Los altos niveles de partículas contaminantes en el aire de cuatro ciudades chinas causaron este año 8.572 muertes prematuras, según estimaciones realizadas por Greenpeace y la Universidad de Salud Pública de Pekín.
El informe ha medido los niveles de polución de las partículas de tamaño PM 2,5 (aquellas con un diámetro menor a 2,5 micras) en las urbes de Pekín, Shanghái, Cantón y Xian, que representan las mayores ciudades chinas del norte, este, sur y oeste del país, respectivamente.
Según el estudio, si estas ciudades cumplieran los límites que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) en este ámbito, las muertes por inhalación de estas partículas podrían reducirse un 81 por ciento, como mínimo.
“Las partículas de PM 2,5 ponen en peligro la salud humana cada día, y según los planes actuales del Gobierno tendremos que esperar hasta 20 años para cumplir con el estándar nacional, que aun sigue lejos de las indicaciones de la OMS”, aseguró Zhou Rong, jefe de campaña de Greenpeace.
Con el tamaño PM2,5, unas 30 veces menor que el diámetro de un cabello humano, las partículas pueden alojarse en las profundidades de los pulmones e incluso entrar en el flujo sanguíneo, lo que a largo plazo puede causar un grave deterioro de la salud e incluso la muerte de los afectados.
Además, el estudio asegura que el impacto económico de la polución atmosférica en estas ciudades es de 1.080 millones de dólares al año (819 millones de euros), un gasto que disminuiría hasta los 212 millones de dólares (160 millones de euros) en caso de adecuar los niveles a los estándares internacionales.
Las partículas de tamaño PM 2,5 provienen, principalmente, de la emisión de los automóviles y de la combustión de carbón, una de las principales fuentes de energía en China.
En este sentido, Greenpeace instó a las autoridades del gigante asiático a limitar el consumo de carbón y a establecer un calendario “concreto y ambicioso” para mejorar el aire de las ciudades chinas y alcanzar los estándares que marca la OMS.
Fuente: Efe.