Beneficios de las leches vegetales

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    Muchas personas tienen que tomar
    leches vegetales porque tienen intolerancia a la lactosa, el principal hidrato
    de carbono que contiene la leche. También cada día es más común las alergias
    derivadas de la proteína de la leche. A algunas personas, sin tener
    intolerancia, con el paso de los años y al llegar a una edad avanzada, la leche
    les produce trastornos digestivos. La mejor alternativa es el consumo de leches
    vegetales de soja, arroz, avena o almendras.

    La
    más conocida es la leche de soja, que destaca por sus propiedades nutritivas.
    Contiene un 36 por ciento de proteínas, vitaminas A, E y muy poca grasa. Otra de
    las virtudes de la soja es la lecitina, un tipo de fosfolípidos que regula el
    colesterol y es fundamental para la buena salud de las membranas celulares,
    encargadas de decidir qué nutrientes pasan o no al interior de las células.
    Asimismo, si mantienes las membranas celulares en buen estado estarás más
    protegido contra la oxidación celular.

    Otras de las ventajas que tiene la leche
    de soja es que se puede hacer queso, se llama tofu, y en países asiáticos es
    toda una tradición. También fermentando la leche de soja podemos hacer yogur y
    leche fermentada con bacterias lácticas vivas. Si no tenemos intolerancia a la
    leche animal, lo podemos elaborar igual que los yogures convencionales, sólo
    tenemos que sustituir la leche de vaca por leche de soja. En el caso de que
    tengamos intolerancia a la leche animal existen marcas en el mercado que
    contienen fermentos lácticos vivos y están elaborados con leche de soja, por
    consiguiente, podemos elaborar nuestros yogures con materias primas de origen
    vegetal cien por cien.

    La leche de arroz es, seguramente, una de
    las más exquisitas de las leches vegetales. Su sabor es suave y agradable.
    Especialmente recomendado para personas con problemas digestivos. Para las
    embarazadas, tomada muy fría, puede ayudar a controlar las náuseas y vómitos.
    Deportistas, niños y adolescentes se benefician de los hidratos de carbono de la
    leche de arroz. Son carbohidratos de digestión lenta, que van proporcionando
    energía al organismo sin alterar los niveles de glucosa en sangre. Otra ventaja
    de la leche de arroz es que es una bebida hipotensora, gracias a que contiene
    muy poco sodio, pero aporta gran cantidad de potasio.

    En verano podemos congelar la leche de
    arroz, luego la pondremos en un robot de cocina y la batiremos hasta dejarla
    como un granizado, resulta deliciosa y además quita la sed.

    Otra de las leches vegetales más conocidas
    es la de avena. La avena es un cereal muy nutritivo que contiene una importante
    proporción de proteínas y grasas insaturadas, tan necesarias y beneficiosas para
    la salud. Además, destaca su elevado aporte de vitamina B, indispensable para el
    buen funcionamiento del sistema nervioso. La avena tiene un efecto alcalinizante
    en nuestro organismo. Es ideal para tomar entre horas, ya que sacia el hambre y
    no aporta muchas calorías. Esto se debe a que el almidón que contiene se
    transforma en maltodextrina, glucosa y maltosa. Así, el organismo dispone de
    azúcares de absorción lenta, que estimulan la tiroides y proporciona sensación
    de saciedad.

    La
    leche de soja, arroz y avena son las más consumidas,
    pero existen otros muchos ingredientes con los que se puede elaborar leches
    vegetales. En España la más antigua y conocida es la horchata, bebida elaborada
    a base de chufas, agua y azúcar. En Marruecos es típica la leche de almendras.
    En otros países es la leche de coco
    ,
    hay un sinfín de tradiciones con este tipo de licuados por todo el mundo.

    Son exquisitas también las
    leches de avellanas, maíz, cebada o mijo.
    La ventaja de las leches vegetales es que son muy versátiles, podemos tomarlas
    solas, para acompañar el té o el café, endulzarlas, añadirles cacao o cereales
    malteados.

    Como hemos dicho anteriormente se puede
    elaborar yogur y tofu con la leche de soja.

    A la hora de hacer postres, en sustitución
    de la leche de vaca, son perfectas. Se pueden hacer flanes y natillas, la
    ventaja es que podemos cambiar de leche (avena, cebada, soja o arroz), porque
    cada una tiene un sabor y textura diferente. El arroz con leche es exquisito si
    lo elaboramos con este tipo de leches.

    Para los platos salados son igualmente
    beneficiosas. Se puede elaborar salsa bechamel con cualquiera de ellas, eso sí,
    debemos tener en cuenta que cuando elaboremos platos salados, la leche no debe
    estar edulcorada. Para los niños recomiendo muy especialmente los helados
    elaborados con este tipo de leches, necesitaremos una máquina casera de hacer
    helados y un poco de imaginación, o sencillamente sustituir los productos
    lácteos por leches vegetales.

    Que algunas personas no puedan tomar leche
    de origen animal ni sus derivados lácteos, no quiere decir que tengan que
    renunciar a tomar un montón de cosas apetecibles.

    Y para todas aquellas personas que por
    cuestiones de salud, o que sencillamente quieran darle un giro a su forma de
    alimentarse, deben saber que la leche de origen animal puede sustituirse en
    prácticamente todas sus facetas.

    El ser humano es el único animal que
    consume leche de otro animal una vez que ha finalizado el periodo de lactancia.
    Hay numerosos estudios que demuestran que eliminar la leche animal de la dieta
    no supone un riesgo si se sigue una dieta equilibrada.

    La leche es una de las principales fuentes
    de calcio en una alimentación convencional, es bueno saber, que por ejemplo, las
    semillas de sésamo son el alimento que más calcio contiene, más que ningún otro.

    La conservación de las leches vegetales es
    similar a la leche de vaca. Si tomamos las que venden en los comercios y que
    vienen en brick, una vez abiertas se conservan unos cuatro días en la nevera. Si
    las leches vegetales las elaboramos nosotros, su conservación es igual que las
    compradas y la caducidad también.

    Las leches vegetales, en general, si las
    compramos en tiendas especializadas en alimentación natural son de buena
    calidad, y mejor si son procedentes de agricultura ecológica. Algunas, como la
    leche de soja, están de moda y grandes marcas se han lanzado a producirlas, a la
    hora de comprarlas debemos cerciorarnos de que sus materias primas no provengan
    de transgénicos.

    De todas maneras, tenemos la posibilidad
    de hacerlas nosotros mismos fácilmente, la comparación sería muy sencilla, ¿qué
    nos gusta más? Un pastel comprado o uno hecho en casa, el sabor de las leches
    elaboradas en casa es inigualable.