La Medicina Tibetana del maestro Tulku Lama Lobsang

    1830

    El maestro tibetano Tulku Lama
    Lobsang basa sus enseñanazas en métodos específicos cuyo objetivo es la
    consecución de la salud física, la alegría vital y el desarrollo de la mente.
    Reaviva la sabiduría innata que siempre ha existido en cada uno de nosotros


    E
    l venerable Tulku Lama Lobsang,
    que visita España varias veces al año y en diferentes ciudades, es un maestro
    budista, médico y astrólogo que basa sus enseñanzas en los antiguos
    conocimientos tántricos, fundamentales en el Budismo, Medicina y Astrología
    Tibetanos. Estas enseñanzas se centran en métodos específicos, cuyo objetivo es
    la consecución de la salud física, la alegría vital y el desarrollo de la mente.

    Sus especiales facultades en el arte de la
    sanación y de la ciencia medicinal, su natural y compasiva manera de enseñar, su
    bondad y sabiduría le convierten en un precioso mediador y transmisor de la
    cultura y las tradiciones budistas tibetanas.

    Nació en 1976 en una familia campesina de
    Amdo, al noroeste de Tibet. Varios Lamas reencarnados nacieron en esta familia.
    Pasó su infancia bajo la atención de su madre. Él siempre la sorprendía con
    juegos especiales. Una vez, quiso volar desde el tercer piso de la casa con un
    paraguas, que se rompió inmediatamente en el aire. Afortunadamente el muchacho
    salió ileso. Cuando tenía 6 años entró en la escuela budista de la localidad. A
    los 11 fue al Monasterio Bon de Nangzi, hoy en día el mayor monasterio Bon del
    Tibet, donde recibió formación por parte de su tío. El Maestro, abad del
    monasterio, cuidaba de él como si fuera su propio hijo. Gracias a él, Lama
    Lobsang tuvo sus primeras experiencias de las enseñanzas secretas del Dzogchen y
    de los rituales Bon.

    Durante el tiempo que Lama Lobsang estuvo
    en el monasterio Bon, los monjes de este monasterio gelugpa de Nyentse buscaron
    a la reencarnación de su lama. El anterior lama Nyentse era la cabeza espiritual
    y temporal del linaje Nyentse y lama de trece monasterios.

    En una ceremonia abierta del oráculo,
    cuando los monjes preguntaban por la encarnación de su lama, fue nombrado el
    joven Lobsang. Sin embargo, los monjes no estaban seguros de si el oráculo se
    refería a este muchacho especialmente salvaje. El oráculo le confirmó a la
    asamblea y a los monjes que él era sin duda la encarnación del lama de Nyentse.
    Por eso, a los 13 años fue entronizado en una ceremonia de celebración como la
    octava reencarnación de Tulku Nyentse.

    Después de su entronización, Lama Lobsang
    recibió sus enseñanzas en el Monasterio de Archok. Ya, en esta época
    impresionaba a la gente con sus capacidades curativas.

    Continuó sus estudios en el Monasterio de
    Labrang, donde profundizó sus conocimientos en Sutra, Medicina y Astrología.

    En 1993 se fue del Tibet, al sur de la
    India, al monasterio de Gaden Shartse. Después de 5 años se marchó a Dharamsala
    para transmitir la herencia cultural tibetana a occidentales y tibetanos. Desde
    el 2000, Tulku Lama Lobsang viaja a países extranjeros para dar enseñanzas,
    consultas y conferencias sobre Medicina, Budismo y Astrología.

    Medicina Tibetana

    El principio de la Medicina Tibetana es
    que cualquier cosa beneficiosa es medicina, y cualquier cosa que te haga infeliz
    o te dé problemas es enfermedad. Todas las enfermedades que experimentamos en
    nuestro cuerpo tienen condición y causa. Decimos que las enfermedades primero
    son no manifestadas, ya que las cualidades de ésta existen previamente en el
    cuerpo

    Son cuatro condiciones las que hacen que
    las enfermedades no manifestadas se manifiesten: tiempo desequilibrado, comida
    desequilibrada, comportamiento del cuerpo y bacterias.

    Son tres las causas de la enfermedad:
    ignorancia, apego e ira. Cuando se manifiestan estas emociones causan enfermedad
    física.

    Igualmente, cuando las enfermedades
    físicas se manifiestan, también aparecen enfermedades mentales. Así, cuerpo y
    mente son interdependientes, se afectan mutuamente.

    Por esa razón, hemos de tener cuidado si
    queremos tener un cuerpo sano y una mente feliz. Hemos de ser cuidadosos a estos
    tres niveles: factores externos, cuerpo y mente

    En Medicina Tibetana todas las
    enfermedades se remiten hasta la bilis, la flema y el viento en el cuerpo. La
    bilis corresponde al elemento fuego, la flema a la tierra y el agua y el viento
    al elemento aire. Al mismo tiempo, la bilis se relaciona con la ira, la flema
    con la ignorancia y el viento con el apego.

    Esto significa que, en última instancia,
    el principio de la medicina tibetana es que toda enfermedad es ignorancia y la
    medicina última es el conocimiento.

    Dolencias

    Un doctor de Medicina Tibetana
    experimentado puede saber la dolencia que sufre el paciente sólo con verlo
    moverse, con su postura, la forma de mirar. A través de escuchar los pulsos del
    paciente también se obtiene mucha información sobre su salud. Con la lectura del
    ritmo de los pulsos se pueden diagnosticar un 95% de las enfermedades, incluso
    psicológicas.

    La Astrología es una parte fundamental de
    la cultura tibetana. Es parte de la Medicina del Conocimiento y, a su vez, es
    una práctica de compasión. La astrología tibetana se basa en el principio de la
    lógica interdependiente que postula que todo existe de manera interdependiente.
    Genéricamente hablando, la base de esta astrología son los cinco elementos que,
    con ellos, es posible calcular y adivinar todo; a través de ellos es posible
    explicar muchas cosas

    Esto significa que los elementos de tu
    mente, tu cuerpo y del entorno están conectados unos con otros. Todos ellos se
    resumen en tiempo, relacionado con el mundo externo, el interno, el tiempo
    secreto y de la mente y el tiempo del cuerpo. A través del tiempo es posible
    descubrir cuándo y dónde algo funcionará, en qué momento ocurrirá y qué
    elementos estarán involucrados.

    La esencia de la sanación

    La fuente de la enfermedad es la pereza; a
    causa de ella tenemos problemas. Cuando tienes pereza empiezas a perder la
    motivación y pierdes la creencia. La creencia es lo más poderoso en el espacio,
    es lo que te ayuda a cambiar. Cuando la pierdes, pierdes la motivación, el
    esfuerzo y la práctica.

    Es imposible curar a un enfermo pero sí es
    posible ayudarlo, sobre todo si cree en tí. Es posible ayudar al otro, pero no
    es posible cambiarlo. Cuando una persona tiene expectativas de que alguien le
    solucione sus problemas se vuelve perezosa. Por eso, la pereza es el problema
    básico del ser humano. Hay que ser valiente para salir de ella, ya que está en
    todas partes.

    La creencia positiva es muy útil y
    poderosa, es medicina. Así como piensas, así es lo que recibes. Si crees que
    eres feliz, entonces eres feliz. Si crees que estás sano, tienes más
    posibilidades de estar sano. La creencia es el poder de la curación. Pero
    primero debemos creer en nosotros mismos. Sino crees en tí, no puedes creer en
    otros. Tú mismo eres tu amigo y tu enemigo. Fuera de ti no hay otro enemigo.

    Nuestros pensamientos tienen un poder
    increíble. A nivel científico se puede demostrar cómo la creencia puede sanar o
    te puede enfermar, y cómo lo que hay en nuestra mente es una ilusión, por eso
    ésta varía fácilmente.

    Nuestra mente es como un elefante salvaje;
    si queremos controlar este elefante necesitamos creer en algo. Por eso
    necesitamos la disciplina, para dominar este elefante. Tú eliges, eres perezoso
    y tienes 1.000 problemas o te disciplinas y sólo tienes un problema. Mientras
    tengamos vida tendremos problemas, por eso no debemos esperar el momento en que
    no haya problemas.

    El propósito de la vida es ser feliz pero
    nunca tenemos tiempo para ser felices a causa de la pereza. Por otro lado,
    cuando tenemos problemas, entonces tenemos todo el tiempo del mundo para
    dedicárselo a ellos.

    «Si quieres tener problemas trata de
    cambiar a los demás, si quieres tener una vida más simple y fácil, trata de
    cambiarte a tí mismo».

    En la esencia de la sanación la disciplina
    es la forma de creer en tí mismo. Si no te impones una disciplina nunca creerás
    en tí mismo.