Nanow Imagin-Acción. Nuevo libro de Eric Rolf

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    Necesitamos estar en el momento,
    mirar hacia lo nuevo, lo desconocido, más que a un pasado muerto que sólo ofrece
    un falso sentimiento de seguridad. Ha llegado la hora de prestar una cuidada
    atención a nuestra visión con compromiso y darnos cuenta de que el viaje está
    lleno de misterio y de retos.

    Bienvenido al mundo del
    Nanow. Bienvenido al mundo donde lo realmente pequeño es realmente hermoso,
    magnífico y la posibilidad más poderosa está disponible para nosotros los
    humanos. Bienvenido al mundo Nanow donde el NanoPaso puede llevarte fácil y
    claramente adonde tú desees ir.

    Bienvenido al mundo Nanow donde se acepta
    fácilmente que la experiencia humana es 99 por ciento invisible, energía
    creativa consciente y sólo un uno por ciento visible.

    Bienvenido a un Ser-Corazón Nanow y
    también a un Estar ahí, Nanow, los secretos de la causa creativa, el movimiento
    perceptivo interior y la NanoAcción.

    Bienvenido al lugar donde la acción está
    dirigida desde el corazón, acción basada en escuchar tu interior y el NanoPaso
    dado con una claridad mental cristalina y con intención firme.

    Bienvenido al mundo donde verdaderamente
    puedes hacer aquello que claramente elijas, si estás deseando comprometerte con
    ello. Lo que significa darle tu NanoAtención de forma regular.

    Bienvenido al mundo donde la Ley de la
    Confusión y la Ley de la Claridad demuestran la naturaleza fundamental de
    abundancia de oportunidades y generosidad. Donde hay confusión, hay oportunidad,
    y cuando hay una elección clara hacia la NanoAcción, hay manifestación.

    Bienvenido al mundo de ImaginAcción, donde
    puedes dirigir (NanoPasos) tu camino hacia una vida liberada haciendo uso de las
    Leyes de la Confusión y de la Claridad.

    Bienvenido al mundo donde la gota de agua
    se percata de que es también océano, un grano de arena, el mundo, y la partícula
    acepta su total potencial creativo y sus posibilidades a través de la NanoAcción.

    Bienvenido al mundo donde puedes hacer
    todo de forma rápida, pequeña, simple y completa. Nos hemos encontrado con Eric
    Rolf, el creador del mundo Nanow donde reina la Imagin-Acción y la posibilidad
    de hacer las cosas rápida, pequeña, simple y completa. Nanow también es el
    título de su nuevo libro, que se acaba de editar en castellano, donde entre
    otras cosas nos introduce a la Ley de la Confusion y la Ley de la Claridad.

    Posiblemente Nanow es el libro más
    definitivo escrito sobre el proceso creativo personal, cómo creamos nuestras
    vivencias y cómo podemos hacer visible lo invisible. Su formato es único también
    en el sentido que los temas se desarrollan todos a través de preguntas y
    respuestas. Es el propio autor quien hace las preguntas y aporta las respuestas.
    Una verdad acerca de la información, dice Eric, es que para que tenga sentido
    contesta a una pregunta o implica una pregunta no formulada. Y como hay varios
    conceptos nuevos para muchos, esto es una manera de hacerlo más digerible. Es
    como comerse un banquete de varios platos masticando y saboreando bien cada
    trocito. Tanto Eric como su nuevo libro son provocativos, al mismo tiempo que
    sencillos y claros. Por ejemplo, comienza deshaciendo las fantasías que se han
    montado sobre el libro/película El Secreto. Hay un considerable
    malentendido y confusión relacionados con la comprensión de esto y,
    especialmente, con su aplicación, tratando de conectar con resultados
    específicamente deseados.

    La mayor confusión se da en términos de lo
    que se requiere por nuestra parte. El Dr. Robert Anthony, conocido por ser en
    gran parte inspirador del proyecto, decía lo siguiente:

    «Estoy agradecido a Rhonda Byrne por
    mencionarme en su libro como el inspirador de El Secreto, una obra que en
    esencia trata de la Ley de la Atracción, algo sobre lo que he estado enseñando
    estos 30 años. Una de las razones por las que rechacé involucrarme en el
    proyecto fue porque sentí que el mensaje era demasiado light. Cubría tan
    sólo una parte de la ecuación de la Ley de Atracción, pero no hacía referencia
    al componente de la Acción o al proceso de continuación. Ni tampoco hablaba de
    nuestras creencias inconscientes, y de cómo la mayor parte del tiempo no somos
    conscientes de lo que estamos manifestando desde nuestra mente inconsciente. El
    efecto conseguido es que muchas personas se inspiraron en un primer momento,
    pero después quedaron algo decepcionadas o desorientadas cuando intentaron
    aplicar El Secreto en sus vidas de forma continua». Nosotros le
    preguntamos ¿Qué reservas o críticas tienes hacia la película? Sería más exacto
    decir que debido a ciertas limitaciones en la percepción, especialmente por
    parte de la audiencia (pero también por parte de los productores de la
    película), ha generado una igual cantidad de confusión. Aprecio la naturaleza de
    la confusión y el valor de la claridad. Siento que yo puedo hacer una
    contribución en esta área. He dedicado mi vida entera a explorar en profundidad
    los procesos humanos creativos y de comunicación. La Ley de Atracción es una
    pieza de información valiosa que tiene significado en el contexto de la
    creatividad personal y la comunicación.

    La sutileza no es una cualidad de las
    masas, a pesar de que, a la vez, cada individuo sea capaz de alcanzar
    considerables grados y profundidades de sutileza perceptiva. Depende
    principalmente del área de interés y del contexto en el que el sujeto mantiene
    ese interés en su vida. Cuanto más grande y profundo sea el interés y la
    experiencia personal, más grande será el potencial de sutileza perceptiva, y
    viceversa.

    También es cierto que oímos sobre todo, lo
    que esperamos y lo que queremos oír. Lo que la mayoría quiere oír es algo
    cercano a una píldora mágica o a una solución que requiera poca o ninguna acción
    de nuestra parte, incluso aunque digamos todo lo contrario. A menudo encontramos
    personas que aseguran estar dispuestos a hacer lo que sea por cambiar su vida u
    obtener un resultado deseado, y de hecho son las que menos hacen, o incluso no
    hacen nada.

    Vivir es una acción, un movimiento, un
    hacer, interna y externamente; y un contexto de percepción. Ese conjunto
    dinámicamente interactivo de valores, creencias, experiencias e
    interiorizaciones es el que determina el mundo que habitamos a cada instante
    junto con nuestra experiencia de ello.

    ¿Estás diciendo que El Secreto
    transmite un mensaje confuso? Lo cierto es que en medio de esta conmoción
    orientada al consumismo que es el presente, llega El Secreto, y es muy
    fácil creer que aquí está por fin el secreto para obtener grandes cantidades de
    aquello que no tienes, pero que puedes tener si simplemente cambias tus
    creencias limitadoras y lo visualizas. ¡Ah sí, también debes sentir que ya lo
    tienes! Eso dobla el grado de dificultad (yo también puedo hablar absurdamente).
    Primero, creemos que no tenemos algo, entonces con sólo decir creo que lo
    tendré, en cierta forma me lo creo; a continuación, tengo que creer que «creo
    que lo tengo». En cierta forma estoy bromeando, pero sólo en cierta forma.

    Hay que añadir el malentendido referido a
    la afirmación de la Ley de Atracción, que implica que algo es atraído hacia
    nosotros desde alguna parte. Pero nadie dice desde dónde. La respuesta fácil,
    aunque inapropiada, es que dependiendo del objeto o la experiencia que sea, está
    almacenada o vive en un lugar diferente al que nosotros estamos. Para complicar
    las cosas aún más, leemos u oímos frecuentemente que todo está en nosotros.
    Aparentemente, la confusión existe. Otro gurú al que oí intentar aclarar este
    punto dijo: «No es tanto que las cosas vienen a nosotros, sino a través de
    nosotros». Esto se acerca un poco, aunque tampoco es totalmente correcto. Lo que
    ya está ahí, está ahí; ahora simplemente se hace visible y accesible de formas
    que pueden parecer milagrosas, ya que la vida no se impone los mismos límites
    que nosotros como individuos nos imponemos. Alinearse y permitir es algo muy
    distinto a atraer lo que no tienes.

    Lo que generalmente se refiere a la Ley de
    Atracción es, de hecho, el contrario interno del principio exterior de que los
    opuestos se atraen. En lo que es exteriormente visible, la realidad material,
    los contrarios parecen atraerse. Básicamente, la Ley de Atracción es similar a
    la idea de que «los iguales se atraen» (Lo que es semejante se atrae entre sí).
    Aquí «igual» se refiere a una vibración similar (no un concepto especialmente
    fácil de entender en términos humanos) más que a una similitud visual o de
    apariencia. En efecto, atraemos/experimentamos más de la realidad que
    consideramos real para nosotros. La clave es lo que ya consideramos real para
    nosotros. El hecho es que no podemos y no atraemos nada que de antemano no
    creamos real para nosotros, o dicho positivamente, sólo atraemos o manifestamos
    aquello que ya es real para nosotros. Es lo que hacemos constantemente, sin
    pausa.

    Así pues, no se trata para nada de atraer,
    sino de cómo elevar nuestra vibración o punto de percepción para que podamos
    libremente ver, comprender, usar y beneficiarnos de lo que ya está ahí. Somos
    nosotros los que tenemos la responsabilidad creativa de llevar nuestra vida o
    experiencia vibratoria hasta el siguiente nivel, desde el cual más vida y
    oportunidades están disponibles. Somos nosotros los que tenemos que alinearnos y
    dar atención creativa a nuestra realidad vibratoria o espiritual o alma, que es
    el 99 por ciento de quienes somos. A medida que nuestra vibración se incrementa,
    las creencias situadas en una vibración menor o más limitada, salen a la
    superficie y pueden ser liberadas, de hecho son recicladas.

    Por otra parte, la Ley de Confusión
    plantea que «hay una relación directa entre el valor personal percibido o la
    importancia relativa para nosotros de una cosa o experiencia, y lo que conocemos
    como confusión a la hora de actuar en lo que a ello respecta. Cuanta más
    importancia y apego, mayor será la confusión». Podemos incluso decir que la
    confusión está determinada por cómo percibimos la relación directa entre el
    valor o la importancia personal que proyectamos en un posible resultado en el
    momento de actuar para obtenerlo.

    La confusión es sostener un punto de vista
    en el presente en el que nuestras acciones no están alineadas con lo que
    queremos. Es como decir que deseamos un resultado final, un resultado positivo
    visible en nuestra vida, pero parece que hemos perdido el sentido del proceso.
    Queremos las manzanas pero nos hemos saltado los procesos de plantar, fertilizar
    y regar. No estamos alineados con el flujo hacia su visibilidad o realización.
    Nos sentimos momentáneamente bloqueados en nuestro camino. Uno de los aspectos
    subjetivos relacionados con la confusión se da cuando el ego intenta jugar a ser
    Dios y desea alcanzar lo que va más allá de sus límites. Buscamos la solución
    perfecta en un mundo que creemos que es imperfecto.

    Desde la confusión a la claridad

    Parece que nos aferramos tanto a la
    confusión como al caos. Pero el hecho de que sigan un orden no parece ayudarnos,
    al menos al principio. ¿Cómo pasa uno de la confusión a la claridad? Es
    sorprendentemente fácil y es a lo que más nos resistimos. Olvidamos que bajo
    toda resistencia, hay un tesoro escondido. La claridad está directamente
    relacionada con la experiencia de poder y libertad. Para muchos de nosotros,
    nuestra pobre auto-aceptación sugiere que no nos merecemos ese poder y libertad.
    Es como decir que ese éxito es más aterrador que el fracaso, ya que al fracaso
    lo conocemos, y parece haber una seguridad mórbida en lo que ofrece. Podríamos
    considerar que en las vidas de muchas personas lo que sucede, no es que se fijen
    metas muy altas y no las alcancen, sino que las colocan muy bajas y las
    alcanzan, volviéndose cómodos y seguros, aunque no les guste el resultado.

    La claridad es un concepto orientado al
    futuro y que se mueve hacia adelante. Mirar hacia adelante implica estar en el
    momento presente.

    Esto es diferente a fantasear acerca del
    futuro. La claridad requiere que veamos y vivamos en la dirección en la que nos
    movemos y que tengamos un destino definitivo o un puerto en mente.

    El viaje de la vida no es tanto un camino
    que uno recorre como un océano en el cual uno navega con un velero. Cuando
    navegas, estableces un rumbo con un destino definido en mente, y entonces la
    tarea consiste en estar en el momento en términos de observar las condiciones de
    las olas, las corrientes y el tiempo, y ajustar la navegación a ellos. Se ha
    dicho antes, que es más la colocación de la vela que la fuerza del vendaval, lo
    que determina adónde vas y con qué rapidez llegas allí.

    Cuando hablamos del viaje espiritual,
    hablamos de descubrir y navegar en un océano cósmico. Me acuerdo de las palabras
    de Cristóbal Colón: «Para descubrir nuevos océanos, uno debe tener el valor de
    perder de vista la costa».

    Sí, definitivamente necesitamos estar en
    el momento, mirar hacia lo nuevo, lo desconocido, más que a un pasado muerto que
    sólo ofrece un falso sentimiento de seguridad; prestar una cuidada atención a
    nuestra visión con compromiso, y darse cuenta de que el viaje está lleno de
    misterio y retos; que puede haber riesgos, principalmente emocionales.

    La ley de la claridad

    La Ley de Claridad declara que a medida
    que la claridad aumenta y uno puede observar/imaginar mejor los detalles de lo
    observado, lo observado se hace visible y se manifiesta más rápidamente en la
    tercera dimensión.

    Recuerda que hablamos de una visión, algo
    que puede ser visible y experimental por dentro, e invisible y no-transferible
    por fuera. La claridad es realidad para el observador y se manifiesta
    físicamente a través de una especie de identificación metafórica.

    Es saber que estás mirando una
    representación metafórica de ti mismo como si fuera un espejo, un mágico espejo
    de aumento. Quizás una de las mejores y más simples expresiones de esta
    identificación sea el «Yo soy eso, eso soy» del Viejo Testamento.

    En «Medicina del Alma», hemos notado desde
    el principio que el paciente viene a curar al médico y que el primer paso de la
    terapia es identificarse uno mismo con el paciente y su estado, y darse cuenta
    de que uno siempre está hablando consigo mismo, que es como aprendemos a
    escuchar interior y exteriormente.

    ¿Es comparable esta identificación
    observada y esta claridad con mirar tu propia cara en un espejo y ser consciente
    de los detalles, como buscando pequeños cambios de algún tipo? ¿Estás diciendo
    que el secreto de la manifestación está en los detalles de la observación?

    En verdad, el secreto, el verdadero
    secreto, está en los detalles y en el grado de compromiso que tengamos con
    ellos, en dar, en prestar atención y en actuar apropiadamente. Dios, la fuente,
    se esconde en los detalles. Es en el detalle donde se concentra el poder
    verdadero.

    De hecho es un detalle sólo porque es una
    concentración de poder en un pequeño espacio, cosa, acontecimiento o idea. ¿Pero
    qué ocurre con los altos cargos, los ejecutivos de alto nivel que supuestamente
    no se entretienen en los detalles? Cuanto más elevado y visionario es el nivel
    de uno, más se da cuenta de la importancia de los detalles significativos. Por
    significativos, me refiero a esos detalles en los que los ejecutivos mantienen
    su ojo puesto.

    Habiendo tenido la oportunidad de trabajar
    y consultar con algunos de los mejores y más poderosos ejecutivos de alto nivel
    en negocios e industria, puedo asegurarte que están extremadamente orientados a
    los detalles y asumen la responsabilidad por todo. También es cierto que pueden
    delegar el manejo a otros, pero siempre existen esos detalles que tienen que ser
    manejados personalmente o al menos uno tiene que ver que hayan sido ejecutados
    de manera impecable.

    Sólo se necesita observar este universo
    sorprendente para comprender cuán intrincado y minuciosamente detallado está y
    cómo todo interactúa armoniosamente. Está inimaginablemente bien organizado, y
    se renueva de instante en instante, de manera impecable. Nosotros somos uno de
    los detalles impecables de Dios.

    Miremos al mundo de los quasars o al mundo
    de los quarks, donde todo está cuidado al máximo detalle.

    Podemos percibir orden, y por lo tanto,
    significado personal para nosotros. La ciencia es un proceso de percibir orden y
    significado implícito (usando al mismo tiempo intuición e intelecto). Como tal,
    es una extensión de la capacidad creativa del hombre, una facultad equivalente a
    la fe. Un astronauta necesita tener una fe tremenda en su percepción del orden
    universal y de las leyes físicas que le permitan meterse en un cohete gigante y
    ser lanzado al espacio exterior a una velocidad de 5g.s (gravedad por segundo).
    También requiere una gran cantidad de auto-aceptación /confianza espiritual en
    lo que se refiere a su habilidad de estar en el momento, afrontando tomar
    acciones apropiadas en un entorno rápidamente cambiante. Él definitivamente se
    siente apoyado por la vida y por Houston, mientras encara y encaja el misterio.

    Experimentar el momento socrático de
    «saber que no sabemos nada» es el primer paso. El segundo es saber que ya lo
    tenemos disponible y que podemos conocerlo en detalle y, por lo tanto, permitir
    que manifieste visibilidad sea cual sea la manera apropiada para ese momento.

    Manifestando visibilidad en la tercera dimensión

    ¿Cuál es la relación entre observar el
    detalle y manifestar algo visible en la tercera dimensión? Puedes relacionarlo
    con una planificación detallada, y no porque las cosas vayan a salir exactamente
    como lo planeas. Nunca lo hacen. Pueden parecer más, menos, mejor o peor, pero
    nunca son como las has planeado. Hay un viejo dicho que dice: si quieres hacer
    reír a Dios, cuéntale tus planes.

    Obviamente, del resto de la «vida/tu vida»
    puede decirse que tiene sus propios planes que pueden no ser secretos para ti.
    Recuerda que las áreas inconscientes de la personalidad también participarán en
    la creación. De todos modos, nuestro plan está incluido en el plan de la vida,
    no lo sustituye. Hay sitio y posibilidades para ambos en cada instante, y parece
    ser así en todo momento.

    ¿Qué es lo que falta?

    Lo que falta, de lo que carecemos es de un
    fundamento, un marco perceptivo, lo suficientemente amplio y aceptado
    personalmente para nuestra vida y nuestro papel cambiante en ella. No sabemos o
    no aceptamos completamente que estamos aquí porque se nos necesita; y cuando
    cambia quiénes somos a cada momento, también lo hace nuestro papel o la posible
    contribución creativa, tanto a la evolución personal como universal.

    Todo esto y mucho mas se explica en
    detalle en el nuevo libro Nanow.