La risa, fuente de vida

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    Según las investigaciones científicas más recientes, la risa ahuyenta las
    enfermedades y prolonga la vida, mientras que la tristeza y la depresión atraen
    los virus, creando enfermedades, no sólo mentales sino también físicas; ésta es
    una de las conclusiones de los últimos estudios realizados por la nueva ciencia
    llamada «Risoterapia» o «Geloterapia» (gelos en griego es risa).

    Esta terapia nace con el ser humano y en la Biblia
    encontramos la primera referencia escrita: «Cuando el corazón está alegre, la
    vida es más larga…, pues un corazón lleno de alegría cura como una medicina;
    por contra un espíritu triste, lo desechan hasta los huesos».

    El médico francés del siglo XVI, Francois Rabelais, como buen
    médico, decía: «La Risa es propia del hombre», recetando ya a muchos de sus
    pacientes la risa como método efectivo de curación. Fue el pionero en
    «recomendar» la risa como método infalible para aliviar los sufrimientos, y con
    ella conseguía curar a sus enfermos más rápidamente, porque el efecto de la risa
    es tridimensional, afecta al mismo tiempo al cuerpo, la mente y el espíritu.

    La risa es capaz de cambiar los estados de ánimo y por lo
    tanto es capaz de influir en nuestro estado emocional y lo que es más extraño,
    en nuestro cuerpo. Refuerza nuestro sistema inmunológico, eliminando las
    enfermedades con mayor rapidez. Estudios recientes de la medicina holística,
    (medicina que contempla al ser humano como un ser integral, compuesto de cuerpo,
    mente y espíritu), han permitido comprobar que una persona mental y
    psíquicamente sana, se recupera mucho antes de una misma enfermedad física que
    otra persona que esté enferma mental o emocionalmente, o que simplemente en ese
    momento esté triste.

    Cuando hablamos de risa, no nos referimos a la sonrisa, ese
    leve movimiento de los labios, que apenas deja entrever los dientes, ese hábito
    social de falsa felicidad. La risa es total y abarca con sus movimientos a todo
    el cuerpo, ejerciendo un masaje en todos los músculos que normalmente están
    tensos, por nuestro perenne rictus serio, según se nos ha enseñado socialmente.

    Los sabios de Oriente, dicen que la risa es la forma más
    rápida de eliminar el ego, aprender a reírse de uno mismo nos da el sentido del
    humor idóneo para vivir esta vida, que es un juego, pero un juego muy serio.
    Para ellos la vida es una «Broma Cósmica», que sólo se puede vencer con el
    sentido del humor. Si la vida la tomas seriamente perderás, sólo comprendiéndola
    a través de la risa se la puede ganar. Pero en Occidente, según ellos, hemos
    aprendido a reírnos de los demás, mientras que los niños y las personas sabias
    se ríen de ellos mismos y de la vida, por eso ellos piensan que un ser humano
    sin risa, es igual que un árbol sin flores.

    En Japón uno de los místicos más venerados, fue Hotei,
    llamado el Buda que ríe, cuando alcanzó la Iluminación, (estado de liberación de
    las inclinaciones del cuerpo y ayudó a los demás a liberarse por amor a la
    Humanidad), lo único que hacía era reírse, con una risa llana, abierta, profunda
    que contagiaba inmediatamente a los demás. Cuando alguien le hacía cualquier
    pregunta, su única respuesta era la risa. Sus charlas se limitaban a la risa,
    nunca pronunció ninguna palabra, sin embargo todos querían estar a su lado, su
    único mensaje era la alegría interna, expresada a través de la risa.

    Aristóteles definió al ser humano como el ser racional, como
    característica esencial diferenciadora de los demás seres, pero hoy sin duda la
    capacidad humana por excelencia, propia del ser más inteligente de la tierra,
    del rey de la creación, es la risa. Sólo el hombre es capaz de reír, es lo que
    le diferencia de los demás seres, es la cualidad esencial del ser más
    inteligente, por ende, ¿Quizás sea el único método para llegar a la más pura
    esencia humana? ¿Quizás sea el único método que tiene el ser humano para
    elevarse?

    Con la risa no disminuyen nuestras preocupaciones, pero sí
    cambia nuestro punto de vista ante las situaciones, haciendo que nuestras
    preocupaciones se vuelvan menos importantes, movilizándonos hacia la solución de
    las mismas. Es fácil comprender que la risa pueda afectar a nuestros
    pensamientos y nuestro estado de ánimo, está íntimamente relacionado con ellos,
    creando en todo momento estados positivos a nivel emocional y mental. Es la
    fórmula más eficaz para la eliminación de pensamientos negativos.

    El mal humor mantenido constantemente, aun sin razón, al
    final produce sus frutos, y en personas introvertidas mucho más rápido,
    originando en un primer paso la tristeza y a largo plazo la depresión. Los
    pensamientos y las emociones negativas, cuando se mantienen constantemente,
    originan los estados mentales negativos, que al final siempre repercuten en el
    cuerpo dando origen a enfermedades psicosomáticas.

    Como la naturaleza de las personas apenas puede cambiar, la
    risa es un antídoto eficaz contra todos los males del ser humano, que algún día
    debería formar parte de la educación de nuestros niños, motivándola en la edad
    adulta, en lugar de reprimirla. El estado de ánimo está integrado en nuestra
    propia personalidad y carácter. Las personas que se ríen son más abiertas,
    mientras que las personas serias son más rígidas, ocultando detrás de esa
    seriedad una postura defensiva.

    En la Universidad de Michigan, se organizaron varias sesiones
    de risa frente un espejo. Se trataba de reirse durante 2 ó 3 días a la semana
    por la manaña, todo el tiempo que se pudiera durante una hora. Para conseguirlo
    utilizaban historietas divertidas, películas cómicas, chistes, cosquillas, etc.
    La conclusión, fue que las personas que sufrían estrés lo eliminaron totalmente,
    ya que la risa les proporcionaba una relajación eficaz. Sin embargo en personas
    que tenían depresión la risa al principio la sentían como una agresión personal,
    para después sentir sus beneficios.

    En Francia, en algunos hospitales llevan payasos, para hacer
    reír a los enfermos, consiguiendo en algunos casos hacer salir a los niños
    autistas de su indiferencia.

    También en Francia la Asociación Internacional para la
    Renovación de la Energía, (RIRE), propone para todas las personas realizar
    sesiones de diversión basadas en ejercicios físicos, que ponen en funcionamiento
    la risa. Para ellos hay que huir de la tristeza y de la depresión, los dos
    grandes protagonistas imaginarios de las enfermedades. Recetan una vida sana y
    el desarrollo de actividades sociales y lúdicas placenteras.

    Los beneficios que provoca la risa a nivel mental son muchos
    pero entre todos ellos podremos destacar: Consigue estados emocionales
    positivos. Nos relaja (los movimientos realizados por todo el cuerpo, eliminan
    todas las tensiones provocadas por la postura de rigidez habitual). Tiene un
    efecto calmante, que dura unos 45 minutos (un minuto de risa, equivale a 45
    minutos de yoga, con sus efectos correspondientes). Elimina radicalmente el
    insomnio (cuando nos reímos producimos una sana fatiga que el sueño repara con
    naturalidad. Para las personas hipertensas, es radical, pues aumenta el riego
    sanguíneo y relaja los músculos lisos de las arterias, reduciendo la presión
    arterial.

    Es el mejor método para eliminar cadenas de pensamientos
    negativos (al reírnos no pensamos, no es posible reírse y pensar al mismo
    tiempo). Produce una comunicación más fluida, porque da mayor confianza. La risa
    es un sano ejercicio a realizar al final del día para eliminar toda la tensión
    acumulada. Reforzamos nuestro sistema inmunológico, por la energía que tonifica
    nuestro cuerpo. Soportamos mejor el dolor (al reírnos generamos la producción de
    las neurohormonas llamadas endorfinas, que son drogas naturales, cuyo efecto es
    igual al de la morfina, que beneficia eliminando la sensación de dolor).

    En esta sociedad, estamos acostumbrados a las medicinas
    curativas, pero nunca a las preventivas y energéticas. La risa, permite no sólo
    regenerar y avivar las energías internas propias del ser humano, sino que además
    es la mejor medicina preventiva, para el cuerpo humano. Con la risa devolvemos
    la energía a todas las células de nuestro cuerpo, cada célula se vuelve viva, en
    plenitud de condiciones para combatir cualquier virus o bacteria que intente
    agredir al cuerpo. Es esencial para mantener bien nuestro sistema inmunológico.
    Las personas alegres son más inmunes a las enfermedades y además se curan antes.
    Mientras que las personas tristes son más propensas a las enfermedades.

    Se ha comprobado que personas con una vida social mínima,
    como los divorciados, huérfanos de amor o cariño en contra de su voluntad, viven
    menos, siendo además más propensos a sufrir enfermedades tanto mentales como
    físicas. Muchos deportistas cuando atraviesan épocas de tristeza por falta de
    cariño, bajan en sus marcas. También se ha comprobado en los enfermos de sida
    que su resistencia es mayor cuanto mejor es su estado de ánimo, influyendo en
    las personas que ya padecen esta enfermedad para que sean optimistas a pesar de
    las dificultades. Este hecho valida una vez más el dicho, «No existen
    enfermedades, únicamente enfermos». Nuestro estado de ánimo cuenta mucho a la
    hora de desarrollar una enfermedad física.

    Son muchos los beneficios que proporciona la risa en nuestro
    cuerpo, cuando practicamos este alegre ejercicio de una forma abierta y sin
    fatigarnos demasiado, durante 1 minuto 2 ó 3 veces al día, nos permite realizar
    una gimnasia formidable, que beneficia especialmente: Al abrir ampliamente la
    boca, se producen contracciones de todos los músculos de la cara, mientras que
    otros se relajan ampliamente, es un ejercicio muy recomendado para tener un
    rostro joven. Las vocalizaciones incontroladas, producen contracciones del
    diafragma. El ritmo cardíaco se acelera. La ventilación respiratoria, llega a su
    máximo, hasta cuatro veces más que en el estado normal, oxigenando mejor el
    cuerpo. El hígado y los órganos digestivos se agitan y producen jugos gástricos
    y saliva. Las digestiones pesadas se aceleran, digiriendo mejor los alimentos.
    En las jóvenes mamás, en la gimnasia postnatal, la risa les hace tomar
    conciencia de los músculos del perineo y tonificarlos. Los deportistas al
    hacerles reír, disminuyen la tensión de los músculos doloridos. Niños con asma y
    bronquitis, después de reírse, practican mejor los ejercicios.

    La risa en el trabajo nos aporta un concepto nuevo, ya que
    hemos sido entrenados solo para trabajar. Todas las técnicas que se han
    elaborado han buscado el adaptar al hombre al mundo del trabajo, pero ninguna de
    ellas ha tenido en cuenta que el hombre para trabajar y rendir al máximo, tiene
    que eliminar el estrés y la ansiedad y una buena fórmula es hacerlo mediante el
    sentido del humor y la diversión.

    Siempre la sociedad ha buscado incesantemente que la
    adaptación al trabajo fuera seria, que no permitiera el buen humor. La
    conciencia social piensa que la risa es propia de los tontos, como una niñería,
    que no se podía utilizar en personas trabajadoras serias.

    Últimamente en los Estados Unidos, en muchas empresas donde
    el trabajo produce mucho estrés, están probando la risoterapia como método de
    eliminación de la tensión, obteniendo grandes logros en esta dirección. La risa
    distensiona inmediatamente y relaja al momento, dejando un estado idóneo para
    volver al mismo trabajo a nivel físico y mental. Después de 3 ó 4 minutos de
    risa, eliminamos toda congestión de los pensamientos anteriores, dejándonos
    despejados para volver de inmediato a concentrarnos sin ningún esfuerzo.

    Numerosos estudios sobre el mundo laboral, aconsejan a los
    trabajadores no estar más de una hora constantemente trabajando sin distraer la
    atención, ya que la atención y la concentración cuando permanecen mucho tiempo
    sobre un mismo tema van decreciendo, llegando normalmente a la hora a bajar
    mucho, con la consiguiente pérdida del ritmo laboral y productividad.

    Los japoneses, han buscado mantener el bienestar del ser
    humano, para reducir al mínimo estas fluctuaciones y que el trabajador rinda al
    máximo, lográndolo con un buen estado de ánimo que permita liberar las tensiones
    personales y laborales. Últimamente han comprobado que provocando quince minutos
    de risa cada hora y media, en muchas empresas hay un aumento de la producción y
    un mejor estado de ánimo del trabajador. La risa se provoca, mediante chistes,
    contados por megafonía.

    Las empresas cada vez contratan más los servicios de expertos
    en «Risoterapia», para obtener mejor rendimiento de sus empleados, a la vez que
    éstos se sienten más identificados con la empresa, redundando en beneficios de
    ambos. En España, ya algunos empresarios han puesto en marcha estos nuevos
    métodos, con resultados altamente positivos.

    No importa que la risa se provoque artificialmente, para que
    sus efectos sean reales. La risa por ser algo natural al ser humano, se puede
    provocar simplemente por la visión de una persona que se ríe. Sólo la risa
    profunda es contagiosa.

    Hay muchas clases de risas, los franceses han clasificado 180
    clases de risa, pero sólo una de ellas tiene los beneficios mencionados, es la
    risa sincera o abierta, esa risa contagiosa, por ser profunda, natural y libre
    de toda connotación.

    Actualmente la risa como técnica curativa se practica ya en
    muchos países, incluso dentro de la medicina oficial como terapia de apoyo.
    Países como Estados Unidos, Canadá, Suiza y Francia son los pioneros en el uso
    de esta terapia, en sus hospitales para la curación de sus enfermos mentales y
    somáticos o corporales.

    El revulsivo social de la Risoterapia sucede cuando el
    director de la revista Saturday Review, Norman Cousins, publica su curación de
    una espondiloartritis anquilosante grave, con una terapia fundamentalmente
    basada en la risa y altas dosis de vitamina C, en transfusión intravenosa.

    Esto hace que inmediatamente salgan a la luz experimentos que
    se realizan en hospitales suizos, estadounidenses, franceses y canadienses como
    el Centro de Cachondeo del Hospital General de Ottawa, destinado a pacientes de
    la clínica de cáncer, observando que la risa es un buen medicamento a nivel
    energético, que estimula al paciente ante la enfermedad. Incluso en Francia en
    1984, el doctor Henri Rubinstein, que creó un centro de reeducación por la risa,
    intentó que la Seguridad Social francesa integrara la risa como terapia.

    Si analizamos porqué tenemos una sociedad tan triste, tan
    enferma, tan deshumanizada, quizás es el mejor indicador para darnos cuenta de
    que no nos reímos lo suficiente, mejor dicho no nos reímos casi nada. El hombre
    cuanto más tecnificado menos se ríe y las sociedades menos tecnificadas usan más
    la risa, siendo culturas más hospitalarias, más espirituales, están más en
    contacto consigo mismo, con los demás y con el Cosmos.

    En los países pobres, la risa es el gesto que más se ve,
    quizás como único mecanismo de defensa ante las adversidades, la única defensa
    que tienen, la más natural y más efectiva. Es la única que pone los mecanismos
    internos en movimiento, para conseguir el fin primordial, la «felicidad» propia
    y del entorno.

    Un sondeo realizado recientemente en una sociedad tecnificada
    como la francesa, ha demostrado que el 26% de los franceses ríen a carcajadas 2
    ó 3 veces al día, siendo el 30% de ellos las mujeres y el 22% hombres. La
    conclusión del citado sondeo, era que quizás las mujeres vivan más que los
    hombres por reírse más. Quizás sea exagerado, pero vistos los beneficios que
    provoca en nosotros, lo ideal sería comprobar si es cierto. La forma más
    inteligente es riéndonos por lo menos 2 ó 3 veces al día durante tres minutos, y
    los resultados se notan al momento.

    El ser humano ha elevado mucho su nivel de vida y su
    bienestar, pero se ha olvidado de la risa. Nos reímos poco porque cada vez nos
    movemos de una forma más rígida, estructurada con normas, que eliminan
    progresivamente la espontaneidad, afectándonos lógicamente en la relación con
    los demás a nivel psicológico y físico. Tendríamos que reinvindicar la risa,
    como el más preciado tesoro propio del ser humano, como ya hacen la mayoría de
    las mujeres, quizás por eso viven más tiempo y son más felices que los hombres.
    La risa es el método mejor para ser feliz, y ser feliz es el primer derecho y
    deber del ser humano, que de todo corazón os deseo a todos.