Hay muchas razones por la cual sufrimos por amor. Pero detrás de estas razones hay tres factores fundamentales que explican dicho sufrimiento. El primero es la idealización del amor. El segundo factor es el aprendizaje temprano de apego, vinculación afectiva con nuestros cuidadores. Y el tercero, no menos importante es el autoconocimiento y la autoestima. Todos estos factores nos influyen y nos condicionan a la hora de elegir y de relacionarnos con los demás. Y todo esto nos lleva a una pregunta. ¿Se puede dejar de sufrir por amor? La respuesta es Sí.
En primer lugar debo aclarar que si sufres no es por amor sino por desamor. En el amor nunca puede haber dolor porque entonces no se llamaría amor. La idea de que el amor es sacrificio, difícil de encontrar, quien te ama te hará sufrir, etc., viene del mito de amor romántico. El amor todo lo puede, el amor predestinado, el verdadero amor es para siempre, la media naranja, y un sinfín de ideas absolutamente erróneas sobre el amor de pareja hizo y hace estragos en un número muy grande de personas que creen que este tipo de amor de cuentos, novelas o películas existe. La prueba de que aún se cree en esta clase de amor está en la publicación de una famosa trilogía que fue un bombazo entre las féminas en el mundo occidental. No deja de ser cenicienta con tintes “sadomaso”. Todo ello te lleva a idealizar a la pareja, a idealizar el amor.
La relación de pareja es una excelente oportunidad para conocerte, crecer y madurar emocionalmente. Si te conoces, fortaleces tu autoestima, cuestiona tus creencias y te responsabilizas de tu propia felicidad, cuando surja una relación de pareja, será como estar en el paraíso terrenal. Si la relación de pareja termina, seguirás sintiéndote feliz porque has aprendido a amar sin depender, a amar sin sufrir.
Otro factor que hace que sufras en la relación es el aprendizaje temprano. Lo que vi en mi casa, el modelo de pareja, mi educación, mis necesidades cubiertas o no y las ideas que tengo sobre la felicidad en la pareja o en la maternidad o en la vida en general, te influye directamente a la hora de vivir tus experiencias.
Por otro lado la autoestima juega un papel fundamental para no sufrir por amor. La autoestima es un concepto que tienes de ti misma que puede ser positivo o negativo. Si lo que piensas de ti es positivo, reconoces tus talentos, valores, te aceptas, te aprecias, etc., entonces tu autoestima será alta. Lo contrario sería negativa o baja. Una autoestima reforzada te ayuda a aceptar que la relación se acabó, haces el duelo de separación y pasas página. Cuando no es así y te quedas “enganchada” a una persona que ya te ha demostrado y dicho que no te quiere, probablemente tienes una dependencia emocional. En este caso te aconsejaría que buscaras ayuda profesional.
Así que a amar, pero sin sufrir.
Elisa Prieto
www.elisaprieto.com
Formada en Sexología y género, Experta en Coaching personal y emocional, PNL, etc.