Es posible volver al pasado y rectificarlo

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    A veces padecemos en nuestra salud las consecuencias de experiencias traumáticas
    y dolorosas del pasado con las que “entramos en sintonía en el presente”
    y nos hacen sufrir. Esto ocurre sobre todo con aquellas experiencias de las que
    no tenemos conciencia porque se han vivido en una etapa de la vida que no recordamos,
    como ocurre con las experiencias prenatales, el nacimiento, los primeros años
    de la vida y los períodos inconscientes por anestesias o por accidentes.
    La Vulva Urente es una enfermedad que se intenta curar desde la ginecología
    y la dermatología con poco éxito y que normalmente termina con tratamiento
    psiquiátrico de psicofármacos (ansiolíticos y/o antidepresivos
    y/o sedantes.)
    Mari es una mujer de 37 años, casada, madre de dos hijas y profesora. Desde
    hace años padece una vulva urente que se manifiesta con inflamación,
    hinchazón y enrojecimiento de los genitales externos. Con gran desazón,
    picor y quemazón. Le molesta el roce, el tacto, la presión, incluso
    no soporta la ropa interior.
    Todo esto le impide mantener relaciones sexuales y llevar una vida normal. Después
    de las pruebas oportunas (cultivos microbiológicos, biopsia, citología,
    etc.), ha seguido durante años varios tratamientos tópicos y por
    vía oral a base de antibióticos, cortisona, antimicóticos,
    antiinflamatorios… sin resultados. Mejora transitoriamente al inicio del tratamiento,
    pero recae y agrava más cada vez.
    Psicológicamente se siente “sucia”, culpable, triste, miedosa,
    impotente y al mismo tiempo siente rabia por lo que le ocurre, que considera injusto.
    Hizo un tratamiento de psicoterapia de expansión de conciencia y trabajando
    con el inconsciente descubrimos que lo que ella siente ahora es semejante a lo
    que sintió siendo una niña.
    Durante las sesiones de psicoterapia hace una regresión a la infancia con
    2 o 3 añitos, y evoca estas emociones y sensaciones físicas, asociadas
    a la experiencia de su padre borracho que llega a casa y “viola” a
    su madre y sufre, ella misma, abusos del padre que le toca los genitales y le
    hace daño. Después de trabajar esto en varias sesiones, mejora la
    vulva urente y llega a una aparente curación durante 8 meses. Al cabo de
    ese tiempo vuelve a la consulta desesperada porque de nuevo aparecen los síntomas.
    Descubrimos que el nuevo brote surge durante la lectura de la novela “Los
    Pilares de la Tierra”, en la que ella se identifica con un personaje femenino
    que sufre violaciones, abusos, malos tratos y vejaciones. Volvemos a trabajar
    todos estos sentimientos en psicoterapia y termina evocando una “experiencia
    de vidas pasadas” en la que se ve como una mujer en una colonia española
    de siglo XVII que es castigada por haber tenido relaciones sexuales sin estar
    casada. “Revive” cómo le queman los genitales externos con
    un hierro candente, al mismo tiempo que se siente “sucia”, culpable,
    miedosa, impotente, con rabia y tratada injustamente. O sea, los mismos síntomas
    físicos y psíquicos que la trajeron por primera vez a la consulta.
    Trabajo todo esto durante varias sesiones de psicoterapia, haciendo “un
    drenaje” de todas las emociones al mismo tiempo que se reprogramaba psicobiológicamente.
    A raíz de ésta psicoterapia no ha vuelto a recaer, después
    de 6 años.
    Vemos que con la psicoterapia de expansión de conciencia podemos reestructurar
    y cambiar las experiencias almacenadas en nuestro inconsciente y que son causas
    de enfermedades. Es como volver al pasado y modificar la vivencia subjetiva de
    nuestras experiencias.