La unión de la Técnica
Metamórfica y los Principios Universales nos puede ayudar a «descubrirnos» más
allá de lo que vemos. Los pacientes a los que he tratado con ambas técnicas,
porque he sentido que lo necesitaban, han dado pasos de gigante en el camino
hacia su evolución.
En
la década de los 90 tuve el placer de recibir de Gaston Saint Pierre un curso de
la Técnica Metamórfica y de los Principios Universales. Me sorprendió su forma
eferente de transmitir la Metamorfosis. Cuando empezamos con los Principios
Universales sentí una especie de caos dentro de mi y me puse a mentalizar lo que
estaba sintiendo. El profesor se había transformado al transmitir y su forma
eferente (interna) había pasado a una forma aferente (externa). Todo parecía
cambiar dentro de mí, hasta que me abandoné embriagándome en el mundo interior
al que iba llevándonos el paso por cada uno de los principios. Sentid, percibid
e interiorizad cada principio, nos decía Gaston; yo diría algo más, fundirse con
cada uno de ellos. Aquel domingo a las 15 horas salí del curso sin palabras, no
podía creer lo que había sucedido en mi interior, parecía que me hubiera
descubierto por primera vez, como si los años vividos hasta ese momento
estuvieran ausentes y sólo existiera ese día. El contacto de mis pies en el
suelo al caminar también era nuevo, la percepción del asfalto o de las baldosas
de la acera se hacían sensibles en las plantas de mis pies. Cuando llegué a casa
no podía hablar, me apetecía estar hacia dentro, en comunión conmigo. Una y otra
vez aparecía este principio, «Comunión» y, aunque físicamente no pude estar en
recogimiento, una parte de mí permanecía así sin siquiera proponérmelo.
Tendría que pasar algún tiempo para que me
diera cuenta de lo que había recibido a nivel terapéutico. Unos meses después,
traté a un bebé en su cunita mientras dormía con la Técnica Metamórfica. Sus
dedos estaban siempre encogidos y, aunque evolucionaba, no lo hacía con la
rapidez habitual en los niños. Se me ocurrió que podría aplicar la técnica de
los principios, ya que el profesor nos había indicado el beneficio de unir las
dos técnicas aunque aún no me había atrevido a ponerlo en práctica. Mientras
aplicaba en sus piececitos cada principio, sus deditos empezaron a estirarse;
parecía como si su hilo interior se distendiera permitiendo a los dedos una gran
expansión.
A partir de ese momento, combino las dos
formas de metamorfosis cuando mis manos perciben que la fuerza vital del
receptor lo necesita, y siempre tengo la sensación de que los pacientes dan
pasos de gigante en su proceso.
Los Principios Universales en relación con
la Técnica Metamórfica es un trabajo creado por Gaston Saint Pierre (alumno
directo de Robert Saint John). Surgen como consecuencia de la práctica de la
Técnica Metamórfica, y muy especialmente de percibirla desde el centro del ser
o, como él dice en su libro Los Principios Universales (2004): «Surgieron
de la vida, sin necesidad de leer nada, aunque posteriormente los libros me
sirvieron como punto de comparación y aclaración». Gaston también nos dice
«Tener una visión universal es uno de nuestros derechos innatos; sin embargo,
debido a las restricciones que nosotros mismos nos imponemos, parece que
viviéramos en una cárcel». Esto no nos deja abrir las puertas de nuestra
percepción y ver más allá de nosotros mismos. Los Principios Universales nos
permiten comunicarnos con este derecho innato a esa visión universal y nos dan
la fuerza para romper cadenas y vivir en la libertad. He podido comprobar cómo
iban abriéndose, casi sin darse cuenta, las puertas de la percepción de las
personas que me permiten aplicarles esta técnica.
Cuando recibí sus clases, Gaston Saint
Pierre no había escrito el libro sobre los principios y, al leerle, observé una
gran evolución en su sensibilidad, o quizás es mi percepción la que ha cambiado.
En su libro nos dice que «en cada uno de nosotros, el poder de la vida, tiene
una capacidad infinita para transformar, sanar, guiar y derribar barreras».
También nos habla de que «todos somos Luz, aunque el mundo a menudo parezca
oscuro. Vivimos inmersos constantemente en la verdad, en un mundo de hechos,
pese a que de alguna manera nos rodeamos de falsedad». Esto nos hace dudar de
nosotros mismos apartándonos de nuestro centro, de La Fuente. Todos tenemos el
derecho de elegir nuestro camino y de cubrirnos de lodo hasta asfixiarnos si lo
deseamos, pero podemos optar por embriagarnos de sensibilidad y percepción y
llegar a conocernos desde lo más profundo de nosotros mismos para que así
podamos conseguir encontrar nuestro verdadero camino, nuestra misión en este
mundo y, muy especialmente, ser y dejar ser. Porque en cada uno de nosotros hay
un microcosmos que contiene una parte idéntica del Gran Cosmos y deberíamos
tener la claridad de ver, elegir y disfrutar todo su componente. Yo creo, desde
mi humilde experiencia, que la práctica de los Principios Universales como otra
parte de la Técnica Metamórfica, nos puede ayudar a conseguir descubrirnos más
allá de lo que vemos.
Según Gaston Estos principios son: Género;
Causación; Correspondencia; Ritmo; Polaridad; Vibración; Mentalismo/Impulso
creativo; Percepción interna/Iluminación; Comunicación/Comunión.
El principio de Género. Es el principio de todo y de
todos en el mundo, es dual, nos establece la diferencia entre lo masculino y lo
femenino. Al aplicar este principio conectamos con el momento del nacimiento.
El principio de Causación. Nos ayuda a percibir el pasado
en el aquí y el ahora permitiendo, así, que podamos liberarlo. Con este
principio conectamos con el pre-nacimiento.
El principio de Correspondencia. Nos permite conectar con
el espejo que la vida nos muestra y crecer a través de su enseñanza. A nivel de
consciencia nos conecta con las 18-22 semanas de gestación y ayuda a reafirmarse
en el «yo» y «no yo».
El principio del Ritmo. Nos da la capacidad para fluir en
la vida y en notros mismos. Nos permite iniciar un movimiento hacia adelante
saliendo del pasado y romper el círculo vicioso. En el esquema prenatal nos
conecta con las 6-18 semanas de gestación y nos ayuda a afirmarnos en el yo.
El principio de Polaridad. Nos lleva a nuestra propia
dualidad, a que entendamos nuestra sombra y aceptar nuestras carencias. Todos
necesitamos de la polaridad, esa propiedad opuesta para existir, y de ello
depende la armonía. Este principio nos conecta con el momento de la concepción y
nos permite tomar consciencia del tiempo y no tiempo.
Principio de Vibración. Nos permite sentir nuestra propia
vibración en conexión con la naturaleza y mucho más. En relación con el esquema
prenatal nos conecta con el no tiempo, con la glándula hipófisis y nos
proporciona la capacidad de llegar a nuestro interior, a nuestra espiritualidad.
Principio de Mentalismo/Impulso Creativo.
Está relacionado con la glándula pineal y nos
conecta con lo más espiritual de nosotros descubriendo facetas que, pocas veces,
nos paramos a reconocer.
Principio de Percepción
interna/Iluminación. Este principio nos permite llegar a nuestro verdadero ser
interior, con nuestra propia luz y nos prepara para ver más allá de esa luz.
Esto sucede cuando en nuestro interior surge el autentico silencio, el silencio
interior.
Principio de Comunicación/Comunión.
Necesitaría la revista entera para definir este principio aunque con tan sólo
una palabra podría ser suficiente "AMOR". Entretenerse a definirlo sería poner
la mente en movimiento, deteriorarlo, romper su magia. El principio de
Comunicación/Comunión es necesario percibirlo desde la propia sensibilidad y
solo así se podrá entender, porque cada uno de nosotros somos uno y en cada uno
se manifiesta de una forma especial y única que nos lleva a ser uno en el AMOR.
La aplicación de estos principios son
útiles cuando la Fuerza Vital encuentra un obstáculo superior a su capacidad en
un momento determinado que le impide avanzar al ritmo que necesita la persona,
ayudándole a que encuentre la armonía interna y el impulso para expandirse como
consciencia a través de la comprensión de las Leyes Universales y fluir con la
naturaleza, la Gran Maestra.
En estos años de experiencia en la
práctica de los Principios Universales ha podido constatar su beneficio y,
aunque no siempre los utilizo, ellos me llaman principalmente en los pies y al
terminar de aplicarlos, tengo la gran sensación de haber conectado con la parte
más espiritual del receptor y aflora en mí el respeto más absoluto por él. Me
siento como si hubiera realizado una obra de arte dentro de la consciencia, no
solo del paciente, sino de mí misma. Sin poderlo evitar, aparece en mi cabeza el
principio de Comunión/Comunicación y en ocasiones aflora ante mí la forma en que
define en su libro Gaston Saint Pierre la práctica "En la práctica de los
Principios Universales el cuerpo físico se considera como una tela en blanco
sobre la que se puede pintar un bello cuadro. La técnica artística es una
sosegada comunión con cada uno de los puntos reflejos de estos principios en los
pies las manos y la cabeza".