Renovarse con la cura del sirope de savia

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    La vuelta de las vacaciones es un momento ideal para limpiar el organismo y
    la mente, y comenzar renovado lo que queda de año. Conseguirlo es sencillo con
    la cura de savia y zumo de limón, pero antes de lanzarse hay que saber algunas
    pautas de comportamiento que aseguran el éxito tras los siete o diez días que
    dura.

    La fórmula del sirope de savia, como existe hoy en día, se
    concibió con el fin de producir los mejores resultados para aquellas personas
    que decidan realizar la cura de savia y zumo de limón. Hace unos veinte años la
    cura se solía realizar solamente con sirope de arce. Mientras que con algunas
    personas funcionaba, otras sufrían los efectos secundarios del ayuno:
    deshidratación, falta de minerales, cansancio, etc. Al no ingerirse ningún otro
    alimento junto con el limón, en un periodo de siete a catorce días, resultó
    esencial que la composición del sirope cubriera todas las necesidades diarias
    del cuerpo durante el tiempo de la cura. La fórmula del sirope de savia, que
    consiste en la mezcla de las savias de palma y arce, se ha ido desarrollando
    durante veinte años por el ya difunto Stanley Burroughs, el inventor de esta
    famosa cura. Ha sido mejorada varias veces y testada con muchísimas personas,
    con y sin problemas de salud, algunos de los cuales habían experimentado
    dificultades durante la cura cuando sólo se hacía con sirope de arce.

    La cura de savia y zumo de limón es el tratamiento más
    adecuado para desintoxicar el organismo. En realidad, esta cura no está indicada
    para ninguna enfermedad concreta, pero puede ser una terapia para todo tipo de
    patologías: alergias, asmas, afecciones dermatológicas o ginecológicas,
    hipertensión, artritis, reumatismo, estreñimiento, gases, etc.

    El auténtico sirope de savia está compuesto por la savia de
    arce C+ de cultivo biológico certificado y de la savia de palma, obtenida por
    palmeras crecidas en plena selva tropical. La savia de arce C+ proviene de los
    bosques de arce del Norte de América, donde los indios ya conocían el arte de
    extraer de este árbol su dulce savia y preparar con ella sirope. Para la cura se
    utiliza únicamente el sirope de arce C+, la última cosecha del arce que aporta
    al cuerpo muchas más sales minerales y oligoelementos que el sirope de arce
    grado A, el más corriente. Así como en el hemisferio nórdico hay un solo tipo de
    arce que produce dulce savia, también en el trópico hay una sola clase de palma
    de cuya savia se obtiene esta miel, la palma de arén.

    El sirope de palma contiene la cantidad de sodio y potasio
    necesarios para el funcionamiento de las células y la desintoxicación del
    cuerpo. Mezclándolos en la proporción correcta se obtiene el sirope de savia,
    muy rico en oligoelementos y otros nutrientes, que garantizan el éxito de la
    cura, al suministrar junto al zumo de limón, lo necesario para el buen
    funcionamiento del organismo durante los 10 días de la cura. Para garantizar el
    éxito de la cura es muy importante utilizar el sirope auténtico que no contiene
    ni conservantes ni colorantes ni aditivos químicos y rechazar imitaciones.

    Una ampliación a toda cura, forma de realizarla y sus
    efectos, así como reacciones de las personas que la han realizado se encuentran
    en el libro La cura de savia y zumo de limón de K. A. Beyer (Ediciones
    Obelisco).

    Esta cura se puede realizar como ayuno completo o semi-ayuno.
    La cura auténtica está basada en la milenaria terapia del ayuno. Ayunar
    significa vivir por un tiempo determinado de las propias reservas. Ayunar no es
    «pasar hambre». Además mientras se realiza la cura, el cuerpo aprovecha para
    deshacerse de los detritus, de la toxicidad y de las grasas superfluas que se
    han acumulado en el organismo progresivamente, permitiendo a los órganos
    regenerarse y reactivar su funcionamiento. La desintoxicación potencia nuestras
    facultades mentales, la concentración y mejora la memoria.

    La cura completa dura de siete a diez días, en los cuales
    sólo se debe ingerir el preparado de sirope de savia de palma y arce y ningún
    otro alimento. En cada jornada se tomarán de ocho a diez vasos grandes del
    preparado, uno cada dos horas aproximadamente. Se completa con una infusión
    laxante suave antes de la primera toma del día y otra antes de acostarse.

    Mientras se está haciendo la cura sólo se podrán tomar
    infusiones y abundante agua. Después de la cura hay que realizar una transición
    alimentaria correcta de dos a tres días con zumos de fruta, caldos vegetales,
    etc. A continuación se recomienda aprovechar todo el efecto positivo de la cura
    de savia y limón y continuar sobre unas bases sanas de nutrición.

    El propósito del semi-ayuno es el de prolongar este periodo
    de ayuno nocturno, sustituyendo el desayuno y/o cena por dos o tres vasos de
    sirope de savia, limón y agua y así ofrecer al organismo mayor tiempo para su
    descanso y recuperación. Para que el semi-ayuno sea más eficaz, convendría en lo
    posible suprimir durante esta cura los alimentos siguientes, que por su
    contenido en toxinas retrasarían la acción depurativa del semi-ayuno nocturno:
    sal, embutidos, carnes rojas, fritos, pan blanco, harinas refinadas, café,
    alcohol, bebidas carbónicas, lácteos, etc.

    Este semi-ayuno se recomienda como preparación para personas
    que quieran llevar a cabo la cura completa y para quienes no se sientan
    dispuestos o preparados para hacerla pero quieren reducir su peso y mejorar su
    salud. Duración recomendada: entre diez y 30 días.

    La cura le invita a la reflexión, a momentos de silencio, al
    encuentro consigo mismo, actividades recreativas… Pero existen
    contraindicaciones importantes, no deben realizar esta cura las personas
    diabéticas insulino-dependientes, personas con depresión profunda y mujeres
    embarazadas o en periodo de lactancia.

    Recomendaciones para los días previos

    Al menos tres días antes de iniciar la cura de
    desintoxicación conviene eliminar de la dieta una serie de alimentos: carnes,
    harinas, bebidas irritantes y tabaco. Del mismo modo hay que aumentar el consumo
    de jugos, frutas y verduras.

    Durante la cura no se debe ingerir ningún tipo de alimento,
    ya que el sirope contiene todos los oligoelementos, vitaminas y glucosa
    necesaria para evitar que se pase hambre. Para que el proceso depurativo se
    realice correctamente se recomienda no tomar café o alcohol y evitar el tabaco.
    Asimismo, cuando se haya finalizado el tratamiento tiene que comenzar a tomar
    jugos el primer día y poco a poco aumentar también el consumo de frutas y
    verduras.

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