Aunque aún es pronto para dimensionar los efectos del cambio climático en las plantaciones de café, los productores deben esforzarse por mitigarlos con mejoras en sus procesos productivos y un combate a las plagas menos contaminante, según afirman especialistas reunidos en Costa Rica.
El cambio climático y los beneficios del café para la salud humana son los dos temas que centran la XXIV Conferencia Internacional en Ciencias del Café, organizada por la Asociación para la Ciencia y la Información de Café (ASIC, por sus siglas en inglés), que se celebra esta semana en Costa Rica.
El presidente de la ASIC, el italiano Andrea Illy, dijo que “todavía es temprano para determinar un patrón” de las consecuencias del cambio climático en la producción de café, aunque ya se notan algunos efectos.
En sitios como Centroamérica y Colombia las plantaciones del grano son más vulnerables ante las sequías o el exceso de lluvias, que además causan daños a la infraestructura y a la economía de los países, explicó el presidente de la ASIC.
Illy agregó que estas condiciones están asociadas al cambio climático y que en algunos escenarios futuros de un posible aumento fuerte de las temperaturas, los productores podrían verse obligados a sembrar café en zonas más altas y frías.
El investigador de la ASIC en cuestiones de cambio climático y café, el holandés Herbert Van der Vossen, comentó por su parte que algunos de los retos de los cafetaleros consisten en lograr un mayor aprovechamiento del agua y disminuir el uso de químicos en las plantaciones.
Van der Vossen explicó que las siembras de café pueden nutrirse con el agua de la lluvia, y que la que se utiliza en los procesos industriales para procesar el grano puede disminuirse hasta en un 10 por ciento con la utilización de mejor maquinaria.
Según datos del investigador, en promedio, por cada dos kilos de café actualmente producido en el mundo se utiliza un metro cúbico de agua.
Otra solución propuesta por Van der Vossen es la reducción del uso de agroquímicos a cambio de una mayor investigación científica, que establezca métodos para generar una resistencia natural de las plantas a enfermedades y plagas como la broca del café.
En cuanto a Centroamérica, dijo que la región avanza en otra manera de mitigar el cambio climático, como es la de combinar las plantaciones de café con el bosque.
Por su parte, el investigador de la ASIC en temas de salud, el estadounidense James Coughlin, comentó sobre los efectos del consumo de café que muchas de las “malas noticias” sobre el asunto han sido revertidas en los últimos años gracias a las investigaciones científicas y médicas.
Según Coughlin, se ha demostrado que el café tiene propiedades positivas que reducen el riesgo de padecer distintos tipos de cáncer, mal de Alzheimer, mal de Parkinson y la diabetes.
“Por muchos años se creyó que el café era tan sólo un vehículo para el consumo de la cafeína, pero estas malas noticias se fueron revirtiendo y se ha demostrado que la cafeína tiene efectos positivos en la salud”, expresó.
Según la ASIC, los científicos han demostrado que tomar de tres a cuatro tazas de café al día, con un máximo de 100 miligramos de cafeína por taza, es saludable y parte de una dieta equilibrada.
La Conferencia anual de la ASIC reúne desde el lunes y hasta el próximo viernes a unos 500 representantes del sector del café de 38 países de los cinco continentes, con el fin de analizar los estudios científicos sobre las ventajas para la salud de consumir café, así como el reto que representa el cambio climático.
En el evento se exponen las investigaciones sobre los beneficios del café para la salud, herramientas para combatir las plagas y enfermedades, los procesos productivos, mejoras genéticas del grano y la amenaza del cambio climático, entre otros temas.
Según Illy, en los últimos años los precios internacionales del café han experimentado un alza, lo que debe aprovecharse para continuar realizando investigaciones que permitan una mayor productividad y una mejor calidad del grano.
Fuente: Efe.