Dormir sobre corrientes de agua subterránea

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    La salud del ser humano no depende tan sólo del alimento que come o del
    aire que respira. En el universo existen energías sutiles en constante
    vibración, que estructuran y animan todos los seres vivos y a la tierra
    misma.

    Las antiguas culturas, Egipcia, China, etc., ya conocían las radiaciones
    emanadas por la tierra. Trabajos recientes han demostrado que recibimos
    constantemente, del centro de la tierra ondas vibratorias, que han podido
    constatarse gracias a sensibles detectores que miden la resistencia eléctrica de
    la piel, siendo variable en función del lugar donde se encuentre.

    Fruto de ello ha nacido una nueva ciencia, la geobiología que estudia los
    efectos sobre la vida de las radiaciones telúricas, corrientes de agua
    subterránea, fallas o fisuras en el terreno, líneas magnéticas (Hartmann o
    Curry), ionización del aire, perturbaciones electromagnéticas, contaminación
    radioactiva, contaminación eléctrica y otras.

    Millones de años de constante evolución, han llevado al ser humano a su
    actual configuración y naturaleza, hace sólo unos pocos miles de años su forma
    de vida era más nómada, buscando sus alimentos de aquí para allá, durmiendo en
    diversos lugares y en diferentes posiciones.

    El cambio de hábitos en estos últimos siglos o milenios, ha llevado al
    ser humano a una nueva forma de vida más social y más sedentaria, viviendo en
    casas durante un largo periodo de años, durmiendo en el mismo lugar y con la
    misma orientación.

    Si el lugar escogido tiene una radiación fuerte, su cuerpo estará
    expuesto a ella unas ocho horas cada día y a lo largo de muchos años. La
    naturaleza de las personas no tolera este exceso de radiación; aunque natural,
    puede ser en casos extremadamente perjudicial si los periodos de exposición son
    prolongados. Su naturaleza se resiente.

    Sabemos de radiaciones tan naturales y necesarias para la vida como las
    del sol (fuente de vida); un exceso de su exposición puede dañarnos seriamente.
    Si lo prolongamos a ocho horas durante varios días puede ser fatal.

    Nuestra salud y nuestro bienestar van a depender por lo tanto de la
    radiación del lugar exacto donde vivimos, sobre todo el lugar donde dormimos o
    trabajamos.

    Los trastornos que puede ocasionar una geopatía van desde el insomnio,
    cansancio al levantarse, dolor de cabeza, dolores reumáticos, cansancio crónico,
    problemas circulatorios y cardiacos, nerviosismo, irritabilidad, estado de ánimo
    depresivo, afectación del sistema de defensas, hasta su influencia en
    enfermedades crónicas, la aparición de un cáncer, esclerosis múltiple o
    leucemia.

    Del estudio realizado por un equipo de médicos, terapeutas y geobiólogos
    durante varios años, hemos podido constatar y comprobar la influencia nociva de
    las radiaciones sobre las personas, confeccionando una estadística de todos los
    casos estudiados, por un lado el médico o terapeuta y por otra parte el
    geobiólogo, coincidiendo en que las personas afectadas por geopatía sus
    dolencias eran más graves cuanto más estaban expuestas a radiación, siendo la
    causa de enfermedad más grave el dormir sobre corrientes de agua subterránea, ya
    que estas pueden llegar a tener un caudal muy considerable, que sumado a
    intersección de líneas Hartmann o Curry aumentan las patologías.

    Por todo ello podemos afirmar que las personas y los animales, en un
    medio sano encuentran su estado normal de salud.

    CONCLUSIÓN:

    Intensidad de radiación x horas de exposición x naturaleza de la
    persona = gravedad de la enfermedad.

    Siendo la causa de enfermedades más graves, el DORMIR SOBRE CORRIENTES DE
    AGUA SUBTERRÁNEA.

    Refuerzan estas conclusiones, el actual seguimiento, investigación y
    estudio que estoy realizando en colaboración con una prestigiosa institución de
    ayuda a enfermos de cáncer; el saber por los estudios geobiológicos realizados
    en sus casas, que una gran mayoría estaban durmiendo sobre corrientes muy
    fuertes de agua subterránea; la naturaleza de las personas, no puede compensar
    el exceso de la exposicón a radiaciones fuertes, afectándole al sistema
    defensivo, dejándole sin defensas y castigando la parte más débil de su
    organismo.

    CONSEJOS:

    – Las radiaciones telúricas, aunque naturales, influyen sobre todos los
    seres vivos y un exceso es perjudicial.

    – Si ha de construir, comprar, cambiar de casa, o si en la que se
    encuentra actualmente usted o algún miembro de la familia tiene molestias o
    enfermedades que no acaban de remitir (crónicas), verifique la calidad biológica
    del lugar, de ello dependerá su calidad de vida y la de su familia.

    – Evitar, aparte de las radiaciones geopatológicas más importantes,
    corrientes de agua, cruces de Hartmann, cruces de Curry, fallas, depósitos
    minerales, que no coincidan con el lugar donde dormimos, trabajamos o
    descansamos durante varias horas al día.

    – Comprobar que nuestra vivienda no tiene tendidos eléctricos de gran
    consumo en la fachada o tendidos eléctricos del alto voltaje cercanos.

    – Alejarnos prudencialmente de: Televisores, pantallas de ordenador,
    radio despertadores, transformadores, etc.

    – Si la vivienda presenta problemas de contaminación eléctrica es
    aconsejable desconectar la instalación eléctrica por la noche.

    – Evitar los materiales de construcción radiactivos y sintéticos en la
    decoración y el vestir, así como sábanas y mantas.

    – Tomando estas precauciones, junto a una alimentación equilibrada y
    sana, practicar una buena respiración y mantener una posición alegre, paciente y
    optimista de la vida, le llevará a vivir muchos años, con una gran calidad de
    vida.