino por presión mecánica, que
    garantiza que no se ha realizado tratamiento químico, y que sea de cultivo
    ecológico (cultivado en medio natural salvaje sin pesticidas ni abonos químicos,
    lo que evita residuos y un respeto al medio ambiente).

    Para identificar el aceite de argán en un
    cosmético y su proporción en la fórmula es muy importante leer el etiquetado del
    producto. En la etiqueta trasera es obligatorio que el fabricante enumere los
    ingredientes presentes en orden decreciente, de manera que el producto que más
    cantidad lleva es el que figura en primer lugar y el que menos contiene es el
    que aparece al final del listado. El aceite de argán lo encontrarás por su
    nombre botánico argania spinosa.

    Rechaza cosméticos con parafinas, que no
    son afines a la piel, y en su lugar emplea grasas y aceites vegetales que son
    producidos por organismos vivos (granos, frutos) bajo la acción del calor y la
    luz. Sobre la piel un aceite vegetal natural se comporta de forma diferente al
    aceite de parafina: actúa en el sentido del metabolismo, conserva la piel lisa y
    estimula la formación del film protector de la epidermis.

    Además, favorece la formación de una
    envoltura de calor sano alrededor del cuerpo. Al contrario que los aceites de
    parafina, los aceites y grasas vegetales tienen excelentes propiedades debidas a
    los agentes activos importantes que contienen. La proporción de aceites
    naturales en el excipiente es un criterio de calidad para las fórmulas
    cosméticas. Este ingrediente constituye a veces la parte principal del
    excipiente de un producto facial. En efecto, no tienen ninguna propiedad de
    cuidado de la piel.

    Una crema de día facial principalmente
    compuesta de aceite de parafina (paraffinum liquidum o petrolatum)
    no puede compararse a una crema en la que el excipiente está basado
    principalmente en aceites naturales vegetales, que son un verdadero regalo de la
    naturaleza, como el aceite de argán.