Consumo de agua enriquecida con oxígeno

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Beneficios del consumo de agua enriquecida con oxígeno 

Cuando se produce un desajuste interno por cualquier causa, los procesos homeostáticos se activan para restablecer el equilibrio.

La homeostasis es el equilibrio en un medio interno, la tendencia automática de un organismo a mantener un estado estacionario, el esfuerzo constante del cuerpo para mantener un equilibrio dinámico.

La enorme complejidad de la bioquímica humana se basa, paradójicamente, en básicos y a la vez simples requerimientos de vida: alimentos, agua y oxígeno. Un ser adulto puede pasar 60 días sin comida, se verá seriamente afectado después de sólo tres días sin agua y no sobrevivirá a pocos minutos de privación de oxígeno.

La hipoxia es una carencia muy común en la población adulta actual y se define como la disminución del aporte de oxígeno a las células y la producción de energía a niveles por debajo de los requerimientos celulares. Las causas de esta afección son variadas, las más comunes; menor contenido de oxígeno en el aire, insuficiencia pulmonar, disminución de la capacidad de transporte de oxígeno de la sangre, intoxicación de los sistemas enzimáticos celulares, consumo excesivo de oxígeno en los tejidos, entre otras.

De ahí el interés en las terapias de oxígeno y específicamente en la oxigenoterapia por vía oral; La ingestión a largo plazo de agua enriquecida con oxígeno ayuda a combatir esta dolencia tan extendida en nuestros días.

Un estudio realizado por los doctores Forth y Adam del Instituto de Farmacología y Toxicología Walther-Straub, Múnich, Alemania y publicado por la Revista Europea de Investigación Médica en Noviembre en 1998, demostró la absorción intragástrica del oxígeno disuelto en los líquidos.

Demanda química de oxígeno 

Demanda Química de Oxígeno (DQO) es la medida del oxígeno requerido para oxidar todos los compuestos, tanto orgánicos como inorgánicos disueltos en el agua.

Todo lo que comemos, respiramos, bebemos, fumamos o metabolizamos (enzimas y hormonas por ejemplo), tiene un valor DQO relativo.

El consumo de oxígeno empleado en la digestión varía de una categoría de alimentos a otra; las frutas y verduras requieren muy poco, mientras, los productos cárnicos necesitan un periodo de tiempo mayor para la biodegradación completa y por tanto el valor DQO es significativamente mayor. La leche de vaca es más difícil para la digestión humana que un zumo de manzanas.

Los medicamentos a menudo tienen numerosos y complejos enlaces moleculares que requieren altos niveles de oxígeno para romperlos, metabolizarlos y absorberlos.

La contaminación del aire puede contribuir a una amplia variedad de efectos sobre los seres humanos y el medio ambiente dependiendo del tipo de contaminante: Cualquier exposición o contacto con elementos cuya desintoxicación demande un nivel de DQO

elevado, corre el riesgo de que fracase la respiración celular en su intento por mantener la homeostasis.

La hipoxia crónica no es más que el resultado de ese esfuerzo continuo que conduce a la intoxicación, la acidificación y la enfermedad.

Respiración celular 

A nivel celular, la respiración anaeróbica se produce en deficiencia de oxígeno en los tejidos de las especies superiores. Genera mucha menos energía que el proceso aeróbico y, dado que la descomposición de la glucosa no se completa, se origina alcohol etílico, muy tóxico para el tejido vivo.

La energía aeróbica es el resultado de la formula: oxígeno + nutrientes = energía.

La energía anaeróbica genera como sub producto ácido láctico y por tanto reduce el pH del organismo. Recordemos que el valor normal del PH de la sangre es ligeramente alcalino (7,35 – 7,45).

El principal factor que regula el pH del plasma es la cantidad de dióxido de carbono en la torrente sanguíneo (el dióxido de carbono y el oxígeno son el yin/yang de la respiración). CO2 reacciona con el agua para formar ácido carbónico, que libera iones de hidrógeno y causa una caída del pH.

Oxígeno como herramienta terapéutica 

El científico alemán Dr. Otto Heinrich Warburg (1883-1970) en 1931 fue galardonado con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina por su descubrimiento de la naturaleza y el modo de acción de la enzima respiratoria. Este descubrimiento abrió nuevos campos de investigación en el estudio del metabolismo y la respiración celular. Se ha demostrado, entre otras cosas, que las células cancerosas pueden vivir y desarrollarse en un medio ácido y carente de oxígeno.

Si fuera necesario señalar el factor universal de todas las muertes, ya sean celulares o planetarias, sin duda sería la pérdida de oxígeno. Dr. Milton Helpern, durante más de veinte años Jefe Médico Forense de la ciudad de Nueva York, lo resumió de esta manera: “La muerte puede ser debido a una amplia variedad de enfermedades y trastornos, pero en todos los casos la causa fisiológica subyacente es una ruptura del ciclo de oxígeno”. El hombre es un aerobio estricto, absorbe oxígeno de manera extraordinaria para asegurar la supervivencia del organismo.

La cantidad de oxígeno disuelto físicamente en el plasma debe ser aproximadamente 0,3 ml/100 ml de sangre, la transportada por la hemoglobina 20 ml/100 ml aproximadamente. El oxígeno en el aire, en el agua de la sangre o plasma y en la hemoglobina deberían estar en equilibrio dinámico.

El déficit de oxígeno y/o de nutrición modifica el resultado de la formula:

oxígeno + nutrición = energía.

La nutrición inadecuada ha sido ámbito de la industria de la salud durante décadas y, dado que el interés de los consumidores en el agua enriquecida con oxígeno continúa su ascenso meteórico, la clínica y la investigación médica tendrán que dar un paso también en ese sentido.

Beber agua enriquecida con oxígeno es una de las terapias más benignas que podamos encontrar.

De hecho, las enfermedades y el envejecimiento están destinados a ser – y la crisis de los sistemas nacionales de salud hace imperativo que sean – observados a través del prisma del ciclo de oxígeno.

Definitivamente el oxígeno esta en el panorama futuro de nuestra salud.

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