Bioespinología

    1969
    Los profesionales que trabajamos por y para la Bioespinología, siempre la
    hemos considerado como un concepto con entidad propia. Es por ello que una
    revisión constante de los principios que componen dicho concepto, consolidan
    la definición que actualmente la describe así: la Bioespinología dentro de
    su propio marco filosófico, se apoya en una base científica desde la que se
    aplica el arte manual, cuya técnica ayuda a corregir oclusiones vertebrales
    para beneficio de todo el organismo.
    A partir de aquí, trataremos de resumir de la manera más sencilla posible, el
    contenido de esta definición. El propósito de la Bioespinología es que la
    persona manifieste plenamente sus cualidades innatas. Para ello, una columna
    vertebral en buenas condiciones es fundamental. Cuando hablamos de ésta,
    debemos pensar que nos referimos al eje sustentador de todo nuestro organismo.
    Hace tiempo que sabemos que el cuerpo y la mente están íntimamente
    relacionados. El soporte físico que los une; el vínculo entre la experiencia
    física y la experiencia mental, es sencillamente nuestro sistema nervioso, es
    decir, un complejo entramado de neuronas de unos 6000 Km. en total, que
    partiendo del encéfalo, se distribuyen por la columna vertebral hacia todo el
    organismo, recogiendo las experiencias sensitivas de percepción y
    transmitiendo las órdenes cerebrales de acción.
    El encéfalo es un órgano muy sofisticado que recibe una gran cantidad de
    información, según la cual, toma decisiones que convierte en órdenes para
    mantener vivo el organismo y para realizar actividades superiores como
    razonar, hablar, inferir, calcular… Un sistema de comunicaciones admirable
    en todos los sentidos, extremadamente rápido y eficaz en el que la médula
    espinal alojada en la columna preserva la transmisión nerviosa entre el
    encéfalo y el organismo y también la comunicación de la persona con su
    entorno. Éste es el proceso que llamamos vida. De este proceso se ocupa la
    Bioespinología.
    A la columna vertebral, como protagonista de esta historia, podríamos
    describirla como un elemento dinámico de función primordial en nuestro
    organismo, compuesto por vértebras articuladas entre sí, que se ocupa entre
    otras cosas de proteger un elemento tan preciado para una buena calidad de
    vida como es la médula espinal. Cada vértebra está estructurada de forma que
    posee un orificio central que en conjunto forma un canal por donde se desliza
    la médula espinal que se distribuye en pequeñas ramificaciones hacia los
    distintos niveles del cuerpo, a través de unos orificios (de conjunción)
    formados entre vértebras lateralmente.
    Hasta aquí, todo bien. Pero a veces podemos encontrarnos con lo que los
    bioespinólogos llamamos oclusión vertebral.
    ¿QUÉ ES UNA OCLUSIÓN VERTEBRAL?
    Se trata de la distorsión de la movilidad normal de alguna de las 24 vértebras
    móviles de la columna, de tal manera que queda bloqueada dentro de su rango de
    movimiento favoreciendo la alteración de su función protectora, pudiendo de
    este modo ocasionar alteraciones en tránsito normal de información transmitida
    a través de las neuronas. El resultado es una limitación funcional del
    organismo como consecuencia de la dificultad de comunicación del encéfalo con
    el resto del cuerpo.
    Puede producirse entonces una pérdida de homeostasis (equilibrio bioquímico
    del organismo), caracterizado por la falta de armonía entre los componentes
    del cuerpo (órganos, glándulas…)
    ¿PORQUÉ APARECEN LAS OCLUSIONES?
    La diversidad de factores que confluyen para determinar la aparición de la
    oclusión vertebral pueden dividirse en tres grandes bloques:
    * Causas mecánicas: Caídas, traumatismos, posturas, anomalías congénitas,
    acarreamiento de peso…
    * Causas químicas: Polución, tabaquismo, fármacos, alcohol, nutrición
    inadecuada, aditivos…
    * Causas psíquicas: Estrés, fobias, depresiones, actitud mental negativa, baja
    autoestima, shock emocional.
    Como en otros procesos degenerativos del cuerpo, la oclusión vertebral no
    tiene por qué ocasionar dolor. Por eso puede afectar al funcionamiento del
    organismo sin que lo relacionemos conscientemente con el trastorno que
    origina.
    ¿QUIÉN NECESITA BIOESPINOLOGÍA?
    Desafortunadamente todos somos candidatos a padecer oclusiones vertebrales. Se
    puede afirmar que éstas comienzan a aparecer ya en una temprana edad. Estudios
    estadísticos procedentes de Estados Unidos, informan de la presencia de
    oclusiones vertebrales en el 90 % de niños menores de un año. Además, otras
    informaciones estadísticas de nuestro país, sitúan a los problemas de espalda
    y sus consecuencias, en los primeros lugares de los padecimientos físicos de
    la población. Por ello, Bioespinología no es una disciplina restringida
    únicamente a personas con problemas.
    Sabiendo que nuestra forma de vida no es la más adecuada para favorecer la
    armonía física y mental: prisas, estrés, polución,  malos hábitos… y
    sabiendo que todo esto repercute  estructuralmente en nuestra columna
    vertebral, parece obvio que todos podemos obtener beneficio cuidándola y
    eliminando las oclusiones que afectan su correcta función mediante las
    técnicas de Bioespinología.

     

    ¿CÓMO FUNCIONA BIOESPINOLOGÍA?
    El bioespinólogo es un profesional preparado para localizar manualmente las
    oclusiones que existen en la columna vertebral. Una vez localizadas, el
    siguiente paso es aplicar una técnica específica de ajuste vertebral sobre las
    vértebras afectadas para que recuperen su posición y movimiento normales.
    La forma de hacerlo varía según la zona de la columna y las características
    personales del receptor.
    La técnica de Bioespinlogía es extremadamente eficaz y precisa, y permite
    ajustar con un mínimo de intervención, incluso en zonas especialmente
    delicadas. Bien aplicada, no tiene por qué ser dolorosa, y por supuesto, no se
    limita en intención a producir un sonido articular (crac), sino que busca y
    consigue el movimiento real.
    Puesto que la presencia de oclusiones en la columna vertebral puede determinar
    una disminución en la expresión del  potencial de la persona, el objetivo
    del bioespinólogo, es ayudar a que el cuerpo las corrija mediante la
    aplicación de la técnica.
    MANTENIMIENTO, NO TRATAMIENTO:
    Habitualmente, los músculos espinales mueven las vértebras según las
    necesidades del cuerpo, manteniéndolas en sus rangos adecuados de movilidad.
    Cuando se produce una oclusión vertebral, estos músculos se encuentran
    incapacitados para llevar a cabo esa tarea. Un bioespinólogo sabe como el
    cuerpo trata de mover las vértebras para recuperar su capacidad articular
    normal y entonces, si es necesario, ayuda mediante el ajuste a que los
    músculos puedan completar este trabajo. Corregir una oclusión, por lo tanto,
    no es otra cosa que ayudar a la musculatura encargada del movimiento
    vertebral, a que recupere su capacidad habitual. El bioespinólogo no pretende
    con su trabajo superar o desestimar la propia inteligencia del cuerpo. Desde
    el máximo respeto a como éste está organizado y diseñado, pretende ayudar a
    resolver las consecuencias de las situaciones de la vida cotidiana que pueden
    afectar negativamente a la estructura vertebral y con ello a la médula espinal
    y a la vital función que ésta debe realizar en el organismo. 
    Aunque existen otras diferencias, podríamos afirmar que ésta es la que más
    claramente distingue a la Bioespinología de otras técnicas denominadas "manipulativas".
    La confluencia necesaria de conocimientos anátomo – fisiológicos y de una
    depurada técnica manual de ajuste vertebral (full spine), es la herramienta
    principal para el ejercicio de la Bioespinología, por ello, pensamos que el
    trabajo sobre la columna vertebral, exige una elevada responsabilidad y una
    preparación adecuada que desde Bioespinología, conseguimos con una formación
    basada en un programa de estudios eficaz y coherente que viene aplicándose
    desde 1989 y que ha demostrado ser capaz de formar profesionales que aún
    partiendo de cero, han logrado la preparación necesaria para hacer frente con
    soltura a las demandas de cada usuario.
    En la concepción que Bioespinología tiene del ser humano no cabe hablar de
    curación o recuperación como variables fácilmente controlables por el
    profesional o terapeuta. Un bioespinólogo tiene claro que éstas son metas que
    el propio cuerpo puede conseguir si se le facilita el medio adecuado. No es
    objetivo por tanto del profesional en Bioespinología, realizar un diagnóstico
    o prescribir un tratamiento sobre la base de una serie de síntomas o signos
    determinados. Nuestro trabajo se contempla como un mantenimiento.
    Efectivamente, la Bioespinología alienta la revisión del estado estructural de
    la columna vertebral con cierta frecuencia como medio de contribución al
    bienestar general y al desarrollo de los potenciales de la persona.
    La Bioespinología no es, por lo tanto, un sistema terapéutico. Consideramos
    deseable un buen ajuste de la columna vertebral, sencillamente porque
    contribuye a mantener el organismo al máximo de sus posibilidades optimizando
    el uso de los recursos personales, teniendo en cuenta por supuesto, las
    limitaciones de cada persona. En definitiva, estamos hablando de calidad de
    vida, pues a partir del ajuste vertebral, se pueden obtener beneficios tales
    como:
    Cambios positivos en la movilidad articular.
    Descongestión de zonas musculares.
    Alivio de tensiones ligamentosas.
    Posible mejora funcional a nivel circulatorio en algunas áreas (sobre todo el
    riego sanguíneo cerebral relacionado con las arterias cervicales).
    Pero por encima de todo, una clara adecuación de la información vital que
    transita por el sistema nervioso.
    A MODO DE CONCLUSIÓN:
    Parece una realidad que el ser humano busca para su vida, felicidad y
    bienestar; en definitiva armonía.
    La armonía no tiene una fórmula magistral determinada. Puede derivarse de
    factores tan complejos como la autopercepción, el equilibrio interno, la
    interrelación de uno mismo con el entorno…
    Para que los procesos biológicos del organismo se desarrollen de manera
    equilibrada, las glándulas u órganos que los producen y regulan, deben estar a
    su vez en equilibrio y deben ser controlados y coordinados de manera eficaz
    por el encéfalo.
    Un buen ajuste vertebral en Bioespinología, contribuye en gran medida a que
    estos procesos se lleven a cabo de la mejor manera posible.