– Y a ti… ¿Quién te lo dijo?
Le pregunta surgió cargada de asombro. El destinatario, su hijo, de 36 años, acababa de preguntarle: «Mamá, dime… Tú y papá ¿discutieron cuando tú estabas embarazada de mí, y papá se fue de casa dando un portazo?».
La madre vaciló… «Es cierto, tuvimos una discusión y papá se fue muy enfadado. Pero a la mañana siguiente volvió e hicimos las paces y nunca más volvimos a pelear de esa manera. Pero eso no se lo contamos nunca a nadie. Inclusive mi madre, tu abuela, no lo supo nunca. Por eso te lo vuelvo a preguntar: ¿Cómo lo supiste?».
Esta historia es absolutamente verídica. El hijo, paciente nuestro, había hecho unas horas antes una terapia con hipnosis donde tuvo una regresión al vientre materno y había revivido ese episodio, junto con el temor que le causo el circunstancial desamparo.
No estamos presentando una teoría rebuscada que intente probar nada, estamos relatando hechos que nos invitan a sacar algunas conclusiones:
Todo lo que nos aconteció en la vida está grabado en nuestros engranas de la memoria, en nuestras células, junto con las emociones vividas originalmente.
Esos registros tienen comienzo dentro del vientre materno (los más antiguos que hemos recuperado son a partir del 4º mes de embarazo).
En este caso que acabamos de mencionar y en los otros que dieron origen a este trabajo utilizamos la «Hipnosis Clínica Reparadora®, o Introspección Guiada Reparadora® o Terapia Regresiva Reparadora», distintos nombres con los que hemos denominado a nuestro modelo terapéutico donde hacemos uso de trances hipnóticos de grado medio, en los que el paciente jamás pierde la conciencia y donde buscamos hallar las raíces perdidas o ignotas de los síntomas que lo aquejan.
Es importante que el lector comprenda la diferencia entre «recordar» y «estar en regresión». En el primer caso, en el usual «recuerdo», nuestro yo, ubicado en el momento presente, contempla hacia atrás y nos facilita la información de lo que supone que sucedió, Lo que aparece es «información» real o supuesta, total o parcial, fiel o distorsionada, pero de ninguna manera aparecen emociones. Y si surgen, si por ejemplo nos indignamos porque alguien nos lastimó cuando éramos niño, esa indignación corresponde al adulto que evoca y no al niño lastimado, está también ubicada en el presente.
En el otro caso, cuando el paciente está en regresión, su «yo» retrocede imaginariamente en el tiempo, presentificando el pasado y entonces, casi mágicamente, junto con la información vuelven a aparecer las emociones originales asociadas. Y en el ejemplo anterior, el adulto hablará como un niño, y llorará y se quejará porque lo están lastimando.
Acabamos de encontrarnos con la «Memoria Emocional». Para facilitar la verificación y la comprensión de este especial fenómeno hemos agregado un DVD para el libro «Hipnosis Clínica Reparadora®, una terapia de desbloqueo emocional» de Natural Ediciones, España. También hemos subido recientemente a «Youtube» un trozo de ese vídeo –que le resultará indispensable para entender y verificar lo que estamos afirmando:
No se crea que se trata de un fenómeno inusual: en el primer día del curso de Hipnosis Clínica Reparadora, todos los asistentes logran poner a un compañero en trance hipnótico, y en la mayoría de los casos surgen espontáneamente estas emociones, que los mismos sujetos ignoraban tener, ligadas muchas veces a recuerdos de los primeros años, e inclusive, a los primeros días de vida.
Tampoco estamos refiriéndonos a una comprobación exquisita, valiosa para la evolución de las ciencias pero de poco significado para quien no se especialice en estos temas. ¡Al contrario!
Le estamos contando que dentro suyo, y dentro de su señora y dentro de su hermano, está por ejemplo, el niño de 5 años, lastimado, lloroso y sangrante. Que el tiempo no lo ha borrado todo, y que con técnicas muy sencillas es posible devolverle la voz, acompañarlo, darle el afecto y la compañía que le faltó en el momento original.
Esta verificación de la existencia de una Memoria Emocional a la que se puede acceder muy fácilmente, donde está el registro verdadero de lo que ocurrió y no la versión edulcorada que piadosamente nos entrega la memoria usual, se halla detrás de la palabra «Reparadora» que hemos agregado a nuestra técnica.
Su aplicación apenas comienza y sus implicancias prácticas son muchísimas.
La posibilidad de tener recuerdos de la época fetal, nos ha traído a personas que sabían o suponían que habían sido adoptadas y sentían la necesidad de saber la razón por la que sus madres lo habían cedido o abandonado. En tres ocasiones inclusive, los pacientes lograron recordar el nombre materno, escuchado desde dentro.
Y además les permitió a muchos pacientes cambiar las resoluciones que tomaron en el útero materno, generalmente efectuadas por niños no deseados, promesas de soportar todo sin quejarse, de no abandonar a la madre pase lo que pase, etc.
Pero eso, como suele decirse «es otra historia» que justificará otro artículo futuro.
Armando Scharovsky
Psicólogo y creador de la Hipnosis Clínica Reparadora® y la Banda Gástrica Virtual®
www.scharovsky.com