Salud y multiculturalidad

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    En la sociedad occidental, la realidad muestra que existen diferentes opiniones
    sobre las culturas ancestrales aún vivas, tanto entre la gente de a pie
    como entre los políticos, expertos y representantes de las ciencias. Algunos
    tachan de primitivas, inferiores o exóticas a culturas originarias, situadas
    en desventaja con respecto a la occidental (dominante). Esto, ¿por qué?
    Pues porque se consideran las tradiciones de estos pueblos lejos del pensamientos
    científico y del “verdadero” progreso.
    Para los Harakmbet del Amazonas existe un pensamiento simbólico, espiritual
    que conecta a los Topakaeri (chamanes) con mundos subjetivos en los que encuentran
    respuesta a interrogantes diversos. Los Mapuche (Araucanos) sudamericanos tiene
    concepciones místicas del espacio y de la existencia dentro de lo cotidiano.
    En la tradición china podemos hallar un pensamiento analógico, simbólico
    y pragmático. Todos estos pensamientos han sido forjados desde la evolución
    de sus individualidades culturales. Forman parte necesaria del cuerpo cultural
    de sus pueblos, de igual manera que el brazo es parte necesaria del cuerpo físico.
    La eliminación de estos elementos “primitivos”, “poco
    racionales” y “nada científicos” supondría la
    mutilación de ese cuerpo cultural.
    Desde una posición histórica de supremacía occidental, hay
    quienes pretenden descartar, desvalorar, eliminar o asimilar (por la fuerza) todo
    lo que es ajeno o diverso, todo lo que se manifiesta original, atractivo y con
    posibilidad de competir; más, si viene de pueblos considerados atrasados
    o inferiores debido a su situación de pobreza o grado de aculturación.
    Tales tendencias ponen en peligro la continuidad de existencia de culturas originarias,
    y con ello parte de la riqueza cultural y vital de este mundo, basada en la diversidad.
    Quitar a culturas antiguas vivas su pensamiento mágico, su concepción
    simbólica o mística de la existencia, sus rituales, su forma de
    vestir, su lengua, o aún más, sus espacios vitales supone un atentado
    contra el principio de la vida y el derecho de existencia de los pueblos.
    Occidente no es el único punto de referencia para edificar el desarrollo
    y el progreso. Progreso no sólo es tecnología sino también
    saber vivir. Y saber vivir es vivir en paz. Hay muchas preguntas en nuestro interior
    que no pueden responder las máquinas. “La ciencia y las máquinas
    no lo son todo; no pueden darnos respuestas a interrogantes que están más
    allá”. (Izimi Chiba, académico japonés, hispanista,
    especialista en estudios indígenas). Cada Pueblo dispone de unos contenidos
    culturales heredados de los que extrae los elementos que le van a ayudar a construir
    su presente, a definir su identidad y a proyectar su futuro.
    Soplar humo de tabaco para alejar los malos espíritus y asegurar un entorno
    aséptico al enfermo entre los Harakmbet de la Amazonía peruana “no
    es científico”. Entonar cánticos y tocar el tambor para entrar
    en trance y contactar con realidades no sensoriales resultan prácticas
    de “sociedades primitivas”. Incluso en el “mundo civilizado”,
    tomar homeopatía es considerado “camelo” por representantes
    del “integrismo científico”.
    La mayoría de los libros de historia que nos han formado, son los libros
    de la visión particular de una manera concreta de concebir la realidad
    (desde posición de vencedores). Decimos que al conocimiento de una lengua
    se llega cuando se es capaz de pensar en esa lengua (sin traducir literalmente).
    Al conocimiento de un pueblo, de su cultura, se llega cuando se es capaz de entender
    ese pueblo y esa cultura, cuando se reconoce el derecho a la diversidad, cuando,
    sin dejar de ser nosotros, somos capaces de acercarnos al pensamiento de ellos.
    Hay muchas clases de pensamiento para acercarnos al conocimiento. La Medicina
    Harakmbet utiliza espíritus de plantas para conocer, para tratar las enfermedades.
    La Medicina Mapuche tiene sus propios procedimientos basado es una sólida
    tradición. La milenaria Medicina Tradicional China trata a millares de
    personas cada año en Oriente y Occidente. La literatura médica tradicional
    china usa muchos símbolos y entrelaza los textos con un sutil hilo poético
    que en nada desvirtúa los contenidos. La Medicina Occidental ha desarrollado
    sofisti9cados medios y procedimientos de gran valor en cirugía y en la
    atención de urgencias, por ejemplo. La Medicina Natural europea aporta
    soluciones por medio de plantas, alimentación y remedios naturales a diversas
    enfermedades crónicas, entre otras. Si hablamos de otros ámbitos
    vitales, cada cultura originaria aporta sus soluciones. Todas pueden ser igualmente
    válidas. Al menos así lo son en sus contextos culturales y vitales.
    La cultura occidental (y dentro de ella, su ciencia) no es la única, ni
    la únicamente válida. El mundo está lleno de espacios vitales
    por descubrir. Pensamiento científico, pensamiento mágico, pensamiento
    simbólico, pensamiento analógico, pensamiento místico-vivencial,
    caracterizan las individualidades culturales de los distintos pueblos y sociedades
    de este planeta. Dentro del ámbito académico, dentro de los conocedores
    y expertos occidentales de las ciencias, dentro de los profesionales que enseñan,
    que tratan la enfermedad, que investigan o que construyen máquinas sofisticadas,
    hay quienes adoptan posiciones revisionistas, parándose a pensar en el
    valor del pensamiento y de los métodos de otras culturas diferentes. Esta
    semilla de cambio induce a la aproximación de culturas y al interculturalismo.
    Experiencias del mismo en el área de salud ya se están llevando
    a cabo en diferentes países americanos, como Chile, con el hospital intercultural
    de Makewe, la farmacia herbolaria de Temuco. En China existe una rica y eficaz
    farmacopea tradicional, así como una Medicina muy antigua y válida;
    lo que no está reñido con la Medicina Occidental no tóxica.
    En Rusia también hay una importante tradición de estudios en el
    campo de la Medicina Natural y Biológica; cosa que se conjuga con la medicina
    de Occidente. En los países occidentales crece el interés social
    y la demanda de atención en el terreno de la M.T.C., la Naturopatía,
    la Homeopatía y las Medicinas Manuales. En India está la Medicina
    Ayurvédica, de larga tradición y antigüedad, pero también
    la Medicina Occidental. En Sri Lanka hay gran tradición de uso de Medicinas
    Naturales como la China, la Homeopatía, y sus propios sistemas de Medicina
    Ayurvédica, que se estudia en la Universidad con su plan de estudios propio.
    Pero además, existe la Medicina Occidental como algo ya normal, al igual
    que en todos los lugares del mundo.
    En interculturalismo es una aproximación en libertad con el fin de intercambiar
    informaciones que lleven a soluciones y generen caminos y vías de entendimiento,
    enriquecimiento mutuo y progreso. Vivimos en un mundo de cambios acelerados. Y
    si se da el hecho de la globalización planteado desde el punto de vista
    economicista y mercantilista (el nuevo capitalismo), también se está
    dando de forma paralela un progreso en el acercamiento de culturas. Antropología,
    etnohistoria, Ciencias Humanas en general, cobran auge en este nuevo contexto
    internacional. Tal vez llegó la hora de revisar las posturas y los férreos
    esquemas convencionales para abrirse a otras realidades, a nuevas posibilidades
    de conocer y saber. Es necesario un replanteamiento del estudio de culturas diferentes
    a la nuestra, no sólo desde la óptica europea y desde la cultura
    occidental. Hay que escuchar y tener en cuenta otros enfoques, investigar, dejar
    un poco de lado los esquemas del estudio desde la posición de cultura dominante,
    valorar las visiones de otros ángulos geográficos y culturales.
    No se puede tachar al Topakaeri (chamán) peruano de “brujo inculto”
    o “hechicero primitivo” porque se relacione con espíritus o
    sople humo sobre la persona enferma como elemento del proceso de tratamiento.
    Él conoce bien ciertas plantas como ayahuasca-yayé y otras de las
    que ya se están haciendo estudios. Tenemos que entender que el sonido del
    Kultrum (tambor ceremonial mapuche) no es un toque folclórico de unos indios.
    Supone todo un conocimiento necesario de la técnica para obtener determinados
    sonidos y calidades (volumen, intensidad, duración, ritmo), capaces de
    modificar ondas cerebrales e inducir a estados especiales de conciencia, utilizados
    en actos de la Medicina Tradicional u otros. Hemos de preguntarnos por qué
    en India y en Sri Lanka hay personas capaces de permanecer largo tiempo sin ingerir
    alimentos que nosotros consideraríamos básicos y necesarios con
    fines no sólo curativos sino otros que nos cuesta alcanzar a entender.
    Son actitudes que vienen de culturas diferentes, y que están sólidamente
    implantadas en sus tradiciones, siendo un eslabón más de las manifestaciones
    vitales de esas sociedades. Todo lo que nace y se desarrolla en el seno de un
    contexto original merece ser respetado y tenido en cuenta. La cultura occidental
    es rica y puede enseñar mucho. Pero igual puede acontecer desde culturas
    originarias diferentes, hacia nosotros, occidentales.