Al
pensar en nuestra vivienda, podemos imaginarla sólida, confortable, hermosa,
luminosa, acogedora, bien decorada, amplia, coqueta, práctica, segura e
incluso como un espacio donde se respira "buena atmósfera" o, como se suele
decir, llena de "buenas vibraciones". Pero es muy probable que, en la
práctica, nuestro hogar no reúna la mayor parte de tales aspectos vitales y
debamos conformarnos con adaptarnos a la falta de espacio, de luz natural o de
ambientes acogedores o a la poco práctica distribución interior.
pensar en nuestra vivienda, podemos imaginarla sólida, confortable, hermosa,
luminosa, acogedora, bien decorada, amplia, coqueta, práctica, segura e
incluso como un espacio donde se respira "buena atmósfera" o, como se suele
decir, llena de "buenas vibraciones". Pero es muy probable que, en la
práctica, nuestro hogar no reúna la mayor parte de tales aspectos vitales y
debamos conformarnos con adaptarnos a la falta de espacio, de luz natural o de
ambientes acogedores o a la poco práctica distribución interior.
Sin embargo, hay dos aspectos importantes en torno
a la vivienda a los que no se les presta atención y que no suelen ser tenidos
en cuenta a la hora de elegir casa, proyectarla, construirla, remodelarla o,
simplemente, habitarla. Nos referimos a todas las cuestiones rela
cionadas con la salud y la ecología. La salud de
los moradores y la del entorno.
a la vivienda a los que no se les presta atención y que no suelen ser tenidos
en cuenta a la hora de elegir casa, proyectarla, construirla, remodelarla o,
simplemente, habitarla. Nos referimos a todas las cuestiones rela
cionadas con la salud y la ecología. La salud de
los moradores y la del entorno.
Últimamente estamos empezando a tomar conciencia
de la importancia del entorno en nuestra vida y de lo "vitales" que resultan
un adecuado ejercicio, una alimentación sana y una actitud mental positiva,
para gozar de buena salud. Cada vez son más las noticias que nos llevan a
pensar que debemos tener muy en cuenta que nuestro entorno y el medio ambiente
ejercen una clara influencia en el estado de ánimo y el desarrollo de ciertas
patologías.
de la importancia del entorno en nuestra vida y de lo "vitales" que resultan
un adecuado ejercicio, una alimentación sana y una actitud mental positiva,
para gozar de buena salud. Cada vez son más las noticias que nos llevan a
pensar que debemos tener muy en cuenta que nuestro entorno y el medio ambiente
ejercen una clara influencia en el estado de ánimo y el desarrollo de ciertas
patologías.
Por eso, si realmente deseamos disfrutar de una
salud plena, no debemos limitarnos a combatir los síntomas de las
enfermedades, sino que intentaremos buscar y conocer las causas directas o
indirectas de tales trastornos, para poder evitar el seguir padeciéndolos en
el futuro y tal vez debamos empezar por nuestro hogar, porque nuestra
vivienda, ya sea pequeña o grande, céntrica o alejada de la ciudad, puede
realmente ser ese espacio vital que nos cobije y nos aporte el mínimo de
confort y salud que resultan básicos e imprescindibles o, por el contrario,
puede encerrar un gran número de elementos perturbadores o factores de riesgo
para la salud.
salud plena, no debemos limitarnos a combatir los síntomas de las
enfermedades, sino que intentaremos buscar y conocer las causas directas o
indirectas de tales trastornos, para poder evitar el seguir padeciéndolos en
el futuro y tal vez debamos empezar por nuestro hogar, porque nuestra
vivienda, ya sea pequeña o grande, céntrica o alejada de la ciudad, puede
realmente ser ese espacio vital que nos cobije y nos aporte el mínimo de
confort y salud que resultan básicos e imprescindibles o, por el contrario,
puede encerrar un gran número de elementos perturbadores o factores de riesgo
para la salud.
La aparente pulcritud y asepsia de nuestras
"confortables" viviendas, oficinas, aulas, talleres o lugares de ocio
contrasta con las cotidianas noticias referentes al síndrome del edificio
enfermo, que debería llamarse, más bien, síndrome de los edificios que
enferman a sus moradores. Trastornos alérgicos y respiratorios, irritación
ocular, dolor de cabeza, náuseas o nerviosismo son tan sólo algunos de los
síntomas más evidentes generados por la permanencia prolongada en viviendas
repletas de materiales sintéticos, donde se renueva poco o mal el aire
interior, limpiadas con productos químicos agresivos y bombardeadas por
infinidad de campos eléctricos o electromagnéticos artificiales. Todo ello
agravado por las tendencias a aislar y sellar herméticamente y a poro cerrado
paredes, puertas y ventanas, impidie
ndo una renovación natural del aire interior, lo que obliga a climatizar con
sistemas de aire "acondicionado". Psicológicamente, resulta deprimente
permanecer en un edificio en el que no podemos abrir las ventanas bajo ningún
concepto.
"confortables" viviendas, oficinas, aulas, talleres o lugares de ocio
contrasta con las cotidianas noticias referentes al síndrome del edificio
enfermo, que debería llamarse, más bien, síndrome de los edificios que
enferman a sus moradores. Trastornos alérgicos y respiratorios, irritación
ocular, dolor de cabeza, náuseas o nerviosismo son tan sólo algunos de los
síntomas más evidentes generados por la permanencia prolongada en viviendas
repletas de materiales sintéticos, donde se renueva poco o mal el aire
interior, limpiadas con productos químicos agresivos y bombardeadas por
infinidad de campos eléctricos o electromagnéticos artificiales. Todo ello
agravado por las tendencias a aislar y sellar herméticamente y a poro cerrado
paredes, puertas y ventanas, impidie
ndo una renovación natural del aire interior, lo que obliga a climatizar con
sistemas de aire "acondicionado". Psicológicamente, resulta deprimente
permanecer en un edificio en el que no podemos abrir las ventanas bajo ningún
concepto.
Poco a poco, ese continuo alejamiento del entorno
natural para encerrarnos en entornos artificiales nos pasa factura y el
elevado precio a pagar gira en torno a la pérdida progresiva de salud y, sobre
todo, de calidad de vida.
natural para encerrarnos en entornos artificiales nos pasa factura y el
elevado precio a pagar gira en torno a la pérdida progresiva de salud y, sobre
todo, de calidad de vida.
En una sociedad polarizada en lo material,
agobiada por el estrés, las prisas, el ruido, la contaminación, las relaciones
conflictivas y el anquilosante sedentarismo fruto de la tecnificación de
todos los procesos vitales, vivir de forma sana, equilibrada y armónica
parece una utopía lejos de nuestro alcance.
agobiada por el estrés, las prisas, el ruido, la contaminación, las relaciones
conflictivas y el anquilosante sedentarismo fruto de la tecnificación de
todos los procesos vitales, vivir de forma sana, equilibrada y armónica
parece una utopía lejos de nuestro alcance.
Quizás no podamos cambiar el macroentorno, pero sí
podemos actuar sobre la realidad más inmediata y personal: la vivienda y los
espacios en que pasamos la mayor parte del tiempo incluyendo el lugar de
trabajo.
podemos actuar sobre la realidad más inmediata y personal: la vivienda y los
espacios en que pasamos la mayor parte del tiempo incluyendo el lugar de
trabajo.
En la mayor parte de los espacios construidos para
ser habitados casas, oficinas, bares, etc., la calidad de vida suele ser
escasa y, a menudo, incluso nefasta para la salud. Deficiente iluminación,
aire empobrecido o saturado de sustancias químicas incluso tóxicas,
materiales sintéticos, electricidad estática, radiaciones electromagnéticas,
ruido, colores disarmónicos o desvitalizantes, incluso las formas de los
espacios tienden a ser agobiantes, agresivas o simplemente poco funcionales,
al primar aspectos técnicos o estéticos por encima de todo lo referente a la
salud y el bienestar de los moradores.
ser habitados casas, oficinas, bares, etc., la calidad de vida suele ser
escasa y, a menudo, incluso nefasta para la salud. Deficiente iluminación,
aire empobrecido o saturado de sustancias químicas incluso tóxicas,
materiales sintéticos, electricidad estática, radiaciones electromagnéticas,
ruido, colores disarmónicos o desvitalizantes, incluso las formas de los
espacios tienden a ser agobiantes, agresivas o simplemente poco funcionales,
al primar aspectos técnicos o estéticos por encima de todo lo referente a la
salud y el bienestar de los moradores.
Esto plantea la necesidad de disponer de
información clara y concisa sobre cada uno de los aspectos vinculados a la
vivienda, información que nos permitirá adquirir una nueva conciencia de los
espacios vitales que habitamos y nos ayudará a ir acercándonos a un nuevo
estado de armonía y salud, tanto a nivel personal como medioambiental.
información clara y concisa sobre cada uno de los aspectos vinculados a la
vivienda, información que nos permitirá adquirir una nueva conciencia de los
espacios vitales que habitamos y nos ayudará a ir acercándonos a un nuevo
estado de armonía y salud, tanto a nivel personal como medioambiental.
De hecho, las viviendas actuales son grandes
devoradoras de energía, materiales, agua y aire, devolviendo al entorno aguas
contaminadas, aire viciado y desechos domésticos que requieren un tratamiento
adecuado; sencillamente, son poco ecológicas.
devoradoras de energía, materiales, agua y aire, devolviendo al entorno aguas
contaminadas, aire viciado y desechos domésticos que requieren un tratamiento
adecuado; sencillamente, son poco ecológicas.
El simple hecho de cambiar un tablero de
aglomerado repleto de formaldehídos, desenchufar una lámpara o el radio
despertador de la cabecera de la cama, sustituir algunos productos de limpieza
tóxicos por otros ecológicos o cambiar de ubicación la cama, puede mejorar de
una forma tan espectacular algunos problemas de salud padecidos durante años,
que, sencillamente, resulta tan sorprendente como de fácil aplicación y al
alcance de cualquiera.
aglomerado repleto de formaldehídos, desenchufar una lámpara o el radio
despertador de la cabecera de la cama, sustituir algunos productos de limpieza
tóxicos por otros ecológicos o cambiar de ubicación la cama, puede mejorar de
una forma tan espectacular algunos problemas de salud padecidos durante años,
que, sencillamente, resulta tan sorprendente como de fácil aplicación y al
alcance de cualquiera.
A fin de cuentas, con actos tan sencillos como los
recomendados o los que podemos hallar en libros como Vivir en casa sana
o El libro práctico de la casa sana (de próxima aparición), como
realizar una correcta instalación eléctrica, pintar las paredes de un
determinado color, elegir una pintura ecológica y no tóxica o buscar la mejor
orientación de la cama, podemos evitar o dejar de padecer dolores de cabeza
pertinaces, insomnio, alergias o incluso trastornos mucho más graves. Y eso es
lo que se expone en estos y algunos otros libros, las pautas básicas para
conocer y valorar cada uno de los aspectos vitales que giran en torno a la
casa, descubriéndonos los problemas y los potenciales peligros para la salud
que pueden darse en nuestro hogar, aconsejándonos y ofreciéndonos soluciones
que nos facilitarán escoger las mejores opciones en cada circunstancia, para
poder acercarnos lo más posible al objetivo de disfrutar de una casa sana y
gozar de mejor salud.
recomendados o los que podemos hallar en libros como Vivir en casa sana
o El libro práctico de la casa sana (de próxima aparición), como
realizar una correcta instalación eléctrica, pintar las paredes de un
determinado color, elegir una pintura ecológica y no tóxica o buscar la mejor
orientación de la cama, podemos evitar o dejar de padecer dolores de cabeza
pertinaces, insomnio, alergias o incluso trastornos mucho más graves. Y eso es
lo que se expone en estos y algunos otros libros, las pautas básicas para
conocer y valorar cada uno de los aspectos vitales que giran en torno a la
casa, descubriéndonos los problemas y los potenciales peligros para la salud
que pueden darse en nuestro hogar, aconsejándonos y ofreciéndonos soluciones
que nos facilitarán escoger las mejores opciones en cada circunstancia, para
poder acercarnos lo más posible al objetivo de disfrutar de una casa sana y
gozar de mejor salud.
Pero conviene recordar que la casa, además de ser
sana para sus moradores, debemos procurar que también sea sana para el
entorno. Por ello buscaremos el máximo de información práctica (y de fácil
aplicación), que nos ayude a conseguir que nuestra vivienda sea más respetuosa
con el medio ambiente, primando la bioclimática, los materiales ecológicos, el
reciclaje, el ahorro de energía y el acceso a las energías limpias y
procurando que resulte lo menos contaminante posible.
sana para sus moradores, debemos procurar que también sea sana para el
entorno. Por ello buscaremos el máximo de información práctica (y de fácil
aplicación), que nos ayude a conseguir que nuestra vivienda sea más respetuosa
con el medio ambiente, primando la bioclimática, los materiales ecológicos, el
reciclaje, el ahorro de energía y el acceso a las energías limpias y
procurando que resulte lo menos contaminante posible.
Con un poco de sentido común, más la información,
los consejos y las ideas que nos aporten personas expertas o que aparezcan en
los libros a los que debemos añadir un mínimo de ilusión y ganas de hacer las
cosas mejor, nos resultará fácil ir acercando la construcción, la
rehabilitación y la decoración de nuestras viviendas a algo que es esencial y
básico y que está al alcance de todos nosotros: gozar de casas más sanas y
ecológicas y disfrutar de nuestro hogar con más salud. Y, por qué no, durante
más tiempo.
los consejos y las ideas que nos aporten personas expertas o que aparezcan en
los libros a los que debemos añadir un mínimo de ilusión y ganas de hacer las
cosas mejor, nos resultará fácil ir acercando la construcción, la
rehabilitación y la decoración de nuestras viviendas a algo que es esencial y
básico y que está al alcance de todos nosotros: gozar de casas más sanas y
ecológicas y disfrutar de nuestro hogar con más salud. Y, por qué no, durante
más tiempo.
Sin lugar a dudas, nuestra salud y la del planeta
entero lo agradecerán.
entero lo agradecerán.