Al principio de
la enseñanza, a la mente racional le resulta difícil entender que el curador de
este ancestral sistema yóguico de sanación, llamado Sat Nam Rasayan, transforma
cualquier conflicto o enfermedad simplemente al mantener estable su espacio de
conciencia mediante la neutralidad, el silencio y la no-distracción. Porque en
este lugar profundo de cada uno de nosotros es donde se encuentra el verdadero
espacio curativo o la capacidad de transformar las tendencias que sostienen la
enfermedad. Sin ellas, la naturaleza evoluciona y se abren las posibilidades de
autosanación.
Como dice Guru Dev, maestro sanador y fundador en el año 1992
de la Escuela Internacional de Sat Nam Rasayan: «La manera más sencilla que
conozco de curar es usar la mente meditativa». Veamos en este artículo cómo cura
este arte de sanación único, que se extiende desde hace más de 20 años como
cauce de agua por todos los lugares del planeta para el servicio y la sanación
de la humanidad, en estos tiempos que vivimos de conflicto, confusión y
enfermedad.
La conciencia del sanador
Esta antiquísima técnica yóguica de curación de origen hindú,
vinculada al kundalini yoga y a las enseñanzas del fallecido maestro Yogi Bhajan,
echó raíces en España en sus inicios de expansión merced a la labor conjunta que
el Dr. Ambrosio Espinosa realizó con Guru Dev Singh para publicar en 1997 el
único manual teórico-práctico existente sobre este arte de sanación, traducido
hoy a todos los idiomas y distribuido por todo el mundo, titulado El arte de
la curación Sat Nam Rasayan, editado por la Fundación de Sat Nam Rasayan.
Las expresión Sat Nam Rasayan quiere decir en sánscrito
«relajación ultraprofunda en la verdadera identidad» y es una antiquísima
técnica de curación yóguica en la que el único instrumento de sanación es la
conciencia del curador. Yogi Bhajan aprendió en silencio, a la manera
tradicional y así transmitió el conocimiento a su discípulo Guru Dev Singh
durante seis años. Un buen día, Bhajan se sentó junto a su alumno y le confesó:
«Sólo existen dos personas en el mundo que conozcan este arte de sanación: tú y
yo, ¿qué pasaría si nos muriésemos mañana?» Y encomendó a Guru Dev la tarea de
crear una escuela y sistematizar un modelo válido para que cualquier persona
aprendiese a curar, además de escribir un manual que recogiese la enseñanza para
que se expandiese por los confines del planeta, ayudando a la sanación de la
humanidad. Y Guru Dev Singh así lo hizo, y continúa haciéndolo desde hace más de
20 años.
Sat Nam Rasayan es un sistema curativo basado en la
no-resistencia, se trata de acceder a un espacio en el que se puede contener
cualquier dolor o sufrimiento. «El dolor aparece en la conciencia como una
frontera, pero detrás de ella nada existe. Por más inmenso que sea el dolor
-continúa Guru Dev-, existe un espacio donde contenerlo. El hecho de no
resistir, modifica la relación y sus elementos. Si atiendes a una persona
enferma, su enfermedad aparece en ti como una sensación; pues bien, si eres
capaz de contener esa sensación sin resistirla, la relación con tu paciente se
modifica y transforma su enfermedad».
Para el Sat Nam Rasayan, la enfermedad se mantiene porque el
enfermo sostiene conflictos de los que no desea desprenderse ya que le dan una
idea de quién es. Mas para el yoga -que busca la unidad con la única verdad que
es el alma- el sufrimiento es ilusión. Interpretamos la realidad y la hacemos
real mediante los procesos de pensamientos, a través de las ideas que tenemos de
las cosas. «Si el hombre entiende por la razón, nunca podrá conocer el
espíritu».
El proceso de diferenciación con la realidad crea una
estructura que sostiene los conflictos y la enfermedad. El enfermo pretende
liberarse de la enfermedad sin renunciar a los conflictos a los que se aferra.
Los conflictos son una respuesta condicionada ante una situación determinada; La
distracción se crearía al identificarnos con ciertos aspectos de la realidad. En
Sat Nam Rasayan, el curador es un «digestor» de los conflictos o de la tendencia
del paciente, que se manifiestan en su conciencia como resistencias. Para curar
no hay reglas, lo que ofrece el sanador es su honradez e impecabilidad, pero no
promete la curación, ya que la certeza previa no existe en ningún sistema
curativo.
Abriendo el Espacio Sensible
«Lo mejor que hicimos y lo que nos llevó más tiempo -explica
Guru Dev Singh- fue crear un nuevo lenguaje que no confluyera con ningún otro
sistema. Se trataba de crear un mapa nuevo; esta tarea nos llevó cinco años y
fue lo más difícil que hemos hecho. Producimos un nuevo lenguaje, tuvimos que
expresar algo que estaba fuera del esquema, algo sencillo que no utilizase
términos médicos, así que todo lo inventamos…» (se ríe a carcajadas)
Para acceder a la conciencia o Espacio Sagrado, como definió
Guru Dev a los espacios indefinidos curativos, creó una escalera o puente de
acceso que llamó espacio sensible. El espacio sensible es la vía para investigar
el universo irracional y acceder a nuestra capacidad de sentir todo lo que
sucede con nuestro ser. El aprendizaje del espacio sensible se practica hasta
que el curador aprende a relacionarse con la realidad «sintiendo cómo ésta se
siente» y practicando la capacidad de permitir todas las sensaciones a la vez,
sin descripción ni interpretación alguna sobre ellas.
Las resistencias son sensaciones de límite que impiden sentir
el espacio sensible con claridad. Ejemplos: pensamientos, fantasías,
imaginación, distracciones, concentración en una sola sensación, la voz mental
repasando lo que sucede, dolores, incertidumbre, ansiedad, visulizaciones? Estas
contracciones hacen que el practicante pierda sensibilidad, pero a la vez son la
llave que abre la puerta de la sanación, si somos capaces de disolverlas hasta
su desaparición. «Si permito mis resistencias ?afirma el manual- los
condicionamientos que las producen se debilitan hasta su desaparición». Esta es
la clave del espacio sensible. Cuando, en la relación con el paciente, el
curador permite las resistencias que aparecen en su espacio sensible, éste se
vuelve más intenso y la sensación de distancia desaparece, y así modifica la
enfermedad. «Cuando no se hace nada con una resistencia, esta se desvanece».
Espacio ecualizado
A este estado alterado de la conciencia, en el que el curador
no se concentra y ofrece un escaso número de proposiciones al evento de su
relación, Guru Dev lo llamó espacio ecualizado y de no-concentración. Consiste
en mantenerse estable en el espacio sensible, entonces todas las sensaciones se
manifiestan a la vez ocupando la totalidad de la conciencia, es reconocer que la
conciencia está en todas partes, que la experiencia está en todas partes. Se ha
producido la fusión en la experiencia del evento, en la que el paciente y su
enfermedad también son una sensación más del presente, del «aquí y ahora». La
conciencia se ha vuelto trascendente. El curador ha accedido a la experiencia
del Espacio Sagrado, una manifestación espiritual que no se puede definir, pero
sí reconocer.
EL Espacio Sagrado y el
estado de Sat Nam Rasayan
El estado de Sat Nam Rasayan es la más elevada experiencia
que se alcanza con este conocimiento y consiste en establecer de manera
equilibrada y consciente la relación con el Espacio Sagrado. «El arte supremo
?asegura Guru Dev- es estabilizar dicho estado durante toda la vida, como lo
hicieron los santos arquetípicos de este sistema». La sanación proviene del
Espacio Sagrado, no de la personalidad del curador ni de su espacio sensible:
«Dios es el que cura -asegura Guru Dev-, lo único que hace el curador es
conectar con Él mediante un lenguaje adecuado que es la neutralidad».
Desde esta consciencia trascendente, las leyes existentes
nada tienen que ver con las que rigen la conciencia cotidiana. Para el nadador,
el concepto de gravedad carece de sentido. Trascender es ir más allá, traspasar
los límites aparentes de un estado. La conciencia trascendente es aquella que
produce cambios en el mundo por el simple hecho de producirlos en sí misma, sin
necesidad de acciones externas. El curador avanzado se funde con la conciencia y
tiene una experiencia de curación. El Espacio Sagrado se caracteriza por su
neutralidad «cuando no propongo nada al objeto con el que me relaciono, se
establece un contacto neutral y el objeto se integra en mi conciencia sin
sensación de diferencia, sin prejuicios».
El sanador experimenta este estado de forma indescriptible
pero concreta, reconoce un «sabor especial», un aroma característico, no sabe
dónde se ubica pero lo experimenta dentro de sí, integrado en su conciencia y
toma conciencia, sin ningún tipo de dudas, de que el proceso de curación se está
dando. Como ya hemos afirmado, el curador transforma la enfermedad al fundirse
con aquello que cura.
Preguntas de los principiantes
sobre el Sat Nam Rasayan
¿Qué enfermedades cura el Sat Nam Rasayan?
El Espacio Sagrado no tiene límites. A lo largo de la
historia la humanidad ha conocido sanaciones asombrosas. Aunque todos seamos
potencialmente capaces de realizar cualquier curación, en la práctica resulta
excepcional conseguirlo. La capacidad de curar con Sat Nam Rasayan está en el
curador, no en el sistema, la efectividad depende de su capacidad para
relacionarse con el Espacio Sagrado. Podemos resolver fácilmente trastornos
funcionales, dolores en general, enfermedades agudas y crónicas también pueden
ser curadas, inflamaciones, reumatismos o tumores de todo tipo, entre otros
procesos.
¿Y cuándo se aplica a la curación de enfermedades graves,
irreversibles o degenerativas como parálisis, malformaciones, amputaciones,
tumores, etc.?
Estos trastornos reflejan conflictos intensos o crónicos cuya
resolución no conlleva necesariamente la regresión de la enfermedad, un curador
muy avanzado podría sanarlo, pero lo habitual es proporcionar una mejoría
general, optimizando el resto de las funciones del enfermo y elevando su estado
de ánimo y su tolerancia, que no es poco.
¿Y con enfermos terminales?
En enfermedades terminales, el Sat Nam Rasayan libera el
miedo a la muerte, evita la ansiedad, ofreciendo paz y suavizando el tránsito de
estos pacientes a otra vida.
¿Qué sucede cuando un sanador después de curar se queda con
la sensación de la enfermedad del paciente con el que ha trabajado?
A esto lo denominamos relación empática y es totalmente
innecesaria. Es una proposición, una tendencia del curador, que trata de
reproducir en él la experiencia del enfermo. Así, ante un paciente angustiado,
el curador será presa de la misma angustia, si es una úlcera le arderá el
estómago, ante un asmático se axfisiará. No hay nada peor que la empatía ?dice
Guru Dev- vas por la calle, te cruzas un depresivo y te deprimes, te vas
identificando con las enfermedades de todo el mundo. Los curadores empáticos
acaban con cara de sufrimiento. En Sat Nam Rasayan, el curador no siente el
conflicto del paciente como un espejo; permite que aparezca como una sensación
global, irracional y sorprendente, sin pretender entenderla. Y, desde luego,
trabajando así no hay “peligro de contagio” para el curador.