Poner en marcha las funciones
orgánicas y potenciar el poder de autocuración que poseemos, además de alcanzar
un estado de relajación plena y total, son sólo algunos de los beneficios que
las técnicas reflejas, principalmente la Reflexología, consiguen aportar al
paciente que las recibe
Isabel Pérez Broncano es
Reflexóloga Integral y está considerada como una profesional importante dentro
del mundo de las reflexologías. Comienza su formación terapéutica en el año 1987
y lo hace formándose en Naturopatía Clásica, Reflexoterapia Podal y Técnica
Metamórfica. Posteriormente, lo hizo en Naturopatía Energética, Terapia Gestalt,
Hipnosis Clínica, Psicoanalogía, etc. Todo ello, con el propósito de poder
ofrecer en su consulta la posibilidad de un tratamiento integral, ya que, para
ella, el ser humano no es un conjunto de partes o un cuerpo separado del alma;
para Isabel, es un Todo y así es como ella lo trata. Esto mismo transmite en sus
cursos de formación a los futuros profesionales.
Pregunta: ¿Qué son las Técnicas Reflejas?
Respuesta: Las
Técnicas Reflejas o Reflexologías estudian la fisiología de los reflejos
corporales y tratan los puntos reflejos de las diferentes zonas del cuerpo con
digitopresión.
Son el arte de encontrar reflejado en una
zona pequeña del organismo la totalidad de éste, logrando que se comuniquen en
su propio lenguaje. De esta manera, se provoca la ruptura de patrones de tensión
que pueden llevar a la persona a la enfermedad.
Estas técnicas se utilizan aplicando
presiones en diferentes áreas de los pies, el rostro, las manos, las orejas,
etc. Son específicas para desbloquear, eliminar tensiones y poner en marcha el
propio mecanismo de autocuración que todo ser humano posee en su interior.
Relajación
P: ¿Cuáles son las Técnicas Reflejas más importantes desde tu
punto de vista?
R: Para mí todas
las técnicas reflejas son importantes, tanto el Shiatsu, el Su Jok, la
Reflexoterapia Podal y Facial, la Técnica Metamórfica, la Auriculoterapia, la
Acupuntura, etc.
Sin embargo, yo me identifico más con la
Reflexoterapia Podal y con la Técnica Metamórfica, que son las que desde el
comienzo me «enamoraron» profesionalmente hablando. De la Podal me atrajo la
capacidad de relajación que provocaba en las personas tratadas y en mí misma
mientras trabajo como terapeuta; sus resultados me siguen sorprendiendo cada día
gratamente. Es una terapia hecha a mi medida, no me cuesta ningún esfuerzo
aplicarla. Hoy en día, puedo asegurar que beneficia también a quien la realiza,
si es capaz de llevarla a cabo de una forma fluida y sin tensiones.
La Técnica Metamórfica? «Me encontró Ella
a mí». Practicaba ya la Reflexoterapia Podal y alguien me habló de sus virtudes,
de cómo ayudaba a desbloquear conflictos que ocurrieron en la etapa en que uno
fue gestado. Me la trajeron en bandeja de plata a casa, la probé en mí y,
enseguida, empecé a aplicarla en otros, obteniendo cambios y respuestas muy
diferentes en cada persona tratada.
P: ¿Para qué sirven estas técnicas?
R: Todas las
técnicas reflejas tienen en común la capacidad de poner en marcha las funciones
orgánicas y potenciar el poder de autocuración que todos poseemos. Equilibran en
todos los planos: físico, energético y espiritual.
Estas técnicas son, sin duda, un
tratamiento en sí mismas y un complemento de gran ayuda para otros muchos
tratamientos, tanto médicos como terapéuticos.
La Reflexoterapia Podal por sí misma es un
gran tratamiento y complementa los tratamientos psicológicos, las depuraciones,
potencia las dietas de adelgazamiento, etc.
De la Técnica Metamórfica, algo importante
a destacar como terapia complementaria, es la capacidad de potenciar y agilizar
los tratamientos psicoterapéuticos.
P: ¿Qué benéficos se puede obtener con la Reflexología Podal?
R: La
Reflexoterapia da excelentes resultados y con una buena preparación y con el
apoyo de grandes conocimientos es un tratamiento extraordinario.
El primer beneficio es la gran capacidad
de relajación tan profunda a la que lleva a la persona tratada. Equilibra la
Energía Vital y, como consecuencia, todo el sistema óseo y aparato urinario se
beneficia por la relación existente entre ellos. Libera de tensiones físicas y
psicológicas, por la relación del hígado con el sistema nervioso. Depura de
toxicidaddel organismo, haciendo que el torrente sanguíneo sea fluido. Regula la
digestión equilibrando el páncreas, responsable de la capacidad de disfrutar de
la dulzura de la vida. Libera los pulmones y el intestino grueso, mejorando las
funciones respiratoria y excretora, ayudando a que la persona se libere de sus
apegos. Desbloquea en profundidad la columna vertebral y, como consecuencia,
todo el sistema nervioso y muscular, llevando a veces a la persona a vivir
experiencias increibles.
P: ¿Cuáles deberían ser las cualidades de un buen
reflexoterapeuta?
R: Desde mi punto de vista, es muy importante en
cualquier disciplina humanista la vocación y los valores personales; la
predisposición del profesional es fundamental, ya que se considera que un
porcentaje elevadísimo del éxito del tratamiento va a depender de la confianza
que el terapeuta sea capaz de transmitirle al paciente.
Seguridad al paciente
Un terapeuta amoroso, sensible, empático,
generoso, positivo, prudente y que tenga autoridad en la materia que trata, dará
desde el primer momento un grado de seguridad al paciente que, sin duda, éste
agradecerá.
Damos, por descontado, que es
importantísimo que tenga una gran formación y, si esta es integral, pues mejor
que mejor.
Algo que para mí es fundamental es la
humildad. Ésta ha de estar permanentemente presente en la terapia. Saber que es
el paciente y su capacidad de autosanación la que realmente hace posible que el
tratamiento sea exitoso. Algo tan sencillo y a veces tan difícil para los seres
humanos como confiar en la Fuerza Vital y en la Energía Sanadora y estar
satisfecho de ejercer como instrumento, como catalizador, como ayudante de esa
energía.
P: ¿Lleva mucho tiempo aprender a ser un buen
reflexoterapeuta?
R: Sin duda
requiere una buena preparación y dependiendo de lo que quieran abarcar con los
tratamientos que realicen. De ello va a depender la cantidad de tiempo y la
diversa formación que necesiten.
Yo imparto en ranvvai cursos básicos para
los que se quieren iniciar y entrar en contacto con la Reflexoterapia. Sin
embargo, a tu pregunta: para ser un buen reflexólogo te diré que tenemos cursos
para profesionales con un año de duración, con el que se puede comenzar a
trabajar con la garantía de poder realizar un buen tratamiento. Si a esto le
sumas el hacer cursos posgrado, supervisiones etc., la formación será mas
completa, sin duda, y tanto el profesional como el paciente lo notarán. Aun en
posturas diferentes, los dos sentirán más seguridad y notarán mejores
resultados.
Yo recomiendo expresamente, como parte de
la formación terapéutica, recibir personalmente tratamientos aplicados por
grandes profesionales. Primero para estar bien, ya que esta es una condición
indispensable para tratar a otros y, segundo, para seguir aprendiendo de los que
tienen gran experiencia. Aunque esto suponga una inversión de tiempo y de
dinero, yo creo que bien vale la pena.
P: ¿Quién puede recibir una Terapia Refleja?
R: Puede recibir
Reflexoterapia cualquiera, un niño, un anciano, un adolescente, cualquier
persona con cualquier problema: degenerativo, inflamatorio, psicosomático,
orgánico, psicológico, funciona tanto en problemas agudos como en problemas
crónicos y tiene poquísimas y claras contraindicaciones.
No se puede olvidar como terapia
preventiva de enfermedades. Hay que destacar mucho su gran capacidad de relajar
el cuerpo y la mente, lo que la hace una terapia muy de actualidad por ser la
relajación, o mejor dicho, la dificultad para relajarse que padecen muchas
personas, un grave problema que tiene manifestaciones muy diversas.
P: ¿Qué recomiendas a alguien que quiera trabajar como
reflexólogo?
R: Que se lea
despacito y de forma muy consciente esta entrevista y todo lo que encuentre
relacionado con las Reflexologías, que le merezca confianza.
Bueno y también, que si necesita más
información y le gustaría o cree que yo se la puedo dar, que no dude en
llamarme. Seguramente no le pueda atender al instante porque esté en consulta o
impartiendo clase, pero le responderé con gusto en cuanto tenga un huequecito.
Buen día para todos y recuerden: «El
Maestro aparece cuando el alumno está preparado».