Las emociones negativas favorecen la aparición de ciertas enfermedades, ya que hacen más vulnerable al sistema inmunológico, contrariamente las positivas son beneficiosas para nuestra salud, ya que nos ayudan a soportan dolencias, y transitar procesos dolorosos.
La buena salud es un proceso complejo, basado en un perfecto equilibrio biopsicoemocional en el que participan varios factores. Es verdad que a lo largo de nuestra existencia, todos los seres vivos, en algún momento de nuestra vida acusamos dolor, sufrimiento o enfermedad que afectan tanto al cuerpo, como a la mente o a ambos.
Muchas de ellas aparecen cuando gestionamos inadecuadamente nuestras emociones, ya sea porque malgastamos nuestras propias energías, o porque nos las gastan.
Gracias al proceso adaptativo de éstas, se produce la energía necesaria como respuesta a un estímulo dañino que puede afectar nuestro bienestar físico y psicológico
Una de las claves, a la hora de entender la repercusión de las emociones sobre la salud, es la conceptualización del proceso emocional. Según Fernández-Abascal y Palmero, en el aparecen dos filtros entre la situación interna-externa que desencadena el proceso, y las manifestaciones individuales del sujeto.En el primero se realiza una evaluación que genera un mecanismo adaptativo, si éste falla resulta perjudicial para la salud. El segundo se refiere a los mecanismos de afrontamiento y estrategias individuales que dan respuesta a estas emociones. Así, las emociones negativas favorecen la aparición de ciertas enfermedades, ya que hacen más vulnerable al sistema inmunológico, contrariamente las positivas son beneficiosas para nuestra salud, ya que nos ayudan a soportan dolencias, y transitar procesos dolorosos.
La psoneuroendocrinobiología estudia la estrecha relación y equilibrio que debe existir entre el cuerpo y la psique, el sistema nervioso y el inmunológico, si esto falla, afecta a uno u otro. Es importante mencionar la acción de las catecolaminas producidas por la glándula suprarrenal (adrenalina, noradrenalina, corticoides, etc.) liberadas por el estrés, y que bloquean el sistema inmunológico.
Como conclusión podemos enfatizar en la importancia de reconocer nuestras propias emociones, de lo que sentimos y como lo sentimos, de escuchar los mensajes de nuestro cuerpo, e interpretarlos como la expresión de un malestar piscoemocional. Las fobias, el odio, la envidia, baja autoestima, etc. pueden tener manifestaciones clínicas inusitadas, por eso debemos permanecer en contacto con nuestra esencia, con nuestro yo, ya que todos somos nuestra existencia, nuestro transcurso y nuestra historia de vida, llena de experiencias positivas y negativas, pero también somos la fuente inagotable de nuestra propia energía, que es el motor que nos ayuda a caminar hacia adelante, viviendo intensamente el hoy y centrándonos más en las experiencias positivas.
¡Recuerda que tienes una brújula interior que te marca el camino a seguir y que tu inconsciente crea experiencias con la que puedes desarrollar lo mejor que hay en ti, solo tienes que escucharlo, porque posees el poder absoluto de hacer de tu vida una aventura apasionante, en la que tu eres el ser más importante, único e irrepetible! ¡Vive tu vida con el máximo de felicidad!
Dra. Mirta Herrero Aguinaga
Medicina Estética, Biológica y Antiaging
www.esteticaherrero.es