El sueño de una ecoaldea alternativa

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    Muchos quieren vivir en el campo.
    Buscar un bello y atractivo lugar silvestre, con las suficientes «comodidades»
    puede ser costoso, hasta que uno tiene la suerte de dar con uno de estos
    paraísos donde se piden candidatos para habitarlo. Tal es el caso de la aldea
    alternativa, un lugar de amenos prados, bosques y montañas, atravesado por un
    riachuelo, que linda la propiedad de la asociación sin ánimo de lucro que la
    gestiona.

    La
    ecoaldea, de reciente adquisición, está buscando personas que realmente amen la
    naturaleza y quieran vivir en ella, o que pasen temporadas, y ello únicamente a
    cambio de su trabajo: una aportación personal menos agotadora y no tan
    prolongada que la que sufrimos en la ciudad.

    Diríase que es una utopía si alguien nos
    cuenta que existe un lugar donde puede elegir su modo de vida, y ser uno dueño
    hasta cierto punto de lo que se decide, ser el propio guía y responsable; un
    espacio donde se considera que
    la
    realización como persona es lo fundamental
    .
    Pero tal es el caso de este proyecto ya en marcha que, no por ser joven en su
    realización -y por ello con la ventaja de ser receptivo a los cambios que añadan
    quienes se incorporen-, carece de un diseño muy estudiado.

    Se trata de un espacio libre, donde no hay
    que aparentar, una pequeña comunidad sin pre-establecimientos culturales, exenta
    de prejuicios sociales o económicos, todo en un entorno natural, donde el
    trabajo se convierte en actividad también natural. Es un ámbito de recreación en
    que el candidato a participar en su desarrollo se siente rodeado de gente
    bastante afín y donde las decisiones se toman por consenso, así como el modo de
    vida, la generación de recursos y su redistribución.

    Pero ese lugar existe. Y si llegamos allí,
    encontraremos un asentamiento singular, a 30 minutos a pie desde el pueblo de
    Cuevas del Valle, en Ávila, en una de las estribaciones del Parque Regional de
    la Sierra de Gredos. La
    aldea
    alternativa
    se presenta en medio de
    un bosque frondoso sin deteriorar en lo más mínimo, lindando la finca un arroyo
    rumoroso con grandes pozas y un caudal de agua más que suficiente, durante todo
    el año, incluido el verano.

    Gran parte de los antiguos terrenos
    ocupados por bosques se encuentran cubiertos actualmente por especies leñosas,
    entre las que predomina el piorno, leguminosa muy frecuente en estos bellos
    parajes serranos. Por estas serranías también se pueden contemplar ciervos.

    Nos sentamos en un precioso prado junto a
    los miembros de la cooperativa, en el suelo, tranquilamente. No son hippies, son
    personas que pudiendo vivir en el sistema, han decidido que no sirve para lo que
    importa: la felicidad. Nos saludan Lourdes, Alejandro, Álvaro, Alberto, Isidro,
    y después de las agradables presentaciones, les preguntamos por este pacífico
    asentamiento.

    Esto es una aldea alternativa,
    un proyecto cultural
    -nos dice Isidro, el primer ideador-, que estamos avanzando paso a paso, ahora
    con la reciente creación de la cooperativa agrícola eco-sustentable. Tiene mucho
    logrado ya, y otros elementos que están en fase de desarrollo.

    Como ves -dice Alberto-, aquí pueden
    hacerse toda clase de excursiones por la ladera sur de Sierra de Gredos, es
    decir, la que comprende el Valle del Tiétar. Su situación geográfica, unida al
    clima, permite la existencia de una rica e importante flora y vegetación, que es
    una maravilla. La diferencia de altitud crea una serie de ecosistemas bien
    diferenciados entre sí, encontrándose desde el típicamente mediterráneo del
    valle, hasta el alpino de las altas cumbres de Gredos.

    Actualmente hay dos casas viejas por
    restaurar -dice Lourdes-, pero ya tenemos albañil y dinero para pagarle. Ahora
    solo faltan candidatos para crear la zona agrícola, cuyos productos serán «la
    cesta», que así la llamamos, que abastecerá a los habitantes de la ecoaldea y a
    las necesidades económicas de ésta. Todo ello se sustentará con la venta de
    productos agrícolas de la tierra, de gran calidad, y con las actividades
    lúdicas, culturales y de formación que tenemos proyectadas hacer.

    Me dicen que destacarían los proyectos
    alternativos en temas energéticos y constructivos. Al respecto, aldea
    alternativa tiene planificados proyectos de construcción, siempre bajo el prisma
    de la
    arquitectura sostenible y
    la utilización de energías limpias
    .
    Nos hablan de las aulas de naturaleza, y que por ellas entienden: «toda aquella
    actividad de carácter educativo y eco-cultural, que tiene como eje principal la
    naturaleza y el desarrollo sostenible» Pero contemplan, no sólo el aspecto
    biológico del medio, sino además su aspecto psicosocial. Más tarde me lo
    concretarían.

    En las aulas -tercia Álvaro- habrá
    actividades de reconocimiento de especies de la zona: flora y fauna, actividades
    de recuperación de especies en vías de extinción, actividades de reciclaje y
    reutilización, actividades físicas en el medio natural; siempre con el bajo
    impacto ambiental como premisa.

    Es que el lugar es muy bello. Por encima
    de los 1.800 metros -dice Lourdes- ya no existen masas boscosas, y se va
    produciendo un progresivo dominio de la roca desnuda. Aparecen matorrales,
    piornales, enebros, rastreros, que se refugian preferentemente en cornisas y
    crestas, es abundante la vegetación de roquedos, integrada por comunidades que
    viven en barranqueras y grietas del abundante granito.

    La ilusión se les ve en los ojos. Me
    hablan de la historia geológica de Gredos, que puede iniciarse en la Era
    Primaria o Paleozoica, cuando tuvieron lugar los primeros plegamientos
    hercínicos. La Sierra de Gredos comienza, por el Este, en la provincia de Ávila,
    en el cerro de Guisando, de 1.303 metros; y siguiendo la dirección Este, N.E./O-Sur
    Oeste, va a terminar, unos 140 Kilómetros más allá, en el valle del Río Alagón,
    en Salamanca.

    Podríamos hablar del programa de educación
    sostenible del ocio. Dentro de él nos encontramos con actividades que también
    utilizan el medio natural global como premisa fundamental, y podrían destacarse
    las actividades de dramatización y expresión corporal, malabares, teatro, las
    actividades de ciclo vital y salud? taichí, yoga, nutrición. También está la
    huerta ecológica y de investigación
    sostenible.

    Hay trabajo por delante -dice Lourdes
    risueña y alegre-, pero se trabaja como se juega, así de divertido. Y yo
    destacaría pues la fauna, que constituye un atractivo más de la Sierra de Gredos.
    Tanto en ésta como en su bello entorno existe una gran variedad de especies
    animales, algunas de ellas de indudable interés por su rareza o belleza.

    A fin de darse a conocer, la ecoaldea
    trata de obtener cualquier medio de comunicación o soporte audiovisual, para
    extender lo que queremos decir, con publicaciones, conferencias, cursos
    específicos y seminarios referidos en el entorno de la eco-cultura. Contemplan
    también para el futuro la presentación de libros y publicaciones, así como la
    creación de una revista, en un principio, virtual.

    Su ilusión es grande, y mientras les
    escucho, por un momento de emoción recuerdo mi llegada la noche anterior,
    cuajada de tantas estrellas y ¡tan brillantes!, que tapizaban el cielo por
    entero, una belleza que no se ve en modo alguno en ninguna ciudad. Al llegar, me
    llegó la voz entre lúgubre y melodiosa del cárabo, siempre invitadora a una
    especie de retorno a lo salvaje. Me han dicho que hay águila real y águila
    culebrera, pero ellos, a carretadas, siguen hablándome de sus proyectos.

    La lista de proyectos en ciernes es muy
    larga. Lo que ya está creado es parte del fondo monetario, la cooperativa, la
    posesión del lugar, y el resto está por desarrollarse, de ahí la necesidad de
    candidatos. Pero avanzan a buen ritmo.

    Me hablan de actividades de atención a la
    diversidad para discapacitados sensoriales y motrices, y de comenzar con
    personas ciegas y/o con cierta falta de visión como fase de inicio, y con
    personas con síndrome de Down, pasando posteriormente a otros sectores de la
    educación especial como gente en sillas de ruedas, hipo acústicos y otros
    sectores desfavorecidos.

    Al respecto, distinguimos entre dos tipos
    de actividades. Por un lado aquellas para grupos especiales de personas con
    algún tipo de discapacidad o característica especial. Y por otro, aquellas en
    las que la integración y normalización de estas personas se consigue por el
    trabajo conjunto con el resto de personas.

    Las actividades y programas son a largo
    plazo. De esta forma aldea alternativa tratará de dar continuidad y crecimiento
    a su proyecto eco-cultural, y, previendo el éxito, éste se proyectará a otros
    ámbitos externos de aldea alternativa, ya sea regional, nacional e
    internacional.

    Un arrendajo pasa por encima de nuestras
    cabezas, lanzando su graznido áspero que no deja de proporcionar una nota
    silvestre muy agradable. Aprovecha Alberto para contarme que en este mismo
    invierno, hace pocos meses, una hermosa ardilla roja se comió todas las castañas
    de la despensa. «Habrá que protegerla más?, ¡a la ardilla, me refiero!», ríe
    este amante de los animales. Pero vuelven a explicar las posibilidades de
    expansión contempladas para la ecoaldea: Se llegaría a colaboraciones con
    universidades nacionales e internacionales para el estudio y desarrollo de
    proyectos medio-ambientales y humanísticos. También encuentros, ponencias y
    simposios, para así conocer y contrastar proyectos de otras asociaciones y
    colectivos, y dar a conocer nuestra forma de trabajo y la puesta en práctica de
    este proyecto.

    Así viven, y así son, los integrantes de
    este proyecto naturalista, naturista y eco-cultural, que nos han dado sus
    coordenadas para saber de sus actividades y desarrollo.