Vivir con plenitud las crisis

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    ?Cómo utilizar la sabiduría del cuerpo y la mente para afrontar el estrés, el dolor y la enfermedad?

    ¿Puede aprenderse a meditar en una Facultad de Medicina? ¿Aceptaría un Hospital que se tratara a sus pacientes más difíciles con Meditación y Yoga? En 1979, el Dr. Jon Kabat-Zinn, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts, uno de los centros neurálgicos de la ciencia médica de alta tecnología, lo intento y funcionó. Kabat-Zinn no era un profesor cualquiera, el mismo es un gran practicante de meditación y profesor de yoga. Según él me contó, fue durante un retiro de meditación cuando pensó que podía aplicar sus conocimientos de estas disciplinas al tratamiento del sufrimiento en un entorno hospitalario. Sin saberlo estaba fundando la Clínica de Reducción de Estrés.

    Desde entonces, cerca de 14.000 pacientes han acudido a la Clínica de Reducción de Estrés y más de 3.000 profesionales de la salud han asistido a los cursos de formación. Existen más de medio centenar de artículos científicos, monografías o libros que tratan sobre esta técnica y los resultados obtenidos. Esta experiencia está disponible para el lector español desde esta primavera en el libro Vivir con plenitud las Crisis – Como utilizar la sabiduría del cuerpo y la mente para afrontar el estrés, el dolor y la enfermedad, del Dr. Kabat-Zinn que la editorial Kairós acaba de publicar.

    La Clínica de Reducción de Estrés combina la visión oriental de la salud, con una exhaustiva investigación científica que le permite defender esta técnica desde una facultad de medicina. Allí, el programa se presenta bajo tres principios. Primero se le llama medicina mente/cuerpo, indicando que estos dos conceptos no están separados como a menudo se considera, sino que forman parte de un todo. Por ello problemas mentales se traducen en enfermedades y los problemas físicos crean sufrimiento mental. Segundo, se propone un retorno a la medicina participativa, en la que la persona no delegue toda la responsabilidad de la salud sobre el profesional, sino que mantenga una postura crítica y activa en averiguar qué puede hacer para mejorar por sí mismo/a sus circunstancias. Tercero, se le llama también medicina complementaria, en el sentido que lo que aquí se enseña no entra necesariamente en conflicto con la terapia o tratamiento en curso sino que puede ser complementario.

    El programa de reducción de Estrés se imparte con un carácter experimental e interactivo, a grupos reducidos 10-30 personas. En el mismo se introducen métodos sencillos de relajación, meditación, yoga así como herramientas de corte más cognitivo-conductual. Se va alternando momentos de silencio y exploración interior con momentos de diálogo y trabajo en grupo. Todo ello buscando el desarrollo de Atención Consciente y sus aplicaciones útiles a la vida cotidiana. Para ello se proporciona también material en audio para poder practicar en casa, lo que es muy recomendable para el desarrollo de estas habilidades.

    Durante estos años se ha comprobado que la Atención Consciente no sólo reduce el estrés, sino que también es muy útil para tratar el dolor crónico y las enfermedades psicosomáticas. Además mejora la concentración, la inteligencia emocional y la eficacia en el trabajo, reduciendo los fallos y disminuyendo los accidentes. Asimismo los participantes en estos cursos muestran una mejora en la creatividad, mayor facilidad para tomar decisiones en momentos difíciles y para comunicarse con los demás, mayor responsabilidad sobre sus acciones y mejor disposición para colaborar en equipo.

    Esta técnica de reducción de estrés, que explica el libro de Kabat-Zinn es por tanto una alternativa de bajo coste para tratar un gran numero de males crónicos y psico-somáticos. Tiene la ventaja de no usar fármacos y de fomentar una cultura de salud tanto física como mental. Promueve la meditación, el ejercicio, la alimentación sana y cultivar las relaciones personales. Parece lógico que funcione ¿no? Quizás se deba buscar en nuestro estilo de vida las causas de tantas enfermedades psico-somáticas, en vez de confiar en la farmacología y en la tecnología para tratar los síntomas. ¿Será esta la medicina del futuro?