El camino del Zen

    1247

    La meditación (o bien la práctica zen) en la medicina china
    es considerada como una terapia. Esta práctica nos ayuda a descubrirnos a
    nosotros mismos, y a conseguir la tranquilidad, la serenidad, la compresión, la
    tolerancia que ansiamos, a vivir en paz y con felicidad.

    Según
    cada persona el destino y la suerte son diferentes. Hay gente llena de
    obstáculos toda su vida; otra que sube su escalón del triunfo sin esfuerzo;
    también hay personas que saben ser felices aunque su destino sea duro; y un
    último grupo que se queja sin cesar, aunque tienen todo lo que los demás desean.

    ¿Ustedes también se quejan de su destino,
    de su suerte y de sus dificultades? En realidad, el destino está en las manos de
    cada uno. Sólo hay que saber transformar lo malo en bueno, todos podemos ser
    grandes empresarios, todos podemos ser lo que queramos ser.

    El método para cambiar el destino, la
    suerte o la vida, según los grandes maestros de oriente consiste en cuatro
    pasos:

    1. Cambiar nuestro concepto, idea o punto de vista hacia la
    vida.

    Nuestra idea y nuestro punto de vista
    decide nuestra acción, nuestra acción hace nuestra vida y nuestro destino. El
    destino y la suerte es el resultado de nuestra acción, si quieres tener buena
    vida debes tener una idea o un punto de vista correcto hacia la vida. Si
    llenamos de odio el mundo o la vida hasta el límite se convertirá en un
    infierno. Mientras que si tenemos bondad, amor y compresión nos sentiremos
    felices, aunque la vida sea dura se cambiará a una vida mejor. Por eso,
    eliminemos los malos sentimientos, la idea incorrecta, dejar de ser violentos,
    dejar nuestra mala acción y dejar de abandonarnos. Esto hará que nos cambie y
    nos ayude a tener fuerzas, la buena suerte vendrá sin pedirla.

    2. Cambiar nuestra aptitud y nuestra manera de ser.

    Cada uno se enfrenta de distinta manera a
    una misma situación y el resultado también es distinto. La gente avariciosa sólo
    piensa en llenar su bolsillo; por el contrario, la gente humanitaria piensa en
    cómo beneficiar a la sociedad o cómo ayudar a los más necesitados. La gente
    envidiosa se enfada o está amargada todo el día, si bien la gente de gran
    corazón está contenta a menudo. Cada persona se enfrenta a su vida con distinta
    aptitud, se relacionan con distintas amistades y la influencia recibida también
    es diferente.

    3. Cambiar los malos hábitos.

    Los malos hábitos destruyen nuestra vida y
    nuestra felicidad, y además pueden traernos malas consecuencias a nosotros y a
    la siguiente generación. Si tenemos voluntad para eliminar nuestro mal hábito
    podemos llegar a cambiar nuestra vida. Por ejemplo, si tenemos la costumbre de
    calumniar a nuestros vecinos, puede llegar el momento en el que no tengamos
    buena gente a nuestro alrededor. Pero si corregimos este mal hábito, atraeremos
    a buena gente y sanas amistades, que como muy bien sabemos es muy importante en
    nuestra vida.

    4. Mejorar nuestro carácter y personalidad.

    Hoy en día cuando un corazón está enfermo
    se puede hacer un trasplante y vivir con mucha vitalidad. En cambio, si nuestra
    mente está enferma tendremos problemas con nuestra personalidad, habría que
    cambiarla. Si tenemos buen carácter y personalidad, es de lógica que tendremos
    mejor vida y mejor suerte.

    Usemos nuestra inteligencia para
    cambiar nuestra vida a mejor, el camino del zen, un método infalible.

    ? Corregir nuestro concepto,
    nuestra idea

    ? Cambiar nuestra manera de ser

    ? Cambiar nuestros hábitos

    ? Cambiar nuestro carácter y personalidad
     

    Existen muchos métodos para mejorar
    nuestra vida, nuestra suerte. A menudo oímos que hay alguien que dice que no le
    han servido de nada estos métodos. Quizá haya sido demasiado ansioso, para los
    orientales sin duda existe un método infalible es el camino del Zen.

    Zen es la preparación para que conozcamos
    bien nuestro interior, comprendamos la vida y a los demás, para aprender a
    enfrentarnos al miedo, aprender a enfrentarnos con creatividad a los desafíos de
    la vida y alcanzar la meta. La práctica Zen no tiene una técnica ni una
    explicación, es una forma de entender la vida y aprender a amarla. Sabemos que
    la vida es muy profunda y muy misteriosa, es muy posible que tengamos dudas en
    cualquier momento de nuestra vida. La práctica Zen es la mejor respuesta, sin
    duda.

    También si desea estudiar estudios de Feng
    Shui, Chi-kung y Medicina China es imprescindible cuidar y cultivar nuestra
    personalidad y carácter. Hay que ser una persona equilibrada y justa. Para la
    observación del Chi de la naturaleza o de una persona, se necesita equilibrio y
    fuerza mental para que sea correcta y pueda ayudar al prójimo. La práctica Zen
    es el mejor camino.

    La teoría y la práctica Zen no se separa
    nunca, pero Zen según los grandes maestros, es vacío, vaguedad, sencillamente
    dejar nuestros malos sentimientos, nuestras malas acciones y seremos como Buda,
    un ser perfecto. Además hoy en día el estrés, la ansiedad de tener cada vez más,
    etc. nos dificulta conseguir ser un ser perfecto, y el resultado es que tenemos
    cada vez más dificultades en la vida, más infelicidad, etc.

    Hay que tener en cuenta que son nuestra
    mente y nuestro corazón los que hacen que tengamos infelicidad y dificultad en
    la vida. Como en el Zen no hay mucho más que decir, sí podemos usar nuestra
    inteligencia. Además, si practicamos Zen para dejar todos estos malos
    sentimientos y procuráramos ser un ser mejor, quizás por este camino consigamos
    ser más felices y tendremos la vida más fácil. Esto es la misma teoría de la
    «causa» y el «efecto», que no es cuestión de la vida pasada, es la acción de
    esta vida actual, si sembramos bien y actuamos bien en todo momento tendremos
    una buena cosecha.

    Somos los seres más inteligentes del
    mundo, sólo tenemos que usar un poco nuestra inteligencia, conozcámonos como
    somos y mejorará nuestro corazón y nuestra vida. Por último, intentar ser mejor
    persona, por intentarlo no se pierde nada y ganaremos la felicidad en todos los
    aspectos. Hacedlo, no os arrepentiréis.

    La práctica Zen es muy fácil, nos
    relajamos con Zen, pensamos con Zen, soñamos con Zen, Zen es como nuestro espejo
    de la vida. Sin embargo, es un aprendizaje tan profundo, tan misterioso, tan
    maravilloso, que no nos aburriremos nunca, cuanto más practiquemos más felices
    nos sentiremos. Aparte seremos conscientes de la necesidad que tenemos de
    aprender más. Desde aquí podremos ver, día a día, lo maravillosa que es la vida
    y no estaremos solos nunca.