Equilibrio energía femenina y masculina – A veces y realizando una auto-observación de nosotros mismos, de nuestro propio interior, vemos como aún nos cuesta integrar y manifestar nuestros deseos aquí en la materia y es lógico, ya que son multitud de patrones y condicionamientos los que nos impiden reconocernos a nosotros mismos y Nuestra Verdad, entendida esta de una forma distinta a la que estamos acostumbrados como simples y a la vez completos humanos.
Son muchos años de represión, de limitaciones auto-impuestas y también autodirigidas las que nos coartan como Verdaderos Seres, como Verdaderos Creadores de nuestra propia Conciencia, como co-creadores de la materia.
Hoy, nos vamos a detener en un tema que en mayor o en menor medida, nos interesa a todos, o por lo menos a la gran mayoría de nosotros, y es la integración de nuestras partes, de nuestras energías, como un todo, como una Unidad y no solo desde el exterior, que al fin y al cabo, es lo que realmente vemos o como lo vemos.
El cómo lo vemos, es muy interesante y eficaz en nuestra propia percepción de la realidad. El cómo vemos al otro, el cómo vemos el exterior y a los demás, en realidad es el resultado de cuanto nos amamos a nosotros mismos, de nuestra propia escala de valores, ya que de nuestro propio ego, dependerá la manifestación o por lo menos, de la intención que le ponemos a la manifestación de nuestra propia realidad y aquí cada uno tiene su propia percepción del ego, si este es bueno si no, si hay que matarlo o no (de manera simbólica claro está), pero en este artículo más bien nos vamos a centrar en otro tema, en otra perspectiva más: El equilibrio de la energías femeninas-masculinas en nuestro interior, en el interior de cada uno de nosotros mismos.
Damos por sentado, que cada persona, como Yo individual y desde el punto de vista personalista, es un mundo, un ente completo e individual, con nuestros sentimientos, deseos, aspiraciones individuales o la falta de ellas.
Si a cada uno de nosotros, nos preguntaran que queremos obtener, que queremos tener o que queremos vivir en nuestra vida como mente personal, unos dirán unas cosas, otros dirán otras totalmente diferentes.
Partiendo de la pirámide de satisfacción de Maslow y con las necesidades básicas cubiertas, los diferentes escalones tendrían un diferente orden de prioridades en cada ente individual en función de sus circunstancias concretas.
Y bien, aquí viene la pregunta del millón: ¿Cómo y de que forma, podemos obtener lo que queremos en nuestra vida?
Pues bien, les pregunto algo: ¿Qué quieren, tienen claro sus prioridades?
Por supuesto, la cuestión es cuestionarnos a cada uno de nosotros, que queremos en cada momento, pues el verdadero poder creador, se sitúa en el eterno momento del Ahora.
Hoy, en este momento, en este instante, me pregunto, ¿Qué quiero?, ¿estoy contento con lo que Soy?, ¿puedo mejorar?, sinceramente, ¿tengo la fuerza, la intención para mejorar, para ser mejor persona?, ¿tengo la energía, las ganas para cambiar?
¿Estoy dispuesto a verme como Soy?, ¿a conocerme?, ¿y a eliminar lo que no es Amor en mi vida?, ¿quiero cambios?, ¿pero Cuáles?, ¿cuáles son mis deseos desde lo más profundo de mi corazón?, ¿me hace bien lo que siento hacia mi mismo y hacia los demás?, ¿cuáles son mis prioridades?, ¿en que punto de mi vida estoy?, ¿me siento bien?;, ¿me amo?, ¿me trato bien a mi y a los demás?, ¿agradezco lo que tengo?, ¿pido Ayuda?
Lo importante, lo interesante es cuestionarse a cada momento lo que quiero, lo que hoy quiero para mí, y para nada estoy aquí hablando desde el punto egoísta, siempre teniendo en cuenta mi bien mayor, sin hacer daño al otro, queriendo mi bien y el de los que me rodean, puedo y tengo derecho a querer otras cosas, a manifestar mis propios sueños, a co-crear con mi parte divina que hay en mi y en todos, lo que quiero conseguir en este momento, o al menos poner todo mi mejor intento, que será lo que me hace bien, lo que me hace feliz, lo que me dicta mi corazón, que es el que no se equivoca. Y aquí, no sólo cuenta lo material, también las aspiraciones o deseos espirituales, ya que de lo que se trata por tanto es de equilibrar lo material con lo espiritual. Equilibrar nuestras partes e integrarlas como un todo, como la unidad. Y para esto, sabemos que existen multitud de formas, multitud de técnicas y cualquiera de estas que vibre desde tu corazón, será la correcta, ya que lo que sea adecuado para ti en cada momento de tu camino estará bien y el poder de todo lo que Es, te mostrará tu proceso, en cada instante.
Un libro, una terapia concreta, la buena música, la naturaleza, cualquier cosa que te haga conectar contigo mismo, con tu ser interior, será lo bueno para ti en el momento del eterno ahora.
En lo simple, en el amor está tu respuesta, lo que necesitas en cada día de tu propia vida. Conectar con tu ser, contigo mismo, con tu interior, requiere sólo y únicamente amor por ti mismo y amor por los demás y lo más importante el intento, el intento de aprender cada día más de todo lo que te rodea y de tu propio yo interno.
Eso es lo único que necesitas, vivir desde el corazón, vivir desde la mayor conciencia posible, desde el uno que todos somos.
La forma de anclar nuestros sueños, aquí en la materia, necesita de ir eliminando lo que no es amor de nuestra vida, equilibrando nuestros sentimiento y eliminando las emociones toxicas y negativas de nuestra realidad, limpiando lo que no nos hace bien ni a nosotros mismos ni a los demás.
Conseguir concretar nuestros profundos deseos cuestiona también nuestra propia manera de vivir, de ver la realidad, nuestra propia realidad.
Y para esto, será útil conocernos a nosotros mismos equilibrando y digiriendo correctamente nuestros sentimientos y emociones equilibrando nuestras energías e integrando nuestras partes como un todo, conseguiremos anclas y co-crear nuestros más profundos sueños del corazón ascendido en nuestra realidad sin necesitar técnicas muy complicadas ya que todo está en nosotros mismos y nuestro interior. Viviendo desde el corazón, desde el despego y desde el amor incondicional, conseguiremos sentirnos en verdadera paz y armonía, anclando nuestros mejores sueños en la materia.
Y ahora les dejo aquí con una reflexión realizada desde mi parte de ser que todos somos acerca de las energías masculinas y femeninas, su equilibrio y unión en la materia y como anclar la unión de estas virtudes en el corazón, en el interior de todos.
De la nueva tierra, una visión realizada desde el corazón, desde el ser divino que somos todos, una canalización que surge con la mejor intención, y sin ninguna visión racional de la historia de nuestra tierra.
Primera parte. Canalización anclando desde el corazón ascendido. La unión de lo femenino y lo masculino en la nueva tierra ascendida
«Como ya vinimos diciéndoles aquí, la unificación e integración de sus partes, es la manifestación real de lo que todos pretendemos crear.
Ustedes, desde su mente racional han sobreestimado y malentendido su acción masculina y su fuerza o «poder superior» que le han querido otorgar a la visión patriarcal de su historia. Durante siglos, la mujer ha estado supeditada y sometida a la acción directiva del hombre y eso ha estado bien y está en algunos momentos de la vida como conocimiento y aprendizaje dentro de la rueda kármica que han creado vida tras vida en la tierra. Sin embargo, la dificultad con la que han ido viniendo en estos años desde su mente lineal, ha sido crear un masculino sobreestimado y sobreentendido y esto viene sucediendo por la creación manipuladora de sus mentes individuales que unidas todas juntas han creado una mente colectiva donde la mujer cumplió perfectamente bien su papel o rol de sumisa que toda visión patriarcal quería tener.
Por tanto ambos, hombre y mujer hicieron bien su papel, como creadores de su propia película: la vida patriarcal donde el poder, la fuerza, la acción y dirección era el rol de la energía masculina y el cuidado y la actitud pasiva eran atribuidas al papel de lo femenino sin embargo, todo esta visión patriarcal a lo largo de vuestra historia sólo fue una visión particular vuestra, un espejo de la unión de muchas visiones internas que originaron como resultado una mal interpretación de la verdadera integración y unión de lo que originalmente siempre es. Una visión errónea de la matrix autómata, de la densidad de lo que fue durante milenios la tierra de energía tridimensional.
Esto ha ocasionada una interpretación incorrecta de la verdadera función original del papel de cada uno de ustedes por lo que en ciertas etapas de la humanidad, el poder masculino se cebó y se aprovechó de la aparente debilidad de lo femenino, para en otras etapas de sus vidas, los papeles se invirtieran y diera lugar a otro movimiento también mal entendido a través de su mente lineal: el feminismo.
En consecuencia, todo esto ha dado lugar a una lucha de poderes sin sentidos, ya que se han invertido los roles de manera totalmente incorrecta dando lugar al no entendimiento y a la falta de comprensión y de incomunicación entre hombre y mujer.
Esto, no siempre fue así. El rol masculino de cuidado y protección hacia lo femenino, ha sido mal conceptualizado y no entendido por ustedes.
Si nos remontamos a la edad de la prehistoria la misión del hombre de las cavernas, la del hombre luchador, el guerrero que tenía la verdadera fuerza, la acción directiva era cuidar a su familia. Todo comenzó en esta etapa de la vida. La mujer quedaba en espera, cuidando la cueva, cuidando el hogar mientras el hombre iba en busca del sustento familiar.
En el transcurso de la historia, la energía masculina de acción y de fuerza ha sido sobreentendida dando lugar al poder del macho sobre la hembra. No siempre ha sido así, ya que la lucha de poder entre lo masculino y lo femenino y entre lo femenino y lo masculino se ha ido sucediendo etapa tras etapa.
Etapa tras etapa, el poder del hombre, de lo masculino, ha ido originando a veces por fuerza excesiva, al tirano, al papel de dicha fuerza mal conceptualizada, dando lugar década tras década a la lucha entre lo masculino y lo femenino.
En otras vidas, el rol masculino fue debilitado, tras luchas de poder y el poder matricial, dio lugar a la sumisión del hombre hacía la mujer. Por lo que en un tiempo, el hombre fue victimizado por el poder femenino y en otros tiempos, la mujer fue considerada el
«Sexo débil» originando la desigualdad entre hombres y mujeres.
Y toda esta incomprensión y lucha de poderes ¿pueden decirme que han ocasionado?
Pues bien, una separación y una verdadera ruptura entre dos tipos de energías, una disgregación entre hombre y mujer, dando lugar a la no comprensión y la falta de comunicación verdadera entre estos dos tipos de energías ya que todos, estamos hechos de la misma materia y del mismo origen.
Si se dan cuenta, la energía masculina no puede existir sin la energía femenina y viceversa.
En nuestro interior, estamos compuestos de la integración total entre mujer y hombre.La verdadera coexistencia, la verdadera plenitud es el resultado de la verdadera unión entre lo masculino y lo femenino independientemente si somos mujeres o bien somos hombres como entes particulares e individuales.
Integrando y equilibrando nuestras partes, abrazando y perdonando al hombre que hay en nosotros y a la mujer que hay en nosotros, conseguiremos anclar la unión entre lo femenino-masculino en nuestra realidad.
En otro orden de cosas, durante milenios, vidas tras vidas, el rol masculino ha tenido que hacer, tanto se ha autoerigido, que ha ido tapando sus propias heridas, y se ha negado a sentir sus propias emociones o bien no ha tenido tiempo real para dejarse llevar por sus sentimientos o bien no se lo ha permitido ya que «los hombres no lloran».Este obsoleto dicho ha ido condicionando y enmascarando sus sentimientos originando emociones toxicas como la ira o la dureza de sus almas, impidiendo la expresión de sus propios dolores, dudas o al fin al cabo el no saber como digerir heridas o emociones. Por supuesto, no existe justificación alguna para un exceso de ira o violencia exacerbada. Por otro lado las emociones no pertenecen sólo a una energía u otra.
Más tarde, con la independencia y el salto de la mujer a la vida social, se consiguieron cosas impensables y muy reveladoras y necesarias. Muchos derechos fueron reconocidos socialmente y bien merecidos sin duda. Sin embargo, la auténtica mujer, el auténtico poder femenino también fue enmascarado como resultado de décadas de sumisión e «invalidez» ya que la totalidad del poder femenino no está en convertirse en hombres, en guerreros.
La masculinización de la mujer no es su totalidad. Su poder potencial no se ha tenido en cuenta. Por tanto de lo que se trata aquí es de recuperar lo que realmente somos, desde nuestro ser, desde nuestro interior, profundizando lo que realmente somos, tomando conciencia de lo que realmente queremos en nuestra vida y de lo que realmente queremos materializar en nuestra propia realidad.
Si se dan cuenta, en nuestro pasado el poder patriarcal ha cumplido la verdadera función sobre lo femenino y viceversa. En su tiempo de vida lineal, la mujer ha sido victimizada o más bien ella se ha sentido así ante el poder que ella misma le ha conferido y otorgado a la energía o ente masculino. Sin embargo, también el hombre se ha sentido presionado y autoerigido excesivamente por lo que se supone que se esperaba de él, o sobre lo que un hombre debe hacer o no sentir.
El rol masculino es el rol del cazador, del que domina, el que tiene la fuerza y la acción generadora y creadora de la materia-los patrones de firmeza, de orden patriarcal, han ido gobernando sus vidas durante décadas. En contraposición, la mujer ha sido debilitada, y denominada como «sexo débil» para que el hombre de la casa(padre, hermano mayor, marido) fuera quien la cuidara, quien la dirigiera, quien tomara las decisiones por ella, por su bien.¿Y eso está bien?
Pues quizás sí o quizás no, simplemente y sin generalizar, a cada uno de ustedes, les ha tocado un papel u otro, cada uno de ustedes ha representado a un personaje concreto en su vida concreta o particular.
De lo que aquí se trata es de que cada uno de ustedes tomen el lugar que realmente tienen, que recuperen su poder divino, en el momento que les toca vivir, y vivan la vida que cada uno quiera vivir en el eterno ahora. Equilibren entonces sus vidas, amen lo que realmente son como seres divinos y auténticos que ya son. Abracen desde su corazón, desde esta energía de amor incondicional que ya son y unan sus energías, no se sientan más victimas de sus vidas, de su historia personal. No son nada de eso. Son.
Seres espirituales viviendo una experiencia humana. Ámate a ti mismo y a los demás como a ustedes mismos. Sean pacientes con sus propias emociones, concíliense con su masculino y con su femenino, con la unión de estas dos energías que son, equilibren su parte masculina con su parte femenina, ya que independientemente de lo que sean en su vida como humano, todos somos uno la verdadera sanación pasa por amarnos y por respetarnos los unos a los otros, eliminando todo lo que no sea amor en sus vidas. Cada uno de vosotros sois partes de un todo y ahí estriba vuestro poder. La manifestación de lo espiritual en vuestra materia pasa por realizar todo desde el corazón de vuestro femenino anclando y dirigiendo vuestra acción o masculino aquí en la materia, en esta nueva tierra». Todos forman parte del todo.
Sara Leiva Fernández