El Sat Nam Rasayan es un arte milenario de curación
procedente de la India que se utiliza para sanar únicamente el estado
acrecentado de conciencia. La tradición estableció que esta antiquísima técnica
de sanación fuese transmitida de maestro a discípulo en silencio, y así sucedió
durante miles de años. Pero en 1988, Yogi Bhajan, único heredero de la
tradición, sintió que este efectivo sistema debía de salir del oscurantismo para
que cualquiera aprendiese a curar. Y eligió para este cometido a Guru Dev Singh,
a quien durante 10 años enseñó en silencio su conocimiento. Atendiendo a su
mandato, Guru Dev diseña el método de enseñanza y funda en 1989 la Escuela
Internacional de Sat Nam Rasayan, desde donde ha formado a más de 250 sanadores
en los 14 países en los que enseña y cura. En 1997, edita en español el único
libro existente sobre este sistema de sanación: El arte de la curación Sat Nam
Rasayan, escrito por el Dr. Espinosa y actualmente prepara la edición de un
segundo manuscrito.
Guru Dev Singh es el actual sucesor de un linaje que hunde
sus raíces más cercanas en la India del siglo XV, cuando el sabio rishi Guru Ram
Dass condensó la técnica y la trasmitió entregando su vida a la curación, el
servicio y la devoción.
Existen 4.000 meditaciones curativas
En el 27 Festival Internacional de Kundalini Yoga, celebrado
en Francia, Guru Dev acude a su cita con la clase de sanación bajo una inmensa
carpa blanca donde le esperan al menos 300 alumnos de todas las nacionalidades.
Acaba de llegar de otro curso en EEUU y se presenta ante sus discípulos para
enseñarles una meditación que estimule su percepción y active el tercer ojo. Me
recibe al declinar el día, cuando ya han pasado por sus manos al menos 15
pacientes.
Pregunta. Guru Dev, sus clases se basan en el aprendizaje
sistemático del Sat Nam Rasayan, la experimentación de meditaciones específicas
y la puesta en común de la experiencia curativa. ¿Qué eficacia tienen estas
meditaciones curativas, que son remedios para la sanación?
Respuesta. Existen unas 4.000 meditaciones curativas, el
sanador aprende a usar este instrumento preciso en cada caso concreto. Cuando
enseñas a un grupo en el que uno de los pétalos del segundo chakra se está
corriendo, usas una meditación que le pega exactamente, y el estudiante obtiene
una experiencia trascendente muy fuerte, es decir, se eleva.
P. Este arte de sanación se basa en el aprendizaje de la
experiencia sensible para acceder a la conciencia o, lo que es lo mismo, a la
mente neutral o meditativa. ¿Cómo ha evolucionado el sistema en estos últimos
diez años?
R. El sistema maduró, en este momento toda la enseñanza está
completa. El Sat Nam Rasayan usa la mente meditativa para curar, aprendemos a
sentir todo lo que sucede, alejándonos así de la interpretación que hacemos de
la realidad mediante nuestras ideas o conceptos. La vida no es como la
interpretamos, los juicios o proposiciones sobre las cosas nos distancian de la
verdadera realidad, todo ello forma parte de nuestra estructura mental, no del
evento. Y debido a ello, la conciencia se encuentra contraída, condicionada. Lo
que hace el Sat Nam Rasayan es descondicionarla, ir más allá de uno, de lo
personal, de la identificación, para sumergirnos en un lugar donde ni poseemos
ni controlamos, cuya cualidad principal es la neutralidad.
Despertar el potencial sanador
P. ¿Quiere eso decir que la mente meditativa tiene cualidades
curativas, que si aprendemos a usar nuestra mente neutral estamos a la vez
despertando nuestro potencial de sanadores?
R. Sí, todos somos sanadores en potencia. Sat Nam Rasayan
significa «abandono en la esencia de nuestra verdadera identidad». Se trata de
reconocer la experiencia de lo que yo denomino Espacio Sagrado, una
manifestación espiritual que no se puede definir, pero sí reconocer. Desde ahí,
el curador se relaciona de modo neutro con la realidad, donde no hay diferencia
ni distancia, entonces siente que aquello con lo que se relaciona sucede en él,
es parte de su propia experiencia; su conciencia y la del otro resultan ser la
misma. Se trata de una experiencia de unidad esencialmente idéntica a la que
relatan los místicos de cualquier época y cultura…
P. Interesante… Y una vez en el espacio neutro, ¿qué
sucede, cómo se produce la sanación?
R. La conciencia es trascendente; trascender es ir más allá,
traspasar los límites aparentes de un estado. La conciencia trascendente es
aquella que produce cambios en el mundo por el simple hecho de producirlos en sí
misma, sin necesidad de acciones externas. La conciencia humana tiene
trascendencia y puede modificar la naturaleza. El curador avanzado se funde con
la conciencia, un estado alterado donde las leyes y las percepciones nada tienen
que ver con las habituales, y desde ahí modifica aquello que está curando. El
poder de la curación viene del Espacio Sagrado, no de la personalidad del
curador. Dios es el que cura, lo único que hace el curador es conectarse con él
mediante un lenguaje adecuado que es la neutralidad. Y cuando uno reconoce la
fusión del alma individual con el alma divina, nos percatamos de que no hay nada
imposible.
P. ¿La capacidad de curar depende del sanador?
P. ¿ Existe límite para esta experiencia, se puede sanar
cualquier cosa con la que uno se relacione desde la conciencia?
R. Para nosotros la enfermedad se mantiene porque el enfermo
sostiene conflictos de los que no desea desprenderse, porque le dan una idea de
quién es. El problema es que el ser humano ha olvidado su identidad divina y se
identifica con sus pensamientos o con las inestables circunstancias de la vida.
Esta identificación errónea es la fuente del sufrimiento; si el hombre entiende
por la razón nunca podrá conocer el espíritu. Para el Yoga la verdadera
identidad es el alma, eterna, inmutable, una con Dios. En este sentido no existe
límite para la experiencia, el límite lo ponemos nosotros. Podemos curar a
distancia, saber qué le pasa a un edificio o a cualquier cosa con la que desde
la neutralidad me relacione, pues de esta manera siento la conciencia expandida
a todas partes, en todos los rincones de la experiencia.
P. Increíble, ¿y cómo se consigue hacer ese movimiento tan
sutil?
R. Todo tiene conciencia: árboles, piedras, manos, células…
Si me relaciono, por ejemplo, con una piedra y me integro con lo observado,
siento la experiencia de la piedra, que posee conciencia propia, y puedo llegar
a percibir la información que hay en ella y hasta modificarla. Sintiendo,
observando y permitiendo sensaciones puedo percibir cualquier contenido del
universo, porque las sensaciones son elementos de comunicación y transformación;
pero he de mantener estable el espacio de silencio interno mientras percibo el
universo sensible.
El Sat Nam Rasayan siempre obtiene resultados
P. ¿ Qué tipo de enfermedades cura el Sat Nam Rasayan y cuál
es actualmente su eficacia?
R. El Espacio Sagrado no tiene límites, la curación depende
de la capacidad que tenga el curador de relacionarse con él. Y en esto estamos
trabajando actualmente, en la habilidad de desarrollar una conciencia precisa,
estable, intensa y cercana al evento de la curación. Curamos bastante en
hospitales, sobre todo en EEUU; ha habido casos en que hemos sacado a un enfermo
del coma, siempre existe resultado, otras veces ayudas a un enfermo terminal a
aceptar su muerte e irse en paz.
El Sat Nam Rasayan cura enfermedades funcionales del
organismo, dolores físicos, psíquicos, espirituales, enfermedades agudas y
crónicas, inflamaciones, reumatismo, hernias, tumoraciones, etc. En enfermedades
graves como parálisis, ceguera, malformaciones, tumores terminales -que son
causa de conflictos internos intensos o crónicos que han de solucionarse-,
podemos curar o mejorar el funcionamiento de los órganos y sus funciones,
elevando el estado de ánimo del paciente y su tolerancia. Un sanador avanzado
podría curarlo, pero no siempre sucede. Estamos intentando reproducir los casos
en que la sanación ha sido milagrosa, cuando se ha curado al 100 % ser capaces
de repetir exactamente lo mismo, realizar el mismo movimiento de conciencia en
cada caso, y este es el motivo que nos ha llevado a escribir un segundo libro,
que se publicará dentro de un año y medio, una especie de diccionario de
curaciones, sobre la manera exacta de llegar a la salud. Y en este tiempo en que
todo se ve doloroso, el Sat Nam Rasayan es un buen traje.