La manera de obtener energía ha de ser más
limpia, sin energía nuclear y utilizando energías renovables. James Lovelock,
padre de la teoría Gaia, que sostiene que la Tierra se
comporta como si fuera un gran organismo vivo capaz de autorregularse y
reaccionar ante los cambios que le afectan, se muestra muy pesimista con
respecto al futuro de nuestro planeta. Lovelock ha advertido de que la Tierra se
encuentra en un «estado terminal», similar al que sufriría una persona afectada
por una enfermedad de corazón o de riñón. Sin dejar que la esperanza se diluya
como el hielo de los glaciares, desde Greenpeace mantienen una postura firme y
realista con respecto a las inevitables consecuencias del cambio climático, pero
también presentan un plan perfectamente viable que ayudaría a la humanidad y a
la Tierra a reajustarse en los próximos años ante daños que aún pueden ser
reversibles.
Raquel Montón es responsable de la campaña
de Cambio Climático de Greenpeace. Hemos hablado con ella para que nos explique
cuál es el verdadero alcance de la modificación climática que estamos viviendo
desde hace más de 20 años y si estamos a tiempo de frenar los catastróficos
efectos que nos amenazan si no tomamos cartas en el asunto.
Pregunta: ¿Cuándo han empezado a ser
preocupantes los efectos del cambio climático?
Respuesta:
En el momento en que los científicos comenzaron a vislumbrar que aquí teníamos
un problema muy serio, que estábamos afectando a la dinámica del clima, lo que
ocurrió en el año 1988, cuando la Organización Meteorológica Mundial y el
Programa para Medio Ambiente de Naciones Unidas fueron los primeros en aportar
documentación científica al respecto.
A raíz de aquella información surgió en la
Cumbre de la Tierra de Río la necesidad de crear una convención de Naciones
Unidas para ver el tema del cambio climático. Yo creo que ahí ya había
información suficiente y un consenso científico bastante contundente como para
pensar que las consecuencias que iban a venir, y que ya se estaban previendo,
hubieran marcado la pauta. Pero llevamos 20 años esperando y parece ser que es
ahora cuando la opinión pública tiene la absoluta certeza de lo que está
ocurriendo. Esperemos que con eso sea suficiente para presionar a los políticos
para que hagan algo.
Este retraso en estos 20 años no ha sido
porque la gente no quiera escuchar a los científicos, sino porque ha habido
auténticas trabas y una verdadera intoxicación en la información que nos ha
hecho perder tanto tiempo. Grandes compañías han pagado y han comprado a
científicos y a gente de todo tipo para intoxicar este debate porque de algo que
era una información científica se transformó en una hipótesis, en vez de una
realidad. En ese trabajo han estado muchas fundaciones -sobre todo americanas-
defendiendo los intereses de las grandes compañías petroleras y hasta nuestros
días. Actualmente sigue habiendo algunos escépticos que se siguen preguntando si
lo del cambio climático va en serio frente a los miles de científicos que hay
constatando este hecho. Como ya estamos viendo las consecuencias del cambio
climático a la gente no la puedes engañar. Cuando los científicos te dicen que
van a subir las temperaturas y mides, 20 años después y ves que las temperaturas
han subido 0,74 grados, ya no se puede negar la evidencia.
P: ¿En qué momento se han acelerado las
consecuencias del cambio climático?
R: El
responsable del cambio climático fundamentalmente son las emisiones de gases de
efecto invernadero, que están aumentando y siguen creciendo en los últimos años.
Las consecuencias las vemos a largo plazo, ahora estamos notando las
consecuencias de lo que emitimos hace unos años y veremos las consecuencias de
lo que estamos emitiendo ahora dentro de otros años. Luego, decir cuándo se ha
acelerado el proceso es difícil porque, desde el momento en el que empezamos a
descubrir qué es lo que estaba ocurriendo, eso ha ido in crescendo desde
la Revolución Industrial y en las últimas dos o tres décadas las emisiones van
disparadas hacia arriba, que es el gran problema. No hay una fecha en concreto.
Quizás desde mediados del siglo pasado, pero sobre todo los últimos 20 años.
P: En realidad, el efecto invernadero es
necesario y no perjudica…
R: La
atmósfera nos proporciona el efecto invernadero, debido a una concentración de
gases que permiten que el calor que recibe la Tierra del Sol no se libere
directamente al exterior, sino que se quede atrapado en la atmósfera,
facilitando la supervivencia. Ese intercambio se produce de una forma
ralentizada debido a que los gases de efecto invernadero retienen durante un
tiempo este calor en la Tierra y permite que estemos a unos 30 grados por encima
de lo que estaríamos sin esos gases. Esos 30 grados (que no son sobre cero)
permiten la vida tal y como la conocemos. De no haber esos gases en la atmósfera
andaríamos por debajo de los cero grados.
El problema se encuentra cuando estamos
aumentando la emisión de esos gases efecto invernadero y estamos incrementando
la temperatura no por encima de 30 grados, sino más. Entonces estamos
produciendo un cambio del clima que es problemático porque no está causado por
fenómenos naturales, sino por la acción del hombre. Al estar aumentando la
cantidad de gases de efecto invernadero, el recalentamiento de la Tierra es lo
que está provocando ese cambio climático que no es natural.
P: ¿Cuáles son las principales
conclusiones del estudio que habéis publicado «Renovables 100%»?
R: Que en
nuestro país es viable técnica y económicamente un sistema renovable 100% en el
año 2050 para obtener toda la energía eléctrica que demandaremos. Que es posible
ajustar en todo momento y en cualquier lugar de nuestro país la demanda a la
oferta. Porque la gran pregunta no es si tenemos potencial en energías
renovables -que tenemos muchísimo, tanto como para abastecer hasta 56 Españas en
demanda eléctrica en el año 2050-; por eso la gran pregunta es ¿podemos
satisfacer en todo momento y en todos los puntos de la geografía la demanda? La
respuesta es sí.
Además con este sistema cien por cien
renovable de producir energía el coste sería más barato y mejor, comparándolo
con la tendencia de costes que tendríamos si siguiéramos con el modelo actual.
Tanto pensándolo en cliclos combinados con gas natural para producir energía o
nucleares, en cualquiera de los casos es mucho más favorable el coste.
P: ¿Qué energía renovable considera mejor?
R: Todas. Lo
importante es apostar por la diversidad tecnológica, que es lo que te
proporciona seguridad de suministro porque puedes generar un mix energético
mucho más estable. Cuando no sopla el viento en un sitio lo hace en otro, cuando
está más nublado en una zona, sale más el sol en otra, etc.
P: Es posible que uno de los temas que
preocupa a la sociedad sea la posibilidad de que se pierdan puestos de trabajo,
ya que habría empresas que tendrían que cerrar o cambiar su infraestructura…
R:
Seguramente, pero en realidad es al revés, se ganarían más empleo, las energía
renovables generan más empleo directo e indirecto que las convencionales o las
tecnologías sucias. Por poner un simple ejemplo, una vez construida una central
nuclear genera 50 ó 60 empleos por cada 1.000 megavatios o algo más. Nuestra Ley
del Sector Eléctrico indica que el 12 por ciento de la energía debe proceder de
las energías renovables en el año 2010.
Si esto ocurriera -que debería ser así
porque lo dice una ley española- ese 12 por ciento proporcionaría cerca de
150.000 empleos directos y 50.000 indirectos. Este es un estudio bastante
conservador, hay otros estudios internacionales que hablan de cifras superiores
en cuanto a generación de empleo. Ya no es sólo el empleo directo, sino el
beneficio económico que dejan las renovables en el lugar donde se implantan.
Sin embargo, las renovables suponen que tú
mismo puedes convertirte en un generador de energía, colocando paneles solares,
asociarte con tus vecinos y comprar un molino, etc. Es decir, es posible ser
generador y obtener directamente beneficios, cosa que no ocurre con las energías
sucias. ¿Cuántos municipios tendrían que unirse para, con sus ahorros, construir
una central nuclear?
P: ¿El objetivo sería implantar plantas
solares termoeléctricas como la de Solúcar, ubicada en el municipio de Sanlúcar
la Mayor (Sevilla), en toda España?
R: Es la
tecnología más prometedora y de la que más recursos tenemos en España, es la
tecnología solar termoeléctrica. Funciona de modo que con concentradores, que en
el fondo son grandes espejos, rebota la radiación que reciben del sol y la
concentran sobre unos tubos donde va un fluido, de modo que estás calentando ese
fluido. Son fluidos especiales, aunque también podría ser agua, pero buscan
fluidos capaces de almacenar más cantidad de calor. El funcionamiento es como el
de cualquier central térmica convencional. Un fluido caliente que mueve una
turbina y esa turbina en movimiento genera electricidad. Eso es la energía solar
termoeléctrica. El potencial de esa energía en España es muy grande, pues sólo
con esta tecnología en el año 2050 podríamos abastecer hasta 35 veces la demanda
eléctrica, hasta 35 Españas sólo con esa tecnología.
Además tiene una gran ventaja añadida, la
energía termoeléctrica se puede hibridar -por ejemplo con biomasa, que es la
materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado,
utilizable como fuente de energía, como cáscaras de frutos secos, serrín o
excrementos de ganado. Al hibridar la energía termoeléctrica se consigue que su
producción sea continua a lo largo de todo el día. Porque se produce energía
cuando hace sol y tiene un remanente de calor que permite su funcionamiento
también en las horas bajas de sol. Si ese rato de oscuridad nosotros ponemos a
funcionar turbinas utilizando biogas que haya sido producido mediante biomasa y
seguimos calentando ese fluido por la noche, mantenemos una producción continua
de electricidad durante todo el día.
Además, las compañías de energías
renovables nunca van a capitalizar todo el proceso industrial porque el
combustible es de todos (sol, viento, agua, etc.) no es patrimonio de nadie. Es
más difícil que estas compañías tengan la enorme fuerza para presionar al
gobierno que las grandes multinacionales que controlan desde el principio el
proceso de producción de energías sucias.
P: ¿Cuáles son las ventajas principales
que se extraen del uso de energías limpias ?
R: Si
tenemos un problema como el del cambio climático que puede llegar a arrasar el
planeta, como han señalado los científicos del IPCC (Grupo de expertos en cambio
climático de las Naciones Unidas), y el responsable de que esto esté sucediendo
son las energías sucias (quemar el carbón, quemar el petróleo y el gas) para
obtener energía del modo que sea, cualquier otra alternativa como son las
energías limpias sólo ofrecen ventajas. La otra energía que se plantea como
alternativa, que es la nuclear, sencillamente está tratando de reflotar una
energía que está obsoleta y que sólo funciona gracias a las ayudas de los
gobiernos. Porque ¿quién va a gestionar los residuos durante miles de años si no
hay Estados detrás que avalen eso? Porque además es una hermana siamesa de lo
que es la carrera armamentística por las tecnologías nucleares para armas. Ya
hemos visto que hay problemas con estas centrales, incidentes, porque no se
invierte en seguridad todo lo que se debería.
P: ¿El Gobierno se muestra receptivo en el
tema de respaldar las energías renovables?
R: Sí, pero
no en la magnitud del potencial que tenemos, de lo beneficioso que es para
España y de la situación tan dramática en la que se encuentra nuestro país como
víctima del cambio climático. España es uno de los primeros países en
instalación de potencias renovables a nivel mundial, somos uno de los pioneros,
especialmente en cuanto a energía eólica, que es lo que más hay ahora mismo en
el mundo.
Y sí que es verdad que tecnológicamente
somos uno de los países que exporta tecnología al resto del mundo, somos
punteros en el desarrollo de máquinas tanto en solar fotovoltaica como en
máquinas eólicas. Además, los ingenieros españoles y nuestras empresas son
pioneras en eso. El potencial de España para producir energía a través de las
energías renovables es enorme, mucho más que el de otros países como Alemania,
el arco mediterráneo, el norte de África, etc.
El arco mediterráneo, la zona sur de
Europa, es uno de los cinco lugares del mundo donde más se van a notar los
efectos del cambio climático. Además somos el país más alejado de sus objetivos
legales, desde el punto de vista internacional como es Kioto y que somos el
décimo país a nivel de potencia mundial, es decir tenemos obligaciones éticas
con este planeta.
También hay temas sociales a tener en
cuenta, por ejemplo en España tenemos muchos mineros en el norte, así que hay
que reconvertir ese sector. Pero que la forma de solucionar esto sea
subvencionar a las empresas que queman carbón para que lo hagan, no es ni
arreglar el problema de los mineros ni solventar el problema del cambio
climático. Además, las grandes compañías lo que hacen es comprar carbón de
importación, que es mucho más barato, fundamentalmente en las centrales térmicas
españolas se quema carbón extranjero, no se quema carbón nacional. Los hijos de
los mineros no van a poder seguir trabajando en la minería, no es posible seguir
quemando carbón en este Planeta si queremos que aguante, luego es mejor ponerse
a arreglar esto cuanto antes.
Hemos denunciado desde Greenpeace que son
620 millones de euros lo que se ha dado en concepto de primas al carbón y
creemos que no se debe subvencionar algo que nos está causando tantos problemas.
P: Cada vez que se quema carbón se acentúa
el efecto invernadero…
R: Todos los
combustibles fósiles cuando se queman producen CO2, que es el gas de
efecto invernadero que contribuye en mayor medida al problema del cambio
climático. Hay otros gases, pero por la cantidad de CO2 que se emite
es el que más contribuye, luego le sigue el petróleo y luego el gas. Y el carbón
nacional es más contaminante que el de importación y más caro, por eso están
quemando las empresas carbón de importación en vez de nacional.
P: En cuanto al protocolo de Kioto
¿Cumplirá España los objetivos a los que se comprometió en 1997 y cuál es la
situación actual de España respecto al protocolo?
R: Pues es
una situación mala porque somos el penúltimo o último país, junto con Canadá,
que estamos más alejados de cumplir el protocolo de Kioto. Este protocolo se
firmó en nombre de España, en ese momento estaba el gobierno de PP y como
ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino. Entró en vigor y en nuestra
legislación ha quedado registrado, así lo dice en el Boletín Oficial del Estado.
Cuando se firma una ley hay que cumplirla.
Si nos estuviéramos enterando ahora de que
se está incumpliendo alguna ley relativa a los derechos humanos habría una
reacción. Pues a nivel medioambiental y no sólo en este aspecto, porque el tema
del cambio climático trae repercusiones directas en lo humano, en lo biológico,
en lo ético y en todos los sentidos. Hay que cumplirlo, no queda otra. Y
cumplirlo lo vamos a cumplir, pero lo inteligente es cumplir la ley para lo que
está hecha: para reducir la emisión de gases de efecto invernadero en nuestro
país. Las medidas que está poniendo el gobierno sobre las mesa van en la
dirección, pero no a la velocidad necesaria para poder cumplir este protocolo.
Falta una ley de energías renovables que dé estabilidad al sector. Eso sería una
forma de actuar mucho más contundente y en la dirección correcta.
P: Parece que el tema del medio ambiente
no es una prioridad en las agendas políticas de los gobiernos…
R: Por eso
las reclamaciones de Greenpeace a los ciudadanos, además de ahorrar energía, es:
«Presiona a tus políticos y a aquellos a quienes les compras la energía para que
esto suba en la prioridad, para que noten que a la gente le importa esto». Lo
poco que se está haciendo no es suficiente y no aceleran el proceso porque los
políticos no sienten la presión de la gente para hacerlo.
P: Se trata de un cambio muy complicado…
R: Tal vez,
pero hay que hacerlo. Podemos preservar de los peores impactos, sobre todo a los
más pobres, que son los que ya los están padeciendo de una forma dramática y los
primeros en la diana del cambio climático. Al final acabará habiendo renovables.
Los expertos del IPCC hablan de elevaciones de 6,4 grados, lo que significa que
es impensable la cantidad de pérdidas a todos los niveles que puede llegar a
sufrir este planeta, simplemente con la elevación de dos grados estamos
corriendo el riesgo de que Groenlandia y el oeste Antártico se deshiele,
contribuyendo cada uno de estos grandes deshielos entre seis o siete metros,
cada uno de ellos, de elevación del nivel de mar.
Suma 12 metros de elevación del nivel del
mar y mira qué territorio del planeta te queda habitable. Todas las zonas
costeras, en buena parte del planeta, donde reside el 80 por ciento de la
población mundial, quedan ocupadas por el mar, lo que ocasionaría millones de
desplazamientos. Por eso es mucho más sensato empezar a hacer algo en 2007 que
cuando todo esto sea inminente.
P: ¿Cree que va a cambiar la actitud de
Estados Unidos, que tanto está deteriorando el Planeta?
R: Alguien
dijo: «Lo bueno que tienen los gobiernos es que son renovables, también el de
Estados Unidos». No es un problema de Estados Unidos en el fondo, es un problema
de la administración Bush, si bien fue esta administración quien propuso el
protocolo de Kioto e implementó los mecanismos de flexibilidad dentro del
protocolo, pero luego no los ratificó. Y han sido las dos administraciones Bush
consecutivas, primero padre y después hijo, quienes han boicoteado, minado,
extorsionado científicos… En definitiva, que nos ha retrasado tanto en este
tiempo.
Muchos estados de Estados Unidos están
planteando mercados de reducciones obligatorias dentro de sus propios estados,
son más de 400 ciudades de Estados Unidos, las que están formando la alianza de
ciudades por el clima y están buscando sistemas para mejorar las emisiones. Son
montones las compañías multinacionales que también están presionado a la
administración Bush porque están viendo que van a sufrir pérdidas si no se
adaptan a estos cambios. Tarde o temprano Estados Unidos se tendrá que unir en
la lucha contra el cambio climático. Es ilegítimo que el país más contaminante
sea el que más trabas está poniendo y el que menos quiere hacer algo para evitar
las consecuencias que están produciendo sus emisiones.
P: ¿España puede liderar la lucha contra
el cambio climático?
R: Debemos y
podemos ser líderes en la Unión Europea y a nivel mundial porque tenemos el
recurso, la tecnología, la necesidad y la capacidad de hacerlo, no nos falta
nada.
P: ¿Cuál es la situación real del arco
mediterráneo? ¿Es posible arreglar algo en esta zona?
R: Ayer
mejor que hoy y hoy mejor que mañana, eso en todo. El IPCC ha expuesto tres
grandes preocupaciones. Una de ellas es la sequía, que cada vez va a ser más
intensa y más frecuente en el sur de Europa. En el año 2070, dentro de 60 años,
las sequías que ocurren una vez cada cien años ocurrirán una vez cada diez. Es
una cosa gradual, de hecho para el año 2020 ya se espera que ese ratio pase de
cada cien años a cuarenta. Ya sabemos lo que son las sequías en nuestro país y
las consecuencias que tiene eso en todos los sectores económicos.
Otros de los grandes problemas son los
incendios. El riesgo de incendios puede aumentar entre el 40 y el 60 por ciento.
El otro gran problema es el agua, la escasez de agua dulce. Ya es nuestro oro
tranparente y lo va a ser más. En verano de 2020 los ríos pueden perder hasta un
80 por ciento de su caudal. La elevación del nivel del mar en este siglo subirá
medio metro más o menos, lo que significa la desaparición del delta del Ebro, de
la Manga del Mar Menor o de la costa de Doñana, las zonas más bajas de nuestra
costa como son los deltas y los estuarios tienden a desaparecer y las playas
bajas y confinadas.
En España, por desgracia, tenemos mucho
construido en la zona de costa, un montón de barreras artificiales como son
espigones y puertos. Cada vez más puertos deportivos, que crecen como setas por
todos los lados, estorban entorpecen y modifican nuestra dinámica litoral. Como
retroceso medio, según el Ministerio de Medio Ambiente, se estima que habrá 40
metros de retroceso de las playas españolas. Hasta donde yo sé el mayor
retroceso se va a apreciar en las playas del norte de España porque son playas
confinadas, hay muchísimo más acantilado. Continúa el Mediterráneo, donde las
playas son más amplias, pero el problema es que hay un exceso de construcción;
luego el suroeste (Huelva), que es donde el retroceso será algo menor. Pero la
zona costera española -que por cierto es una de las fuentes de ingresos de
nuestro país gracias al turismo- es una de las zonas más afectadas debido a este
problema.
P: ¿Cómo afecta el cambio climático al
recurso del agua?
R: Al haber
más calor en la Tierra se produce más evaporación, lo que provoca una desecación
de las partes emergidas del planeta y también una gran absorción por vía de
evaporación de los mares. La atmósfera, al estar más caliente tiene más vapor de
agua, pero luego cae de modo torrencial y provoca inundaciones. De ahí esa
aparente contradicción de si hace más calor, se evapora más agua y llueve más
¿cómo podemos tener cada vez más sequía? Pues precisamente por esto.
Se absorbe mucha agua en forma de vapor y
cuando cae lo hace de modo torrencial, de modo que la tierra no es capaz de
absorberlas, en la medida en que si tienes una lluvia permanente se producen
riadas porque la tierra no actúa como esponja. De hecho, la mayor parte del
recurso híbrido de todo el planeta es debido a la nieve, a los glaciares. Se
derrite en primavera y llena los ríos. Si a esto le añadimos que gran parte del
agua que baja por los ríos está contaminada pasa lo que está pasando en nuestro
país. Que se explotan acuíferos, como el 23 en Ciudad Real, donde las tablas de
Daimiel están abocadas a su extinción igual que los glaciares.
P: ¿Habrá más sequía este verano que el
pasado?
R: Es
posible que este año la Administración haya sido más precavida, pero eso lo
veremos cuando se mida la cantidad de agua caída en nuestro país a finales del
año que viene. Sólo sé que estamos en un periodo de sequía y que eso dura varios
años.
P: ¿Son los polos las zonas del Planeta
donde más se van a notar los efectos del cambio climático?
R: Donde más
se nota sí. Teniendo en cuenta que la temperatura del planeta ha aumentado 0,74
grados, este dato no es uniforme en todo el planeta. Por ejemplo, en España ha
aumentado 1,5 grados y en los polos entre 6 y 7 grados de calentamiento. Es
decir, ese 0,74 se distribuye de forma muy diversa, pero la suma total es 0,74.
¿Qué le pasa a los polos? La radiación
solar cuando encuentra algo blanco rebota y cuando encuentra un cuerpo negro o
más oscuro, absorbe. Al estarse derritiendo tenemos menos superficie blanca, con
lo cual se absorbe más calor y los polos resultan muy afectados. En el polo
Norte está más estudiado que en el polo Sur. En el Ártico y Groenlandia sí que
se ha visto que hay un retroceso de casi el 40 por ciento de su superficie,
luego en invierno llega a aumentar otro poco, pero ese aumentar y contraer en
verano y en invierno cada vez es menor.
Groenlandia, por ejemplo, se estima que
con un aumento de temperatura global de dos grados pueda derretirse
completamente, con las consecuencias que esto puede significar. Porque no sólo
es la elevación del nivel del mar, que no se produce únicamente por el deshielo
de algunas zonas, también se produce porque se calientan los océanos. Cuando un
fluido se calienta ocupa más volumen y esa expansión térmica hace que estemos
hablando de centímetros y metros en algunos casos. En definitiva, las dos
razones para que suba el nivel del mar son derretimiento y expansión.
Si se derrite Groenlandia habría una gran
aportación de agua dulce sobre el mar y la circulación de los mares, que sirve
para distribuir alimentos y para regular el clima. ¿Cómo? Mediante corrientes
frías que emergen y calientes que bajan y con eso, si en los trópicos está
haciendo mucho calor y viene una corriente fría se puede absorber ese calor.
Pues esa circulación de los océanos se produce por la diferente temperatura del
agua y la diferente concentración de sal que tiene el agua. Es como un motor
termodinámico que hace que se muevan los mares.
Si tú hechas una cantidad de agua dulce
tan enorme como la que tienes en Groenlandia estás disminuyendo la salinidad del
mar y además la estás enfriando, con lo cual estás impidiendo que ese flujo de
agua salina y fría que cae para abajo en los polos va hacia los trópicos y allí
empieza a subir, se calienta y reanuda el ciclo de las corrientes oceánicas,
estamos corriendo el peligro de que se paren las corrientes por echar tal
cantidad de agua dulce. Si hay diferencias o cambiamos los flujos de las
corrientes marinas puede tener una repercusión tan brutal que no puedo decir
hasta qué punto llegaríamos.
En el polo Sur, la Antártida es la gran
desconocida. Pero han sucedido cosas que a los científicos les han sorprendido,
hay grandes zonas de más de 30 kilómetros cuadrados que han desaparecido en
menos de un mes y sin saber muy bien por qué. Lo que se está detectando es que
el agua que se está derritiendo cae en cascadas hacia abajo formando ríos
subterráneos. Porque estamos hablando de auténticos torrentes que llegan hasta
abajo y lubrifican la parte que está en contacto con el fondo, lo que provoca
que se desplacen a gran velocidad ingentes masas de hielo. Pero aún se desconoce
el proceso global de lo que está ocurriendo en la Antártida.
P: ¿Qué especies animales tienen más
peligro de extinción?
R: Si nos
centramos en el sur de Europa y en España, las zonas montañosas son las más
afectadas en pérdidas de biodiversidad pudiendo llegar en el año 2020 hasta
pérdidas del 50 por ciento de toda la biodiversidad. Zonas como Sierra Nevada
son especialmente vulnerables. Las que más peligran son las especies más
endémicas, las más adaptadas a condiciones específicas de la zona. Las altas
montañas son las que mayores pérdidas van a tener de biodiversidad porque ya no
puedes ir más arriba. A nivel planetario, por ejemplo, sería como la tundra, es
decir, el terreno abierto y llano, de clima subglacial y subsuelo helado, falto
de vegetación arbórea. En cambio, si nos vamos a zonas como el norte de África
hay especies que pueden subir y sobrevivir. España es un lugar de paso de aves,
servimos de plataforma tanto para la cría como para alimentación o para el
descanso de montones de aves tanto de África como del norte de Europa. Cambiando
las condiciones que vamos a cambiar en zonas como Doñana o el delta del Ebro se
lo ponemos muy difícil a estos animales.
Los delfines que vemos en nuestras costas
cada vez van a tener más afecciones y más infecciones víricas porque con el
calentamiento del mar estos virus tienen un mejor caldo de cultivo y los
delfines van a estar mucho más afectados. Los anfibios, en general, son de los
grandes perjudicados en zonas donde se va a producir mucha sequía porque los
anfibios necesitan determinada humedad y son de difícil adaptación. Por ejemplo,
cuando a un sapo le ponemos una carretera por medio ya no tiene capacidad para
cruzar a su charca y muere en las carreteras. Es decir, si los obligamos a
desplazarse por el cambio climático y además se van a encontrar con barreras
antinaturales, su posibilidad de adaptación es realmente pequeña. Son animales
muy sensibles a la sequía y estamos en un país donde la sequía va a causar
estragos.
Por otra parte, el que se adelante el
nacimiento de la floración dos días o tres, en principio no parece que pase
nada; pero si son seis días y no se ajustan con el nacimiento del insecto
necesario para que polinice, al año siguiente no habrá frutos. Los mamíferos
tienen más problemas para adaptarse. Si desajustas la plantas, el insecto, el
pájaro y el predador la cadena se rompe. Al último de la cadena trófica que
suelen ser los mamíferos, los animales superiores, que han tardado muchos años
en adaptarse, le viene la suma de todos los desajustes anteriores. El año pasado
ya leí yo casos de canibalismo entre osos debido a la falta de alimentos.
P: ¿Qué mensaje te gustaría mandarle a la
sociedad?
R: Hay que
hacer algo y hay que hacerlo ya. Primero, porque una solución es posible. Nos
vamos a tener que adaptar a los impactos del cambio climático antes o después,
pero los peores impactos del cambio climático no han pasado ni tienen por qué
pasar si ponemos las medidas para ello. Se trata de dejar de quemar carbón,
petróleo y gas y producir energía de otra manera y eso se puede tanto a nivel
nacional con energías renovables, como a nivel mundial. No es una ilusión, hemos
presentado un informe demostrando que es posible y viable económicamente.
Tenemos que pedirle a nuestros políticos
que nos conduzcan hacia ese modelo de todas las maneras que se nos ocurran:
llamando a las compañías eléctricas, escribiendo a nuestros gobernantes, yo
desde aquí invito a escribir al presidente del Gobierno a través de la página
web de Greenpeace, por ejemplo. Pero hay que presionar a aquellos que tienen la
capacidad de decisión para que esto se lleve a cabo.
Por otra parte, conseguir el ahorro
energético a nivel individual cada uno en su casa, ayudar a concienciar en ese
proceso. Pero esas acciones individuales -que son muy importantes y suponen
granitos de arena- tienen más valor sobre la conciencia de cada uno, que sobre
el hecho global para movilizar a este modelo energético.
Sobre todo hay que reclamar y revolucionarse para cambiar
este modelo. Estamos a tiempo, nos queda poco, pero se puede hacer. Yo mandaría
un mensaje positivo y urgente.