Los Cuencos de Cristal de Cuarzo
producen un sonido multidireccional debido a la estructura molecular de doble
hélice que contiene el sílice y a su forma circular. Este sonido único rodea a
la persona que lo recibe, y éste penetra en lo más profundo de las aguas
celulares. Las vibraciones sutiles generadas por los Cuencos de Cristal de
Cuarzo activan el nivel subcelular, produciendo mucho más que un efecto audible
y penetrando en las dimensiones más profundas de nuestro ser.
El sonido fluye de los Cuencos de Cristal de Cuarzo
atravesando el cuerpo como una ola que atraviesa el océano. Aún escuchando los
cuencos cristalinos por primera vez, el resultado de relajación, paz mental y
física es inmediato; permitiéndonos penetrar en lo más profundo de nosotros
mismos experimentando momentos sublimes, similares a la meditación más profunda.
Sintiendo que flotas en el sonido y estás fuera del espacio y el tiempo, y de
alguna manera es así, ya que los Cuencos de Cuarzo, por su composición convierte
el sonido en «luz».
El cuarzo es luz solidificada, por esto el sonido que emiten
los Cuencos de Cristal de Cuarzo no es de aquí, es sonido del Cosmos. Las
partículas lumínicas del sílice nos traen información del universo para
ayudarnos a recordar cuál es nuestro origen y el mensaje decodificado de cómo
volver a «nuestro hogar» expandiendo nuestra conciencia. Y este sonido lumínico,
si es generado por terapeutas experimentados en la Ciencia Curativa del Sonido©«Terapia
Layasónica©», consiguen que estas herramientas tan poderosas de
sanación y elevación espiritual, conecten a la persona con su «sonido-silencio»
más primigenio: el sonido del origen, el Logos Creador, el Verbo, la Vibración
Luminosa que genera la creación.
Y como nuestra estructura física es cristalina: los huesos,
la sangre, el agua celular, etc. nos identificamos más que con cualquier otro
instrumento sonoro, reconociéndonos como lo que realmente somos, sonido y luz.
En realidad, el sonido es la vibración de la luz, y es aquí donde los Cuencos de
Cuarzo toman el protagonismo que la humanidad lleva esperando milenios, un medio
que acelere nuestro proceso evolutivo. Y este momento ha llegado. Muchos ya
estamos preparados para crecer rápidamente soportando el sonido lumínico de los
Cuencos de Cuarzo, que tocados por terapeutas que han venido con la misión de
trabajar este sonido tan poderosamente revolucionario, a través de un método, la
Terapia Layasónica©(englobada dentro de la Ciencia Curativa del
Sonido©), terapia que acelera el trabajo de evolución de conciencia
tan rápido, en un año podemos crecer lo que nos llevaría miles de años hacerlo a
un ritmo normal. La Terapia Layasónica©, a parte del sonido del
Cuenco de Cristal de Cuarzo, trabaja con Diapasones en frecuencias estructuradas
armónicamente, de investigación propia y exclusiva.
Los Diapasones son instrumentos que vibran en una frecuencia
específica produciendo una onda de sonido única. Esta onda posee características
particulares que nos permiten trabajar con distintas partes del cuerpo físico y
sutil. El sonido que producen carece de los armónicos naturales que poseen otros
instrumentos musicales, incluida la voz humana. Cuando pulsamos una cuerda de
violín, escuchamos un sonido dominante que podemos definir como una u otra nota
musical, pero son los armónicos (sobretonos que componen este sonido) los que
nos permiten distinguir un violín de una guitarra.
Las frecuencias generadas por los Diapasones interactúan con
el cuerpo humano por la capacidad de resonancia simpática del mismo, de este
modo acercan vibraciones de referencia para lograr la armonía interna.
Tocando los Diapasones Layasónicos©, en
configuraciones armónicas, según sus diferentes intervalos, estimulan la
armonización del organismo, o algunas de sus partes, dependiendo de la patología
o bloqueo energético, y a la vez en el trabajo evolutivo interior de la persona,
según su estado de conciencia.
Estas poderosas herramientas de transformación debemos
utilizarlas con respeto y prudencia, ya que si sumamos a la acción física del
sonido la intención del terapeuta, nos encontramos ante una fuerza vibracional
que abre puertas para aquellos que deseen transitar el camino de la evolución
personal.
Escuchar los intervalos puros Layasónicos© es una
manera de sintonizar con el sonido sagrado que equilibra la vida. Estas
relaciones, las encontramos en la naturaleza y en el universo. Cada fuerza
sonora puede despertar en nosotros un profundo arquetipo universal y conectarnos
con el cosmos, esto lo entendemos mejor, si consideramos la teoría de la
resonancia.
La resonancia ocurre cuando las vibraciones de un objeto
alcanzan a otro y producen vibraciones en él acordes y afines. La palabra
«resonancia», procede de la palabra latina resonare que significa
devolver el sonido. Si ambos objetos tienen frecuencias idénticas y se hace
vibrar uno de ellos, el otro por simpatía también sonará, esto se llama
resonancia simpática. La resonancia forzada sucede, cuando la vibración primaria
se transmite de forma intencionada sobre otro objeto; por ejemplo, la cuerda del
piano, hacer vibrar la madera de la caja de resonancia aunque ambas frecuencias
sean diferentes. De esto resulta la amplificación del tono de la cuerda
golpeada.
Los intervalos de los Diapasones crean una resonancia
simpática con la cualidad del Sonido Sagrado que está dentro de nosotros mismos,
y el arquetipo empieza a alinear nuestros pensamientos y nuestro cuerpo físico
afín a su vibración.
Si consideramos nuestro cuerpo como manifestaciones del
modelo del sonido cósmico o primigenio, empezamos a comprender como se puede
utilizar el sonido de los Diapasones para curar.
Las relaciones armónicas de órganos y sistemas del organismo
humano, pueden equilibrarse con el sonido de los Diapasones Layasónicos©.
Somos sonido, una orquesta perfecta que hay que mantener organizada y afinada
par estar sanos.
El líquido cefalorraquídeo es el mediador más rápido de
enviar el sonido hasta el rincón más alejado de nuestro cuerpo; es instantáneo.
Las proporciones de los intervalos Layasónicos©
tienen efectos directos sobre el sistema cráneo-sacro, que a su vez actúa en
nuestro sistema nervioso central y nuestros estados psico-emocionales
subconscientes.
La percusión directa de los Diapasones afecta al mecanismo
central de conducción del líquido cefalorraquídeo, conocido en osteopatía como
la fosa respiratoria primaria. Cuando golpeamos un Diapasón nuestra intención es
importante, nunca debería ser un proceso mecánico y sin conciencia. La Ciencia
Curativa del Sonido©, pilar básico de trabajo en Yaray Kokeba, es una
comunicación profunda con uno mismo y con los demás. La intención de extenderse
uno mismo hacia los demás, es la clave de la curación.
Escogemos las combinaciones sonoras estudiando profundamente
al paciente y creando un ambiente de equilibrio concreto, dependiendo de las
patologías de cada persona. El sonido hace el resto, llevando las frecuencias
alteradas al equilibrio y la salud de nuestro organismo, y expandiendo la
conciencia en la compresión de nosotros mismos.
La Terapia Layasónica© contempla los elementos de
la naturaleza y las siete fuerzas sonoras, como las responsables de la creación
y mantenimiento de la vida en el universo y en nuestro planeta. Todos los seres
vivos vibran en diferentes conjuntos de frecuencias controladas por estas Siete
Fuerzas Sonoras de Creación: «Como es arriba, es abajo», dice el apotegma
hermético. Las influencias celestes, en conjunción con los cuatro elementos,
modulan la vida. La alteración de cualquiera de estas Fuerzas (ritmos cósmicos)
produce en nosotros desequilibrios energéticos llevándonos a la enfermedad. El
no vivir en armonía con las Leyes de la Vida, produce que esas frecuencias
(sonidos) se alteren en nosotros, y se produzca el desequilibrio, tanto físico,
como emocional y mental.
Poniendo un ejemplo, la alteración asociada con las
frecuencias o tonos de la fuerza constrictiva del universo, nos llevan a padecer
enfermedades de tipo crónico, como son: procesos de esclerosis y contracción,
reúma, artrosis, quistes, disminución de secreciones, tumores de todo tipo
(encapsulados), leucemias, procesos morbosos crónicos, problemas óseos en
general, problemas de bazo, etc. Mi aportación a la humanidad es el
descubrimiento e investigación de cómo operan estas fuerzas sonoras creadoras de
la vida en los organismos vivos, tanto a niveles físicos, como psico-emocionales.
La Terapia Layasónica© montándose en los testajes
hasta el origen emocional que produjo la información de desequilibrio (el cambio
de su «frecuencia sonora»), llevando a la persona a la toma de conciencia de la
actitud errónea, que la mantiene atada a la enfermedad. Las frecuencias
Layasónicas© y los Cuencos de Cuarzo harán posible, si la persona
está dispuesta, que llegue el equilibrio y la salud, haciendo este cambio desde
lo más profundo de sus células y su conciencia, y de esta manera, allanar el
camino para una evolución más rápida y un encuentro más profundo consigo mismo.
La finalidad de la Terapia Layasónica© (englobada
dentro de Ciencia Curativa del Sonido©) es la integración de todos
los sonidos, de lo denso a lo sutil. La integración de los elementos
(vibración-sonido) disolviéndose unos elementos en otros, desde lo más denso a
lo más sutil, y fundiéndose en la conciencia cósmica (Dios).
El punto focal está en los Elementos, en su manifestación
tradicional y las siete Fuerzas Sonoras creadoras de la vida.
Tierra ? Agua ? Fuego ? Aire ? Éter.
La tierra, se funde en su causa, el agua. El agua se funde en
su causa, el fuego. El aire, que es causa del fuego, absorbe a éste, y éste a su
vez es absorbido en el éter. El éter es absorbido en lo inmanifestado, y eso
finalmente se funde en la conciencia cósmica (Dios). El microcosmos (cuerpo
humano) se funde en el macrocosmos («Como es arriba es abajo») de esta manera,
todo los atributos o frecuencias sonoras en las que vibramos son gradualmente
absorbidas en su fuente (el Gran Silencio ? Dios).