El doctor Pedro
Guillén es una eminencia en cirugía de rodilla y un experto en lesiones
deportivas. Nació en Murcia y desde pequeño tuvo claro que quería ser médico.
Uno de los mayores atractivos que tiene para él tratar a estrellas del mundo del
deporte es la posibilidad de conocer todo tipo de lesiones deportivas y
curarlas. Este año ha tenido el privilegio de ser candidato al Premio Príncipe
de Asturias. También es Catedrático Extraordinario de Traumatología del Deporte
por la Universidad de Murcia, Doctor en Medicina por la U.C.M. y Premio Nacional
de Investigación en Medicina del Deporte por la Universidad de Oviedo.
El doctor Pedro Guillén tiene una pasión y
motivos de sobra para estar orgulloso. Su pasión se llama Traumatología y es
para estar más que orgulloso tener tres hijas como las suyas: Pilar, Marta e
Isabel que además han seguido sus pasos. Pilar es directora general de la
Clínica Cemtro, donde trabaja como traumatólogo el doctor Guillén y Marta e
Isabel también son traumatólogos en esta misma clínica.
Entre todos los reconocimientos que ha
recibido hasta el momento, el doctor Pedro Guillén habla especialmente de su
investidura como Doctor Honoris Causa en la Universidad Católica San Antonio y
de la Real Academia de Santander, «que fue quien confió en mí» para proponerle
como candidato al Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y
Técnica. Este médico murciano tiene una vocación que fluye como una fuente
inagotable, siempre ha trabajado duro, empezaba a las siete de la mañana y
acababa de madrugada; y hoy por hoy sigue preocupándose por el paciente como al
principio, se entusiasma con su trabajo y además confía en que los progresos en
medicina deportiva van a desembocar en que el paciente sea atendido inluso «en
el campo de batalla».
Pregunta: ¿ Qué papel tiene el médico en
la sociedad?
Respuesta:
El médico es el único científico asequible del siglo XXI, pero inevitablemente
asequible. Einstein descubrió varias cosas pero desde su laboratorio. El enfermo
tiene que estar equidistante del médico y del investigador.
P: ¿ Cómo surgió en usted la vocación?
R: Mi padre
era un gran hombre y yo digo con cariño que tenía faltas de ortografía. Él y mi
madre eran dos trabajadores de la huerta de Murcia. A mí me gustaba mucho
estudiar. La primera vez que vi al médico de Archena (Murcia) me quedé
impresionado porque me di cuenta de que la gente le respetaba y le quería.
Entonces pensé que quería ser médico como aquel hombre. Se llamaba don Pedro, le
llamaban don Pedro «el mayor», a mí me conocían como Pedro «el joven». Decían de
don Pedro «el mayor» que tenía muy buen ojo clínico, mucha suerte para acertar
los diagnósticos; pero ha pasado el tiempo y yo pienso ahora que le sobraba
inteligencia y cuando sobra talento se confunde con la suerte.
En realidad la suerte se compra con horas
de trabajo, no conozco otra forma de comprarla. Ese médico estaba en el
balneario de Archena y yo iba temprano, era estudiante del último año. Él era
médico de asistencia pública domiciliaria y otorrino, un hombre preparado.
P: ¿Por qué le gusta tanto el mundo de las lesiones
deportivas?
R: Yo tengo
una meniscoteca, es la única que existe en el mundo. Son meniscos metidos en
metacrilato con iniciales que explican qué parte del menisco es, número de
historia, etc. Una lesión típica del deporte no es el menisco, sí lo es un
músculo roto. Normalmente cuando hay partido quienes no juegan en España no es
por una fractura. Unos cuatro o cinco puede ser por una rotura de un menisco; de
un ligamento cruzado anterior, dos jugadores; pero por una rotura muscular,
decenas y decenas. Luego, la lesión típica del deporte es la que acaece en la
actividad física reglada.
Esta meniscoteca tiene más de 200
ejemplares y no son importantes por el nombre del dueño, Arconada por ejemplo
(gran jugador), sino porque su rotura era importante para mí, para explicarme el
mecanismo lesional, la sintomatología y todo lo que yo hacía. En un principio
quitábamos el menisco entero, luego medio menisco y luego ya un trocito nada
más.
En España la artroscopia entra de manos de
un reumatólogo y yo, de forma cariñosa, le robo el aparato (risas). Descubrí que
la artroscopia era una lente que yo introducía en una cavidad y que podía mirar
y verla, es la visión de una cavidad. El ser humano siempre tiene cavidades
naturales y para ver lo que hay en su interior ha introducido tubitos con luz
por la nariz (rinoscopia), ha realizado rectoscopias, esofagoscopia,
gastroscopias, etc. El médico ha intentado ver qué había en esa cavidad, que
estaba sangrando, que estaba infectada, que estaba rota… Podía tener una
visión directa. Aprovechando las entradas naturales se hace la endoscopia. El
primer sitio donde se utilizó fue a través de la uretra para ver la vejiga. A un
japonés se le ocurrió usar ese tubito para ver la rodilla. Pero el primero fue
un cistoscopio (endoscopio para explorar la superficie interior de la vejiga de
la orina), no un artroscopio.
Al ver el interior de la rodilla veías que
sólo haciendo unos agujeritos al paciente, éste se podía ir a casa y le habías
hecho el diagnóstico. Con el paso del tiempo, inlcluso la cirugía. Convertías en
una cirugía mínimamente invasiva lo que antes era abrir la rodilla. Hay quien
decía: «Pero Pedro ¿por qué te empeñas en mirar por el ojo de la cerradura
pudiendo abrir la puerta?». Aquellos hombres que me criticaron perdieron el tren
de la historia porque la cirugía tiene que llevar a la técnica semi-pasiva, el
ser humano tiene que ser intervenido en un segmento roto sin necesidad de parar
el motor del hombre. Eso es a lo que yo creo que se llegará.
Hoy en día el que no haga la cirugía
mínimamente invasiva no llega a nada (ni en abdomen, ni en vesícula, ni en
pulmón…). Aún hay quien te quita la vesícula abriéndote la tripa, pero debes
ir a aquel que te la quita con un tubo y te lo resuelve bien, porque de este
modo te puedes ir a tu casa al ratito y tienes menos complicaciones.
El estudio de los meniscos me hizo a mí
crear el término de la «genufonía», «genu» es rodilla y «-fonía», sonidos,
lenguaje. Y es que la rodilla tiene su lenguaje. Con este término ingresé yo en
la Real Academia Nacional de Medicina.
P: ¿ En qué consiste la «genufonía»?
R: Cada
órgano tiene su lenguaje, lo que hay que hacer es saberlo interpretar. Por
ejemplo, cuando alguien se pone amarillo se le dice que tiene mal el hígado,
este órgano ha hecho su expresión externa, baña a la persona de bilirrubina y
así se pone amarillo. Cada órgano tiene su expresión, el problema es saberlo
entender. Por ejemplo, si el paciente explica que «la rodilla se me fue» y está
hinchada, se toca y sale sangre, piensas que algo se ha roto. El paciente te
explica que la rodilla se le «ha quedado bloqueada» y que además le duele,
empiezas a atar cabos y finalmente vas sacando las conclusiones. Por eso surgió
el término de «genufonía» porque con lo que el paciente me iba contando yo iba
montando el rompecabezas. Yo le saco los sonidos mudos al paciente, por ejemplo
si le tocas la rodilla y exclama un «¡Ay!». Entre lo que ha contado que tiene y
las palabras que yo soy capaz de sacarle, ya sólo me faltaría hacerle una
radiografía o una resonancia. Es como una trilogía y para llegar a este
diagnóstico yo debía tener en cuenta los tres pasos, si bien no simepre hay que
hacer una resonancia. Si dedicas tiempo y cariño al paciente no te va a exigir
que le hagas una resonancia.
Se encarece la medicina si no se dedica
tiempo al paciente. Este lenguaje de la genufonía o de la artrofonía (si es de
la articulación), lo tiene cada órgano de nuestro cuerpo.
Pregunta: ¿Cuáles son las lesiones más
típicas en el deporte?
Respuesta:
Lo relacionado con el músculo, una tendinitis, un esguince de tobillo. Porque un
esguince se produce cuando estresas el sistema y éste se rompe parcial o
totalmente. El esguince prejuzga lesión articular. La articulación no sufre más
que de esguinces, roturas o luxaciones. Cuando oigo decir que ha tenido una
distensión en el tobillo, eso es una barbaridad. Te está indicando ya que tienes
que añadir una palabra, en tendón o músculo. El esguince es la modificación de
una articulación que ha cedido a un estrés o a un golpe y puede haberse roto. El
esguince de la articulación sí que es típico del deporte, de tobillo sobre todo.
P: ¿Existe algún remedio para aliviar el
dolor de los esguinces de tobillo mejor que la infiltración con procaína con o
sin epinefrina?
R: La
academia americana de Estados Unidos exigió a los médicos del deporte que
clasificaran los esguinces. Cualquier clasificación que se haga tiene sus
defectos, pero también sus virtudes. Cuando un jugador de la NBA se caía y le
atendía un médico, éste decía que el jugador tenía un esguince, pero que con un
método que él iba a usar se iba a curar en no sé cuántas semanas. Ese médico se
llenaba de enfermos. Luego vieron que cada esguince requería un tiempo de
curación y le obligaron a que dijera el tipo, grado uno, dos ó tres. Porque el
de grado uno puede jugar el fin de semana, el del grado dos, en tres semanas; y
el del grado tres, en seis semanas. Pero ningún médico tiene una actitud
milagrera para que el que tiene el grado tres juegue el próximo fin de semana,
eso es imposible.
El deporte es fuente de patologías, el
alma del deporte es la competición, el alma del médico es el paciente. El juego
del deportista es la competición, el entrenamiento no cuenta. El esguince es una
lesión benigna, siempre y cuando no esté roto el cruzado anterior. Es lo que
separa un esguince benigno o maligno en la rodilla, que esté roto el ligamento
cruzado anterior.
P: ¿ Son más frecuentes las lesiones
deportivas en las mujeres?
R: Hoy he
operado tres ligamentos cruzados, dos son mujeres y el otro un hombre. Yo vengo
diciendo que es más frecuente en la mujer que en el hombre. Es por el tiempo que
están alejados de la práctica del deporte. Se obtienen buenos resultados en
general. Lo que pasa es que se apartan muchos meses de su actividad. Lo que
estamos haciendo ahora es sustituir el cruzado anterior por un tendón, para mí
es una chapuza. Da muy buen resultado, pero tenemos que hacerlo mejor. Tenemos
que reparar los tejidos «in situ».
Los tejidos articulares seguirán viviendo
a pesar de las lesiones. Porque tus propias células cultivadas te van a reparar
la lesión que tú tienes. Pero no a pesar del tiempo, siempre los tejidos han de
perecer. En la Clínica Cemtro usamos el término «células para curar» cuando
hablamos de las células madre.
Otra cosa que tiene que cambiar en la
medicina es la siguiente. Supongamos que una persona tiene un uñero en el dedo
gordo del pie infectado, lo primero que se hace es bañar todo el tejido de la
cabeza a los pies de antibiótico. Pues el paso de la medicina será que el
medicamento antibiótico que sea tenga un marcaje de apetencia al tejido que sea,
entonces en vez de darle un gramo cada ocho horas, habrá que darle al paciente
un miligramo cada dos días.
En el contexto de enfermedad el estar sano
no es sólo la ausencia de enfermedad, sino también tener bienestar. Porque hay
patología de la biografía, es decir que como consecuencia de una enfermedad se
puede estar de mal humor, por ejemplo.
P: ¿ Cree que las terapias naturales son
beneficiosas para mejorar lesiones deportivas?
R: Yo soy un
gran defensor del fisioterapeuta. Después de usar mis dos manos para operar, el
fisioterapeuta es mi tercera mano, el que maneja la articulación luego y sigue
el factor de curación que yo necesito.
Cuando un hueso está roto necesita una
reparación biológica, se suelda el hueso. Y luego necesita una fisioterapia para
ganar toda la movilidad (masaje). Eso es el ayer, la medicina de hoy debe
intentar solapar ambas cosas. Inicialmente el orden es: el proceso biológico
cuando se ha curado la lesión, después el físico y luego la curación.
Pues no, en el mundo de hoy primero tiene
que ser el proceso biológico y solapándolo con él, el proceso físico también. De
tal forma que la curación está un estadio antes. Yo digo que se puede tratar un
esguince de tobillo sin estresar ni abrir la zona, pero manteniendo la
articulación permeable y fuerte, sin estresar la zona rota para que cuando esté
curado, como yo lo estoy movilizando y demás llega la curación sin esta tercera
fase. Por el milagro que sea, quiero eso.
Mire, cuando salió la penicilina tardó
tres horas y media en imponerse. Mientras que la acupuntura lleva siglos
practicándose, pero no se acaba de imponer en Occidente. Cuando el proceso de
curación precisa de tantas cosas poco objetivas… La medicina está basada en
evidencias. Si no hay evidencias se va a poner en duda el método en cuestión.
Todas las medicinas no convencionales lo
que pretenden es mantener el aparato locomotor permeable, fuerte, móvil, sin
interrumpir el proceso biológico para que cuando éste se haya completado no sea
necesaria la fisioterapia, sino que ya esté preparado. Lo que yo quiero es
solapar la curación y la rehabilitación.
P: ¿ Podría resumir el tema de su
conferencia en EXPOMASAJE 2007 titulada: «Condropenia. Lesiones del cartílago y
su tratamiento con cultivos celulares autólogo»?
R: Todo lo
que en medicina acaba en «-enia» siginifica «pobreza. Anemia es pobreza de
sangre, ostopenia es poco hueso… Si es condropenia, pobreza de cartílago. El
cartílago una vez roto no se repara, como una cicatriz. Pero muchas veces cuando
operamos la cara anterior de la rodilla, que es muy frecuente en la mujer, haces
la artroscopia y ves el cartílago normal, pero a ella le duele mucho. Al
analizar las células compruebas que hay algunas que están mal y a eso le llamo
yo condropenia cualitativa.
Pero a veces lo que ocurre es que el
cartílago se ha desgastado, que es la artrosis, es la condropenia cuantitativa.
Cuando falta cartílago no hay más remedio que hacer cultivos.
«Células para curar» consiste en tomar del
paciente un par de gramos, medio gramo, lo cultivas y te traen membranas de
colágeno tuyo y te restauro la lesión. La Clínica Cemtro es la que tiene más
experiencia en el mundo en cultivos celulares. Todas las semanas hacemos dos o
tres cultivos celulares al paciente que tiene un defecto de cartílago, el
cartílago no se repara.
Nosotros sólo tenemos tres órganos que se
reparan igual que el original: el hueso, la córnea y el hígado.
P: ¿ El paciente tiene que facilitar la
membrana con antelación?
R: Pues si
el paciente tiene una lesión de cartílago y veo que hay que hacer un injerto,
entonces yo le tomo cuatro o cinco granos de arroz, cultivan esa membrana y se
la pongo. Esto antes se hacía abriendo, ahora lo hago con artroscopia, ni tengo
que abrir la articulación. Es el único sitio del mundo donde se pone el cultivo
de cartílago en membrana por artroscopia. Se van ese mismo día o al día
siguiente.
P: Este año ha sido usted nominado al
Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, galardón que
finalmente se ha llevado la Biología. Fueron concedidos a los biólogos Peter
Lawrence y Ginés Morata…
R: Y se lo
han dado muy bien, a grandes investigadores. Para mí ha sido un honor estar ahí
porque no es fácil. A la Real Academia de Santander que fue quien confió en mí,
le tengo mucho agradecimiento.
P: ¿En qué está inmerso ahora mismo, se
encuentra investigado algo?
R: Hemos
lanzado ya la artroscopia sin cables, esta clínica es el único lugar del mundo
donde se hace, pero pronto lo tendrán todos los hospitales del mundo. De manera
que van a reducirse las infecciones, se van a acortar las cirugías, se va a
poder hacer una artroscopia en el campo de batalla sin luz porque ya no hacen
falta cables ni nada. Le he dado de nombre WAD (wireless arthroscopic device).