La conferencia de
Davos y la cumbre de Porto Alegre son las dos caras de la globalización. Si
algo ha caracterizado al siglo XX y a este siglo XXI que comienza, es eso que
se ha dado en llamar globalización, proceso que culmina con la caída del muro
de Berlín, el fin del socialismo real, la extensión del mercado global a todo
el mundo, sin excepciones, y la generalización de Internet.
Davos y la cumbre de Porto Alegre son las dos caras de la globalización. Si
algo ha caracterizado al siglo XX y a este siglo XXI que comienza, es eso que
se ha dado en llamar globalización, proceso que culmina con la caída del muro
de Berlín, el fin del socialismo real, la extensión del mercado global a todo
el mundo, sin excepciones, y la generalización de Internet.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) muestra que, mientras la integración global está procediendo “a gran
velocidad y con alcance asombroso”, la mayoría del mundo no participa de sus
beneficios. “Las nuevas reglas de la globalización, y los actores que las
escriben, se centran en la integración de los me
rcados globales, descuidando las necesidades de las personas que los mercados
no pueden resolver. El proceso concentra aún más el poder y margina a los
pobres”.
(PNUD) muestra que, mientras la integración global está procediendo “a gran
velocidad y con alcance asombroso”, la mayoría del mundo no participa de sus
beneficios. “Las nuevas reglas de la globalización, y los actores que las
escriben, se centran en la integración de los me
rcados globales, descuidando las necesidades de las personas que los mercados
no pueden resolver. El proceso concentra aún más el poder y margina a los
pobres”.
Globalización de la pobreza
y la exclusión social
La globalización supone indudables ventajas, pero
también grandes desventajas. Entre los actores que se han beneficiado están
las instituciones financieras, las empresas multinacionales, las mafias
internacionales, turistas, ONGs, y la mano de obra muy cualificada. El 20% más
rico de la población mundial ganaba 30 veces más que el 20% más pobre en 1960.
En 1990 la proporción era de 60 a 1, y en 1997 la diferencia era de 74 a 1,
según el PNUD. El siglo XX ha acentuado la desigualdad, en vez de reducirla.
En 1820 la proporción era de 3 a 1, de 7 a 1 en 1870, de 11 a 1 en 1913, y de
74 a 1 en 1997, es decir, hoy las desigualdades son mayores que nunca. También
hoy más de 80 países (el África subsahariana y los países del antiguo bloque
soviético) tienen una renta per cápita inferior a la de hace una década, y
curiosamente muchos de estos países son los más integrados en el comercio
global en términos de PIB.
también grandes desventajas. Entre los actores que se han beneficiado están
las instituciones financieras, las empresas multinacionales, las mafias
internacionales, turistas, ONGs, y la mano de obra muy cualificada. El 20% más
rico de la población mundial ganaba 30 veces más que el 20% más pobre en 1960.
En 1990 la proporción era de 60 a 1, y en 1997 la diferencia era de 74 a 1,
según el PNUD. El siglo XX ha acentuado la desigualdad, en vez de reducirla.
En 1820 la proporción era de 3 a 1, de 7 a 1 en 1870, de 11 a 1 en 1913, y de
74 a 1 en 1997, es decir, hoy las desigualdades son mayores que nunca. También
hoy más de 80 países (el África subsahariana y los países del antiguo bloque
soviético) tienen una renta per cápita inferior a la de hace una década, y
curiosamente muchos de estos países son los más integrados en el comercio
global en términos de PIB.
La globalización no contempla ningún mecanismo de
redistribución de la renta. Para paliar el desastre de la globalización de la
pobreza, se han propuesto algunas medidas, como la condonación de la deuda
externa de los países más pobres y el aumento de la Ayuda Oficial al
Desarrollo (AOD), hasta alcanzar el 0,7% del PIB de los países ricos. Pero los
pobres probablemente prefieran que les paguen más por el café y otros
productos de exportación a las medidas meramente caritativas; como decía un
chiste, “Pagar mejor el café, y menos ONG”.
redistribución de la renta. Para paliar el desastre de la globalización de la
pobreza, se han propuesto algunas medidas, como la condonación de la deuda
externa de los países más pobres y el aumento de la Ayuda Oficial al
Desarrollo (AOD), hasta alcanzar el 0,7% del PIB de los países ricos. Pero los
pobres probablemente prefieran que les paguen más por el café y otros
productos de exportación a las medidas meramente caritativas; como decía un
chiste, “Pagar mejor el café, y menos ONG”.
Algunas de las iniquidades de la globalización son
consecuencia de las mismas faltas de equidad entre países ricos y pobres, o
entre las poblaciones ricas y pobres dentro de ellos, tal como el PNUD ha
descrito durante años. El 20 por ciento más rico de la población mundial
controla el 86 por ciento del PIB mundial y el 82 por ciento de las
exportaciones de bienes y servicios, mientras que el 20 por ciento más pobre,
apenas un 1 por ciento del PIB y las exportaciones. La globalización ha
supuesto también un aumento de la exclusión social, marginando a grupos
sociales completos de toda participación real, con el aumento del desempleo y
de la pobreza. En América Latina, según la CEPAL, el número de pobres, que en
1980 era de 135 millones, llegó a 200 millones en 1990, y en 1997, a pesar del
crecimiento económico experimentado en ese periodo, alcanzó la cifra de 204
millones, y de ellos cerca de 90 millones son indigentes, viviendo en una
pobreza extrema.
consecuencia de las mismas faltas de equidad entre países ricos y pobres, o
entre las poblaciones ricas y pobres dentro de ellos, tal como el PNUD ha
descrito durante años. El 20 por ciento más rico de la población mundial
controla el 86 por ciento del PIB mundial y el 82 por ciento de las
exportaciones de bienes y servicios, mientras que el 20 por ciento más pobre,
apenas un 1 por ciento del PIB y las exportaciones. La globalización ha
supuesto también un aumento de la exclusión social, marginando a grupos
sociales completos de toda participación real, con el aumento del desempleo y
de la pobreza. En América Latina, según la CEPAL, el número de pobres, que en
1980 era de 135 millones, llegó a 200 millones en 1990, y en 1997, a pesar del
crecimiento económico experimentado en ese periodo, alcanzó la cifra de 204
millones, y de ellos cerca de 90 millones son indigentes, viviendo en una
pobreza extrema.
La crisis de 1999, que afectó a numerosos países
latinoamericanos, ha agravado la pobreza y la exclusión social, en un contexto
de aumento de las desigualdades sociales, a escala internacional y en cada
país. El llamado pensamiento único, que desprecia toda protección social y
cualquier mecanismo que no sea la dura lógica darwinista de la supervivencia
en el mercado, contribuye a agravar las desigualdades Norte/Sur y dentro de
cada país. Un ciudadano de Estados Unidos gana por término medio más que cien
ciudadanos de Haití. En España el 20% de los más ricos tienen 4,4 veces más
ingresos que el 20% más pobre, mientras que en Colombia tienen 15,5 veces más,
cifra que casi duplica al 8,9 de Estados Unidos, que es uno de los países
industrializados con mayores desigualdades, según el Informe sobre Desarrollo
Humano 1999 del PNUD.
latinoamericanos, ha agravado la pobreza y la exclusión social, en un contexto
de aumento de las desigualdades sociales, a escala internacional y en cada
país. El llamado pensamiento único, que desprecia toda protección social y
cualquier mecanismo que no sea la dura lógica darwinista de la supervivencia
en el mercado, contribuye a agravar las desigualdades Norte/Sur y dentro de
cada país. Un ciudadano de Estados Unidos gana por término medio más que cien
ciudadanos de Haití. En España el 20% de los más ricos tienen 4,4 veces más
ingresos que el 20% más pobre, mientras que en Colombia tienen 15,5 veces más,
cifra que casi duplica al 8,9 de Estados Unidos, que es uno de los países
industrializados con mayores desigualdades, según el Informe sobre Desarrollo
Humano 1999 del PNUD.
Una nueva forma de iniquidad puede verse en la
integración de las comunicaciones. “Internet une a las personas en una nueva
red global, pero el acceso se concentra entre las personas de los países
ricos,” dice el informe. Los países de la OCDE controlan el 91 por ciento de
los usuarios de Internet.
integración de las comunicaciones. “Internet une a las personas en una nueva
red global, pero el acceso se concentra entre las personas de los países
ricos,” dice el informe. Los países de la OCDE controlan el 91 por ciento de
los usuarios de Internet.
La globalización económica, o el aumento del
comercio exterior, se ve favorecido por la apertura y liberalización de los
mercados y por el impacto de la actual revolución tecnológica sobre las
comunicaciones tanto físicas (transportes), como electrónicas (información).
Uno de los aspectos clave es la gran movilidad del capital financiero, la
existencia de un mercado planetario donde diariamente y a la instantánea
velocidad de la luz, las redes electrónicas mueven e intercambian sin control,
1,5 millones de millones de dólares. El 20% de los bienes y servicios
producidos anualmente son exportados e importados.
comercio exterior, se ve favorecido por la apertura y liberalización de los
mercados y por el impacto de la actual revolución tecnológica sobre las
comunicaciones tanto físicas (transportes), como electrónicas (información).
Uno de los aspectos clave es la gran movilidad del capital financiero, la
existencia de un mercado planetario donde diariamente y a la instantánea
velocidad de la luz, las redes electrónicas mueven e intercambian sin control,
1,5 millones de millones de dólares. El 20% de los bienes y servicios
producidos anualmente son exportados e importados.
Sin embargo, la palabra globalización no se usa
sólo referida a la globalización económica o financiera, sino que abarca otros
aspectos. Se trata de un proceso que integra las actividades económicas,
sociales, culturales, laborales o ambientales. La globalización supone también
la desaparición de las fronteras geográficas, materiales y espaciales. Las
redes de comunicación, desde Internet a los teléfonos móviles, ponen en
relación e interdependencia a todos los países y a todas las economías del
mundo, haciendo realidad la llamada aldea global. Globalización y
neoliberalismo no son términos sinónimos, pero actualmente se produce una
repetida concordancia entre el fenómeno físico de la globalización y el
fenómeno ideológico del neoliberalismo. La redistribución de la renta, a
escala nacional y mundial, se relega completamente, y la única esperanza es un
utópico derrame.
sólo referida a la globalización económica o financiera, sino que abarca otros
aspectos. Se trata de un proceso que integra las actividades económicas,
sociales, culturales, laborales o ambientales. La globalización supone también
la desaparición de las fronteras geográficas, materiales y espaciales. Las
redes de comunicación, desde Internet a los teléfonos móviles, ponen en
relación e interdependencia a todos los países y a todas las economías del
mundo, haciendo realidad la llamada aldea global. Globalización y
neoliberalismo no son términos sinónimos, pero actualmente se produce una
repetida concordancia entre el fenómeno físico de la globalización y el
fenómeno ideológico del neoliberalismo. La redistribución de la renta, a
escala nacional y mundial, se relega completamente, y la única esperanza es un
utópico derrame.
Globalización y democracia
Aunque se habla de la “mano invisible” del mercado
como único motor regulador de la economía, esta mano que aprieta y ahoga tiene
actores concretos, y responde a influencias políticas y económicas no sujetas
a control democrático: el G-7 (o G-1, EE.UU.), la OCDE, el FMI, el Banco
Mundial y la OMC actúan como los verdaderos garantes de un gobierno mundial.
Los países en desarrollo, donde vive cerca del 80 por ciento de la población
mundial, apenas tienen voz en las instituciones donde realmente se decide el
destino de la Humanidad. El FMI y el BM con sus planes de ajuste estructural
obligan a privatizar las empresas públicas y a reducir los gastos sociales y
de protección ambiental. Los Estados pierden capacidad de decisión tanto
económica como política, en favor de las grandes multinacionales. Imbuidos por
esta lógica neoliberal, los países dictan normas y leyes liberalizadoras;
firman acuerdos comerciales que favorecen las dinámicas del “libre” mercado;
se integran en bloques económicos regionales y subsistemas globales (Unión
Europea, TLCAN, Mercosur, ASEAN, entre otros); impulsan las privatizaciones;
abandonan las políticas de tipo social y condenan a los más desfavorecidos a
la miseria y la marginación.
como único motor regulador de la economía, esta mano que aprieta y ahoga tiene
actores concretos, y responde a influencias políticas y económicas no sujetas
a control democrático: el G-7 (o G-1, EE.UU.), la OCDE, el FMI, el Banco
Mundial y la OMC actúan como los verdaderos garantes de un gobierno mundial.
Los países en desarrollo, donde vive cerca del 80 por ciento de la población
mundial, apenas tienen voz en las instituciones donde realmente se decide el
destino de la Humanidad. El FMI y el BM con sus planes de ajuste estructural
obligan a privatizar las empresas públicas y a reducir los gastos sociales y
de protección ambiental. Los Estados pierden capacidad de decisión tanto
económica como política, en favor de las grandes multinacionales. Imbuidos por
esta lógica neoliberal, los países dictan normas y leyes liberalizadoras;
firman acuerdos comerciales que favorecen las dinámicas del “libre” mercado;
se integran en bloques económicos regionales y subsistemas globales (Unión
Europea, TLCAN, Mercosur, ASEAN, entre otros); impulsan las privatizaciones;
abandonan las políticas de tipo social y condenan a los más desfavorecidos a
la miseria y la marginación.
La crisis financiera del Este de Asia en los años
1997-99 demuestra los peligros de la globalización financiera, al igual que la
crisis de Rusia en 1998 y Brasil y otros países latinoamericanos en 1999.
1997-99 demuestra los peligros de la globalización financiera, al igual que la
crisis de Rusia en 1998 y Brasil y otros países latinoamericanos en 1999.
Ante la sucesión de las tormentas financieras
-desde el efecto tequila al efecto vodka, pasando por el efecto samba-, por
primera vez se alzan algunas voces críticas dentro del propio FMI. La
farmacopea neoliberal que sigue utilizando los planes de ajuste estructural
impuestos por el FMI, obliga a que el país que recibe los créditos abra de par
en par sus mercados financieros para permitir que la gran banca extranjera
compre los bancos nacionales; fuerza a elevar las tasas de interés -lo que
ocasiona el hundimiento de las empresas locales-; impone subidas de impuestos
que son soportadas por las capas medias y bajas cada vez más empobrecidas; y
conmina a draconianos recortes en el gasto público.
-desde el efecto tequila al efecto vodka, pasando por el efecto samba-, por
primera vez se alzan algunas voces críticas dentro del propio FMI. La
farmacopea neoliberal que sigue utilizando los planes de ajuste estructural
impuestos por el FMI, obliga a que el país que recibe los créditos abra de par
en par sus mercados financieros para permitir que la gran banca extranjera
compre los bancos nacionales; fuerza a elevar las tasas de interés -lo que
ocasiona el hundimiento de las empresas locales-; impone subidas de impuestos
que son soportadas por las capas medias y bajas cada vez más empobrecidas; y
conmina a draconianos recortes en el gasto público.
Nuevas oportunidades
La tendencia impuesta por la globalización no es
hacia la convergencia sino hacia el aumento de las desigualdades. La
globalización contribuye a la degradación ambiental, acentúa la pobreza, la
exclusión social y las desigualdades sociales dentro de cada país y entre
países industrializados y en desarrollo, pero es un fenómeno irreversible, al
que es difícil combatir, y más bien se debería tratar de regular, para impedir
las peores consecuencias, para la sociedad y el medio ambiente.
hacia la convergencia sino hacia el aumento de las desigualdades. La
globalización contribuye a la degradación ambiental, acentúa la pobreza, la
exclusión social y las desigualdades sociales dentro de cada país y entre
países industrializados y en desarrollo, pero es un fenómeno irreversible, al
que es difícil combatir, y más bien se debería tratar de regular, para impedir
las peores consecuencias, para la sociedad y el medio ambiente.
La globalización también ofrece grandes
oportunidades para erradicar la pobreza, extender la democracia, obligar a
respetar los derechos humanos y empezar a caminar hacia el desarrollo
sostenible. En los últimos años se han firmado o se están negociando Convenios
internacionales sobre Protección de la Capa de Ozono, Cambio Climático,
Biodiversidad, Desertificación y Contaminantes Orgánicos Persistentes, entre
otros. La Conferencia de Río en 1992 sobre Medio Ambiente y Desarrollo no
resolvió los problemas, pero al menos los puso sobre la mesa, primer paso para
su solución.
oportunidades para erradicar la pobreza, extender la democracia, obligar a
respetar los derechos humanos y empezar a caminar hacia el desarrollo
sostenible. En los últimos años se han firmado o se están negociando Convenios
internacionales sobre Protección de la Capa de Ozono, Cambio Climático,
Biodiversidad, Desertificación y Contaminantes Orgánicos Persistentes, entre
otros. La Conferencia de Río en 1992 sobre Medio Ambiente y Desarrollo no
resolvió los problemas, pero al menos los puso sobre la mesa, primer paso para
su solución.
El desarrollo tecnológico y el actual grado de
desarrollo permiten erradicar la pobreza y solucionar los problemas
ambientales, pero para ello se requieren cambios profundos y desde luego nada
fáciles de lograr. Las razones y los datos que avalan el pesimismo son
enormes, pero también hay signos para el optimismo, como el fin de la guerra
fría y la amenaza nuclear, la disminución de los gastos en armamento, la
disminución de conflictos, el freno del crecimiento demográfico en la mayoría
de los países, el desarrollo de las energías renovables, las nuevas
tecnologías de la información, la extensión de la democracia a más países que
nunca, el mayor respeto de los derechos humanos, la mayor igualdad entre
hombres y mujeres, la extensión de la educación, el mayor rechazo de la
corrupción, o la generalización de las ONGs y la mayor participación de la
sociedad civil. La industria nuclear ha entrado en un declive irreversible, y
los cultivos y alimentos transgénicos pueden correr igual suerte, ante el
masivo rechazo de los consumidores. La generalización de Internet y de los
teléfonos móviles permite dar a conocer cualquier denuncia de forma
instantánea a todo el mundo. Internet no sólo es un instrumento del capital,
sino que puede servir, y sirve, para luchar por la equidad social y la
sostenibilidad ambiental.
desarrollo permiten erradicar la pobreza y solucionar los problemas
ambientales, pero para ello se requieren cambios profundos y desde luego nada
fáciles de lograr. Las razones y los datos que avalan el pesimismo son
enormes, pero también hay signos para el optimismo, como el fin de la guerra
fría y la amenaza nuclear, la disminución de los gastos en armamento, la
disminución de conflictos, el freno del crecimiento demográfico en la mayoría
de los países, el desarrollo de las energías renovables, las nuevas
tecnologías de la información, la extensión de la democracia a más países que
nunca, el mayor respeto de los derechos humanos, la mayor igualdad entre
hombres y mujeres, la extensión de la educación, el mayor rechazo de la
corrupción, o la generalización de las ONGs y la mayor participación de la
sociedad civil. La industria nuclear ha entrado en un declive irreversible, y
los cultivos y alimentos transgénicos pueden correr igual suerte, ante el
masivo rechazo de los consumidores. La generalización de Internet y de los
teléfonos móviles permite dar a conocer cualquier denuncia de forma
instantánea a todo el mundo. Internet no sólo es un instrumento del capital,
sino que puede servir, y sirve, para luchar por la equidad social y la
sostenibilidad ambiental.
La tarea, como señala el PNUD no es combatir de
forma quimérica el irreversible proceso de globalización, sino tratar de
encauzarlo, para que se produzca con:
forma quimérica el irreversible proceso de globalización, sino tratar de
encauzarlo, para que se produzca con:
Ética: con menos violación de los derechos
humanos, no con más. Equidad: con menos desigualdades sociales, entre
países y dentro de cada país. Inclusión: con menos marginación de
pueblos y países, no con más. Sostenibilidad: menos destrucción
ambiental, no más. Desarrollo: menos pobreza y privación, no más. Entre
las medidas a adoptar está la condonación de las deudas públicas exteriores de
los países del Tercer Mundo. Transparencia: El comportamiento de las
empresas multinacionales y de las grandes instituciones mundiales, como el
FMI, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio, debe ser más
transparente y más regulado, y en el caso de las instituciones internacionales
se hace necesario una mayor democratización, aumentando la participación de
los pueblos de los países en desarrollo, que hoy sufren sus políticas, sin
participar en sus decisiones. En el caso de las empresas multinacionales, los
grandes actores de la globalización, no basta con códigos voluntarios de
conducta, sino que es necesario controlar y regular los efectos de sus
actividades económicas en el medio ambiente, la salud, el empleo, los niveles
salariales y el respeto de los derechos humanos.
humanos, no con más. Equidad: con menos desigualdades sociales, entre
países y dentro de cada país. Inclusión: con menos marginación de
pueblos y países, no con más. Sostenibilidad: menos destrucción
ambiental, no más. Desarrollo: menos pobreza y privación, no más. Entre
las medidas a adoptar está la condonación de las deudas públicas exteriores de
los países del Tercer Mundo. Transparencia: El comportamiento de las
empresas multinacionales y de las grandes instituciones mundiales, como el
FMI, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio, debe ser más
transparente y más regulado, y en el caso de las instituciones internacionales
se hace necesario una mayor democratización, aumentando la participación de
los pueblos de los países en desarrollo, que hoy sufren sus políticas, sin
participar en sus decisiones. En el caso de las empresas multinacionales, los
grandes actores de la globalización, no basta con códigos voluntarios de
conducta, sino que es necesario controlar y regular los efectos de sus
actividades económicas en el medio ambiente, la salud, el empleo, los niveles
salariales y el respeto de los derechos humanos.
Para encauzar y humanizar el proceso de
globalización es necesario reforzar la estructura de las Naciones Unidas, al
contrario de lo que quiere la nueva administración de la derecha republicana
en EE.UU., crear un Tribunal Penal Internacional para castigar las violaciones
de los derechos humanos, y elaborar un código de conducta obligatorio para las
multinacionales, en el marco de la Organización Mundial de Comercio.
Igualmente es necesario reforzar y dotar de instrumentos y presupuestos a los
Convenios de Cambio Climático y de protección de la Diversidad Biológica, para
que puedan cumplir sus fines. No todo está perdido.
globalización es necesario reforzar la estructura de las Naciones Unidas, al
contrario de lo que quiere la nueva administración de la derecha republicana
en EE.UU., crear un Tribunal Penal Internacional para castigar las violaciones
de los derechos humanos, y elaborar un código de conducta obligatorio para las
multinacionales, en el marco de la Organización Mundial de Comercio.
Igualmente es necesario reforzar y dotar de instrumentos y presupuestos a los
Convenios de Cambio Climático y de protección de la Diversidad Biológica, para
que puedan cumplir sus fines. No todo está perdido.
La Convergencia Norte-Sur implica la necesidad de
reducir el consumo de energía y otros recursos en los países desarrollados y
de incrementar el nivel de vida en los países en desarrollo, sin que la suma
de todos los recursos consumidos ponga en peligro los procesos ecológicos
esenciales, el clima y la diversidad biológica. Las necesidades del Norte se
deben satisfacer de manera que no comprometa la satisfacción de las del Sur,
así como la de las generaciones futuras del Norte y del Sur.
reducir el consumo de energía y otros recursos en los países desarrollados y
de incrementar el nivel de vida en los países en desarrollo, sin que la suma
de todos los recursos consumidos ponga en peligro los procesos ecológicos
esenciales, el clima y la diversidad biológica. Las necesidades del Norte se
deben satisfacer de manera que no comprometa la satisfacción de las del Sur,
así como la de las generaciones futuras del Norte y del Sur.
El Norte, y también las ONGs ambientalistas, no
pueden reclamar a los pueblos del Sur un gran esfuerzo para preservar la
biodiversidad y para no aumentar la emisión de gases que produzcan el efecto
invernadero y otras sustancias contaminantes, como CFC, SO2 y NOx,
sin un esfuerzo paralelo para reducir el insostenible consumo del Norte,
repartir más equitativamente los recursos entre el Norte y el Sur y eliminar
la pobreza.
pueden reclamar a los pueblos del Sur un gran esfuerzo para preservar la
biodiversidad y para no aumentar la emisión de gases que produzcan el efecto
invernadero y otras sustancias contaminantes, como CFC, SO2 y NOx,
sin un esfuerzo paralelo para reducir el insostenible consumo del Norte,
repartir más equitativamente los recursos entre el Norte y el Sur y eliminar
la pobreza.
A tal fin, según el consenso alcanzado en multitud
de foros, se deben adoptar las siguientes medidas:
de foros, se deben adoptar las siguientes medidas:
A. Reducción de la Deuda Externa de los
países del Sur y del Este. La cancelación de la deuda externa oficial y
privada es una condición básica para superar la pobreza y la degradación
ambiental en los países del Sur y del Este. La cancelación de la deuda no debe
ser supeditada a la implantación de los clásicos programas de ajuste
estructural.
países del Sur y del Este. La cancelación de la deuda externa oficial y
privada es una condición básica para superar la pobreza y la degradación
ambiental en los países del Sur y del Este. La cancelación de la deuda no debe
ser supeditada a la implantación de los clásicos programas de ajuste
estructural.
B. Acceso de los productos con mayor valor
añadido y menor impacto ambiental de los países del Sur a los mercados del
Norte, excepto para aquellos productos cuya explotación no sostenible sea
lesiva para el medio ambiente o para la erradicación de la pobreza, reduciendo
las barreras comerciales y no comerciales así como los subsidios a los bienes
producidos en el Norte.
añadido y menor impacto ambiental de los países del Sur a los mercados del
Norte, excepto para aquellos productos cuya explotación no sostenible sea
lesiva para el medio ambiente o para la erradicación de la pobreza, reduciendo
las barreras comerciales y no comerciales así como los subsidios a los bienes
producidos en el Norte.
Igualmente la OMC(Organización Mundial de
Comercio) debe ser reformada, permitiendo a los países en desarrollo proteger
sus mercados internos de la devastadora competencia internacional, adoptando
las medidas adecuadas para que los productos internalicen los costes
ambientales y sociales y prohibiendo los subsidios resultantes de externalizar
los costes ambientales y sociales de algunos bienes y servicios. La simple
liberalización de los mercados no va a resolver los problemas sociales y
ambientales.
Comercio) debe ser reformada, permitiendo a los países en desarrollo proteger
sus mercados internos de la devastadora competencia internacional, adoptando
las medidas adecuadas para que los productos internalicen los costes
ambientales y sociales y prohibiendo los subsidios resultantes de externalizar
los costes ambientales y sociales de algunos bienes y servicios. La simple
liberalización de los mercados no va a resolver los problemas sociales y
ambientales.
C. Transferencias financieras del Norte al
Sur, generando fondos adicionales para el desarrollo sostenible y la
erradicación de la pobreza y el cumplimiento de los compromisos del Sur, en
orden a preservar la diversidad biológica, frenar el cambio climático,
proteger la capa de ozono, reducir la deforestación y los procesos de
desertificación.
Sur, generando fondos adicionales para el desarrollo sostenible y la
erradicación de la pobreza y el cumplimiento de los compromisos del Sur, en
orden a preservar la diversidad biológica, frenar el cambio climático,
proteger la capa de ozono, reducir la deforestación y los procesos de
desertificación.
El Norte debe incrementar su asistencia oficial al
desarrollo por lo menos hasta el 0,7% del PIB, implicando a todas las
administraciones (estatal, regional y local), así como a la sociedad civil.
Los fondos adicionales deben ser incrementados, gestionados democráticamente y
se debe velar para que efectivamente sirvan para superar la pobreza y evitar
el deterioro ambiental, y no para enriquecer a las élites del Sur.
desarrollo por lo menos hasta el 0,7% del PIB, implicando a todas las
administraciones (estatal, regional y local), así como a la sociedad civil.
Los fondos adicionales deben ser incrementados, gestionados democráticamente y
se debe velar para que efectivamente sirvan para superar la pobreza y evitar
el deterioro ambiental, y no para enriquecer a las élites del Sur.
D. Transferencia de tecnología al Sur, en
condiciones ventajosas y en muchos casos sin contrapartidas económicas,
especialmente de aquéllas que mejoren el medio ambiente y reduzcan la emisión
de contaminantes y gases de invernadero, como las energías renovables, las que
incrementan la eficiencia energética, el transporte colectivo, o la
refrigeración sin CFC.
condiciones ventajosas y en muchos casos sin contrapartidas económicas,
especialmente de aquéllas que mejoren el medio ambiente y reduzcan la emisión
de contaminantes y gases de invernadero, como las energías renovables, las que
incrementan la eficiencia energética, el transporte colectivo, o la
refrigeración sin CFC.
E. Iniciativa contra la pobreza, eliminando
el hambre, aumentando la autosuficiencia alimentaria, y distribuyendo más
equitativamente el ingreso, en el Norte y en el Sur, donde las diferencias de
renta son aún mayores que en el Norte. Los países del Norte deben adoptar
estilos de vida menos consumistas, eliminando el despilfarro de energía y de
otros recursos no renovables, lo que no significa disminuir la calidad de
vida, e incluso puede aumentarla (mejora de la salud, incremento del tiempo
libre).
el hambre, aumentando la autosuficiencia alimentaria, y distribuyendo más
equitativamente el ingreso, en el Norte y en el Sur, donde las diferencias de
renta son aún mayores que en el Norte. Los países del Norte deben adoptar
estilos de vida menos consumistas, eliminando el despilfarro de energía y de
otros recursos no renovables, lo que no significa disminuir la calidad de
vida, e incluso puede aumentarla (mejora de la salud, incremento del tiempo
libre).
F. Iniciativa para lograr la estabilización
de la población, aunque para ello hay que empezar a atacar algunas de las
causas últimas del crecimiento demográfico en el Sur, como la pobreza (los
hijos garantizan la pensión a los pobres en su vejez), el acceso a la
educación, al empleo y a los cuidados primarios de la salud, especialmente
para las mujeres pobres y sus hijos, poniendo al alcance de todos los
servicios de una planificación familiar libre y responsable.
de la población, aunque para ello hay que empezar a atacar algunas de las
causas últimas del crecimiento demográfico en el Sur, como la pobreza (los
hijos garantizan la pensión a los pobres en su vejez), el acceso a la
educación, al empleo y a los cuidados primarios de la salud, especialmente
para las mujeres pobres y sus hijos, poniendo al alcance de todos los
servicios de una planificación familiar libre y responsable.