Sentirnos bien es estar en
equilibrio. Esto nos hace estar en armonía con nosotros mismos y con todo lo que
nos rodea, aportándonos bienestar y pensamientos más positivos. Para llegar a
tener esas emociones y equilibrar los campos alterados es necesario hacer uso de
las distintas terapias energéticas
La
salud es un compendio de Bienestar y Equilibrio. Bienestar basado en una buena
alimentación, hidratación, descanso, pensamientos positivos, convivencia serena,
etc. Equilibrio en todos los ámbitos del ser: físico, emocional, mental,
espiritual y energético. El equilibrio marca la pauta para que todo lo que nos
integra vibre en perfecta armonía y nos retribuya en un bienestar mayor.
Todo ser vivo se compone de un cuerpo
físico, ligado a las emociones y pensamientos que integra; y un cuerpo
energético, donde quedan grabadas todas las improntas de las emociones y
pensamientos que se tengan. Este conjunto en perfecto equilibrio es lo que nos
aporta salud, la alteración en alguno de estos campos, revierte en el cuerpo
físico provocando la enfermedad. Es por esto que se dice que «la enfermedad no
existe, sino los enfermos».
Equilibrar alteraciones
Cuando queremos buscar la mejor manera de
sentirnos bien, tenemos que seguir la pauta establecida con los puntos
anteriormente expuestos, es decir, pensamiento-emoción, cuerpo energético y
cuerpo físico, para saber dónde está el origen de la alteración física que
padecemos, así podremos eliminar el problema de raíz y recuperar la salud. Para
poder hacer este seguimiento y para equilibrar los campos alterados es para lo
que están las Terapias Energéticas.
Éstas son un gran bloque de distintas
terapias que, cada una a su forma y, actuando con técnicas específicas,
consiguen ir armonizando el campo energético que nos mueve y alimenta,
accediendo a nuestro ser interno, armonizando las emociones y pensamientos y,
dando como resultado final, la mejoría y sanación de nuestro cuerpo físico, si
es que estuviese afectado. Las terapias energéticas no actúan para paliar los
síntomas externos, como hace la medicina tradicional, sino para armonizar las
verdaderas causas del problema, yendo al fondo y trayendo bienestar.
Toda persona que quiera formarse en esta
especialidad tendrá que aprender a conocer al ser humano como un conjunto, no
como fracciones de una totalidad. Habrá que conocer el cuerpo físico, por
supuesto, pero también el energético con sus sistemas de chakras, capas áuricas
o cuerpos sutiles y canales energéticos o meridianos. Para después aprender una
gran variedad de técnicas energéticas que van desde hacer un chequeo energético,
a aprender a conocer las Flores de Bach, hacer terapias con cristales o Medicina
China. Existe una gran variedad de especialidades que integran este campo de
Terapias Energéticas y aprendiendo un número de ellas, el terapeuta tendrá más
recursos para actuar ante los casos que vengan a él.
Pero también, existen varios bloques
dependiendo de lo que se quiera desarrollar o sanar o incluso, dependiendo de la
afinidad del paciente, ya que no todos respondemos igual a la misma terapias.
Así, hay terapias más orientadas a dolencias físicas, como la Reflexología Podal
o Acupuntura; otras más afines a dolencias emocionales y mentales, como las
Flores de Bach o Terapias con Cuarzos; otras más relacionadas con temas
espirituales, como la Meditación o Regresión, etc. Aunque en todas ellas hay un
poco de todo, es decir, todas ellas pueden ser utilizadas en todos los niveles
siendo un buen profesional.
Ahora bien, como la base de la mayoría es
la movilización de la energía, esto sería lo primero que habría que conseguir si
queremos dedicarnos de forma seria a ellas. Lo más importante es ser capaces de
sentir la propia energía, reconocerla e incluso verla, de forma que podamos
aplicarnos la base de toda terapia energética, ser conscientes de nuestra propia
energía y de su estado. Después, lo haremos con los demás, sentiremos su
energía, la palparemos con las manos, sabremos en qué estado se encuentra
tocando sus chakras, capas áuricas y meridianos, completando así el diagnóstico.
El estudio de las Terapias Energéticas nos
sensibiliza a la energía, de tal forma que la podemos hacer «real», palpable a
nuestros sentidos. Cuando hemos conseguido esto es cuando realmente estamos
preparados para sanar.
Independientemente de qué técnica nos
gustaría aprender o si queremos especializarnos en esta disciplina en su
conjunto, es muy importante y básico para todo terapeuta que se dé un contacto
directo con las propias energías, que se hagan ejercicios de conexión y de
identificación de dolencias propias para así estar más preparado y, sobre todo,
equilibrado. El equilibrio en un terapeuta es básico para poder ejercer como tal
en toda su plenitud; es ser terapeuta en conciencia y no en teoría. Sólo cuando
somos capaces de mirar de frente nuestras propias alteraciones y dolencias para
así poder identificarlas y tratarlas, estamos preparados para tratar a los demás
y ayudarles a que se conozcan mejor e identificar sus propias dolencias de igual
manera.
Existen técnicas como la Meditación, el
Chi-kung, Tai-chi, autochequeo energético y otras, todas ellas importantes y
necesarias para nuestro contacto interno, de forma que también estemos
abriéndonos paso hacia la elevación de nuestra conciencia, hacia la conexión con
nuestro ámbito energético para después abrirnos al de los demás. Es muy
importante estar bien con uno mismo, buscar el crecimiento personal para que lo
que vayamos a transmitir sea lo más puro y objetivo posible, para que seamos
capaces de dejar nuestros problemas aparte y dedicarnos plenamente a la persona
que nos necesite en cada momento. Sólo así podremos estar plenamente preparados
para formarnos como un especialista en Terapias Energéticas. Al final, si el
ámbito en el cual nos estamos moviendo es el energético y todo en el Cosmos es
energía, a través de las Terapias Energéticas nos podremos poner en resonancia
con lo que nos rodea, con el planeta, con el cosmos, con los diferentes planos y
niveles de conciencia, con el Uno. Todo resuena en una vibración energética y el
fin es conseguir la nota que nos vincule con el Todo, para que la melodía de las
diferentes notas aportadas sea la correcta, sea perfecta.
Técnicas diversas
Entendiendo lo anteriormente expuesto,
vamos a ver una serie de técnicas que se incluyen en el ámbito de las Terapias
Energéticas, aunque habría muchas más, y que pueden hacer que se comprenda mejor
de lo que hemos estado hablando:
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Chequeo Energético:
es una técnica de diagnóstico y equilibrado de nuestro
sistema energético. Con él podremos saber en qué condiciones tenemos nuestros
sistemas de chakras, capas áuricas y meridianos. Es sencillo y cómodo de
realizar y, además, no se necesita ningún aparato o herramienta específica, sólo
nuestras manos.
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Sanación con cristales:
los cristales son un gran instrumento que nos ofrece la Tierra para poder
sanarnos. Son una gran familia que consigue mediante su resonancia y propiedades
equilibrarnos y acceder a cualquier nivel de nuestro ser, ya sea físico,
emocional, mental, espiritual y, por supuesto, energético, ya que es a través
del cual actúan.
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Flores de Bach:
las flores son un excelente método de sanación, sobre todo en el ámbito
emocional y mental, ya que de una forma sutil y pautada nos van ayudando a
superar partes de nosotros que no podríamos hacerlo solos. Nos enseñan cómo
somos y qué nos está pasando y cómo hemos llegado a estar así, para después
enseñarnos a recuperar nuestro equilibrio.
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Reiki:
esta técnica ya está muy reconocida y consiste en utilizar la energía universal
a través de las manos del terapeuta, convirtiéndose así en un mero canal.
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Cromoterapia:
consiste en la utilización del color como forma de
reequilibrar la salud. El color es un tipo de energía específico con unas
propiedades terapéuticas. Esto posibilita el acceder a determinados niveles de
acción para poder armonizar los problemas y alteraciones dadas.
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Reflexología Podal: todo nuestro organismo
está reflejado en nuestros pies y es a través de los puntos reflejos de éstos
como podemos trabajar y conseguir un restablecimiento de la salud de nuestro
paciente. También existe la reflexología en las manos y cara.
Cuerpo como herramienta
? Sanación Pránica:
esta técnica, muy extendida en la India, utiliza diferentes fuentes de energía
como son la del Aire, la Tierra, el Sol, los Planetas o las Entidades
Espirituales para ser canalizada a través del terapeuta y reequilibrar la salud.
Es una técnica muy completa y rápida en resultados.
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Kinesiología:
utiliza el propio cuerpo como forma de saber cuáles son los problemas a
resolver, al igual que es el mismo cuerpo el que indica cuáles son las terapias,
dieta o medicación mejor para superar el problema o enfermedad. Todo esto se
consigue mediante un test muscular que es la principal herramienta de trabajo en
esta disciplina.
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Terapias físicas:
en este bloque incluiríamos técnicas como el Chi-kung,
Tai-Chi, masaje Shiatshu, masaje Craneo-Sacral, Osteopatía, Yoga, Yoga Egipcio,
danza, etc.
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Medicina China:
es una disciplina muy antigua que incluye diversas técnicas
para equilibrar nuestro sistema de meridianos como son la Acupuntura,
Digitopuntura y Moxibustión, Auriculoterapia, Ventosas, etc., todas ellas con el
único fin de que la persona encuentre la salud tras el desbloqueo de la energía
en los diferentes canales.
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Limpiezas energéticas:
consisten en la detección y eliminación de energías densas, bloqueadas y
negativas, generadas por uno mismo, recogidas de algún lugar o enviadas por el
pensamiento de alguna persona. Todas estas energías nos afectan directamente y
es necesario limpiarlas para que pueda ser eficaz la terapia que hagamos
después. En muchos casos en los que las terapias hechas no surten efecto es
porque no se han hechos estas limpiezas. Una vez realizadas, todo fluye mejor y
los resultados son más rápidos.
Podríamos seguir añadiendo más tipos de
terapias, ya que son muy numerosas pero como habéis podido comprobar, todas
ellas utilizan métodos sencillos y no agresivos para conseguir que estemos bien,
que seamos felices y que nos reencontremos con nosotros mismos, mejorados y, lo
más importante, sanos.