El Poder del Ahora

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    Durante los últimos veinte años de mi vida, he buscado, practicado
    y enseñado a otras personas, un estado de consciencia que podemos llamar
    “Presencia”.
    Buena parte de esa búsqueda se libró en medio de grandes batallas
    con mi propio ego, a la manera del guerrero, por medio de largas meditaciones,
    y ejercicios que requerían aislamiento, concentración y esfuerzo.
    Mientras daba sesiones o dictaba cursos, alcanzaba una fusión con mi ser
    superior, que se desvanecía lentamente al terminar el encuentro. Meditando
    a solas, lograba entrar en el presente, y sentía la Vida danzando silenciosa
    dentro de mi cuerpo. Pero al momento de incorporarme, mi pequeño yo, y
    la voz de su mente, tomaba fácilmente el mando en mis acciones.
    La mente del ego sólo puede crear situaciones que repiten el pasado. Así
    es que, aún habiendo estudiado y practicado gran cantidad de sistemas para
    ver manifestados mis deseos, sólo lograba crear pequeños éxitos.
    Luego continuaba repitiendo escenas y acumulando dolor, ya que creaba desde el
    rincón mental en donde estamos más condicionados.
    En este tiempo, he leído a innumerables autores y maestros que hablaban
    acerca de la importancia del Ahora, y de entrar en el presente, único puente
    hacia la propia esencia.
    En febrero pasado, en el bello marco del Lago de Horta, en Italia, tuve la oportunidad
    de tomar un retiro con Eckhart Tolle.
    Había leído su libro por primera vez. Y había tomado un seminario
    con Marina Borruso, que lleva tres años estudiando con Tolle, y que organizaba
    el retiro en Italia.
    Sumergirme en la mirada de Tolle fue una hermosa experiencia, algo así
    como un despertar de la alegría, en la presencia de alguien completamente
    transparente, un ser que deja pasar la energía a través de él,
    sin poner nada personal.
    Su libro, El Poder del Ahora, está cargado de Presencia. Cuando llega a
    las manos, suele permanecer un tiempo a la espera de ser leído, hasta que
    la resistencia del ego se ablande. Si es leído varias veces, su caudal
    de sentido se torna más profundo en cada ocasión.
    Es un libro semilla, que atesora energía detrás de las palabras.
    Su lectura transforma, de manera que no somos la misma persona después
    de leerlo.
    En este momento es el quinto libro más leído en el mundo, noticia
    que no mencionan los telediarios, y que habla del acelerado despertar de la consciencia.
    El Poder del Ahora resume, con palabras sencillas, la enseñanza raíz
    de la antigua sabiduría sobre la iluminación. Se detiene a describir
    la enfermedad mayor de nuestro tiempo, el apego al pensamiento, y a través
    de sus capítulos, entrega pautas para su liberación.
    La medicina para este mal del alma que puede, librado a su propia inercia, acabar
    físicamente con la humanidad, es la inmersión en el Ahora.
    El autor desarma, con una lógica profunda y compasiva, los montajes escénicos
    de la mente pensante, y describe diversos portales al estado de Presencia. Señala
    al pensamiento compulsivo como el mayor obstáculo a la Iluminación,
    que es la unión consciente con el Ser.
    Practicando la enseñanza de Tolle, toda mi vida ha comenzado a cambiar,
    muy rápidamente. Este cambio deviene de lo que llamo “navegar el
    ahora”, un estado de rendición a lo que hay, que se incrementa con
    la insistencia, y que abre paso a nuevas oportunidades, en todos los terrenos.
    A medida que me mantengo cotidianamente en el ahora, acepto con dulzura todo aquello
    que en este momento soy, sin poner ni quitar nada.
    No tengo que esperar para alcanzar alguna meta en el futuro que me traiga la felicidad,
    ya que la felicidad está aquí mismo, tanto dentro como fuera de
    mí, y noto que todo depende de hacia dónde dirijo mi consciencia.
    No necesito salir corriendo cuando alguien muy querido me expresa su dolor o me
    pasa factura sobre mis acciones. Comprendo que la frialdad y la crueldad son el
    resultado de no poder hacerse cargo del propio mundo emocional herido, de lo que
    Tolle llama, el “cuerpo de dolor”.
    En el ahora podemos liberar al otro de nuestro pre-juicio, esto produce verdaderos
    milagros en nuestras relaciones.
    La mirada emerge de una consciencia espacio, de una mente silenciosa que no pone
    etiquetas a los otros, a nosotros mismos, o a lo que ocurre a nuestro alrededor.
    Esta actitud de apertura da paso a la energía Inteligente que, sin nuestra
    resistencia, organiza todo en formas asombrosas.
    El libro de Tolle es un libro maestro. Se expande imparablemente. Es emisario
    del nacimiento de una masa crítica de consciencias presentes, la medicina
    de la cordura y la paz para la Tierra.
    Abre las puertas del final del sufrimiento, del final de la búsqueda, y
    del encuentro con la Fuente de vida, no en el futuro, sino aquí, en este
    momento, en el propio cuerpo, en el Ahora.