La aromaterapia utiliza los aceites esenciales
extraídos de las plantas para tratar tanto una gran variedad de enfermedades
comunes como sus efectos sobre la mente y las emociones. Para lograr el mayor
efecto terapéutico, los aceites se aplican sobre la piel y se hacen penetrar
mediante masajes, se inhalan o se utilizan en el baño. Ocasionalmente son de uso
interno, pero sólo con gran precaución y siguiendo las instrucciones de un buen
terapeuta.
Una de las ventajas de la aromaterapia es que los aceites
esenciales actúan a dos niveles. Por un lado, su complejidad molecular los
convierte en un elemento con multitud de aplicaciones terapéuticas. Es evidente
el paralelismo de esta prescripción con la medicina tradicional occidental: a
una enfermedad su remedio, a una infección su antibiótico correspondiente (el
aceite esencial de tomillo es un excelente antiséptico y ya se ha demostrado su
acción bactericida contra muchos gérmenes patógenos). Pero los aceites
esenciales no se quedan en el plano físico, sino que al ser sustancias olorosas
actúan de manera más sutil sobre la mente y las emociones.
En la sociedad que nos ha tocado vivir hemos aparcado en
segunda fila el sentido del olfato, quizás porque subjetivamente pensamos que es
un acto animal. Pero los aromas que nos envuelven tienen más importancia de lo
que creemos. Percibimos las moléculas de olor a través de unas células nerviosas
muy sensibles que recubren los conductos nasales, que van directamente a la zona
límbica del cerebro, responsable de procesar el olor. Esta parte del cerebro es
el asiento de la memoria, el aprendizaje y las emociones. Cualquier ser humano
tiene almacenado en su memoria olfativa más de 10.000 registros.
Por este motivo el sentido del olfato puede, sin esfuerzo y
automáticamente, desencadenar emociones o rescatar recuerdos que teníamos
totalmente olvidados. Todos hemos vivido alguna vez la evocación de un recuerdo
a través de un aroma; unas vacaciones inolvidables visualizadas al sentir el
olor del mar, una vivencia infantil que recordamos al oler un pastel recién
salido del horno… Personalmente, cuando percibo el aroma de un naranjo en flor
visualizo imágenes de juegos de mi infancia al atardecer, pues me crié en una
casa en el campo rodeado de naranjos. Los aceites esenciales son productos
vivos, extraídos por destilación en alambique, de la manera más perfecta, justo
cuando la planta está en flor, cuando tiene sus principios activos más
desarrollados. Los aceites esenciales tienen un gran poder antiséptico,
fortalecen los órganos y los mecanismos de defensa. De hecho, son los elementos
que protegen a las plantas de los parásitos y resultan vitales para su
reproducción.
También tienen propiedades regenerantes y estimulan el
crecimiento celular, además de acelerar la eliminación de células muertas a
través del sistema linfático. Otra propiedad que les distingue de otros
principios activos es su gran capacidad de penetración en la piel, que permite
llegar incluso al torrente sanguíneo. Se ha comprobado mediante diferentes
pruebas en hospitales que las esencias se encuentran en la sangre al cabo de
varias horas de haber sido aplicadas sobre la piel.
Ninguna copia sintética tendrá las mismas propiedades, aunque
se pueda sintetizar el mismo olor en un laboratorio. Por eso es muy importante
-para poder gozar de todas las propiedades de la aromaterapia- que nos
aseguremos de la utilización de aceites esenciales naturales de la máxima
calidad. Para trabajar en aromaterapia, además de tener aceites esenciales, es
imprescindible disponer de aceites vegetales (almendras, germen de trigo o rosa
mosqueta) que nos servirán como base y vehículo de todas las lociones que
deseemos elaborar.
Los 15 aceites esenciales
de la temporada estival
Tanto por sus propiedades como por sus aplicaciones, todos
estos aceites esenciales son muy útiles y aconsejables durante los meses de
verano, ya que están especialmente indicados para casos de picaduras, mareos,
insolaciones o de sudor excesivo, así como para ambientar y tonificar el cuerpo.
? ALBAHACA (Ocinum basilicum)
Es la esencia ideal para personas responsables, estresadas
por su trabajo y con insomnio. Se aconseja en casos de decaimiento y fatiga
física o mental, ya que favorece la concentración, actúa sobre las emociones y
eleva el ánimo. También se utiliza en un baño matutino reanimante, combinándola
con aceites esenciales de pachuli, romero y limón. Es ideal para empezar las
vacaciones.
? ÁRBOL DEL TÉ (Melaleuca alternifolia)
Proviene de Australia y es casi un «curalotodo» para la piel,
con muchas propiedades y sin ninguna toxicidad. Aplicado sobre la piel es un
buen fungicida para hongos y bacterias. Una gota en la ropa interior o en el
salva slip protege de infecciones. Es un remedio natural para eliminar las
antiestéticas verrugas combinando una gota de limón con dos gotas de árbol del
té. Basta con aplicar directamente en la verruga y se cubre con una gasa. Esta
operación debe repetirse cada día.
? BERGAMOTA (Citrus bergamia)
Muchos autores norteamericanos la describen como la panacea
para las depresiones, aplicándola en baños o aceites corporales. En casos de
fiebre podemos reducir la temperatura realizando una mezcla de 50 ml de aceite
de almendras con 20 gotas de aceite esencial. Masajeado sobre el cuerpo tendrá
un efecto febrífugo y ligeramente sedante.
? CIPRÉS (Cupressus sempervirens)
Muy recomendable en baños y combinada con el geranio a partes
iguales. Esta fórmula ofrece excelentes resultados para activar la circulación y
en el tratamiento de las varices y la pesadez de las piernas: a 100 ml de un
aceite vegetal se le añaden 30 gotas de ciprés, 10 gotas de geranio, 20 gotas de
romero, 10 gotas de lavanda y 5 gotas de menta piperita. Esta mezcla puede
aplicarse cada mañana, después de la ducha. Para las hemorroides se diluyen 10
gotas de esencia de ciprés y 10 gotas de geranio en 10 ml de aceite de almendras
y se hacen baños de asiento.
? EUCALIPTO (Eucaliptus globulos)
Antiséptico y balsámico general, muy útil para combatir los
resfriados veraniegos. Impregnar un pañuelo con 5 gotas de eucalipto, pino y
menta e inhalar sus vapores. Las propiedades balsámicas y refrescantes de estos
aceites son ideales en inhalaciones de vahos. A nivel tópico, el aceite esencial
de eucalipto es eficaz para eliminar las manchas de alquitrán, tan frecuentes en
la playa.
? GERANIO (Pelargonium odoratissimum)
Contiene citroneol y geraniol. Unas gotas en la nuca y las
sienes servirán para tonificar y perfumar. Es un excelente repelente de
insectos: se mezclan 100 ml de aceite de almendras con 20 gotas de esencia de
albahaca, 20 de esencia de geranio, 10 de lavanda y 10 más de lemongrass. Se
aplica varias veces al día directamente sobre la piel.
? LAVANDA (Lavanda officinalis)
Considerada como la reina de las esencias por su gran
versatilidad, resulta indispensable tenerla a mano en el botiquín casero. En
caso de sufrir una quemadura podemos aplicar esta esencia directamente sobre la
piel, lo que agilizará la regeneración dérmica. Además, unas gotas en la
almohada nos ayudarán a conciliar el sueño.
? LIMÓN (Citrus limonium)
Esta esencia es un excelente antiséptico atmosférico y un
ambientador natural y muy refrescante. Aplicado directamente sobre una herida,
ayuda a cortar las hemorragias.
? MANDARINA (Citrus reticulata)
Es un excelente ambientador ?usado en un quemador de
esencias? capaz de refrescar el ambiente en las cálidas noches de verano. Tiene
propiedades calmantes, especialmente en un baño. Por su agradable olor, gusta
mucho a los niños.
? MEJORANA (Origanum majorana)
Al ser una planta equilibradora del sistema nervioso
-antiestrés-, podemos olerla aplicándonosla en las sienes en forma de masaje.
También actúa como anafrodisíaco, regulando el apetito sexual. Para ello se
hacen baños en dosis de un 5% diluido con aceite de almendras.
? MENTA (Menta piperita)
Gran poder tonificante. Debe utilizarse siempre en pequeñas
dosis pues su olor es muy potente. Podemos personalizar nuestro aftersun
dotándole de una sensación de frescor si le añadimos tres gotas de menta. Si
tenemos las piernas muy cansadas, podemos darnos un baño de pies en un barreño
lleno de agua a las que añadiremos cinco gotas de menta. Es muy reparador.
? NARANJA (Citrus aurantium)
Excelente calmante del sistema nerviosos debido a su alto
contenido en alcoholes. Resulta ideal para preparar un baño con propiedades
calmantes para los niños, diluyéndolo al 5% con aceite de almendras.
? PACHULI (Pagoslemon patchouli)
No debemos confundirlo con el famoso perfume de los años 70.
Al ser su olor muy penetrante, debe usarse siempre en pequeñas dosis. Tiene
propiedades estimulantes si se aplica sobre la piel. Podemos preparar un baño
energético y afrodisíaco en una proporción del 5% diluido en aceite de
almendras.
? POMELO (Citrus paradisii)
Ayuda a eliminar líquidos y normaliza el cuero cabelludo.
Además, sus efecto energético es muy eficaz en caso de agotamiento, usado en
baños o en masajes.
? ROMERO (Rosmarinus officinalis)
Dice el refranero popular que de las virtudes del romero se
podría escribir un libro entero, pero son especialmente remarcables sus
propiedades tonificantes y circulatorias. No en vano la llaman «la planta de la
alegría». Podemos preparar una loción de masaje energética con aceite de
almendra y un 5% de esencia de romero. Para combatir la caída del cabello se
diluye el aceite esencial de romero al 5% con aceite de almendras y se masajea
el cuero cabelludo antes de lavarlo.