El modelo holográfico del cerebro

    1789

    Nuevo paradigma

    El neurofisiólogo americano Karl Priban, es el autor de la teoría
    holográfica del funcionamiento del cerebro, lo que se ha denominado el
    Modelo Holográfico del Cerebro.
    Los fenómenos de la conciencia tienen conexión directa con el
    principio holográfico. El modelo holográfico del cerebro explica
    los enigmas de la telepatía, la curación a distancia o la clarividencia.
    Todo está en el Todo: no hay aquí ni allá, en una dimensión
    que transciende el espacio y el tiempo
    Según el científico Priban considera que el cerebro funciona como
    una computadora digital, es decir analítica, y como una computadora analógica,
    y holográfica. El aspecto analítico digital del cerebro radica
    en que los datos sensoriales son procesados secuencialmente de acuerdo con un
    conjunto de programas específicos. Al mismo tiempo, Priban argumenta
    que el cerebro es un ordenador holográfico; los datos son procesados
    como un todo, como resultado del acontecimiento sináptico. Esto le permite
    explicar la naturaleza mórfica, gestáltica de toda percepción
    y la habilidad para mantener las capacidades sensoriales a pesar de los graves
    daños que produce el sistema. Epistemológicamente este modelo
    permite prever que el cerebro tenga acceso a un dominio frecuencial holístico
    que trasciende el tiempo y el espacio, lo que nos recuerda las experiencias
    místicas de todas las épocas. Después de veinte años
    de investigaciones, se puede afirmar que el Modelo Holográfico del Cerebro
    se ha convertido ciertamente en un nuevo Paradigma: el Paradigma Holográfico.
    El cual, aunque como toda nueva teoría humana no da respuesta a todos
    los interrogantes, nos ofrece una visión global de la realidad más
    acorde con el desarrollo de la nueva conciencia. Otro éxito asociado
    a este modelo es que ha promovido una reflexión a nivel mundial, respecto
    a la interrelación entre ciencia y religión.
    Modelo Holográfico de los 5 Elementos
    Los kinesiólogos americanos Richard Utt junto con el Dr. Sheldon, fueron
    los pioneros en aplicar la teoría del Holograma a los test musculares
    y a los 5 Elementos de Acupuntura. Los chinos ya habían descrito miles
    de años antes esta teoría: de que cada Elemento contiene la información
    holográfica de los 5 Elementos, es decir el Elemento Pulmón tiene
    su punto fuego, madera, agua, tierra y su punto estacional, el metal.
    Las células de nuestro cuerpo, tienen una memoria celular, que almacena
    todas las experiencias físicas y emocionales de nuestra vida. Así
    los puntos de acupuntura influencian electromagnéticamente a las células
    y estos tienen su propia memoria emocional, química, estructural, etc.
    Cuando equilibramos un punto o meridiano de acupuntura, estamos equilibrando
    a un nivel holográfico.

    La Energía del ocho Tibetano
    La interrelación entre cuerpo y aura: El aura está conectada al
    cuerpo por medio de tres sistemas de energía esenciales: el sistema de
    meridianos de acupuntura, los chakras y las corrientes de energía del
    ocho tibetano. De estos tres sistemas de energía, es el sistema de meridianos
    de acupuntura el que está en contacto más directo con el cuerpo
    físico. Cada músculo y cada órgano del cuerpo tiene una
    conexión directa con un meridiano determinado. La energía “Chi”
    circula por los meridianos y tiene un efecto directo en los procesos fisiológicos
    del cuerpo humano. La acupuntura china equilibra la energía del meridiano
    (y por lo tanto influye en la salud y en el funcionamiento del cuerpo) a través
    de las “Cinco casas de Chi”: puntos de control de los 5 Elementos.
    Los chakras penetran en todos los niveles del cuerpo etérico, desde el
    plano espiritual al físico. Tienen una conexión directa con el
    sistema endocrino y con el sistema nervioso autónomo. Por lo tanto, proporcionan
    un canal de energía cósmica que es transformada en energía
    capaz de influenciar directamente en los procesos fisiológicos del cuerpo.
    La función de cada uno de los siete chakras principales está apoyada
    por dos de los catorce meridianos de acupuntura.
    La energía del Ocho Tibetano fue descubierta antiguamente por curanderos
    del Tíbet. Se trata de una serie de energías que fluyen por el
    cuerpo en forma de un ocho. Se encuentran en la superficie de cada segmento
    del cuerpo (cabeza, tronco y piernas). Los Ochos también se localizan
    en la superficie de la cabeza y en las piernas, dando un total de 12. Además
    hay dos más localizados en la cabeza y en las plantas de los pies, haciendo
    un total de 14 circulaciones de energía del 8 Tibetano.
    Los tres importantes sistemas de energía: chakra, acupuntura y las corrientes
    de energía del 8 Tibetano tienen una matriz tridimensional. Aunque las
    corrientes de energía de los Ochos tibetano no tienen contacto directo
    con el cuerpo, sí tienen contacto con las energías de los chakras
    y de la acupuntura, que tienen un efecto directo en las funciones fisiológicas
    del organismo. Los desequilibrios en los Ochos pueden causar desequilibrios
    en los meridianos y en los chakras, que luego se manifiestan como desordenes
    en el cuerpo físico. La energía del 8, trabaja a un nivel energético
    más sutil, así cuando realizamos una corrección en este
    nivel, cambiamos la energía de los chakras, meridianos y cuerpo físico.
    Las corrientes de energía de los Ochos, se encuentran fuera del cuerpo,
    en los niveles o cuerpos sutiles donde la energía etérea contiene
    una energía vibratoria más alta. Por esta razón, son las
    primeras energías que pierden el equilibrio cuando la fisiología
    del cuerpo se ve alterada. Debido a que estos desórdenes aparecen antes
    de que desórdenes mayores aparezcan en los sistemas de chakras y de acupuntura,
    y mucho antes de que aparezcan los síntomas físicos, los Ochos
    se consideran como un sistema de alerta temprana de las energías del
    cuerpo. Por ejemplo, antes de coger la gripe, no nos sentimos bien del todo,
    aunque aún no aparezcan los síntomas específicos. Si en
    este momento comprobamos la energía de los Ochos, normalmente veremos
    que están desequilibrados. Lo importante es saber que si los equilibramos
    en este momento, entonces no aparecerá más tarde la gripe.
    Cuando las corrientes de los Ochos se encuentran en equilibrio, no fluyen de
    hecho en una sola dirección. Oscilan primero en una dirección
    y luego en otra. Cuando estas energías no están equilibradas,
    dejan de oscilar para pasar a circular en una única dirección.
    Cuanto más grande sea el desequilibrio, más rápido fluye
    la energía en una sola dirección. Basándonos en esta observación,
    es posible utilizar la prueba del test múscular de Kinesiología
    para determinar el desequilibrio y corregirlo.
    En Kinesiología Aplicada, existen dos sistemas de corregir los Ochos.
    Richard Utt descubrió un método alternativo para determinar: primero,
    si existe un desequilibrio en las energías del 8; segundo, si es así,
    qué tipo de desequilibrio; y tercero, cómo corregirlo.
    Cuando el terapeuta toca, desafía el punto de acupuntura 21 del Bazo-Páncreas
    en el costado izquierdo del paciente, y ello causa un cambio en la fuerza del
    músculo indicador, entonces existe un desequilibrio en alguna parte en
    las energías del 8.
    Posteriores investigaciones de Richard Utt revelaron que cada uno de los doce
    meridianos principales se corresponde con uno de los doce Ochos de la cabeza,
    tronco o piernas. También descubrió que los Ochos de encima de
    la cabeza y debajo de los pies están conectados con los meridianos Vaso
    Gobernador y Vaso Concepción.
    Las nuevas investigaciones han demostrado que cada una de las correcciones posibles
    del Ocho corrigen simultáneamente varios aspectos de desorden neurológico
    de la persona, como cambios en el Modo de Andar, Cloacales y hueso Ioides. Esto
    explica porqué al corregir la energía de los Ochos se elimina
    con frecuencia mucha de la confusión del sistema nervioso.